Cuentas que no encajan.

La gente a su paso se hacía a un lado para no estorbarle.Literalmente,estaban a punto de colocar una alfombra roja para que su calzado no se estropeara con el suelo.Reacción bastante exagerada de algunas personas.Demasiado,si se quiere ser exactos.Más,no lo era cuando se trataba de un Roderich Edelstein que caminaba apresurado (A su elegante manera),con el ceño fruncido,aparentemente sin que cierto albino lo haya provocado...¿directamente?,fulminando con su violácea mirada a las personas sin razón aparente (Cosa que él jamás hacía),y con una carpeta bastante gruesa entre sus manos.¿Su destino? El salón principal del consejo estudiantil,donde él es el secretario.

El motivo por el cual su hasta hacía un par de horas imperturbable ''Paz'' se habia quebrado en muchos pedacitos era muy simple.Con un cargo importante en el consejo,tenía bastante claro que su misión era velar por el bienestar de los alumnos y que se hicieran actividades para el beneficio de absolútamente todos,sin importar a qué dormitario pertenecieran,aún si tuviera sus críticas en contra del dormitorio Hércules.

Pero esto ya había ido demasiado lejos.

Abrió la puerta del salón del consejo y entró raudo,la estancia estaba vacia.Su mirada se dirijió hacia el reloj de su muñeca izquierda.Faltaban diez minutos,aún faltaba algo de tiempo para que las personas a quienes había citado llegaran,así que dejó la carpeta llena de papeles y documentos en la mesa y se sentó,dispuesto a esperar los minutos que hacían falta.Se acomodó los lentes,su ceño aún estaba fruncido.

Cinco minutos.Más le valía al resto del consejo aparecer.

Era la segunda vez en menos de cinco minutos que su teléfono sonaba,obligandole a detenerse en medio de uno de los pasillos que llevaban al gimnasio,para poder sacar su móvil de su bolsillo.A pesar de lo escándaloso que era el aparato,no le molestaba que sonase,pues así podía escuchar "Mein Gott" una de sus canciones favoritas- Ese tipo tiene una voz excelente...Casi tan genial como la mía~ -susurró para sus adentros ,buscando el aparato en uno de sus bolsillos- Aah...-suspiró decepcionado al ver de quién era la llamada- ¿Qué querrá el idiota del cejón ahora...? Le dije que hoy estaría ocupado!!! -frunció un poco su entrecejo,para después decir con simpleza- Bueno, sea lo que sea que quiere...que se espere!- y sin más cortó la llamada, retomando su camino hacia el gimnasio,donde se suponía algunos alumnos nuevos le esperaban.Era el asombroso alumno encargado de guíar a los nuevos después de todo.Con mayor razón si estos aspiraban a ser tan geniales como él lo era en esos momentos-

-Ore.sama saikou~ saikou~ -el albino siguió su camino,olvidando por completo que ese día, en ese justo momento,se llevaba a cabo la reunión del consejo de estudiantes.Consejo en el cuál, él era el tesorero...Tesorero encargado del dinero de TODOS los alumnos del establecimiento.- Saigo ni warau nowa Ja! ~ - Pero como siempre,habían cosas más importantes que hacer.Como lo era el recibimiento de los nuevos.No podía dejarlos solos!! Su grandiosa persona tenía que estar ahí!!- Oresama! Kimatta ze!~

Claro,como siempre el despistado prusso se había olvidado por completo de la reunión,pese a las miles de veces que el inglés le había dicho que tendrían que encontrarse ese día en la oficina del consejo.Que era de suma importancia que asistiera,puesto que las cosas en el internado no iban del todo bien.

Lamentablemente,pese a las constantes llamadas del inglés el abino no contestó..mejor dicho lo hizo,ya cuando las llamadas superaban las 15...Cuando la reunión llevaba más de 25 minutos de haber comenzado.

Se encontraba en problemas....serios problemas.

¡Rayos! Se encontraba sumamente preocupado, el motivo de aquella reunión extraordinaria convocada por Roderich realmente le intrigaba.

-Shit! Voy tarde…-tal vez su casi permanente seño fruncido o su cara de “si te cruzas te mato fucking git” hacían que los estudiantes se alejaran asustados dándole el paso al ingles.

Excelente, ya se encontraba fuera de la oficina, aunque horriblemente estaba a solo tres minutos de la reunión. Inconcebible, sus modales les dictaban estar al menos 15 minutos antes, para así recriminarle al resto su atraso.

Entro a la oficina encontrando a Roderich elegantemente sentado, cosa que se esperaba de él. –Siento mucho la tardanza.- busca con la mirada a cierto albino sin éxito.-Por lo que veo Gilbert aun no llega, era de esperar.

-¿A que se debe esta inusual urgencia?- saco su celular para marcar apresuradamente pero a la vez de manera elegante el número que ya conocía de memoria… “La costumbre”… rodó los ojos con el auricular cerca de su oído.

-No contesta, ¿Qué se cree?- espero un par de minutos para repetir la acción obteniendo el mismo resultado que la vez anterior.- Este idiota, ¿acaso no conoce el termino responsabilidad?- volvió a repetir la acción varias veces más pero sin resultados satisfactorios.

Más le vale que llegara luego y con una buena excusa, una muy buena.

Miró por última vez su reloj.Faltaban cuatro minutos para la hora acordada.sin embargo,ninguno de sus otros dos compañeros del consejo aparecía.Pero de un momento a otro,la puerta del salón se abrió y apareció el presindente del consejo,Arthur Kirkland.Le extrañó que llegara a esta hora,pues siempre era muy puntual.Puede que haya estado ocupado,mal que mal,era el presidente y tenía más responsabilidades de por sí.Asintió a las disculpas del otro.Realmente no estaba para nada molesto con él.Desde su posición,vió como el joven inglés buscaba a alguien con la mirada,seguramente,al otro integrante del consejo.Sus sopechas se confirmaron segundos después,cuando Arthur habló nuevamente.Suspiró.

-Algo totalmente esperable,estimado Arthur..-Murmuró.El albino tesorero del consejo no era un ejemplo de puntualidad,a decir verdad.- Y sobre esta reunión,ya lo sabrás cuando llegue Gilbert...-Contentó con bastante calma a las interrogantes de su compañero.

Estoico,observó desde su posisción los infructíferos intentos del inglés por ubicar a Gilbert.Escuchó en completo silencio sus frustrados descargos contra del alemán cuando este no contestaba el celular y,entre llamadas y refunfuños,siguió pasando el tiempo.

Media hora de retraso.

Lo suficiente como para que su tranquilidad y paciencia se fuera minando hasta sus límites.Tomó su celular y ahora fue él el que comenzó a teclear,pero en vez de llamar,escribió un corto mensaje y lo envió,para luego guardar su celular y esperar.

-Creo que hemos sido bastante complacientes con él al esperarle más de media hora..-Murmuró al aire.- Aún no entiendo qué hace él como tesorero y líder del Hércules..


''Tienes dos minutos para traer tu prescencia a la sala del consejo,Beilschmidt.''


Con eso bastaría.

Definitivamente ese iba a ser un buen año para el edificio Hércules.Los recién ingresados tenían un nivel bastante decente en comparación a otros años,lo que le hacía pensar que quizás -o mejor dicho, lo más seguro- ese año saldrían nuevamente campeones.Si bien le gustaba alardear de su grandiosa condisión física,si había algo que en realidad le apasionaba era el entrenar a los mocosos nuevos.Podría sonar algo sádico,pero les gustaba hacerlos sufrir hasta que fueran competentes en lo que a deportes se refería.

-Argh..¿Qué querrá este cejón ahora..?- bufó,pues ya iban casi 30 minutos en los que su teléfono celular no paraba de sonar,interrumpiendo sus maravillosos discursos y haciéndole perder la paciencia- Le dije que estaría ocupado...-aún así,lo sacó de su bolsillo al percatarse -gracias al cambio de melodía- de que no era una llamada,sino que un mensaje de texto. Grande fue su sorpresa al ver como la pantallita del aparato se iluminaba,mostrando el nombre del estirado señorito grabado en esta- ...y esto..?- sólo bastó con apretar un pequeño botón para que sus ojos se abrieran de sobre manera y para que diera un salto casi exagerado,llamando la atención de todos los presentes- SCHEIßE!!! LA REUNIÓN...!!!!-casi a la velocidad de la luz se excusó con los chicos nuevos,tomando sus cosas de la misma forma y echándose a correr como si el alma se le fuese en ello-..mierda,mierda,mierda....- Lo había olvidado por completo!!! A pesar de que se le había recordado infinitas veces..!!

Estoy perdido...-miró la hora,le quedaban al rededor de 20 segundos para llegar al condenado salón del consejo y aún estaba a unos metros.Lo más probable era que el austriaco estuviese echo una furia,sin contar al inglés..De seguro lo iban a regañar por su falta de responsabilidad,por su tardanza y por todas esas cosas de niñas que a él no le importaban- Al...al fin...-apenas giró el pomo de la puerta,levantando lentamente su mirada hasta toparse con los fríos ojos color violeta del castaño.Definitivamente,iba a ser una tarde muy,muy larga-