Quiero ser él~ [Iván-Matthew] [posible + 21(?)]

Matthew miraba por la ventana, esa reunión había sido aburrida, como todas las otras. Lo único bueno esta vez, era poder ver fuera, podían apreciarse copos de nieve caer sobre el blanco y frío suelo de Rusia. Estaba seguro que había sido buena idea cambiar el lugar de las reuniones, de esa forma, Alfred no tendría tanto protagonismo.
Suspiró una vez más, sin apartar la vista del paisaje. Hiciera lo que hiciera, nunca podría dar su opinión ni hacerse notar, por lo que prefería disfrutar de lo que la naturaleza le daba, y dejar que todos siguieran con sus luchas continuas por callar a su hermano, y por querer resolver cosas simples, haciéndolas más complicadas de lo que eran.
Estaba tan concentrado en eso, y en sus pensamientos, que el canadiense nunca notó cuando la reunión terminó, ni cuando todos comenzaron a irse a sus hogares o a pasear por Rusia antes de irse.

O Canada! Our home and native land! True patriot love in all thy sons command. With glowing hearts we see thee rise, The True North strong and free! From far and wide, O Canada, We stand on guard for thee. God keep our land glorious and free! O Canada, we stand on guard for thee. O Canada, we stand on guard for thee.

No entendía que hacía cantando esa canción dentro de su cabeza, era su himno, sí, pero por qué en ese lugar, en ese momento? No lo sabía, pero ese lugar era tan similar a las tierras de las que venía, que no podía evitar sentirse en casa, sentirse feliz y contenido. Por más frío que hiciera, se sentía cálido al estar ahí.
Minutos pasaban, y el canadiense no deseaba irse... Cerró sus ojos intentando retener ese hermoso paisaje que tenía desde la enorme ventana del lugar de reunión.



[Nota adjunta: Será un rol inspirado en un fic. Es AU. Cualquier pregunta = Mp(?)]

Como siempre la reunion se habia pasado entre gritos, estupideces y peleas inutiles, aunque tenia que reconocer que ver como todos perdian los estribos entre si, verlos a todos tan llenos de... vida, por decirlo de alguna manera, era demasiado divertido le agradaba ver como se podian llegar a creer dueños del mundo.

- pero todos seran uno conmigo da~ -aquel pensamiento le hacia sonreir y aguantar la locura en que se podia convertir esas reuniones.

Aunque habia una cosa que le molestaba, que siempre habia sido la piedra en su zapato... ese yanqui que se dba tantos aires de grandeza, no podia negar de cierta forma, muy retorcida, se sentia encantado por el, se moria de de ganas por ver cuando diera un paso en falso y todo su imperio de ideas heroicas e infantilismo sucumbiera ante el peso de cada uno de sus errores, lo unico que pedia era poder estar alli el dia que ocurriera eso.

Su vista se siguio paseando por entre los presentes, nadie parecia estar muy comodo con que la reunion se hubiera celebrado en Russia, sinceramente ni a el mismo le agradaba demasiado la idea, si, era toda una oportunidad tenerlos a todos reunidos en su casa (mas facil concretar algunos planes) pero por otro lado tambien le gustaba viajas a esas tierras tan calidas donde el sol parecia sonreir y los girasoles se podian dar tan hermosos y alegres.

Su mirada se detuvo de pronto en alguien a quien no habia notado antes, era... parecido al yanqui, pero sin tanta cara de idiota con aires de grandeza, no ,era mucho mas simple, de rostro mas angelical y dulce, ¿como no lo habia notado antes? Le parecia alguien casi etereo, que con una brisa podria desaparecer y aquella idea le parecio demasiado cruel.

Espero a ue la reunion terminara, paciente espero a todos que salieran, rogando porque aquel chico al que no habia visto antes se quedara un poco para poder preguntarle un par de cosas. Se levanto con lentitud de su silla y guardo sus papeles dentro de su maletin, sonrio a un par de naciones que tuvieron el gesto de saludarlo con una sonrisa nerviosa y por un minuto, entre el tumulto de paises perdio a vision de aquel chico.

Seguro solo fue una ilusion da

Un suspiro resignado escapo de sus labios, y cuando quedo la sala vacio se dispuso a acercarse a la ventana para ver el paisaje invernal que adornaban y caracterizaban sus tierras, Se acerco sin prisas hasta la ventana cuando lo volvio a notar, alli estaba, ni siquiera se habia movido de su silla, con los ojos cerrados con una expresion que se le antojo tan dulce y calida. ¿Quien seria? Quizas era ese fantasma que a veces aparecia en las reuniones y que nadie nunca podia saber quien era... o tal vez podria ser ese pais que casi siempre era pasado por alto, pero que era tan amigo de Cuba... ¿cual era su nombre...?

- pryvet~ Canadá, ¿cierto? -pregunto con una de sus amplias sonrisas.

Estaba muy tranquilo, respirando profundo, sin abrir sus ojos, intentando retener ese hermoso paisaje, cuando escuchó la voz del mayor y sin poder evitarlo, pegó un brinco en la silla y abrió los ojos para mirarlo. No podía creer que alguien lo reconociera, y aún más ilógico... el dueño de ese lugar. Seguro tendría problemas por haberse quedado cuando todos ya se habían ido.

-Ha-hallo... S-si soy yo...-

Su voz sonaba tan suave como cada vez que hablaba, estaba nervioso y sus mejillas sonrojadas lo hacían notar. Lo miró fijo a los ojos, sonrojándose un poco más.

-Yo... pido disculpas si... lo molesto. Ya... ya me iba...-

Se levantó de su silla y juntó sus cosas, intentando parecer calmado. Lo cierto era que no deseaba irse, ahora menos, mucho menos. Había algo en el ruso que no podía entender, pero le llamaba la atención hace ya mucho tiempo...

Con solo saber que irían a Rusia para la reunión, el canadiense se alegró y preparó las cosas mucho antes, también buscó su mejor ropa y calzado.
Aún así, se dio por vencido al intentar que las demás naciones lo escucharan; por lo menos, le quedaba el consuelo de lo que podía ver a través de esa ventana.

Su sonrisa se amplio aun mas al escuchar su voz tan dulce y suave, estaba seguro que en alguna ocasion la habria escuchado, solo que nunca le habia dado importancia. Ademas que le gusto ver esa sorpresa en su rostro, ¿seria por que por lo general lo ignoraban? seguro que si... pensandolo bien no entendia como habia podido pasar por alto a alguien que a primeras luces le parecia tan agradable. . . .¿habria sido sobre el que se habia sentado en una ocasion?

Se fijo en su rostro sonrojado y su actuar nervioso, le parecia hasta linda su forma de ser, tan timida, aunque no dejaba de llamarle la atencion por el hecho de tratarse de un hermano del yanqui, se imaginaba alguien mas. . . llamativo, aunque era mucho mejor asi, que solo hubiera un yanqui, le bastaba y le sobraba con eso, ademas que no lograba imaginar que alguien de rostro tan dulce y voz tan suave pudiera ser... de otra forma que no fuera esa que le demostraba en esos momentos.

- nyet, no molestas da~ -le sonrio de forma tranquila, apoyandose en la mesa. Miro de forma distraida por la ventana, por donde habia estado mirando antes el canadiense, sinceramente a el no le gustaba el paisaje, amaba su tierra, si, pero ver casi siempre todo cubierto de blanco, con esas temperaturas bajo cero que calaban hasta los huesos, ademas que el General Invierno era siempre demasiado cruel, y disfrutaba de su sufrimiento y el de su gente, pero era un buen aliado en la guerra- ¿te gusta el paisaje? -pregunto de forma algo distraida volviendo a fijar su mirar en el rostro de Canadá, fijandose en sus facciones y en sus ojos de ese tono azulado violáceo.

Acaso ese era el mismo Rusia al que tantos temían? Si era así, pensaba que todos eran demasiado cobardes, parecía demasiado tranquilo y simpático como para que fuera una persona agresiva y mala... Inocencia canadiense... Aunque como él nunca lo notó enojado, no podía imaginar que tan malo podía ponerse el asunto.

Arregló su camisa, nervioso; al mismo tiempo que miraba al ruso. Entonces no molestaba? Por qué se le había acercado, entonces? Si él no era una persona a la que tomaran enserio... El paisaje? Claro que le gustaba, le encantaba. Aunque no podía negar que hacía más frío que en Canadá.

-s-si... me.. me gusta... es... muy lindo... yo... todo aquí es muy lindo...-

Su voz sonó apenas un poco más fuerte al comenzar, pero luego fue bajando y al final, cuando se dio cuenta que su sinceridad volvía a jugarle en contra, miró a otro lado, con las mejillas completamente sonrojadas, mordiendo su labio por culpa de los nervios que crecían dentro suyo.
Quería creer que el mayor no lo había escuchado, de esa forma, al menos no debería dar explicaciones luego.

Apenas si pudo escuchar su voz, ¿le gusta? Rusia queria decir, es decir, sus tierras, es decir, su paisaje, el paisaje. . .

Sonrio ampliamente al escucharle, acercandose mas a el, hablaba tan bajito que apenas si podia oirle y su voz ya le gustaba tanto que no queria perderse palabra, por primera vez en su vida le estaba poniendo atencion a Canandá. Y es que le parecia alguien interesante, su piel tan palida y de apariencia suave... de inmediato se vino a su mente la imagen de verla enrojecida, con rastros de sangre, mordidas, rasguños, golpes... ¿que tanto podria gritar? de seguro con esa voz tan baja y timida podria llegar a hacerlo muy alto... le habia entrado por completo la curiosidad, ¿de verdad podria gritar? La garganta desgarrada de tanto gritar... esa piel tan blanca marcada por su mano... De verdad se estaba perdiendo en su propia imaginacion y aquello estaba pudiendo mas que el mismo, mancharle por completo de carmin... pero que idea mas tentadora.

- perdon, no te escuche bien da~ -acerco mucho su rostro al del canadiense, sonriendo de forma tan infantil e inocente como siempre, como quien no ha pensado jamas algo malo, como quien no ha marcado su tierra con la sangre de los suyos- ¿por que te gusta tanto da? el invierno puede ser muy aburrido~ -casi ni el mismo se habia dado cuenta de el momento en que le habia comenzado a arrinconar contra la mesa, quitandole todas las vias de escape.

Sonrió inconscientemente cuando lo vio sonreír. No solo le gustaba la tierra, el lugar, el clima, no solo le gustaba Rusia, el ruso también le llamaba la atención, aunque se sentía extraño al haber notado hace un tiempo ya, que tenían rasgos muy similares, el color de ojos, la piel pálida...
Se preguntaba por dentro si al mayor también le gustara el rojo tanto como a él. Era su color favorito, un color que representaba tantas cosas...
Amor... pasión... sangre...
Y sus mejillas en ese momento, se había sonrojado completamente ante la cercanía del mayor, pero no lo dio por importante.
No hasta que lo sintió demasiado cerca, sin poder evitarlo, quiso dar un paso hacia atrás, pero terminó por chocar con la mesa.

-S-se...ñor ruso... -en ese momento, solo lo miraba a los ojos, nervioso- P-por que me gusta...? yo.. esto... me recuerda a mi hogar y me... me... hace sentir protegido, no como otros... o-otros lugares... a-además... a mi me gusta el invierno... no es aburrido...

Su voz seguía suave y dulce, aunque muy temblorosa por los nervios que sentía.

Le encanto ver ese sonrojo en sus mejillas, en esa piel tan palida el rojo quedaba muy bien, aunque me gustaria verlo de forma mas brillante, mas ... liquida, se moria por desgarrar esa piel, ¿como podia pensar en lastimar a alguien que le parecia tan fragil?

¡Y le decia señor ruso! sin dudas era un muchacho adorable, se arrepentia de sobre manera de haberlo ignorado por tanto tiempo, ademas que le sostenia la mirada, y eso le gustaba, la gente por lo general rehuia su mirada, y Canadá . . . le hacia frente, esto de verdad se pondria muy interesante.

- en Canadá tambien hay largos inviernos da~ pero el verano es muy agradable por alla -siguio sonriendo, apoyando ambas manos en la mesa, una a cada lado del canadiense logrando con esto que sus rostro estuvieran a una distancia casi nula- y si, el invierno puede ser muy aburrido si te la pasas casi todo el año con el da, aunque eso permite jugar hockey -bien que recordaba que le ultima temporada de los juegos de invierno el canandiense se habia llevado la medalla de oro dejando a el solo con la de plata, aunque no estaba molesto por ello, le hubiera gustado ganar, pero ello significo un giro inesperado para todos, y en eso se basaba la vida del ruso, en buscar cosas inesperadas y que le permitieran salir de la rutina, tal como tener al menor tan cerca de el, sintiendo su nerviosismo y escuchando si ligero tartamudeo- en la casa de Canadá los girasoles se dan muy bonitos ¿da? -la distancia era casi nula, y si alguien entrara y viera al ruso sobre el canadiense, pensaria en que se veia igual que cuando una fiera acosa a su presa.

Me encontre una linda presa da~

Se sintió aún más enjaulado cuando el mayor lo terminó por acorralar. Se estremeció al sentirlo tan cerca, con sus brazos rodeándolo. Se sentía extraño, ya que se sentía un pobre animalito a punto de ser cazado, así como también lo hacía sentirse protegido.

-H-hay zonas en las que el verano no se siente... y hay zonas en las que casi nunca se ve el sol... -hizo una pausa para respirar profundo, cerró sus ojos sin poder evitarlo, tenía tan cerca al ruso que podía oler su aroma, abrió sus ojos para continuar, intentando demostrar que no pasaba nada- es cierto... el invierno es perfecto para jugar hockey...

Su sonrisa se amplió notablemente al pronunciar el nombre de ese deporte que tanto le gustaba.
-los girasoles? c-claro... en los lugares donde hay sol... y donde hace más calor, crecen hermosos! ya vienen desde mis... ancestros...-

“Tanto como una flor y como parte de todo el campo de flores, hay algo tan convincente sobre el girasol... quería transmitir su majestuosidad, para resaltar su tamaño y altura, para centrar toda la atención en él, un objetivo que se logró con sólo dejarlo solo contra un cielo azul inmenso.”

Recordó lo que alguna vez Francia había mencionado acerca de los girasoles Canadienses, eran tan hermosos, tan fuertes y tan delicados al mismo tiempo...
W-wait! el señor ruso estaba muy... demasiado cerca.

Matt se sonrojó completamente al notar que la distancia solo la dividía apenas un pequeño espacio, su corazón comenzó a latir con mucha fuerza al mismo tiempo que su respiración se entrecortaba.

- pero aun asi tu tierra es mas calida y acogedora da~ me gustaria poder recorrer Canadá

Podia sentir su nerviosismo, hasta podria jurar que podia oir los latidos acelerados de su corazon golpeando con fuerza contra las pareces de su pecho, de verdad que le parecia nada mas que un animalillo acorralado, y aquello era tan lindo... y excitante.

- da, conozco bien los girasoles de Canadá, siempre me han gustado -su mano se deslizo por el cuello de chico, apenas eran dos de sus dedos que estaban tocando su piel, pero era tan calida... de una tibieza exquisita, tenia razon, la habia tenido desde un principio, si, su tierra era nevada, igual que la de Rusia, pero aun conservaba corazon, un pequeño sol que podia con el invierno mas crudo, al contrario que en las tierras de Iván, donde el sol rara vez se dejaba ver y cuando lo havia era para castigar en verano, con esas temperaturas espantosamente altas, cuan horrible podia se estar en Siberia en invierno, hasta 50º o mas, ni la mas acogedora sobre podia con ello ya que el calor infernal arrasaba con todo, las estaciones eran realmente crueles con el.

Su mano se deslizo hasta su menton, acariciando levemente sus labios, su vista fija en su boca, que casi podria asegurar que podria dar un chillido asustado si seguia con ello, mejor acallarlo antes de darle la oportunidad de que lo hiciera.

Alzo su rostro con la misma mano con que le sostenia y apoyo sus labios contra los suyos, al frialdad de una tierra castigada contra la calides de una tierra acogedora. Su mirada de mantuvo igual de fria que siempre, no cambio en un apice mientras le besaba, por mas que sus labios se movieran de forma casi hambrienta contra los labios del canadiense y profundizaran ese beso, sin escuchar posibles protestas. Su diestra que habia estado apoyada contra la mesa en ese momento, bajo hasta la cintura del menor, tomandole y haciendo que se sentara sobre la mesa, teniendo asi mayor comodidad para hacer aquello.

La dulzura de sus labios le parecia embriagante, casi mejor que el vodka, y estaba seguro que en ellos podia sentir una nota dulce y casi empalagosa, ¿que seria? Miel de maple de seguro.

Que tan lejos llegaria y que tan mal lo podria pasar Canadá... dependia unicamente de él