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Floret Silva Nobilis
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Floret Silva Nobilis
Hallo :3
Bueno, como esta sección está pobre pero POBRE (?), quise inaugurarla para darle más brillo, vida y felicidad de sentirse útil (ok, no). Así que spammearé un pequeño fic que nació de un momento de insomnio y Winamp, al principio iba a ser un two-shot, pero... se me alargó la historia 8D Entonces a medida que vaya teniendo algo decente iré actualizando acá mismo y en FanFiction cuando deje de odiarme. ¿Advertencias?... Supongo que la ausencia de yaoi no es una (?), pues... que es mi autoría por ende es fail y que este es el capítulo más corto por ser el prólogo o.o
Disclaimer:
Liechtenstein (Lily Zwingli) y Suiza (Vash Zwingli) son creación original de Hidekaz Himaruya y yo no gano un solo peso por esta historia~
Floret Silva Nobilis, primer acto: O Fortuna
Hacía ya más de una hora que Lady Lily había escapado de palacio bajo el amparo de aquella inclemente noche tormentosa, los caballos de la guardia se rehusaban a las órdenes de los soldados para salir ante la mostruosa intensidad de los rayos y truenos que desgarraban el firmamento y la visibilidad era casi nula como para buscarla así sin más; además del suicidio que implicaría el querer traerla de regreso por la fuerza, pues ella misma había creado esa tempestad en el que, horas atrás, era un cielo fresco y despejado.
Su desesperada carrera llegó hasta el cementerio que se ocultaba en las profundidades del bosque, tan bien conocía ya ese camino que ni siquiera el manto de negrura tejido por las copas de los árboles hacía tropezar sus pies; los recuerdos se agolpaban en su mente como los disparos de sus flechas, flechas que no volverían a cortar el viento.
Egestatem,potestatem dissolvit ut glaciem.
Se dejó caer sobre la resbaladiza loza de la tumba, entonando ese poema a todo lo que le permitía su frágil garganta. No podía comprenderlo ¿Por qué había ofrecido su sangre para preservar la de ella?¿Por qué no era el único que ya lo había hecho? Sus lágrimas caían sin tregua por su rostro acompañadas por las gotas que ya empapaban por completo la labrada túnica púrpura de la rubia.
Los poderosos relámpagos que cortaban el cielo iluminaron el epitafio del monumento y los nombres de aquellos valerosos hombres de armas que se inmolaron por su causa, cada uno de ellos había tocado su corazón, habían engalanado su rostro con esa sonrisa que inspiraba a legiones a alcanzar la gloria ¿Y a qué precio? ¿Cuánto sufrimiento había soportado su gente? ¿Y todo para que ella siguiera orando en el templo del castillo?
Obumbrata et velata michi quoque niteris; nunc per ludum, dorsum nudum, fero tui sceleris.
Extrajo de entre sus ropas una delgada daga de plata, centelleando frente a las esmeraldas de la sacerdotisa, y realizó un minúsculo corte en la punta de su índice izquierdo dejando caer sendas gotas de sangre sobre la hierba que la recibía como el más dulce néctar. Tantas vidas entregadas a mantener el fluído carmesí resguardado del enemigo, que jamás pudiesen tomarle siquiera con la mirada, y ella lo regalaba a la tierra. Su sangre no tenía nada especial ni sus rezos eran distintos a los de las monjas de la catedral ¿Por qué entonces no la dejaban entregarse a manos del general al otro lado del mar y acabar esa matanza?
Alzó en toda su extensión el brazo derecho, sosteniendo con firmeza la cuchilla apuntando hacia ella. Su canto se hizo más fuerte, oyéndose en todo el campo santo, llenando el aire de la frustración y el dolor que reinaban en su corazón ya muchas lunas atrás ¿Y si ella desapareciera? ¿Se detendría al fin esa pelea sin sentido? Si ella era el premio del ganador ¿Qué caso tendría combatir si su respiración se desvaneciera para siempre?
La lluvia intensificó su embate. La joven noble hizo descender el fino puñal hacia su garganta, mas el filo nunca llegó a tocar su níveo cuello. Desde la espalda le abrazaba una armadura y la daga había chocado contra el metal. Tal fue su sorpresa que dejó caer el arma. Y su aliento se cortó al reconocer el susurro que llegó a su oído, apenas audible por los truenos.
- Os lo ruego, no nos abandone, mi lady... no me deje solo en las sombras otra vez -
Los posts con opiniones en buena onda (aunque sean para decir que es un asco) y críticas constructivas son siempre bienvenidos -se pone en pie frente al pelotón de fusilamiento-
Bueno, como esta sección está pobre pero POBRE (?), quise inaugurarla para darle más brillo, vida y felicidad de sentirse útil (ok, no). Así que spammearé un pequeño fic que nació de un momento de insomnio y Winamp, al principio iba a ser un two-shot, pero... se me alargó la historia 8D Entonces a medida que vaya teniendo algo decente iré actualizando acá mismo y en FanFiction cuando deje de odiarme. ¿Advertencias?... Supongo que la ausencia de yaoi no es una (?), pues... que es mi autoría por ende es fail y que este es el capítulo más corto por ser el prólogo o.o
Disclaimer:
Liechtenstein (Lily Zwingli) y Suiza (Vash Zwingli) son creación original de Hidekaz Himaruya y yo no gano un solo peso por esta historia~
Floret Silva Nobilis, primer acto: O Fortuna
O Fortuna,velut Luna... ¡statu variabilis!
Hacía ya más de una hora que Lady Lily había escapado de palacio bajo el amparo de aquella inclemente noche tormentosa, los caballos de la guardia se rehusaban a las órdenes de los soldados para salir ante la mostruosa intensidad de los rayos y truenos que desgarraban el firmamento y la visibilidad era casi nula como para buscarla así sin más; además del suicidio que implicaría el querer traerla de regreso por la fuerza, pues ella misma había creado esa tempestad en el que, horas atrás, era un cielo fresco y despejado.
Semper crescis, aut decrescis; vita detestabilis Nunc obdurat, et tunc curat, ludo mentis aciem.
Su desesperada carrera llegó hasta el cementerio que se ocultaba en las profundidades del bosque, tan bien conocía ya ese camino que ni siquiera el manto de negrura tejido por las copas de los árboles hacía tropezar sus pies; los recuerdos se agolpaban en su mente como los disparos de sus flechas, flechas que no volverían a cortar el viento.
Egestatem,potestatem dissolvit ut glaciem.
Se dejó caer sobre la resbaladiza loza de la tumba, entonando ese poema a todo lo que le permitía su frágil garganta. No podía comprenderlo ¿Por qué había ofrecido su sangre para preservar la de ella?¿Por qué no era el único que ya lo había hecho? Sus lágrimas caían sin tregua por su rostro acompañadas por las gotas que ya empapaban por completo la labrada túnica púrpura de la rubia.
Sors immanis et inanis, rota tu volubilis, status malus, vana salus semper dissolubilis.
Los poderosos relámpagos que cortaban el cielo iluminaron el epitafio del monumento y los nombres de aquellos valerosos hombres de armas que se inmolaron por su causa, cada uno de ellos había tocado su corazón, habían engalanado su rostro con esa sonrisa que inspiraba a legiones a alcanzar la gloria ¿Y a qué precio? ¿Cuánto sufrimiento había soportado su gente? ¿Y todo para que ella siguiera orando en el templo del castillo?
Obumbrata et velata michi quoque niteris; nunc per ludum, dorsum nudum, fero tui sceleris.
Extrajo de entre sus ropas una delgada daga de plata, centelleando frente a las esmeraldas de la sacerdotisa, y realizó un minúsculo corte en la punta de su índice izquierdo dejando caer sendas gotas de sangre sobre la hierba que la recibía como el más dulce néctar. Tantas vidas entregadas a mantener el fluído carmesí resguardado del enemigo, que jamás pudiesen tomarle siquiera con la mirada, y ella lo regalaba a la tierra. Su sangre no tenía nada especial ni sus rezos eran distintos a los de las monjas de la catedral ¿Por qué entonces no la dejaban entregarse a manos del general al otro lado del mar y acabar esa matanza?
Sors salutis et virtutis, michi nunc contraria; est affectus et defectus, semper in angaria.
Alzó en toda su extensión el brazo derecho, sosteniendo con firmeza la cuchilla apuntando hacia ella. Su canto se hizo más fuerte, oyéndose en todo el campo santo, llenando el aire de la frustración y el dolor que reinaban en su corazón ya muchas lunas atrás ¿Y si ella desapareciera? ¿Se detendría al fin esa pelea sin sentido? Si ella era el premio del ganador ¿Qué caso tendría combatir si su respiración se desvaneciera para siempre?
¡Hac in hora sine nora, cordum pulsum tangite; quod per sortem, sternit fortem, mecum omnes plangite!
La lluvia intensificó su embate. La joven noble hizo descender el fino puñal hacia su garganta, mas el filo nunca llegó a tocar su níveo cuello. Desde la espalda le abrazaba una armadura y la daga había chocado contra el metal. Tal fue su sorpresa que dejó caer el arma. Y su aliento se cortó al reconocer el susurro que llegó a su oído, apenas audible por los truenos.
- Os lo ruego, no nos abandone, mi lady... no me deje solo en las sombras otra vez -
Los posts con opiniones en buena onda (aunque sean para decir que es un asco) y críticas constructivas son siempre bienvenidos -se pone en pie frente al pelotón de fusilamiento-
Lily Zwingli- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 09/03/2011
Localización : Edificio Perséfone o Salón de Música
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Mar Ene 03, 2012 11:02 am por sakura honda
» una pequeña duda.....
Lun Sep 26, 2011 8:20 pm por Chibi!Berwald
» El ultimo que postea gana
Vie Ago 19, 2011 1:51 pm por Alice Kirkland
» •••The Queen Is Here! (?)[Ficha NyoIggirisu!]
Miér Ago 17, 2011 11:00 am por Nikita Arlovski
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Mar Ago 16, 2011 9:37 pm por Alice Kirkland
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Miér Ago 10, 2011 3:09 pm por Nikita Arlovski
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Vie Ago 05, 2011 5:46 pm por Alice Kirkland
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» ausencia... -suspiro-
Vie Jul 22, 2011 11:15 am por Katariina Väinamöinen