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Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
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Gakuen Hetalia :: Habitaciones de Maestros :: Habitaciones Masculinas. :: Habitación Tres : Alfred F. Jones.
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Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Realmente ahora el otro estaba desperado. Ansioso, impaciente, después de todo lo que había pasado no podía creerse que fuera real. Además, aquellas imágenes, flashes, de sexo, placer, lujuria que se había vuelto realidad en aquel oscuro jardín, volvería a hacerse realidad en la cama del americano. Ya que realmente aquello que eran vagos recuerdos, al final, serían de una vida pasada o algo tal y como dijo él, ya que no encontraba otra explicación. Aunque le pareció una cosa realmente irónica y paradójica, se odiaban, se amaban, y lo peor de aquello era que ambos eran de países completamente diferentes, puntos de vista opuestos, países que no se llevaban para nada bien.
Comunismo.
Capitalismo.
¿Acaso eran una reernacación de los países? ¡Menuda tonteria! Deshecho aquella idea rápidamente ya que le pareció casi de serie de anime, o cómics.
Se dio cuenta de una cosa, a medida que andaba guiando al otro el edificio le parecia cada vez más un laberinto. Todos los pasillos eran interminables, iguales, confundibles. Pero su mente estaba clara en aquellos momentos, no se equivocaría como cuando entró en la habitación del japonés por error. Sus pies ya caminaban solos, apresurados, con pasos agigantados hacia su habitación. Nunca su habitación le parecio tan lejana, al igual que nunca tuvo tantas ganas de acabar encerrado. De no saber nada del mundo, de dejar las clases tiradas, de que le hicieran el amor tantas veces. Espera, no, él lo haría, se tomaría la venganza, ukearía al ruso, lo haría suyo, que todos los vecinos de habitación los escuchará. Saber cada centímetro de su piel de memoria, que su cama absorviera el amor de ambos, que su mente fuera devorada al igual que su corazón. Oh dios. Sentir sus labios, sus uñas, dientes, manos, caderas, ¡Todo! De tan solo imaginarlo sus pies aceleraban el paso. Dando gracias de que no hubiera nadie por los pasillos ya que era muy tarde, ya que su rostro se mostraba agitado, casi desesperado. Y no hacia falta que girará la cara para encontrarse con el rostor del otro para saber que el ruso lo necesitaba tanto como él.
Meintras caminaba se dio cuenta que al vestirse deprisa, llevaba mal puesto los pantalones ya que le eran incomodos, pero no le importaba, ya que sabía uqe nada más llegar se desharía de ellos, volvería a estar desnudo frente al otro, perdiendose en las sabanas. Quería hacerlo en todos lados, en la cama, el suelo, contra la pared, sobre su escritorio. ¡Dios! Que cada lugar donde fuera se acordará del otro, del sabor ardiente del vodka que desprendían sus labios.
Sólo una cosa parecia no desaparecer de su cabeza, y era el hecho de la respuesta del otro.
Ya tebya lyublyu
No entendía para nada que era aquello, qué significaba, y estaba muy molesto porque no se lo dijera bien, ¿ tan dificl era decir ‘’si’’? Ya que quizás lo hubiera insultado y el americano ni se hubiera enterado. El americano estaba en desventaja frente al villano, ya que este aunque no fuera inglés tenía las nociones básicas como por ejemplo ‘’I love you’’ pero de ruso nada de nada. El ruso no era un idioma universal como podía ser le inglés. Y aquello al americano no le parecía justo para nada.
Pero no podía hacer nada contra ello, así que simplemente se tuvo que resignar y esperar que aquello fuera la respuesta que tanto deseaba. Aunque incluso con un ‘’Da’’ se conformaba. Ya que eso al menos si lo entendería.
Pero sin duda lo que realmente le hizó agarrar la muñec del otro para tirar con fuerza de ella en dirección a su habitación era la sucia lengua del otro que hacia que todo su cuerpo se estremeciera, y se calentará. Cerró los ojos al recordarlo, oh dios. Era simplemente excitante que le dijera aquellas cosas mientras lo tocaba, simplemente se volvía sumiso de aquella forma pero no admitiría aquello. Y que del mero hecho de escuchar su voz diciendo aquellas cosas pudiera correrse incluso tocandose el mismo. Aquella idea le hizó sonrojarse ampliamente, avergonzado de sus pensamientos, no podía pensar esas cosas. Damn it!
Movió la cabeza hacia los lados, no debía pensar en aquello, debía centrarse en la realidad que ahora que lo pensaba era mucho mejor que la imaginación. El héroe ahora se vengaría del otro , pero con tranquilidad, tenían toda la noche y quizás toda la mañana para hacerlo de nuevo. Se lo haría y quizás le diera tiempo a que se lo volviera a hacer o a volver a hacerlo. Aprovecharía cada segundo, cada instante para disfrutar del cuerpo del otro. Deseando que existiera el poder de la teletransportación, ya que entonces no perdería segundos tan valiosos al lado del otro.
Vio que por fin quedaba poco hasta llegar a la habitación. Al final. Ya ansiaba tanto, tantísimo llegar, como nunca antes. Aunque pensó una cosa…¿Con luz? Si encendía la luz vería con claridad todo, su rostro, su cuerpo, sus ojos, por otro lado, tenía la suerte de tener una habitación con ventanas, las cuales dejarían pasar la luz de la luna alumbrandolos al igual que en el otro lugar. ¡Bueno! Que fuera lo que dios quiera, aquello era tecnicamente secundario, aunque ahorauqe lo pensaba sería mejor sin luces, así verian amanecer con tranquilidad, aunque seguramente aquello ya sería algo secundario. Y aunque amaneciera el ameriacno seguramente no querría salir de los brazos del otro.
Tras estar todo el rato tironeando del brazo llego por fin y giro su rostro, para por fin mirarlo dedicandole una mirada seductora, insinuante, sensual. Lo deseaba, lo amaba, lo necesitaba. Oh dios. ¡Que se metieran de una vez! Seguidamente metió su mano en el bolsillo sacando las llaves del otro para por fin abrir la puerta. Sabiendo, o sospechando que no se había equivocado como en la otra vez, ya que encajbaa la llave. Un momento ahora de pronto tuvo un recuerdo en su cabeza. La habitación de al lado, la número dos, era de…de…¡Iván! Recordaba haberlo escuchado alguna vez, pero no podía imaginarse que aquel Iván sería el mismo que ahora iba a compartir habitación. Así que ir de una habitación a otra no será muy díficil.
Abrió la puerta, rápidamente para entrar dentro sin encender la luz, no lo haría a no ser que el otro lo dijera, y no tardo mucho en besarlo de forma feroz, fiera, salvaje para obligarlo a hacerlo entrar de una vez, sin poder aguantar más sin sentirlo. Para cerrar de golpe la puerta mirandolo sensual.
-Do you want play with me?
Susurró para de pronto acercarse a su cama, viendo que su habitación realmente era un completo desorden lleno por todos lados de banderas estadounidenses, heroes, y demás, siendo un tanto infantil para ser de un profesor y no de un alumno del centro que se llevá todas las tonterias en la maleta.
Debía parecer el dominante. No podía olvidar que había quedado consigo mismo en ser el gran seme, no el uke de nuevo, así qe para ello debía tener las riendas. Así que lo agarro para tirarlo sobre la cama con una sonrisa y antes de que el otro pudiera decir o hacer nada se coloco encima. No iba a dejarse vencer, el héroe, remontaría el haberse sentido humillado, aunque ello suposiera también haber sido llegado al cielo por el gran miembro del otro. Aunque claro, antes de saber que prefería debería probar el ser el seme ¿no? Y a partir de ahí poder decidir, pero, aunque le gustará más estar debajo, no lo sería siempre ya que el otro se burlaría de él.
El héroe venció.
Hizó que el villano tuviera sentimientos.
Que el villano sintiera un sentimiento tan hermoso y bueno como el amor, así que no todo en él era pura maldad.
El bien como siempre venció al mal.
-I’m gonna fuck you-dijó de forma soez, y vulgar, sabiendo lo erótico que le resultaba al otro, siendo aquello fácil de entender. Y ante aquello le volvió a devorar sus labios con ansia esperando la reacción del otro mientras aprovechaba para disimuladamente abrir las piernas del otro. Olvidandose de pasar la llave por si alguien abría la puerta sin avisar, aunque ahora aquello le improtaba poco.
Comunismo.
Capitalismo.
¿Acaso eran una reernacación de los países? ¡Menuda tonteria! Deshecho aquella idea rápidamente ya que le pareció casi de serie de anime, o cómics.
Se dio cuenta de una cosa, a medida que andaba guiando al otro el edificio le parecia cada vez más un laberinto. Todos los pasillos eran interminables, iguales, confundibles. Pero su mente estaba clara en aquellos momentos, no se equivocaría como cuando entró en la habitación del japonés por error. Sus pies ya caminaban solos, apresurados, con pasos agigantados hacia su habitación. Nunca su habitación le parecio tan lejana, al igual que nunca tuvo tantas ganas de acabar encerrado. De no saber nada del mundo, de dejar las clases tiradas, de que le hicieran el amor tantas veces. Espera, no, él lo haría, se tomaría la venganza, ukearía al ruso, lo haría suyo, que todos los vecinos de habitación los escuchará. Saber cada centímetro de su piel de memoria, que su cama absorviera el amor de ambos, que su mente fuera devorada al igual que su corazón. Oh dios. Sentir sus labios, sus uñas, dientes, manos, caderas, ¡Todo! De tan solo imaginarlo sus pies aceleraban el paso. Dando gracias de que no hubiera nadie por los pasillos ya que era muy tarde, ya que su rostro se mostraba agitado, casi desesperado. Y no hacia falta que girará la cara para encontrarse con el rostor del otro para saber que el ruso lo necesitaba tanto como él.
Meintras caminaba se dio cuenta que al vestirse deprisa, llevaba mal puesto los pantalones ya que le eran incomodos, pero no le importaba, ya que sabía uqe nada más llegar se desharía de ellos, volvería a estar desnudo frente al otro, perdiendose en las sabanas. Quería hacerlo en todos lados, en la cama, el suelo, contra la pared, sobre su escritorio. ¡Dios! Que cada lugar donde fuera se acordará del otro, del sabor ardiente del vodka que desprendían sus labios.
Sólo una cosa parecia no desaparecer de su cabeza, y era el hecho de la respuesta del otro.
Ya tebya lyublyu
No entendía para nada que era aquello, qué significaba, y estaba muy molesto porque no se lo dijera bien, ¿ tan dificl era decir ‘’si’’? Ya que quizás lo hubiera insultado y el americano ni se hubiera enterado. El americano estaba en desventaja frente al villano, ya que este aunque no fuera inglés tenía las nociones básicas como por ejemplo ‘’I love you’’ pero de ruso nada de nada. El ruso no era un idioma universal como podía ser le inglés. Y aquello al americano no le parecía justo para nada.
Pero no podía hacer nada contra ello, así que simplemente se tuvo que resignar y esperar que aquello fuera la respuesta que tanto deseaba. Aunque incluso con un ‘’Da’’ se conformaba. Ya que eso al menos si lo entendería.
Pero sin duda lo que realmente le hizó agarrar la muñec del otro para tirar con fuerza de ella en dirección a su habitación era la sucia lengua del otro que hacia que todo su cuerpo se estremeciera, y se calentará. Cerró los ojos al recordarlo, oh dios. Era simplemente excitante que le dijera aquellas cosas mientras lo tocaba, simplemente se volvía sumiso de aquella forma pero no admitiría aquello. Y que del mero hecho de escuchar su voz diciendo aquellas cosas pudiera correrse incluso tocandose el mismo. Aquella idea le hizó sonrojarse ampliamente, avergonzado de sus pensamientos, no podía pensar esas cosas. Damn it!
Movió la cabeza hacia los lados, no debía pensar en aquello, debía centrarse en la realidad que ahora que lo pensaba era mucho mejor que la imaginación. El héroe ahora se vengaría del otro , pero con tranquilidad, tenían toda la noche y quizás toda la mañana para hacerlo de nuevo. Se lo haría y quizás le diera tiempo a que se lo volviera a hacer o a volver a hacerlo. Aprovecharía cada segundo, cada instante para disfrutar del cuerpo del otro. Deseando que existiera el poder de la teletransportación, ya que entonces no perdería segundos tan valiosos al lado del otro.
Vio que por fin quedaba poco hasta llegar a la habitación. Al final. Ya ansiaba tanto, tantísimo llegar, como nunca antes. Aunque pensó una cosa…¿Con luz? Si encendía la luz vería con claridad todo, su rostro, su cuerpo, sus ojos, por otro lado, tenía la suerte de tener una habitación con ventanas, las cuales dejarían pasar la luz de la luna alumbrandolos al igual que en el otro lugar. ¡Bueno! Que fuera lo que dios quiera, aquello era tecnicamente secundario, aunque ahorauqe lo pensaba sería mejor sin luces, así verian amanecer con tranquilidad, aunque seguramente aquello ya sería algo secundario. Y aunque amaneciera el ameriacno seguramente no querría salir de los brazos del otro.
Tras estar todo el rato tironeando del brazo llego por fin y giro su rostro, para por fin mirarlo dedicandole una mirada seductora, insinuante, sensual. Lo deseaba, lo amaba, lo necesitaba. Oh dios. ¡Que se metieran de una vez! Seguidamente metió su mano en el bolsillo sacando las llaves del otro para por fin abrir la puerta. Sabiendo, o sospechando que no se había equivocado como en la otra vez, ya que encajbaa la llave. Un momento ahora de pronto tuvo un recuerdo en su cabeza. La habitación de al lado, la número dos, era de…de…¡Iván! Recordaba haberlo escuchado alguna vez, pero no podía imaginarse que aquel Iván sería el mismo que ahora iba a compartir habitación. Así que ir de una habitación a otra no será muy díficil.
Abrió la puerta, rápidamente para entrar dentro sin encender la luz, no lo haría a no ser que el otro lo dijera, y no tardo mucho en besarlo de forma feroz, fiera, salvaje para obligarlo a hacerlo entrar de una vez, sin poder aguantar más sin sentirlo. Para cerrar de golpe la puerta mirandolo sensual.
-Do you want play with me?
Susurró para de pronto acercarse a su cama, viendo que su habitación realmente era un completo desorden lleno por todos lados de banderas estadounidenses, heroes, y demás, siendo un tanto infantil para ser de un profesor y no de un alumno del centro que se llevá todas las tonterias en la maleta.
Debía parecer el dominante. No podía olvidar que había quedado consigo mismo en ser el gran seme, no el uke de nuevo, así qe para ello debía tener las riendas. Así que lo agarro para tirarlo sobre la cama con una sonrisa y antes de que el otro pudiera decir o hacer nada se coloco encima. No iba a dejarse vencer, el héroe, remontaría el haberse sentido humillado, aunque ello suposiera también haber sido llegado al cielo por el gran miembro del otro. Aunque claro, antes de saber que prefería debería probar el ser el seme ¿no? Y a partir de ahí poder decidir, pero, aunque le gustará más estar debajo, no lo sería siempre ya que el otro se burlaría de él.
El héroe venció.
Hizó que el villano tuviera sentimientos.
Que el villano sintiera un sentimiento tan hermoso y bueno como el amor, así que no todo en él era pura maldad.
El bien como siempre venció al mal.
-I’m gonna fuck you-dijó de forma soez, y vulgar, sabiendo lo erótico que le resultaba al otro, siendo aquello fácil de entender. Y ante aquello le volvió a devorar sus labios con ansia esperando la reacción del otro mientras aprovechaba para disimuladamente abrir las piernas del otro. Olvidandose de pasar la llave por si alguien abría la puerta sin avisar, aunque ahora aquello le improtaba poco.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Se dejo guiar por el yanqui, si se llegaban a perder, entonces el lo llevaría, después de todo todos los cuartos de los profesores estaba juntos, asi que… un momento, todas las habitaciones de los profesores estaban juntos, el ocupaba el cuarto numero dos… y en la numero tres… Claro, conveniente en verdad, demasiado, pasarse de un cuarto a otro, hasta de una ventana a otra se podía, no seria nada difícil. Era cosa de ponerse de acuerdo nada mas, no, nada de ponerse de acuerdo, todo se basaba en dejarse llevar por los brazos del otro. Un cuarto junto al otro… era una maravilla en verdad, no dejar dormir a los demás ocupantes de los otros cuartos con los rechinidos de la cama y sus gemidos, adiós a la moral, le daba igual lo que pensaran los otros docentes, quería volver a hacerlo suyo, volver a tenerlo entre sus brazos y sentir sus labios sobre la piel, se le antojaba tan maravilloso… despertar en los brazos de los brazos del otro, si es que dormían claro…
Volver a hacer el amor, una y otra vez, hasta caer rendidos, agotados.
No le dio mayor importancia al hecho de llevar el abrigo abierto, la camisa mal abotonada y estaba seguro, por la incomodidad de los pies que llevaba los zapatos al revés, ¿tanta había sido su urgencia por ir al cuarto del yanqui que ni puso atención a como se vestia? Si alguien saliera al pasillo, o solo asomara de su habitación y los viera en ese estado, porque le basto una ojeada para comprobar que el yanqui no estaba en mejores condiciones que el, seguro mal pensaría de inmediato, bueno, en realidad pensaría lo que en realidad había ocurrido, y aquello no le molestaba en absoluto, que supieran que había hecho al yanqui suyo, que le pertenecia ahora.
Seguia caminando tras los pasos del yanqui, sin soltar su mano, como si tuviera miedo de que se le fuera, que se le escapara o se le esfumara. Caminaba tan rápido como Alfred, siguiendo sus pasos acelerados.
Habia podido confirmar una cosa, que el yanqui no sabia absolutamente nada de ruso, se le había declarado y estaba mas que seguro que no le habían entendido. Bien por una parte, asi no se podría burlar después de el, era mejor asi… era mejor… ¿cierto? Aunque también le gustaría escuchar algo similar de parte del yanqui, fuera en inglés o en español, le daba lo mismo, necesitaba escucharlo de sus labios y que se lo confirmara, que se lo dijera…No, tenia que dejar de una buena vez todos esos pensamientos tan cursis de lado, el amor no tenia que ser necesariamente tan meloso, y tampoco es que lo necesitara tanto, le bastaba con tenerlo de nuevo entre sus brazos y seria feliz, en realidad ya era feliz. Sujetaba su mano quizás con demasiada ansiedad pero no quería cambiar eso, le gustaba esa tibieza que sentía por ella, le gustaba demasiado.
Los pasillos se le hacían interminables, demasiado largos, estaba a punto de empujarlo contra la pared ya sin importarle nada y volver a desvestirle ahí mismo, le daba igual que alguien los viera, lo necesitaba demasiado, y la idea de degustar de nuevo su piel se le hacia demasiado tentadora.
Tomarlo otra vez, partirlo por la mitad como había dicho el yanqui, pero aquello solo llego a hacer una idea sin realizarse, porque vio con alivio que habían llegado ante la puerta, había estado en lo cierto, quedaba junto a la suya.
Queria que la noche se alargara, que los minutos se pasaran lentos entre caricias y gritos de placer, que no llegara nunca el amanecer, o que llegara y ellos siguieran, por un día que se perdieran de clases no pasaba nada… alguna ventaja que tuviera ser el hermano del rector, conseguir ciertas facilidades, una que fuera por lo menos, además, solo seria un día… y una noche… y otro dia… y otra noche… necesitaba vacaciones mejor, para hacerle todo lo que quería al yanqui, aunque le faltaría vida para saciarse de el. Y es que… ¿como podía ser tan exquisito? Le fascinaba cada vez, y el recuerdo de haberlo hecho suyo hace tan poco… le parecía irreal, si no fuera porque su piel estaba impregnada del olor del yanqui no se lo creería, le había hecho el amor y quería volver a hacérselo, hasta el cansancio, una y otra vez, hasta el amanecer… literalmente.
Vio aquella sonrisa tan seductora, quería devorar esos labios, apenas si pudo detener su impulso y espero paciente a que abriera la puerta. Sonrio de igual forma, apegandose a su espalda, esperando a que abriera la puerta, besando su nuca, lamiendo y dando un par de mordidas en ella, se frotaba contra el y no se había dado ni cuenta cuando había comenzado a hacer eso, ¿tan desesperado estaba por volver a hacerlo?…si, asi de desesperado estaba por hacerlo suyo de nuevo, y no le importaba mucho si aquello solo servia para inflar el ego americano, si se burlaba, le callaría todas las burlas con placer.
Correspondio el beso de la misma forma fiera, apegando su cuerpo al suyo y entrando a la habitación junto con el, apoyo sus manos en sus caderas, apegando su pelvis a la suya.
Entreabriendo los labios y comenzando a jugar con su lengua, frotándola contra la suya, como siempre tratando de dominar el beso.
¿Jugar con el? ¡Claro que quería jugar con el! De todas las formas posibles, aunque quedara como un completo pervertido, por el le amarraría las manos a la cama con su propia bufanda y de ahí… le haría las peores cosas, que gimiera, que gritara su nombre hasta perder la voz, probaría cada rincón de su piel, después de todo una cama para hacerlo era mucho mas comodo que al aire libre, entre los girasoles, mas privado también, aunque el riesgo de que los descubrieran agregaba una cuota…no, que tampoco era ningún exhibicionista, adiós a esas ideas, ADIOS, por dios… un par de horas con el yanqui y ya se había vuelto un pervertido por completo, pero no era su culpa… era del yanqui, era toda su culpa por tentarlo a hacerle tantas cosas, ¿y como podía evitar pensar asi cuando esa sonrisa juguetona adornaba sus labios y parecía decirle las peores cosas? Lo mas vulgar, lo mas soez, lo peor que podría llegar a imaginar… se lo haría todo.
- da, juguemos yanqui –sonrio de medio lado, era la travesura brillando en sus ojos, asomando en su expresión, quería jugar, quería eso mas que nada.
Se fijo de rojo en la habitación, un desastre… y bastante infantil, al ver todas las banderas americanas y los poster de super héroes lo descolocaron bastante por unos segundos, pensó incluso en tomarle de la muñeca y arrastrarle mejor a su habitación, se sentía sacado de su mundo y puesto en… la máxima expresión de Estados Unidos que podía ver, definitivamente era un yanqui en toda regla, bien, asúmelo de una buena vez Braginski, estas enamorado de un americano, de un enemigo natural de tu nación, y estaba seguro que no seria muy bien visto por los suyos, pero al diablo, nunca le habían importado las opiniones de los demás, mucho menos le importaría en un asunto tan suyo, tan propio como el escoger con quien estaba y con quien no… pero… ¿de verdad lo había escogido? No, se lo habían impuesto, no lo escogio nunca, sus ojos se lo impusieron, sus sentidos se lo ordenaron y su cuerpo se lo grito, estaba con el porque todo se lo pedia y se lo rogaba, y no se arrepentia de ello.
Sintio su espalda chocar contra la mullida cama y sentir el cuerpo del yanqui sobre el suyo, ¿Qué…?
Trato de mantener la cabeza fría y pestañeo algo confundido, no se necesitaba de mucho para comprender lo que iba a ocurrir, mucho menos después de escuchar aquello:
“I’m gonna fuck you”
Tambien sabia el significado de eso, no tardo ni un segundo en rebuscar entre los aprendizajes vagos de su mente sobre el ingles para comprender el sentido de esa simple frase: le quería…
Cualquier reclamo fue acallado por un beso furioso, que por instinto correspondió igual de fiero, cerro los ojos unos momentos con fuerza, no quería ir abajo, no quería, no quería… pero se perdía en esos besos y le era imposible no corresponderlos, por mas que el otro estuviera sobre el, por unos segundos dejo de tener importancia. Volvio a abrir los ojos cuando sintió como le separaba las piernas, y su cuerpo no ponía resistencia, como si esperara que pasara, como si no le importara en absoluto. Mas le importaba desvestirlo, sentir otra vez el roce de su piel contra la suya.
Te odio, te odio cada vez mas
Por esto, por hacerme esto
Porque no me puedo resistir a ti
Y ten por seguro…
Que esto te lo permito únicamente por ser tu
- que valga la pena da –susurro en su oído, con la voz algo temblorosa, terminando de quitarle la polera y apegando su cuerpo al suyo, frotándose contra el de forma impaciente, abrazandose a su cuello- haz que grite tu nombre -siguio susurrando, rozando sus labios contra su oreja- y marcame como tuyo da
Estaba seguro de una cosa, que al día siguiente… negaría todo lo que acababa de decir.
Volver a hacer el amor, una y otra vez, hasta caer rendidos, agotados.
No le dio mayor importancia al hecho de llevar el abrigo abierto, la camisa mal abotonada y estaba seguro, por la incomodidad de los pies que llevaba los zapatos al revés, ¿tanta había sido su urgencia por ir al cuarto del yanqui que ni puso atención a como se vestia? Si alguien saliera al pasillo, o solo asomara de su habitación y los viera en ese estado, porque le basto una ojeada para comprobar que el yanqui no estaba en mejores condiciones que el, seguro mal pensaría de inmediato, bueno, en realidad pensaría lo que en realidad había ocurrido, y aquello no le molestaba en absoluto, que supieran que había hecho al yanqui suyo, que le pertenecia ahora.
Seguia caminando tras los pasos del yanqui, sin soltar su mano, como si tuviera miedo de que se le fuera, que se le escapara o se le esfumara. Caminaba tan rápido como Alfred, siguiendo sus pasos acelerados.
Habia podido confirmar una cosa, que el yanqui no sabia absolutamente nada de ruso, se le había declarado y estaba mas que seguro que no le habían entendido. Bien por una parte, asi no se podría burlar después de el, era mejor asi… era mejor… ¿cierto? Aunque también le gustaría escuchar algo similar de parte del yanqui, fuera en inglés o en español, le daba lo mismo, necesitaba escucharlo de sus labios y que se lo confirmara, que se lo dijera…No, tenia que dejar de una buena vez todos esos pensamientos tan cursis de lado, el amor no tenia que ser necesariamente tan meloso, y tampoco es que lo necesitara tanto, le bastaba con tenerlo de nuevo entre sus brazos y seria feliz, en realidad ya era feliz. Sujetaba su mano quizás con demasiada ansiedad pero no quería cambiar eso, le gustaba esa tibieza que sentía por ella, le gustaba demasiado.
Los pasillos se le hacían interminables, demasiado largos, estaba a punto de empujarlo contra la pared ya sin importarle nada y volver a desvestirle ahí mismo, le daba igual que alguien los viera, lo necesitaba demasiado, y la idea de degustar de nuevo su piel se le hacia demasiado tentadora.
Tomarlo otra vez, partirlo por la mitad como había dicho el yanqui, pero aquello solo llego a hacer una idea sin realizarse, porque vio con alivio que habían llegado ante la puerta, había estado en lo cierto, quedaba junto a la suya.
Queria que la noche se alargara, que los minutos se pasaran lentos entre caricias y gritos de placer, que no llegara nunca el amanecer, o que llegara y ellos siguieran, por un día que se perdieran de clases no pasaba nada… alguna ventaja que tuviera ser el hermano del rector, conseguir ciertas facilidades, una que fuera por lo menos, además, solo seria un día… y una noche… y otro dia… y otra noche… necesitaba vacaciones mejor, para hacerle todo lo que quería al yanqui, aunque le faltaría vida para saciarse de el. Y es que… ¿como podía ser tan exquisito? Le fascinaba cada vez, y el recuerdo de haberlo hecho suyo hace tan poco… le parecía irreal, si no fuera porque su piel estaba impregnada del olor del yanqui no se lo creería, le había hecho el amor y quería volver a hacérselo, hasta el cansancio, una y otra vez, hasta el amanecer… literalmente.
Vio aquella sonrisa tan seductora, quería devorar esos labios, apenas si pudo detener su impulso y espero paciente a que abriera la puerta. Sonrio de igual forma, apegandose a su espalda, esperando a que abriera la puerta, besando su nuca, lamiendo y dando un par de mordidas en ella, se frotaba contra el y no se había dado ni cuenta cuando había comenzado a hacer eso, ¿tan desesperado estaba por volver a hacerlo?…si, asi de desesperado estaba por hacerlo suyo de nuevo, y no le importaba mucho si aquello solo servia para inflar el ego americano, si se burlaba, le callaría todas las burlas con placer.
Correspondio el beso de la misma forma fiera, apegando su cuerpo al suyo y entrando a la habitación junto con el, apoyo sus manos en sus caderas, apegando su pelvis a la suya.
Entreabriendo los labios y comenzando a jugar con su lengua, frotándola contra la suya, como siempre tratando de dominar el beso.
¿Jugar con el? ¡Claro que quería jugar con el! De todas las formas posibles, aunque quedara como un completo pervertido, por el le amarraría las manos a la cama con su propia bufanda y de ahí… le haría las peores cosas, que gimiera, que gritara su nombre hasta perder la voz, probaría cada rincón de su piel, después de todo una cama para hacerlo era mucho mas comodo que al aire libre, entre los girasoles, mas privado también, aunque el riesgo de que los descubrieran agregaba una cuota…no, que tampoco era ningún exhibicionista, adiós a esas ideas, ADIOS, por dios… un par de horas con el yanqui y ya se había vuelto un pervertido por completo, pero no era su culpa… era del yanqui, era toda su culpa por tentarlo a hacerle tantas cosas, ¿y como podía evitar pensar asi cuando esa sonrisa juguetona adornaba sus labios y parecía decirle las peores cosas? Lo mas vulgar, lo mas soez, lo peor que podría llegar a imaginar… se lo haría todo.
- da, juguemos yanqui –sonrio de medio lado, era la travesura brillando en sus ojos, asomando en su expresión, quería jugar, quería eso mas que nada.
Se fijo de rojo en la habitación, un desastre… y bastante infantil, al ver todas las banderas americanas y los poster de super héroes lo descolocaron bastante por unos segundos, pensó incluso en tomarle de la muñeca y arrastrarle mejor a su habitación, se sentía sacado de su mundo y puesto en… la máxima expresión de Estados Unidos que podía ver, definitivamente era un yanqui en toda regla, bien, asúmelo de una buena vez Braginski, estas enamorado de un americano, de un enemigo natural de tu nación, y estaba seguro que no seria muy bien visto por los suyos, pero al diablo, nunca le habían importado las opiniones de los demás, mucho menos le importaría en un asunto tan suyo, tan propio como el escoger con quien estaba y con quien no… pero… ¿de verdad lo había escogido? No, se lo habían impuesto, no lo escogio nunca, sus ojos se lo impusieron, sus sentidos se lo ordenaron y su cuerpo se lo grito, estaba con el porque todo se lo pedia y se lo rogaba, y no se arrepentia de ello.
Sintio su espalda chocar contra la mullida cama y sentir el cuerpo del yanqui sobre el suyo, ¿Qué…?
Trato de mantener la cabeza fría y pestañeo algo confundido, no se necesitaba de mucho para comprender lo que iba a ocurrir, mucho menos después de escuchar aquello:
“I’m gonna fuck you”
Tambien sabia el significado de eso, no tardo ni un segundo en rebuscar entre los aprendizajes vagos de su mente sobre el ingles para comprender el sentido de esa simple frase: le quería…
Cualquier reclamo fue acallado por un beso furioso, que por instinto correspondió igual de fiero, cerro los ojos unos momentos con fuerza, no quería ir abajo, no quería, no quería… pero se perdía en esos besos y le era imposible no corresponderlos, por mas que el otro estuviera sobre el, por unos segundos dejo de tener importancia. Volvio a abrir los ojos cuando sintió como le separaba las piernas, y su cuerpo no ponía resistencia, como si esperara que pasara, como si no le importara en absoluto. Mas le importaba desvestirlo, sentir otra vez el roce de su piel contra la suya.
Te odio, te odio cada vez mas
Por esto, por hacerme esto
Porque no me puedo resistir a ti
Y ten por seguro…
Que esto te lo permito únicamente por ser tu
- que valga la pena da –susurro en su oído, con la voz algo temblorosa, terminando de quitarle la polera y apegando su cuerpo al suyo, frotándose contra el de forma impaciente, abrazandose a su cuello- haz que grite tu nombre -siguio susurrando, rozando sus labios contra su oreja- y marcame como tuyo da
Estaba seguro de una cosa, que al día siguiente… negaría todo lo que acababa de decir.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Aún no se podía creer que realmente el otro estuviera con él, que volviera a repetirse aquello. Sin duda ya Arthur se fue de su cabeza, en ese mundo paralelo solo existian ambas figuras, dos seres completamente entregados al cuerpo del otro. Amaba a Arthur, pero, la necesidad de tenerlo junto a él, la calidez de su cuerpo, la rabia y celos que entrarían en su cuerpo si el otro fuera tocado por otra person aque no fuera él. Nunca podría perdonarse el dejarlo escaparlo. Era superior a sus fuerzas.
La magia de aquella pasión por favor que no acabará nunca, que jamás se cansará de su sabor, de su tacto. Que aquello no fuera una relación cursi y empalagosa, sino una fiera, pero cargada de sentimientos. Y dudo de que aquello se acabará. ¿Llegaría la rutina? No, se negaba a que todo se volviera monotono. Sonrió de lado, siempre se le ocurriría algo, además aún había muchos lugares, y cosas que quería hacer junto a él. Aunque un ‘’te quiero’’ de vez en cuando estaría bien, ya que aquello le daba seguridad al americano, aparte de subirle el ego. La seguridad de que no estaría con otro, que era todo suyo. De pronto se asustó, no quería que le otro simplemente jugará con él y luego se fuera con otro, no lo soportaría. Imaginarse como este estaría haciendo aquello cn otro, le hacia hervir la sangre, solo podía escaparse de sus labios su nombre. Y si el otro se atrevía o tan siquiera pensaba en hacerlo sería capaz de atarlo a la cama. Vaya. Atarlo a la cama, le pareció una idea como mínimo excelente. Entonces si podría dominarlo con total libertad, sn tener que preocuparse en que el otro se rebelará contra él para volver a dejarlo debajo suya mientras se lo hacia.
Además cuando sintió antes de entrar como el otro se frotaba no pudo evitar ligeramente pegarse a la puerta casi como en busca de aquel roce mientras se enocntraba atrapado teniendo que entrecerrar los ojos. Oh dios. La forma en que le lamía, mordía y besaba el cuello mientras se frotaban era simplemente enloquecedor, quería sentir ese cuerpo de nuevo, acariciarlo, lamerlo. Maldita sea. Lo deseaba tanto.
Sobretodo al sentir aquella húmeda lengua jugar con la suya, bailando, jugando mutuamente en una eterna lucha por dominar. Sí Dios existiera, realmente el otro sería el mismo demonio que lo llevaba al cielo y al infierno.
Se dio cuenta de una cosa, era ruso, y Nikita era de….¿bielorusia? Bueno. De alguno de esos sitios de por ahí lejos, lejos. No era porque el gran héroe se le diera bien la geografía, más bien se le daba de pena. Así que tenían algo en común, solo eso, era imposible que estuvieran relacionados ambos. Hahaha~. El americano se negaba a aquello, no podían ser…¿Exnovios? NO. De pronto sintió una gran punzadas de celos al imaginarse al ruso gimiendo el nombre del otro, con aquel rostro de sumo placer que puso con él. No way.
Quiso apretar el puño pero al escuchar que el otro deseaba jugar su sonrisa se mantuvo intacta como si estuviera cosida, realmente el otro le había vuelto loco. Así que no se iba a hacer de rogar, ya que deseaba de una vez por todas hacerlo con él, pero esta vez diferente, ya que hacer lo mismo, esta bien, pero variar y probar cosas nuevas es mucho mejor, sobretodo porque si el otro se burlaba de que el americano había sido ukeado por él, así podría echarle en cara que el americano no fue el único. Y así de paso poder reirse un rato si se aburría y ver si prefería arriba o abajo, aunque si era con el ruso, seguramente le daría igual.
Vio el rostro confundido del otro y casi quiso reirse de aquello, ya que tener el control no era para nada negativo, por lo menos para el americano. Pero supo que el otro no tardaría en comprender sus intenciones que eran más que evidentes. Así que simplemente se entrego a aquel beso que el otro correspondió con ganas sinteindo que las piernas del otro fueran separadas con completa tranquilidad, se deshizó de sus zapatos y desabrochandose los pantalones notando como el otro ya hacia el trabajo de quitarle la camisa, para empezar a frotarse de nuevo. Dios, nunca el restregarse contra otra persona le excitaba tanto. Se deshizó automáticamente del abrigo del otro para poder frotar ambos pechos desnudos, aún encima suya casi pareciendo que realmente se lo estuviera haciendo para de pronto abrir los ojos como platos cuando escuchó aquel comentario haciendo que el americano se enmudeciera.
Realmente obedecería aquello. Sobretodo al decirle aquello con esa voz temblorosa, tan frágil que pareciera que estuviera ya rota, y haría que el otro se quedará afónico, su voz voz que se volviera aguda debido a los gritos. Oh dios. Yes.
Fuck…
Asintió reeptidas veces ante aquel comentario con una sonrisa de lado.
-Yes, I’ll do it.
Tras decir aquello se abalanzó contra el para morder su cuello con ganas, con ansias, sintiendo la dureza de su miembro volver a luchar por salir. ¡Demasiado rápido! Pero no era su culpa, sino del otro, por tentarlo con el mero hecho de la imagen de tenerlo abajo diciendo aquellas cosas. Siguió mordiendo el cuello ajeno mentras ss manos se deslizaban hasta el miembro del otro para apretar ligeramente y seguidamente desabrochar los pantlaones del otro, tomandose su tiempo, ya que tenían todo el timpo del mundo.
-Mh…veo que no soy el único duro-susurró con tono burlón.
Ante aquello sus manos aprovecharon para bajar los pantalones del otro y volver a contemplar aquellos boxes que no duraron muchos puestos al ser deslizados con movimientos casi felinos por parte del americano para deshacerse de aquello para entonces dejar expuesto ante él su cuerpo completamente abierto de piernas, un espectaculo que podía hacer que se corriera. Sus ojos subieron hasta el rosto ajeno.
-Tenerte debajo no es para nada malo….-susurró-tranquilo, haré que te corras solo de imaginarte que te f*llo-dijó soez y vulgar con una sonrisa de lado.
Llevo dos de sus dedos a sus labios para empezar a lamerlos de forma seductora y sensual imitando el sexo oral. Acercó sus dedos a su entrada, tantealndola, acaricaindola, haciendo de esperar el momento de hacerlo suyo con los dedos. Pero antes de nada, debía saberlo, debía saber sí sería el primero, si aquella estrechez jamás había sido invadida por alguien.
-¿Alguna vez alguien te lo ha hecho?-se atrevió a preguntar, pero no iba a arriesgarse a que le mintiera así que decidió lanzarse completamente a que su cuerpo para que le dijera la verdad. Así que entonces introdujo dos dedos de golpe dentro del cuerpo del otro, realmente no queriendo se agresivo por si este realmente era virgen, comprobando que era demasiado estrecho como para no serlo, así que sería el primero, y el pensar aquello era demasiado. Se mordió el labio inferior, moviendolos levemente mientras sus ojos se dirigian al rostro del otro qiueriendo ver las facciones de su rostro para saber si realmente le había hecho daño que fueran dos dedos y no solo uno. Tampoco quería pasarse, ya que luego seguramente el ruso por orgullo se vengaría y se lo haría psar realmente mal al americano.
Te amo.
La magia de aquella pasión por favor que no acabará nunca, que jamás se cansará de su sabor, de su tacto. Que aquello no fuera una relación cursi y empalagosa, sino una fiera, pero cargada de sentimientos. Y dudo de que aquello se acabará. ¿Llegaría la rutina? No, se negaba a que todo se volviera monotono. Sonrió de lado, siempre se le ocurriría algo, además aún había muchos lugares, y cosas que quería hacer junto a él. Aunque un ‘’te quiero’’ de vez en cuando estaría bien, ya que aquello le daba seguridad al americano, aparte de subirle el ego. La seguridad de que no estaría con otro, que era todo suyo. De pronto se asustó, no quería que le otro simplemente jugará con él y luego se fuera con otro, no lo soportaría. Imaginarse como este estaría haciendo aquello cn otro, le hacia hervir la sangre, solo podía escaparse de sus labios su nombre. Y si el otro se atrevía o tan siquiera pensaba en hacerlo sería capaz de atarlo a la cama. Vaya. Atarlo a la cama, le pareció una idea como mínimo excelente. Entonces si podría dominarlo con total libertad, sn tener que preocuparse en que el otro se rebelará contra él para volver a dejarlo debajo suya mientras se lo hacia.
Además cuando sintió antes de entrar como el otro se frotaba no pudo evitar ligeramente pegarse a la puerta casi como en busca de aquel roce mientras se enocntraba atrapado teniendo que entrecerrar los ojos. Oh dios. La forma en que le lamía, mordía y besaba el cuello mientras se frotaban era simplemente enloquecedor, quería sentir ese cuerpo de nuevo, acariciarlo, lamerlo. Maldita sea. Lo deseaba tanto.
Sobretodo al sentir aquella húmeda lengua jugar con la suya, bailando, jugando mutuamente en una eterna lucha por dominar. Sí Dios existiera, realmente el otro sería el mismo demonio que lo llevaba al cielo y al infierno.
Se dio cuenta de una cosa, era ruso, y Nikita era de….¿bielorusia? Bueno. De alguno de esos sitios de por ahí lejos, lejos. No era porque el gran héroe se le diera bien la geografía, más bien se le daba de pena. Así que tenían algo en común, solo eso, era imposible que estuvieran relacionados ambos. Hahaha~. El americano se negaba a aquello, no podían ser…¿Exnovios? NO. De pronto sintió una gran punzadas de celos al imaginarse al ruso gimiendo el nombre del otro, con aquel rostro de sumo placer que puso con él. No way.
Quiso apretar el puño pero al escuchar que el otro deseaba jugar su sonrisa se mantuvo intacta como si estuviera cosida, realmente el otro le había vuelto loco. Así que no se iba a hacer de rogar, ya que deseaba de una vez por todas hacerlo con él, pero esta vez diferente, ya que hacer lo mismo, esta bien, pero variar y probar cosas nuevas es mucho mejor, sobretodo porque si el otro se burlaba de que el americano había sido ukeado por él, así podría echarle en cara que el americano no fue el único. Y así de paso poder reirse un rato si se aburría y ver si prefería arriba o abajo, aunque si era con el ruso, seguramente le daría igual.
Vio el rostro confundido del otro y casi quiso reirse de aquello, ya que tener el control no era para nada negativo, por lo menos para el americano. Pero supo que el otro no tardaría en comprender sus intenciones que eran más que evidentes. Así que simplemente se entrego a aquel beso que el otro correspondió con ganas sinteindo que las piernas del otro fueran separadas con completa tranquilidad, se deshizó de sus zapatos y desabrochandose los pantalones notando como el otro ya hacia el trabajo de quitarle la camisa, para empezar a frotarse de nuevo. Dios, nunca el restregarse contra otra persona le excitaba tanto. Se deshizó automáticamente del abrigo del otro para poder frotar ambos pechos desnudos, aún encima suya casi pareciendo que realmente se lo estuviera haciendo para de pronto abrir los ojos como platos cuando escuchó aquel comentario haciendo que el americano se enmudeciera.
Realmente obedecería aquello. Sobretodo al decirle aquello con esa voz temblorosa, tan frágil que pareciera que estuviera ya rota, y haría que el otro se quedará afónico, su voz voz que se volviera aguda debido a los gritos. Oh dios. Yes.
Fuck…
Asintió reeptidas veces ante aquel comentario con una sonrisa de lado.
-Yes, I’ll do it.
Tras decir aquello se abalanzó contra el para morder su cuello con ganas, con ansias, sintiendo la dureza de su miembro volver a luchar por salir. ¡Demasiado rápido! Pero no era su culpa, sino del otro, por tentarlo con el mero hecho de la imagen de tenerlo abajo diciendo aquellas cosas. Siguió mordiendo el cuello ajeno mentras ss manos se deslizaban hasta el miembro del otro para apretar ligeramente y seguidamente desabrochar los pantlaones del otro, tomandose su tiempo, ya que tenían todo el timpo del mundo.
-Mh…veo que no soy el único duro-susurró con tono burlón.
Ante aquello sus manos aprovecharon para bajar los pantalones del otro y volver a contemplar aquellos boxes que no duraron muchos puestos al ser deslizados con movimientos casi felinos por parte del americano para deshacerse de aquello para entonces dejar expuesto ante él su cuerpo completamente abierto de piernas, un espectaculo que podía hacer que se corriera. Sus ojos subieron hasta el rosto ajeno.
-Tenerte debajo no es para nada malo….-susurró-tranquilo, haré que te corras solo de imaginarte que te f*llo-dijó soez y vulgar con una sonrisa de lado.
Llevo dos de sus dedos a sus labios para empezar a lamerlos de forma seductora y sensual imitando el sexo oral. Acercó sus dedos a su entrada, tantealndola, acaricaindola, haciendo de esperar el momento de hacerlo suyo con los dedos. Pero antes de nada, debía saberlo, debía saber sí sería el primero, si aquella estrechez jamás había sido invadida por alguien.
-¿Alguna vez alguien te lo ha hecho?-se atrevió a preguntar, pero no iba a arriesgarse a que le mintiera así que decidió lanzarse completamente a que su cuerpo para que le dijera la verdad. Así que entonces introdujo dos dedos de golpe dentro del cuerpo del otro, realmente no queriendo se agresivo por si este realmente era virgen, comprobando que era demasiado estrecho como para no serlo, así que sería el primero, y el pensar aquello era demasiado. Se mordió el labio inferior, moviendolos levemente mientras sus ojos se dirigian al rostro del otro qiueriendo ver las facciones de su rostro para saber si realmente le había hecho daño que fueran dos dedos y no solo uno. Tampoco quería pasarse, ya que luego seguramente el ruso por orgullo se vengaría y se lo haría psar realmente mal al americano.
Te amo.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Sintio como se deshacia de su abrigo y no le importo para nada aquello, se dejo, mas le importaba acariciar la piel del yanqui, soltando un leve suspiro cuando sintio como rozaba su pecho contra el suyo. Era tan exquisito... sentir su calor contra su cuerpo que tambien se comenzaba a calentar de nuevo, su respiracion haciendose mas pesada y sonrojandose de sobre manera mientras susurraba aquellas palabras contra el oido del americano, no lo queria mirar a la cara, no se atrevia a ello, solo seguia abrazado a su cuello, frotando su cuerpo contra el suyo cada vez de forma mas ansiosa, con los ojos entre cerrados, dejando escapar un pequeño gemido cuando escucho su respuesta.
Reparo en como se habia escuchado su propia voz, tan quebrada, temblando por la excitación, por que era por eso ¿cierto?
Ladeo la cabeza para darle mas espacio a las mordidas, mordiendose los labios para no gemir, no, no le daria ese gusto al yanqui, al menos no aun, por mas que le costara y sus pulmones lucharan por recuperar el aire que se les iba en cada jadeo. Cerro los ojos con fuerza unos segundos, arqueando el cuerpo, rozando apenas su pelvis, pero eso le basto para sentirlo, estaba duro... ¿tan rapido? Una leve sonrisa orgullosa se instalo en sus labios al saber aquello, porque era el, el ruso quien le ponia tan rapido al americano, era el quien hacia que se pusiera tan duro, quien le excitaba y... dios... el mismo sentia como su miembro se endurecia ante aquellos pensamientos, sentia la necesidad, la urgencia de quitarse los pantalones de una buena vez y poder atender su ereccion que ya le comenzaba a doler.
Un gemido muy mal disimulado escapo de sus labios cuando sintio la mano del yanqui sobre su pantalon, desesperandose por la lentitud de este, trataba de mantener la cabeza fria, de pensar con claridad y de no dejarse llevar con tanta rapides, pero le era dificil, demasiado dificil, aunque no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño cuando escucho aquella burla, claro, como si el yanqui no estuviera en las misma condiciones.
- estamos igual da -orgullo, trataba de mantener su orgullo por sobre todas las cosas, si algo tenia claro era que si a yanqui llegaba a pasarsele la mano se las pagaria muy caro.
Por fin quedo desnudo, expuesto a la mirada del otro y ladeo un poco la cabeza, sujetando fuertemente las mantas de la cama tratando de esta manera de liberar un poco las ansias y los nervios que sentia. No le gustaba sentirse asi, no le gustaba estar siendo la presa. Recostado en la cama, desnudo, aferrado a las sabanas y con las piernas abiertas, se le hacia una imagen demasiado humillante, mas bien seria la de alguien fragil, y el no lo era, se negaba a esa posibilidad.
Aunque por mas que lo niegue, y lo seguire negando si es que llegara a preguntarme... sentir como me devora con la mirada puede ser demasiado placentero, te gusto yanqui, dilo
Asi que le gustaba tenerlo abajo... un leve pinchazo en su estomago se hizo presente, estar abajo.... abajo del yanqui...
- que no se te haga costumbre da -alcanzo a decir antes de ponerse mas rojo que nunca cuando escucho aquella declaracion.
"Tranquilo, haré que te corras solo de imaginarte que te f*llo"
Cielos... infiernos, se le acababa de ir el alma y junto con ello un jadeo agitado que mas sono a un gemido desesperado de su parte. Como le gustaba cuando hablaba asi, de esa forma sucia y vulgar, y verle lamer sus propios dedos de esa forma... que se imaginaba mil y un cosas con eso, deseaba que... que...
Sentia la grosera necesidad de llevar su mano a su miembro e iniciar con el vaiven, tratando de aliviar aunque fuera en parte el dolor de este, pero no tuvo tiempo al notar que el yanqui dejaba de lamer sus dedos y bajaba la mano pro su cuerpo hasta llegar a su entrada, acariciandola. Se tenso. Trato de simplemente dejarse llevar, de relajar el cuerpo, porque sabia que si no lo hacia iba a dolerle mas de lo debido. Queria pedirle que fuera cuidadoso, aunque fuera un poco, pero desecho de inmediato esa idea de su mente, por ningun motivo iba a suplicar, jamas. Trago saliva, haciendo grandes esfuerzo por relajar el cuerpo.
Si alguien se lo habia hecho... si ya lo habia reclamado como suyo. En las tinieblas de su memoria, asomo un recuerdo demasiado lejano de su infancia, algo inconcreto que prefirio ignorar. Entreabrio los labios para contestarle pero lo unico que escapo de su garganta fue un gemido marcado por el dolor al sentir como el otro introducia dos dedos en su interior sin mayor cuidado y su cuerpo se volvio a tensar como reaccion al dolor. Se aferro con fuerza a su espalda, estremeciendose por completo, jadeando agitadamente, concentrandose en no volver a gemir.
- n-nyet -susurro con esfuerzo, y fue un verdadero milagro que la voz no se le quebraba como momentos atras, cuando le habia susurrado que lo hiciera suyo. Entrecerro los ojos, aun aferrado a su espalda, clavandole las uñas- na-nadie... ahh... me lo.... ha hecho -era inevitable que entre palabra y palabra gimiera levemente, tratando de acostumbrarse a la invasión - ngh.... eres el primero da
Era tambien al unico al que se lo permitiría, a nadie mas. Solo por ser el... quien habia sido capaz de robarle el sentido común, la razón y el corazón en tan solo un par de horas, la velocidad de la que ocurrian las cosas era vertiginosa, pero por algun motivo no le importaba, el equivocarse... de todas formas ya no podia salir herido, se habia lastimado todo lo posible ya cuando sintio aquel beso tierno mientras hacian entre los girasoles, si de alli habia salido con una victoria pirrica, destrozado, pero con el yanqui a su lado, aferrado de su mano sin importarle nada mas... entonces ya no pidia resultar mas dañado.
Comenzo a mover los dedos, de forma muy leve, y francamente estuvo agradecido de ello, que por lo menos con eso fuera mas lento. El placer se iba haciendo cada vez mas presente, mezclándose con el dolor en una dulce agonía. Su cuerpo se estremecía por leves espasmos y sentia las mejillas arder. Queria cerrar los ojos y perderse en las sensaciones, pero a la vez no queria porque no queria perderse el rostro del yanqui, y por otro lado tampoco queria mirarlo porque no queria ver la mas que segura sonrisa burlona en su rostro. Era humillante, vergonzoso, pero esos dos sentimientos fueron opacados cuando sintio la necesidad de moverse un poco mas, queria sentir aquellos dígitos mas adentro, que cumpliera el yanqui con lo que habia dicho... o mejor aun, que se olvidara de dilatarlo y le tomara por completo, sentirlo en su interior.
- a-ahh... -no estaba dispuesto a quedarse estatico como una fotografía, así que deslizo una de sus manos por la espalda del yanqui, pasando a su cintura y a su vientre, bajando cada vez mas hasta llegar a su entre pierna, metiendola por debajo de su ropa interior, comenzando a frotarle de forma lenta- quiero jugar da.... juega conmigo -la voz le volvia a temblar cuando casi ronroneo eso, buscando sus labios con cierta desesperación para besarle, comenzando a mover las caderas al compás de los movimientos del yanqui.
Puedo jugar tan sucio como quieras, puedo hacer lo que me pidas, pero necesito al menos, que me lo digas una vez, dime que me quieres, necesito escucharlo, una vez, no pido mas
Nunca le habian gustado las cursilerias, las encontraba estupidas cuando las escuchaba, criticaba mordazmente a esas parejas que se pasaban la vida abrazados diciendose tantas veces 'te amo' que la frase perdia sentido y valor, si se lo iban a decir que fuera de corazon, no porque se les ocurrio para romper el silencio. Y tampoco veia muy bien toda esa parafernalia de las parejas... quizas porque nunca le gustaron las relaciones, tal vez poorque nunca quizo aferrarse a alguien como en estos momentos. No queria volverse una de esas parejas cursis, ni siquiera sabia si podria tener alguna relacion con el yanqui que no se basara solo en sexo (aunque tampco ose quejaba si esto ocurria), pero quieria... necesitaba con tanto ahínco, escuchar algo tan simple como un 'te quiero' o quizas algo mas grande, se moriria ahi mismo de placer si lo escuchaba, de gusto, su corazon ya no podria latir mas rapido...
Nego levemente con la cabeza ante esas ideas, dudaba que ocurriera, si a el mismo le costo mares cuando el yanqui le pregunto si amaba al heroe, le habia contestado positivamente, de forma sincera, pero de una manera en que el otro no se enterara directamente de lo que le habia dicho, habia cumplido con lo pedido y deseado pero sin que el otro se enterara. ¿Por que costaba tanto una simple frase de dos palabras?
Aparto como pudo todas esas ideas, tenia que concentrarse en lo que estaba viviendo en esos momentos, en tratar de acallar los gemidos que hacia rato ya escapaban de su garganta sin control alguno ni vergüenza.
Sola na vez, dimelo
Reparo en como se habia escuchado su propia voz, tan quebrada, temblando por la excitación, por que era por eso ¿cierto?
Ladeo la cabeza para darle mas espacio a las mordidas, mordiendose los labios para no gemir, no, no le daria ese gusto al yanqui, al menos no aun, por mas que le costara y sus pulmones lucharan por recuperar el aire que se les iba en cada jadeo. Cerro los ojos con fuerza unos segundos, arqueando el cuerpo, rozando apenas su pelvis, pero eso le basto para sentirlo, estaba duro... ¿tan rapido? Una leve sonrisa orgullosa se instalo en sus labios al saber aquello, porque era el, el ruso quien le ponia tan rapido al americano, era el quien hacia que se pusiera tan duro, quien le excitaba y... dios... el mismo sentia como su miembro se endurecia ante aquellos pensamientos, sentia la necesidad, la urgencia de quitarse los pantalones de una buena vez y poder atender su ereccion que ya le comenzaba a doler.
Un gemido muy mal disimulado escapo de sus labios cuando sintio la mano del yanqui sobre su pantalon, desesperandose por la lentitud de este, trataba de mantener la cabeza fria, de pensar con claridad y de no dejarse llevar con tanta rapides, pero le era dificil, demasiado dificil, aunque no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño cuando escucho aquella burla, claro, como si el yanqui no estuviera en las misma condiciones.
- estamos igual da -orgullo, trataba de mantener su orgullo por sobre todas las cosas, si algo tenia claro era que si a yanqui llegaba a pasarsele la mano se las pagaria muy caro.
Por fin quedo desnudo, expuesto a la mirada del otro y ladeo un poco la cabeza, sujetando fuertemente las mantas de la cama tratando de esta manera de liberar un poco las ansias y los nervios que sentia. No le gustaba sentirse asi, no le gustaba estar siendo la presa. Recostado en la cama, desnudo, aferrado a las sabanas y con las piernas abiertas, se le hacia una imagen demasiado humillante, mas bien seria la de alguien fragil, y el no lo era, se negaba a esa posibilidad.
Aunque por mas que lo niegue, y lo seguire negando si es que llegara a preguntarme... sentir como me devora con la mirada puede ser demasiado placentero, te gusto yanqui, dilo
Asi que le gustaba tenerlo abajo... un leve pinchazo en su estomago se hizo presente, estar abajo.... abajo del yanqui...
- que no se te haga costumbre da -alcanzo a decir antes de ponerse mas rojo que nunca cuando escucho aquella declaracion.
"Tranquilo, haré que te corras solo de imaginarte que te f*llo"
Cielos... infiernos, se le acababa de ir el alma y junto con ello un jadeo agitado que mas sono a un gemido desesperado de su parte. Como le gustaba cuando hablaba asi, de esa forma sucia y vulgar, y verle lamer sus propios dedos de esa forma... que se imaginaba mil y un cosas con eso, deseaba que... que...
Sentia la grosera necesidad de llevar su mano a su miembro e iniciar con el vaiven, tratando de aliviar aunque fuera en parte el dolor de este, pero no tuvo tiempo al notar que el yanqui dejaba de lamer sus dedos y bajaba la mano pro su cuerpo hasta llegar a su entrada, acariciandola. Se tenso. Trato de simplemente dejarse llevar, de relajar el cuerpo, porque sabia que si no lo hacia iba a dolerle mas de lo debido. Queria pedirle que fuera cuidadoso, aunque fuera un poco, pero desecho de inmediato esa idea de su mente, por ningun motivo iba a suplicar, jamas. Trago saliva, haciendo grandes esfuerzo por relajar el cuerpo.
Si alguien se lo habia hecho... si ya lo habia reclamado como suyo. En las tinieblas de su memoria, asomo un recuerdo demasiado lejano de su infancia, algo inconcreto que prefirio ignorar. Entreabrio los labios para contestarle pero lo unico que escapo de su garganta fue un gemido marcado por el dolor al sentir como el otro introducia dos dedos en su interior sin mayor cuidado y su cuerpo se volvio a tensar como reaccion al dolor. Se aferro con fuerza a su espalda, estremeciendose por completo, jadeando agitadamente, concentrandose en no volver a gemir.
- n-nyet -susurro con esfuerzo, y fue un verdadero milagro que la voz no se le quebraba como momentos atras, cuando le habia susurrado que lo hiciera suyo. Entrecerro los ojos, aun aferrado a su espalda, clavandole las uñas- na-nadie... ahh... me lo.... ha hecho -era inevitable que entre palabra y palabra gimiera levemente, tratando de acostumbrarse a la invasión - ngh.... eres el primero da
Era tambien al unico al que se lo permitiría, a nadie mas. Solo por ser el... quien habia sido capaz de robarle el sentido común, la razón y el corazón en tan solo un par de horas, la velocidad de la que ocurrian las cosas era vertiginosa, pero por algun motivo no le importaba, el equivocarse... de todas formas ya no podia salir herido, se habia lastimado todo lo posible ya cuando sintio aquel beso tierno mientras hacian entre los girasoles, si de alli habia salido con una victoria pirrica, destrozado, pero con el yanqui a su lado, aferrado de su mano sin importarle nada mas... entonces ya no pidia resultar mas dañado.
Comenzo a mover los dedos, de forma muy leve, y francamente estuvo agradecido de ello, que por lo menos con eso fuera mas lento. El placer se iba haciendo cada vez mas presente, mezclándose con el dolor en una dulce agonía. Su cuerpo se estremecía por leves espasmos y sentia las mejillas arder. Queria cerrar los ojos y perderse en las sensaciones, pero a la vez no queria porque no queria perderse el rostro del yanqui, y por otro lado tampoco queria mirarlo porque no queria ver la mas que segura sonrisa burlona en su rostro. Era humillante, vergonzoso, pero esos dos sentimientos fueron opacados cuando sintio la necesidad de moverse un poco mas, queria sentir aquellos dígitos mas adentro, que cumpliera el yanqui con lo que habia dicho... o mejor aun, que se olvidara de dilatarlo y le tomara por completo, sentirlo en su interior.
- a-ahh... -no estaba dispuesto a quedarse estatico como una fotografía, así que deslizo una de sus manos por la espalda del yanqui, pasando a su cintura y a su vientre, bajando cada vez mas hasta llegar a su entre pierna, metiendola por debajo de su ropa interior, comenzando a frotarle de forma lenta- quiero jugar da.... juega conmigo -la voz le volvia a temblar cuando casi ronroneo eso, buscando sus labios con cierta desesperación para besarle, comenzando a mover las caderas al compás de los movimientos del yanqui.
Puedo jugar tan sucio como quieras, puedo hacer lo que me pidas, pero necesito al menos, que me lo digas una vez, dime que me quieres, necesito escucharlo, una vez, no pido mas
Nunca le habian gustado las cursilerias, las encontraba estupidas cuando las escuchaba, criticaba mordazmente a esas parejas que se pasaban la vida abrazados diciendose tantas veces 'te amo' que la frase perdia sentido y valor, si se lo iban a decir que fuera de corazon, no porque se les ocurrio para romper el silencio. Y tampoco veia muy bien toda esa parafernalia de las parejas... quizas porque nunca le gustaron las relaciones, tal vez poorque nunca quizo aferrarse a alguien como en estos momentos. No queria volverse una de esas parejas cursis, ni siquiera sabia si podria tener alguna relacion con el yanqui que no se basara solo en sexo (aunque tampco ose quejaba si esto ocurria), pero quieria... necesitaba con tanto ahínco, escuchar algo tan simple como un 'te quiero' o quizas algo mas grande, se moriria ahi mismo de placer si lo escuchaba, de gusto, su corazon ya no podria latir mas rapido...
Nego levemente con la cabeza ante esas ideas, dudaba que ocurriera, si a el mismo le costo mares cuando el yanqui le pregunto si amaba al heroe, le habia contestado positivamente, de forma sincera, pero de una manera en que el otro no se enterara directamente de lo que le habia dicho, habia cumplido con lo pedido y deseado pero sin que el otro se enterara. ¿Por que costaba tanto una simple frase de dos palabras?
Aparto como pudo todas esas ideas, tenia que concentrarse en lo que estaba viviendo en esos momentos, en tratar de acallar los gemidos que hacia rato ya escapaban de su garganta sin control alguno ni vergüenza.
Sola na vez, dimelo
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Su respiración se volvía agitada. Y eso que el otro ni siqueira lo había tocado mucho. El mero hecho de tocar al otro, de verlo así, de todo aquello era suficiente, no necesitaba más. El darle placer al otro era traducido en su cuerpo como darse placer a si mismo. A veces se planteaba, si aquello pudiera ser más placentero, si atarlo a la cama, sería…una buena idea, o mejor aún ser atado. Realmente no sabía que prefería el ruso, aunque seguramente por orgullo simplemente diría ‘’Dominarte’’ Era alguien tan previsible en una cosa así que no hacia falta decir nada para poder comprender que pasaba por su cabeza. Pero en fiin, no podía reprocharle nada de aquello, ya que el americano en ese sentido eran completamente iguales. Sería capaz de mentir, traicionar, engañar, con tal de no parecer patetico delante del otro. Quizás, no solo quería ser mejor que el otro , sino que el otro le admirará, que lo viera como un ser superior, ya que obviamente lo era, solo que alguien como él no podía apreciar algo así, ya que como ambos sabian él era el malo, el cruel, el sanguinario, el sádico. Un momento, si eso era una relación SADO-MASO…. Sadíco y masoca, ¡él no sería el masoca! Aunque la idea de ser quemado por las llamas de él, envolverse en su propia sangre para el disfrute del otro, sus gritos de dolor seguramente todas aquellas imágenes eran para el ruso las mejores, las más dulces, las más excitantes. Sucio depravado pervertido. Pero no podía negar que cuando estaba con él era la persona más pervertida del mundo.
Y lo peor es que aunque fuera la persona más sucia de todas le ponía, le gustaba, le excitaba, le derretía tener una lengua tan soez, decir cosas tan groseras, e incluso exageradas. Pero en fin, que el otro lo fuera tampoco le disgustaba, es decir le calentaba más.
Vio como el otro aparto el rostro para darle más espacio aprovechando para dar mordiscos fuerte, clavando los colmillos ya que sabía que aquello dolía más que un mordisco normal. Para de pronto sobresaltarse por aquel espamo del otro que delató su hombría dura y latente. ¡No era su culpa calentarse de aquella forma! La culpa era suya por haberse restregado de aquella forma contra la puerta, deseaba hacerlo en la cama, luego contr ala pared, sí, de seguro que contra la pared era aunque fuera de pie bastante divertido. Quería comprarse una cuerdas, así lo ataría, y ver las muñecas y los tobillos del otro por magulladuras rojizas, por como se cortaba la circulación de la sangre, le excitaba. ¡Se sentía tan sucio pensando ese tipo de cosas!
-Sí, pero tu pronto estarás peor que yo, y siento decirte que quizás si me acostumbre…-susurró al ver como se amarraba con fuerza a las sabanas, deshaciendola completamente, sin importarle en absoluto, era demasiado perfecto todo como algo que fuera desordenar su habitación le fuera a importar, ya que nisiquiera sin el calentón le importaba, con uno mucho menos.
Y al ver como decir aquel tipo de cosas le hacia gemir desesperadamente le hacia derretirse, le diría aquello y más, quería que su voz resonará que todas aquellas cosas mientras se masturbaba solo pudiera pensar en el cuerpo del otro, en su voz, sus gestos, sus gemidos, en todo. Aunque si el americano tuviera la necesidad de hacerlo, buscaría al ruso, no estaría en soledad para aquello, incluso si debía interrumpir su clase para buscarlo, un moemnto…. NO, no iba a suplicarle que le bajará el calentón, no nononononononon, antes muerto. ¡Lo haría solo! No necesitaba al otro, podría divertirse con su mano, no…no lo neceistaba.
Su cuerpo estaba tenso, demasiado, sí seguía así le dolería, aunque recordaba que no era tan fácil no estar tenso cuando te hacian aquello. De repente una bombilla en la cabecita del americano se encendió. ¡Claro! Ya sabía que hacer para tranquilizarlo, delo contrario, incluso si lo penetraba seguiría igual de rígido y no lo disfrutaría, y realmente deseaba que el otro lo disfrutará más qe cuando le penetró, así, sería siempre el dominante, aunque el otro al principio se negará.
No comprendo como alguien como yo, no es ya presidente de lo estados unidos. ¡Con lo inteligente que soy!
Escuchó el gemido del otro, que no supo diferenciar si de dolor o de placer. Sintiendo como el otro se amarraba con fuerza, oh shit. El otro le dolía, ¡Si estuviera más tranquilo! Pero no, por mucho que le dijera que se relajase seguramente no lo haría por lo cabezota y terco que podía llegar a ser en algunas ocasiones, sobretodo las comprometedoras como esta.
Pero al escuchar como era el primero, y esperaba que el único, se le fue la cabeza, lo estrenaría, estrenaría esa virgen entrada, lo haría suyo, nadie podría quitarle aquello nunca. Era una sensación tan magnifica que nadie podría quitarle ahora aquella ilusión.
Se quedo mirando al otro mientras sus dedos intercalaban los movimientos de dentro a fuera con unos de forma circular para poder expandir la entrada. Sus ojos seguían a su rostro para comprobar si por ahora iba bien, y parecía que si, ya que el otro sufría espamos, y su sonrojo era casi alarmante. Entonces se dio cuenta de que el otro se movía inconscientemente contra sus dedos y sintió morirse al ver las caderas del otro moverse pero si creía que aquello no podía ser peor se equivocaba al notar como frotaba su despierta entrepierna para soltar un suave gemido. Maldito sea…. Se vengaría.
Definitivamente se iba a vengar sobretodo por aquello último que dijo que hizó que el otro se derritiera, se muriera, y resucitará. Había muerto y resucitado tantas veces que seguramente ya ni las recordaba.
Cuando llegué a 100 perdí la cuenta….
Y lo desesperaría, lo mataría de impaciencia en venganza por hacerlo sentir de aquella forma, así que su cuerpo se deslizó sensual, sin dejar aquella mirada excitante dirigida al otro para relamerse los labios, humedeciendolos. Introdujó por último un tercer dedo, para satisfacer un poco al otro. Su boca dio un suave beso a la punta del miembro ajeno pero su lengua salió de forma traviesa para lamer la punta, disfrutando de aquel sabor tan salado y amargo al mismo tiempo.
-Eres delicioso, aunque seguro que estás deseando que te meta mi….-no pudo terminar la frase ya quede pronto engullo la mitad del miembro del otro sin parar de mover los tres dedos, moviendo también la cabeza al mismo ritmo cerrando los ojos, disfrutando del sabor del miembro del otro. Simplemente delicioso, y no solo por su sabor, sino por saber de quein era aquel miembro, además así seguraemten se tranquilizaría un poco y ya se olvdaría del dolor para seguidamente hacerlo suyo de una vez por todas.
Separó ligeramente la boca para poder hablar mirandolo fijamente.
-¿Qué significa Ya tebya lyublyu?-debía saberlo, necesitaba saberlo, LO NECESITABA. No podría vivir sin saber si lo había insultado o rechazado o Dios sabe qué, aunque claro como su nivel de ruso era mínimo, nunca, nunca podría saber si le decía la verdad, ya que perfectamente ahora podía invetnarse el signifcado, o negarse a decirselo, pero en el caso de que no se lo dijera se vengaría.
Tras aquella pregunta esperando una respuesta engulló compeltamente el miembro ajeno sintiendo que llegaba casi a tocarle la campanilla al ser demasiado grande y tenía que mantener la boca demasiado abierta, pero el sabor del otro simplemente era exquisito. Su miembro, húmedo y cálido seguía atrapado y desatendido así que mientras una mano seguia penetrandolo la otra se dedico a bajar sus propios pantalones para masturbarse en busca de un poco de alivio, sintiendo como su mano se humedecía debido a que al estar tanto aguantandose cuando se tocaba sentía más placer y por ello aquel liquido preseminal manchaba su mano.
Y lo peor es que aunque fuera la persona más sucia de todas le ponía, le gustaba, le excitaba, le derretía tener una lengua tan soez, decir cosas tan groseras, e incluso exageradas. Pero en fin, que el otro lo fuera tampoco le disgustaba, es decir le calentaba más.
Vio como el otro aparto el rostro para darle más espacio aprovechando para dar mordiscos fuerte, clavando los colmillos ya que sabía que aquello dolía más que un mordisco normal. Para de pronto sobresaltarse por aquel espamo del otro que delató su hombría dura y latente. ¡No era su culpa calentarse de aquella forma! La culpa era suya por haberse restregado de aquella forma contra la puerta, deseaba hacerlo en la cama, luego contr ala pared, sí, de seguro que contra la pared era aunque fuera de pie bastante divertido. Quería comprarse una cuerdas, así lo ataría, y ver las muñecas y los tobillos del otro por magulladuras rojizas, por como se cortaba la circulación de la sangre, le excitaba. ¡Se sentía tan sucio pensando ese tipo de cosas!
-Sí, pero tu pronto estarás peor que yo, y siento decirte que quizás si me acostumbre…-susurró al ver como se amarraba con fuerza a las sabanas, deshaciendola completamente, sin importarle en absoluto, era demasiado perfecto todo como algo que fuera desordenar su habitación le fuera a importar, ya que nisiquiera sin el calentón le importaba, con uno mucho menos.
Y al ver como decir aquel tipo de cosas le hacia gemir desesperadamente le hacia derretirse, le diría aquello y más, quería que su voz resonará que todas aquellas cosas mientras se masturbaba solo pudiera pensar en el cuerpo del otro, en su voz, sus gestos, sus gemidos, en todo. Aunque si el americano tuviera la necesidad de hacerlo, buscaría al ruso, no estaría en soledad para aquello, incluso si debía interrumpir su clase para buscarlo, un moemnto…. NO, no iba a suplicarle que le bajará el calentón, no nononononononon, antes muerto. ¡Lo haría solo! No necesitaba al otro, podría divertirse con su mano, no…no lo neceistaba.
Su cuerpo estaba tenso, demasiado, sí seguía así le dolería, aunque recordaba que no era tan fácil no estar tenso cuando te hacian aquello. De repente una bombilla en la cabecita del americano se encendió. ¡Claro! Ya sabía que hacer para tranquilizarlo, delo contrario, incluso si lo penetraba seguiría igual de rígido y no lo disfrutaría, y realmente deseaba que el otro lo disfrutará más qe cuando le penetró, así, sería siempre el dominante, aunque el otro al principio se negará.
No comprendo como alguien como yo, no es ya presidente de lo estados unidos. ¡Con lo inteligente que soy!
Escuchó el gemido del otro, que no supo diferenciar si de dolor o de placer. Sintiendo como el otro se amarraba con fuerza, oh shit. El otro le dolía, ¡Si estuviera más tranquilo! Pero no, por mucho que le dijera que se relajase seguramente no lo haría por lo cabezota y terco que podía llegar a ser en algunas ocasiones, sobretodo las comprometedoras como esta.
Pero al escuchar como era el primero, y esperaba que el único, se le fue la cabeza, lo estrenaría, estrenaría esa virgen entrada, lo haría suyo, nadie podría quitarle aquello nunca. Era una sensación tan magnifica que nadie podría quitarle ahora aquella ilusión.
Se quedo mirando al otro mientras sus dedos intercalaban los movimientos de dentro a fuera con unos de forma circular para poder expandir la entrada. Sus ojos seguían a su rostro para comprobar si por ahora iba bien, y parecía que si, ya que el otro sufría espamos, y su sonrojo era casi alarmante. Entonces se dio cuenta de que el otro se movía inconscientemente contra sus dedos y sintió morirse al ver las caderas del otro moverse pero si creía que aquello no podía ser peor se equivocaba al notar como frotaba su despierta entrepierna para soltar un suave gemido. Maldito sea…. Se vengaría.
Definitivamente se iba a vengar sobretodo por aquello último que dijo que hizó que el otro se derritiera, se muriera, y resucitará. Había muerto y resucitado tantas veces que seguramente ya ni las recordaba.
Cuando llegué a 100 perdí la cuenta….
Y lo desesperaría, lo mataría de impaciencia en venganza por hacerlo sentir de aquella forma, así que su cuerpo se deslizó sensual, sin dejar aquella mirada excitante dirigida al otro para relamerse los labios, humedeciendolos. Introdujó por último un tercer dedo, para satisfacer un poco al otro. Su boca dio un suave beso a la punta del miembro ajeno pero su lengua salió de forma traviesa para lamer la punta, disfrutando de aquel sabor tan salado y amargo al mismo tiempo.
-Eres delicioso, aunque seguro que estás deseando que te meta mi….-no pudo terminar la frase ya quede pronto engullo la mitad del miembro del otro sin parar de mover los tres dedos, moviendo también la cabeza al mismo ritmo cerrando los ojos, disfrutando del sabor del miembro del otro. Simplemente delicioso, y no solo por su sabor, sino por saber de quein era aquel miembro, además así seguraemten se tranquilizaría un poco y ya se olvdaría del dolor para seguidamente hacerlo suyo de una vez por todas.
Separó ligeramente la boca para poder hablar mirandolo fijamente.
-¿Qué significa Ya tebya lyublyu?-debía saberlo, necesitaba saberlo, LO NECESITABA. No podría vivir sin saber si lo había insultado o rechazado o Dios sabe qué, aunque claro como su nivel de ruso era mínimo, nunca, nunca podría saber si le decía la verdad, ya que perfectamente ahora podía invetnarse el signifcado, o negarse a decirselo, pero en el caso de que no se lo dijera se vengaría.
Tras aquella pregunta esperando una respuesta engulló compeltamente el miembro ajeno sintiendo que llegaba casi a tocarle la campanilla al ser demasiado grande y tenía que mantener la boca demasiado abierta, pero el sabor del otro simplemente era exquisito. Su miembro, húmedo y cálido seguía atrapado y desatendido así que mientras una mano seguia penetrandolo la otra se dedico a bajar sus propios pantalones para masturbarse en busca de un poco de alivio, sintiendo como su mano se humedecía debido a que al estar tanto aguantandose cuando se tocaba sentía más placer y por ello aquel liquido preseminal manchaba su mano.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Mordio sus labios con mas fuerza al sentir como el otro le clavaba los colmillos en el cuello, como si fuera un vampiro, ese dolor agudo y profundo que sentia que le volveria a romper la piel solo lo podia traducir como placer... se sorprendia de los grados de masoquismo a los que habia llegado. Masoquista... no le sorprendia tanto el serlo como el hecho de disfrutarlo aun mas solo por ser el yanqui quien le hacia todas esas cosas, queria gemir su nombre con desesperacion y abrazarlo de igual forma, pensaba que era imposible que se pudiera sentir asi solo con sus labios, solo porque le estuviera tocando el cuello, aun cuando siempre habia sido una zona mas sensible en su cuerpo, quizas porque siempre la llevaba cubierta por la bufanda, pero, dios, eran sus dientes, sus labios, su boca la que estaba dejandole esas marcas rojizas y amoratadas, remarcandolas, no queria ni imaginar que pasaria si continuaba... tal como iba a pasar.
No, que no se acostumbrara a tenerlo abajo, lo que a él le gustaba era tener al yanqui abajo, retorciendose de placer por sus acciones, por sus caricias y sus besos, no al reves, aun cuando se estuviera derritiendo y temblando por culpa del placer, no... que no se acostumbrara.
Le estaba costando trabajo mantener los ojos abiertos, ahora entendia porque el americano los habia cerrado por momentos cuando lo habian hecho hacia momentos atras, y es que las sensaciones lo obligaban a hacerlo, sus fuerzas mas se concentraban en seguir llevando aire a sus pulmones. Y sus dedos... sentirlos en su interior le estaba haciendo morir.
Primero habia estado aquella penetracion marcada por el dolor, pero poco a poco este dolor habia sido desplazado por el placer y el movimiento involuntario de sus caderas le estaba haciendo saber que tanto le estaba gustando aquello. Su mano se movia de forma lenta bajo la ropa interior del yanqui, frotando con suavidad, estremeciendose por momentos sin poder evitarlo por culpa de los movimientos de sus dedos que le hacian apretar ligeramente el miembro del yanqui. Queria desesperarlo, que frotara las caderas contra su mano en busca de mas de la misma forma en que el movia su cadera para sentir sus digitos mas adentro.
Gemia ya sin poder evitarlo, junto a su oido, moviendose cada vez mas desesperado, apunto de bajarle la ropa interior cuando el otro literalmente se le escapo de las manos. Le vio bajar por su cuerpo, de aquella forma sensual y felina, relamiendose los labios y el ruso perdio el aliento por unos segundos al sentir aquel toque tan suave de sus labios y luego de su lengua, se queria morir. Arqueo el cuerpo casi sin haber notado que el yanqui habian introducido un tercer dedo. Se llevo un brazo al rostro, tratando de amortiguar contra este sus gemidos y cerraba los ojos, tratando de evitar mover la cadera, aun cuando esta le temblara de placer y se estremeciera al sentir como el otro engullia su miembro.
Si, queria que le poseyera, lo queria, lo necesitaba y estaba a punto de suplicarlo ya, ni se podia acordar de su orgullo cuando el yanqui hacia esas cosas.
No habia dolor, solo se ahogaba en el placer, y temia morirse alli mismo si es que continuaba. El como movia sus dedos y el movimiento de su boca, sentia que de su miembro comenzaba a escurrir el liquido preseminal y sabia que como siguiera con ese ritmo terminaria por correrse mucho antes de lo que queria, no... queria correrse por sentir al otro en su interior, tomandolo por completo, embistiendole con fuerza.
Ya tebya lyublyu... apenas si podia acordarse de su propio nombre en esos momentos y le pedia traducciones, aunque claro, no era dificil, era una frase dulce, melodiosa, siempre le habia gustado como sonaba, aunque no se la habia dicho a nadie. Y escucharla de los labios del yanqui era demasiado exquisito, por supuesto no le podia pedir una pronunciacion perfecta, pero el como lo habia dicho, le sono perfecto, tan dulce, tan calido, y aquella duda marcada en su voz que le fascino tanto. Lo sabia, sabia que no habia entendido el significado de aquello que tanto le habia costado decir.
- significa... si-significa... -si antes haberlo dicho le resulto dificil, ahora repetirlo era una tarea de titanes, digna de un heroe... aunque claro, el 'heroe' era el que lo tenia en ese estado. No, no se lo podia decir, por culpa del placer seguramente terminaria diciendo algo, que si bien no era mentira, se arrepentiria por el solo hecho de pronunciarlo.
Ya tebya lyublyu
Trataba de pensar algo rapido, una respuesta satisfactoria que no le pesara tanto, que no lo expusiera tan rapido, ¿por que tenia que ser tan dificil?. Abrio los ojos y le quedo mirando fijamente tambien, notando como el yanqui se habia comenzando a masturbar.
Es al primero al que se lo digo y resulta ser un idiota que no entiende ni pizca de ruso
Que no se tocara de esa forma, solamente el tenia derecho a hacerlo, a recorrer su cuerpo, a acariciarlo de todas las formas posibles, a lastimarlo si queria, la idea de amarrarlo a la proxima oportunidad que tuviese era cada vez mas tentadora, que lo haria con su propia bufanda, con su corbata o con lo que fuera que tuviera a mano, le haria pagar por tenerlo asi, en primera por haberlo lastimado y en segundo por ser capaz de darle vuelta todo el mundo, convirtiendolo en alguien sumiso en esos momentos.
Quieres que me doblegue y me humille ante ti, que te suplique... pero ¿cuando le ha suplicado el villano al héroe? No.. por mas que sufra y me retuerza, no te suplicare
Iván, si bien había visto muy pocas veces en su vida algún comic de super héroes porque simplemente no le llamaba la atención, dudaba francamente que el Guason se dejara dominar de esa manera por Superman... no, estaba confundiendo personajes y le daba igual, y claro, aun tenia que dar una respuesta ante la cual aun no sabia que decir.
- significa.... -escapo de sus labios como un suspiro, mientras se arqueaba sintiendo que estaba a punto de correrse- t-te amo
No, que no se acostumbrara a tenerlo abajo, lo que a él le gustaba era tener al yanqui abajo, retorciendose de placer por sus acciones, por sus caricias y sus besos, no al reves, aun cuando se estuviera derritiendo y temblando por culpa del placer, no... que no se acostumbrara.
Le estaba costando trabajo mantener los ojos abiertos, ahora entendia porque el americano los habia cerrado por momentos cuando lo habian hecho hacia momentos atras, y es que las sensaciones lo obligaban a hacerlo, sus fuerzas mas se concentraban en seguir llevando aire a sus pulmones. Y sus dedos... sentirlos en su interior le estaba haciendo morir.
Primero habia estado aquella penetracion marcada por el dolor, pero poco a poco este dolor habia sido desplazado por el placer y el movimiento involuntario de sus caderas le estaba haciendo saber que tanto le estaba gustando aquello. Su mano se movia de forma lenta bajo la ropa interior del yanqui, frotando con suavidad, estremeciendose por momentos sin poder evitarlo por culpa de los movimientos de sus dedos que le hacian apretar ligeramente el miembro del yanqui. Queria desesperarlo, que frotara las caderas contra su mano en busca de mas de la misma forma en que el movia su cadera para sentir sus digitos mas adentro.
Gemia ya sin poder evitarlo, junto a su oido, moviendose cada vez mas desesperado, apunto de bajarle la ropa interior cuando el otro literalmente se le escapo de las manos. Le vio bajar por su cuerpo, de aquella forma sensual y felina, relamiendose los labios y el ruso perdio el aliento por unos segundos al sentir aquel toque tan suave de sus labios y luego de su lengua, se queria morir. Arqueo el cuerpo casi sin haber notado que el yanqui habian introducido un tercer dedo. Se llevo un brazo al rostro, tratando de amortiguar contra este sus gemidos y cerraba los ojos, tratando de evitar mover la cadera, aun cuando esta le temblara de placer y se estremeciera al sentir como el otro engullia su miembro.
Si, queria que le poseyera, lo queria, lo necesitaba y estaba a punto de suplicarlo ya, ni se podia acordar de su orgullo cuando el yanqui hacia esas cosas.
No habia dolor, solo se ahogaba en el placer, y temia morirse alli mismo si es que continuaba. El como movia sus dedos y el movimiento de su boca, sentia que de su miembro comenzaba a escurrir el liquido preseminal y sabia que como siguiera con ese ritmo terminaria por correrse mucho antes de lo que queria, no... queria correrse por sentir al otro en su interior, tomandolo por completo, embistiendole con fuerza.
Ya tebya lyublyu... apenas si podia acordarse de su propio nombre en esos momentos y le pedia traducciones, aunque claro, no era dificil, era una frase dulce, melodiosa, siempre le habia gustado como sonaba, aunque no se la habia dicho a nadie. Y escucharla de los labios del yanqui era demasiado exquisito, por supuesto no le podia pedir una pronunciacion perfecta, pero el como lo habia dicho, le sono perfecto, tan dulce, tan calido, y aquella duda marcada en su voz que le fascino tanto. Lo sabia, sabia que no habia entendido el significado de aquello que tanto le habia costado decir.
- significa... si-significa... -si antes haberlo dicho le resulto dificil, ahora repetirlo era una tarea de titanes, digna de un heroe... aunque claro, el 'heroe' era el que lo tenia en ese estado. No, no se lo podia decir, por culpa del placer seguramente terminaria diciendo algo, que si bien no era mentira, se arrepentiria por el solo hecho de pronunciarlo.
Ya tebya lyublyu
Trataba de pensar algo rapido, una respuesta satisfactoria que no le pesara tanto, que no lo expusiera tan rapido, ¿por que tenia que ser tan dificil?. Abrio los ojos y le quedo mirando fijamente tambien, notando como el yanqui se habia comenzando a masturbar.
Es al primero al que se lo digo y resulta ser un idiota que no entiende ni pizca de ruso
Que no se tocara de esa forma, solamente el tenia derecho a hacerlo, a recorrer su cuerpo, a acariciarlo de todas las formas posibles, a lastimarlo si queria, la idea de amarrarlo a la proxima oportunidad que tuviese era cada vez mas tentadora, que lo haria con su propia bufanda, con su corbata o con lo que fuera que tuviera a mano, le haria pagar por tenerlo asi, en primera por haberlo lastimado y en segundo por ser capaz de darle vuelta todo el mundo, convirtiendolo en alguien sumiso en esos momentos.
Quieres que me doblegue y me humille ante ti, que te suplique... pero ¿cuando le ha suplicado el villano al héroe? No.. por mas que sufra y me retuerza, no te suplicare
Iván, si bien había visto muy pocas veces en su vida algún comic de super héroes porque simplemente no le llamaba la atención, dudaba francamente que el Guason se dejara dominar de esa manera por Superman... no, estaba confundiendo personajes y le daba igual, y claro, aun tenia que dar una respuesta ante la cual aun no sabia que decir.
- significa.... -escapo de sus labios como un suspiro, mientras se arqueaba sintiendo que estaba a punto de correrse- t-te amo
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Aquella atmosfera ardiente era demasiado para él. Seguramente cuando fuera a su habitación no podría concentrarse en nada al recordar que había pasado en aquella cama, y aquellos flashes que parecian lejanos se volvían recuerdos verdaderos y realmente placenteros. Aunque bueno, el hacerle daño era tan divertido. Y recibir daño era casi igual. Aquello era bueno para ambos. Escucharlo de aquella forma. Con él tenía la opción de la tortuta.
Primero muero, pero todavía estoy vivo.
Mordeduras.
Patadas.
Golpes.
Y lo peor es que no me arrepiento de nada de esto.
¿Dónde nos lleva este viaje que tú guías?
Porque aunque ahora fuera el dominante, el otro mandaba, lo sabía, si el otro dijera, ladra, ponte a cuatro patas, seguramente en aquel momento de pura excitación obedecería sumisamente e incluso lamería su mano. Haría lo que fuera para complacerlo, para que no lo abandonará, para que lo golpeará, lo besará, lo destrozará, lo amará. Simplemente el otro lo hacia volverse loco.
La mano del otro era simplemente desesperante, necesitaba más, que lo tocará, que le hiciera llegar al mismo cielo. Y sus caderas al igual que las otras se movieron involuntariamente, pero poco duró al deslizarse para practicar sexo oral. Y se pudo derretir al sentir el sabor del otro, pero no solo por aquello sino también por las reacciones del otro, sus gemidos, sus jadeos, su respiración, su rostro, oh dios, y la dureza de su propio miembro hacian el ambiente aún más cálido y húmedo si llegará eso a ser posible.
Y realmente sentía que podría correrse de verlo y demás, quería escuchar aún más sus gemidos, más rápidos, más agudos, más alocados. Y sobretod quería oir algo como ‘’lo haces genial’’ ‘’me pones’’ ¡Algún halago! Aquello subiría la moral del otro, y su ego con ello.
Recordo cuando era pequeño, cuando le decía que nunca escuchará ni hablará con desconocidos, y decidió desde aquel momento no volver a hablar consigo mismo. Ya que realmente no sabía nada de si mismo, que gustaba, que deseaba, nada, y el ruso en tan solo unos segundos todo lo que creía querer se fue.
Sus ojos se quedaron prendados del otro de sus espamos, de cómo su cuerpo temblaba, como se entregaba, incluso sintiendo como los 3 dedos noe ran suficiente para satisfacer al otro, que realmente este deseaba su miembro, y su miembro deseaba la entrada del otro, así que ya creía verdadera tortura poder haber estado aguantando todo este tiempo para hacerlo todo suyo, así que no tardo mucho en sacar los dedos mientras planteaba aquella duda que asaltaba su cabeza deseando realmente saber la respuesta, dejando, mejor dicho, exponiendo su corazón a la respuesta del otro , que podía hacer que se derrumbará o que todo fuera bien. Fuera lo que fuera, debía aceptarlo ya que era la decisión del otro, pero en caso de romperle el corazón seguramente no podría hacerlo syo, sería demasiado doloroso en su interior como para poder seguir con aquello aunque fuera para el otro solo sexo. Pero bueno, simplemente esperaba una respuesta, unas palabras que pudieran tranquilizar su palpitante pecho, y pudieran darle el verdadero pase a hacerlo suyo, a hacerle el amor.
Escuchó como el otro luchaba por decir, aquello y el otro estaba expectante meientras se masturbaba en busca de un poco de alivio y escapaban de su propios labios gemidos, jadeos, fundiendose en el aire la voz de ambos. Y cuando sintió que no podía ser más feliz, que tenerlo así era todo lo que quería y absolutamente nada más podía interrumpir a ambos cuerpos eescuchó al otro, diciendole aquello, diciendole…lo que significaba, Y si era una broma simplemente quería morirse en aquel mismo instante porque sino mataría al otro.
Sus ojos se encontraban abiertos como platos, todo su cuerpo se congeló, se petrifico, dios, aquello fue demasiado para él, se derritió, murió y resucitó tantas veces en un solo segundo. ¿O cuando estabas muerto podías volver a morirte? Porque eso le paso al americanoen apenas unos instantes. Se lo había dicho, lo amaba, l había dicho, el heroe…había vencido, había demostrado que el otro tenía sentimientos, que la gente la importaba, que…que…¡Vamos que él héroe era el mejor héroe de todos los tiempos! Ninguno de los que conocía había hecho que el villanos e enamorará de ellos, y hacer que dejará de hacer el mal,. Porque obvimente lo iba a hacer capitalista, lo iba a cambiar, no podría ir por ahí diciendo que era novio de un comunista. Un momento. Se amaban pero ¿se podía considerar novios? ¡Otra duda asaltaba su cabeza! Oh dios. ¿Por qué estar con el ruso podía llegar a ser tan complicado? ¿Espera estaban juntos? ¡Ahhh! Simplemente quiso que todas aquellas cosas fueran zanjadas, ya que quizás al otro le incomodaría que la demás gente supieran lo suyo.¿ Debería también mantenerlo en secreto? ¿Deberían hacerse regalos en fechas importantes? ¿Deberían tener algún día tranquilos sin sexo de por medio? ¿Deberían…conocer a la familia del otro? OH MY GOD. Las cosas se le estaban juntando. Tener pareja era algo muy complicado, pero era mucho más complicado si no sabes si realmente la tienes. Aunque una cosa sería segura, no dejaría que otro que no fuera aquel vivo estadounidense de ojos azules lo tocará y mucho menos le hiciera lo que estaban a punto de hacer.
En fin, tras aquel quebradero de cabeza, volvió su rostro a la normalidad, sacando los dedos de la entrada del otro y mirandolo fijamente con una sonrisa dibujada en su rostro de forma divertida y traviesa.
-Okey….-de pronto aquella sonrisa se transformó en una dulce-I love you too….´-dijó sintiendo como su voz temblaba debido a que no estaba acostumbrado a decir nada parecido a aquello y mucho menos a decirselo a ÉL. Pero supuso que al igual que el americano, el ruso también desearía aunque fuera oirlo un poco. O al menos eso creyo él.
Tras todo aquello abrió más las piernas del otro colocándolas en sus hombros, acomodandose, para acercar su miembro al cuerpo del otro y no tardar mucho en de pronto introducir lentamente su miembro en el cuerpo del ruso, sinteindo como la cálidez comenzaba a envolver su miembro, su tibieza, su eestrechez. Oh dios. Era la mejor vez que había tenido sexo, sin contar con la vez anterior en el jardín. Aquella entrada era simplemente magnifica, en todos los sentidos, solto un jadeo, mientras daba una última embestida para poder meter su miembro lo más profundo posible, entrecerrando los ojos luchando con ellos para poder mirar las reacciones al ser por fin suyo.
Todo suyo.
-Ah…ah…-su voz temblaba, disfrutando de hacer suyo al otro para de pronto su sonrisa volverse otra vez traviesa queriendo que el otro chillará, gimiera, suplicará, lo que fuera pero ya.
-Te gusta mi p*lla dentro de ti ¿verdad?-susurró de forma soez-gime…grita…quiero escucharte….-dijó aquello último con arroganca, y soberbia comenzando a moverse lentamente contra el, embistiendole. Su mano fue hacia el miembro del otro para masturbarlo al ritmo de las suaves embestidas. Teniendo que le mismo controlarse para no embestirle de forma dura y rápida como realmente deseaba. Jadeaba al compás de aquello notando como con cada suave embestida se oía el crujir de muelles que era algo melodioso para los oidos del otro con un grna sonrojo mirandolo al otro esperando su respuesta ansioso.
Primero muero, pero todavía estoy vivo.
Mordeduras.
Patadas.
Golpes.
Y lo peor es que no me arrepiento de nada de esto.
¿Dónde nos lleva este viaje que tú guías?
Porque aunque ahora fuera el dominante, el otro mandaba, lo sabía, si el otro dijera, ladra, ponte a cuatro patas, seguramente en aquel momento de pura excitación obedecería sumisamente e incluso lamería su mano. Haría lo que fuera para complacerlo, para que no lo abandonará, para que lo golpeará, lo besará, lo destrozará, lo amará. Simplemente el otro lo hacia volverse loco.
La mano del otro era simplemente desesperante, necesitaba más, que lo tocará, que le hiciera llegar al mismo cielo. Y sus caderas al igual que las otras se movieron involuntariamente, pero poco duró al deslizarse para practicar sexo oral. Y se pudo derretir al sentir el sabor del otro, pero no solo por aquello sino también por las reacciones del otro, sus gemidos, sus jadeos, su respiración, su rostro, oh dios, y la dureza de su propio miembro hacian el ambiente aún más cálido y húmedo si llegará eso a ser posible.
Y realmente sentía que podría correrse de verlo y demás, quería escuchar aún más sus gemidos, más rápidos, más agudos, más alocados. Y sobretod quería oir algo como ‘’lo haces genial’’ ‘’me pones’’ ¡Algún halago! Aquello subiría la moral del otro, y su ego con ello.
Recordo cuando era pequeño, cuando le decía que nunca escuchará ni hablará con desconocidos, y decidió desde aquel momento no volver a hablar consigo mismo. Ya que realmente no sabía nada de si mismo, que gustaba, que deseaba, nada, y el ruso en tan solo unos segundos todo lo que creía querer se fue.
Sus ojos se quedaron prendados del otro de sus espamos, de cómo su cuerpo temblaba, como se entregaba, incluso sintiendo como los 3 dedos noe ran suficiente para satisfacer al otro, que realmente este deseaba su miembro, y su miembro deseaba la entrada del otro, así que ya creía verdadera tortura poder haber estado aguantando todo este tiempo para hacerlo todo suyo, así que no tardo mucho en sacar los dedos mientras planteaba aquella duda que asaltaba su cabeza deseando realmente saber la respuesta, dejando, mejor dicho, exponiendo su corazón a la respuesta del otro , que podía hacer que se derrumbará o que todo fuera bien. Fuera lo que fuera, debía aceptarlo ya que era la decisión del otro, pero en caso de romperle el corazón seguramente no podría hacerlo syo, sería demasiado doloroso en su interior como para poder seguir con aquello aunque fuera para el otro solo sexo. Pero bueno, simplemente esperaba una respuesta, unas palabras que pudieran tranquilizar su palpitante pecho, y pudieran darle el verdadero pase a hacerlo suyo, a hacerle el amor.
Escuchó como el otro luchaba por decir, aquello y el otro estaba expectante meientras se masturbaba en busca de un poco de alivio y escapaban de su propios labios gemidos, jadeos, fundiendose en el aire la voz de ambos. Y cuando sintió que no podía ser más feliz, que tenerlo así era todo lo que quería y absolutamente nada más podía interrumpir a ambos cuerpos eescuchó al otro, diciendole aquello, diciendole…lo que significaba, Y si era una broma simplemente quería morirse en aquel mismo instante porque sino mataría al otro.
Sus ojos se encontraban abiertos como platos, todo su cuerpo se congeló, se petrifico, dios, aquello fue demasiado para él, se derritió, murió y resucitó tantas veces en un solo segundo. ¿O cuando estabas muerto podías volver a morirte? Porque eso le paso al americanoen apenas unos instantes. Se lo había dicho, lo amaba, l había dicho, el heroe…había vencido, había demostrado que el otro tenía sentimientos, que la gente la importaba, que…que…¡Vamos que él héroe era el mejor héroe de todos los tiempos! Ninguno de los que conocía había hecho que el villanos e enamorará de ellos, y hacer que dejará de hacer el mal,. Porque obvimente lo iba a hacer capitalista, lo iba a cambiar, no podría ir por ahí diciendo que era novio de un comunista. Un momento. Se amaban pero ¿se podía considerar novios? ¡Otra duda asaltaba su cabeza! Oh dios. ¿Por qué estar con el ruso podía llegar a ser tan complicado? ¿Espera estaban juntos? ¡Ahhh! Simplemente quiso que todas aquellas cosas fueran zanjadas, ya que quizás al otro le incomodaría que la demás gente supieran lo suyo.¿ Debería también mantenerlo en secreto? ¿Deberían hacerse regalos en fechas importantes? ¿Deberían tener algún día tranquilos sin sexo de por medio? ¿Deberían…conocer a la familia del otro? OH MY GOD. Las cosas se le estaban juntando. Tener pareja era algo muy complicado, pero era mucho más complicado si no sabes si realmente la tienes. Aunque una cosa sería segura, no dejaría que otro que no fuera aquel vivo estadounidense de ojos azules lo tocará y mucho menos le hiciera lo que estaban a punto de hacer.
En fin, tras aquel quebradero de cabeza, volvió su rostro a la normalidad, sacando los dedos de la entrada del otro y mirandolo fijamente con una sonrisa dibujada en su rostro de forma divertida y traviesa.
-Okey….-de pronto aquella sonrisa se transformó en una dulce-I love you too….´-dijó sintiendo como su voz temblaba debido a que no estaba acostumbrado a decir nada parecido a aquello y mucho menos a decirselo a ÉL. Pero supuso que al igual que el americano, el ruso también desearía aunque fuera oirlo un poco. O al menos eso creyo él.
Tras todo aquello abrió más las piernas del otro colocándolas en sus hombros, acomodandose, para acercar su miembro al cuerpo del otro y no tardar mucho en de pronto introducir lentamente su miembro en el cuerpo del ruso, sinteindo como la cálidez comenzaba a envolver su miembro, su tibieza, su eestrechez. Oh dios. Era la mejor vez que había tenido sexo, sin contar con la vez anterior en el jardín. Aquella entrada era simplemente magnifica, en todos los sentidos, solto un jadeo, mientras daba una última embestida para poder meter su miembro lo más profundo posible, entrecerrando los ojos luchando con ellos para poder mirar las reacciones al ser por fin suyo.
Todo suyo.
-Ah…ah…-su voz temblaba, disfrutando de hacer suyo al otro para de pronto su sonrisa volverse otra vez traviesa queriendo que el otro chillará, gimiera, suplicará, lo que fuera pero ya.
-Te gusta mi p*lla dentro de ti ¿verdad?-susurró de forma soez-gime…grita…quiero escucharte….-dijó aquello último con arroganca, y soberbia comenzando a moverse lentamente contra el, embistiendole. Su mano fue hacia el miembro del otro para masturbarlo al ritmo de las suaves embestidas. Teniendo que le mismo controlarse para no embestirle de forma dura y rápida como realmente deseaba. Jadeaba al compás de aquello notando como con cada suave embestida se oía el crujir de muelles que era algo melodioso para los oidos del otro con un grna sonrojo mirandolo al otro esperando su respuesta ansioso.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Se lo habia dicho, se lo acababa de decir y por unos momentos hasta se olvido del placer por dejarse llevar por el gran peso de lo que acababa de decir, se le fue hasta la respiracion cuando se dio cuenta de todo lo que le podia conllevar ello. Una simple frase, dos palabras que condenaban de tal forma y ni siquiera estaba de si era correspondido. Se acababa de aterrar, estaba casi seguro que nunca en la vida habia sentido tanto miedo como en esos momentos, incluso se sintio humillado por haber dicho eso, debil, culparia al placer, definitivamente haria eso, diria que fue algo producto unicamente del momento, nada mas, porque era imposible… era im-imposible enamorarse de alguien en tan poco tiempo, y mucho menos del capitalista con completo de heroe.
Me seguire mintiendo lo que haga falta…
Y se aterro aun mas al ver la reaccion del otro, con esa expresion perpleja, los ojos muy abierto y quieto. La habia jodido, acababa de fregar la noche y lo que menos queria era eso. Abrio la boca para decir algo, para tratar de quitarle peso, aunque no sabia bien que decir, que amaba… ¿sus lentes? ¿amaba su cama? No, ya se habia equivocado, se acababa de delatar solo y justo con quien menos queria. Se burlaria de él, ya podia sentir sus carcajadas resonando en sus oidos, se aprovecharia de eso y no dejaria repetirselo por el resto de su vida. Que humillante… la incognita, el haberse tirado con ojos cerrados al vacio, asi se sentia, un ciego en busca de sol.
Le quedo mirando, soltando un gemido cuando sintio que sacaba los dedos de su interior, se estremecio cuando vio esa sonrisa tan traviesa, ¿se burlaria? Si, se burlaria, estaba seguro de ello, se iba a reir de el por un simple momento de debilidad. Bien, no importaba, que se atreviera a reirse y juraba que el yanqui no se podria levantar por una semana como minimo, que se burlara y le borraria esa sonrisa idiota de la cara.
Su alma volvio al cuerpo cuando vio que su sonrisa se tornaba en una tierna, dulce, se estremecio cuando escucho su voz.
“I love you too”
Nunca el inglés le habia parecido mas dulce, tan hermoso, habria deseado incluso haber aprendido en verdad con interes ese idioma que hasta el momento le habia parecido tan insulso, simple y sin gracia, por mas que tambien le apasionara de cierta, nunca, hasta ese momento se habia sentido tan fascinado por el.
Sintio como elevaba sus piernas y las apoyaba en sus hombros, se dejo hacer, ya mas relajado que antes, hasta a el mismo le sorprendió lo mucho que lo habia calmado escuchar esa frase de los labios del yanqui, aunque fuera solo por corresponder, aunque en verdad no lo sintiera, en esos momentos no se quiso quebrar la cabeza pensando en esas cosas, le habia dicho que tambien le queria y eso era lo importante para el, despues ya veria si lo habia dicho de forma sincera o no, y si lo negaba, pues, el podia hacer lo mismo, estaban en igualdad de condiciones, y siendo asi no le importaba nada mas
Sujeto con fuerza las sabanas de la cama y se negó a cerrar los ojos cuando sintio el miembro del otro rozar su entrada, su cuerpo se arqueo de forma involuntaria al sentir como le penetraba y arrugo las sabanas bajo su puño tratando de no gemir de dolor, dolor que se traducía como placer, sabia que debia de doler horrores pero no, quizás por que era el yanqui, o porque estaba demasiado relajado en esos momentos, o tal vez porque era un maldito masoquista y ese dolor tan profundo que le hacia arquearse en el éxtasis por saber que era Alfred y solo el quien se lo estaba haciendo. Soltó un jadeo entre cortado y se dio cuenta que sus ojos estaba cristalizado por las lagrimas.
Relajo las manos, liberando las sabanas cuando sintio aquella ultima embestida, sintiendo al americano por completo en su interior.
Su respiracion agitada era interrumpida por leves gemidos, tratando de recuperar vanamente el aliento.
Era suyo, ya no habia vuelta atrás.
Escuchaba la voz del otro temblar de placer, jadear y eso le encanto. Cerro los ojos unos momentos cuando le escucho decir aquello, ¿lo preguntaba enserio? Claro, le encantaba, y queria sentir como se movia en su interior, como le embestía con fuerza y como se terminaba por derramar en el. Pero claro, no se lo diria, no ayudaria a que esa sonrisa arrogante te volviera aun mas arrogante, no… al menos aun no.
- quieres… -un suave gemido salio de sus labios al sentir como se comenzaba a mover, tratando de mover tambien su cadera al mismo compas lento, no le importaba si le dolia, si le lastimaba, que le destrozara si queria, no le importaba, queria dejarse llevar y solo eso, que fuera mas rapido- si quieres escucharme… ah… tendras que hacer algo mejor da~ -le iba a provocar, por mas que aquello le significara pagarlo caro despues, pero queria sacar lo peor del yanqui a relucir.
Si el heroe puede distorcionar al villano, el villano puede pervertir al heroe
Ya habia dado demasiado, o eso sentia, habia dejado demasiado en muy poco tiempo, en tan solo unas horas, para empezar habia dejado todas sus convicciones, su mundo y sus propios pensamientos, su corazon, destrozado en tanta partes, reconstruido y vuelto a romper en tan solo unos segundos, lo habia matado una y otra vez, tantas veces que ya era imposible contarlas, y todo en menos de una noche, e increíblemente cada vez se sentia mas vivo, la sensación de entregarse de manera tan mutua le parecia lo mejor que pudo haber sentido una alguna vez.
Un gemido ronco escapo de su garganta cuando sintio su mano, como le comenzaba a frotar al mismo ritmo de las embestidas, escuchaba sus jadeos mezclados con los reclamos de la cama, que crujia bajo el peso de ambos cuerpos que se movian de forma lenta.
Le encantaba todo, su piel contra la suya, su respiracion agitada, su tacto, el como se lo estaba haciendo… pero no le era suficiente, necesitaba mas. Que fuera mas rapido, mas profundo, que de verdad le hiciera retorcerse de placer, se moria por gritar su nombre, aun si asi despertaran a todo el edificio, no le importaba.
Se movio, mas inquieto, moviendo su cadera en busca de mas, llevando uno de sus brazos para cubrir su rostro, sobre sus ojos. No queria que le mirara mientras se desesperaba por que fuera mas rapido.
- mas -pidio, o mejor dicho suplico, ladeando un poco el rostro, mirando hacia la pared.
Me seguire mintiendo lo que haga falta…
Y se aterro aun mas al ver la reaccion del otro, con esa expresion perpleja, los ojos muy abierto y quieto. La habia jodido, acababa de fregar la noche y lo que menos queria era eso. Abrio la boca para decir algo, para tratar de quitarle peso, aunque no sabia bien que decir, que amaba… ¿sus lentes? ¿amaba su cama? No, ya se habia equivocado, se acababa de delatar solo y justo con quien menos queria. Se burlaria de él, ya podia sentir sus carcajadas resonando en sus oidos, se aprovecharia de eso y no dejaria repetirselo por el resto de su vida. Que humillante… la incognita, el haberse tirado con ojos cerrados al vacio, asi se sentia, un ciego en busca de sol.
Le quedo mirando, soltando un gemido cuando sintio que sacaba los dedos de su interior, se estremecio cuando vio esa sonrisa tan traviesa, ¿se burlaria? Si, se burlaria, estaba seguro de ello, se iba a reir de el por un simple momento de debilidad. Bien, no importaba, que se atreviera a reirse y juraba que el yanqui no se podria levantar por una semana como minimo, que se burlara y le borraria esa sonrisa idiota de la cara.
Su alma volvio al cuerpo cuando vio que su sonrisa se tornaba en una tierna, dulce, se estremecio cuando escucho su voz.
“I love you too”
Nunca el inglés le habia parecido mas dulce, tan hermoso, habria deseado incluso haber aprendido en verdad con interes ese idioma que hasta el momento le habia parecido tan insulso, simple y sin gracia, por mas que tambien le apasionara de cierta, nunca, hasta ese momento se habia sentido tan fascinado por el.
Sintio como elevaba sus piernas y las apoyaba en sus hombros, se dejo hacer, ya mas relajado que antes, hasta a el mismo le sorprendió lo mucho que lo habia calmado escuchar esa frase de los labios del yanqui, aunque fuera solo por corresponder, aunque en verdad no lo sintiera, en esos momentos no se quiso quebrar la cabeza pensando en esas cosas, le habia dicho que tambien le queria y eso era lo importante para el, despues ya veria si lo habia dicho de forma sincera o no, y si lo negaba, pues, el podia hacer lo mismo, estaban en igualdad de condiciones, y siendo asi no le importaba nada mas
Sujeto con fuerza las sabanas de la cama y se negó a cerrar los ojos cuando sintio el miembro del otro rozar su entrada, su cuerpo se arqueo de forma involuntaria al sentir como le penetraba y arrugo las sabanas bajo su puño tratando de no gemir de dolor, dolor que se traducía como placer, sabia que debia de doler horrores pero no, quizás por que era el yanqui, o porque estaba demasiado relajado en esos momentos, o tal vez porque era un maldito masoquista y ese dolor tan profundo que le hacia arquearse en el éxtasis por saber que era Alfred y solo el quien se lo estaba haciendo. Soltó un jadeo entre cortado y se dio cuenta que sus ojos estaba cristalizado por las lagrimas.
Relajo las manos, liberando las sabanas cuando sintio aquella ultima embestida, sintiendo al americano por completo en su interior.
Su respiracion agitada era interrumpida por leves gemidos, tratando de recuperar vanamente el aliento.
Era suyo, ya no habia vuelta atrás.
Escuchaba la voz del otro temblar de placer, jadear y eso le encanto. Cerro los ojos unos momentos cuando le escucho decir aquello, ¿lo preguntaba enserio? Claro, le encantaba, y queria sentir como se movia en su interior, como le embestía con fuerza y como se terminaba por derramar en el. Pero claro, no se lo diria, no ayudaria a que esa sonrisa arrogante te volviera aun mas arrogante, no… al menos aun no.
- quieres… -un suave gemido salio de sus labios al sentir como se comenzaba a mover, tratando de mover tambien su cadera al mismo compas lento, no le importaba si le dolia, si le lastimaba, que le destrozara si queria, no le importaba, queria dejarse llevar y solo eso, que fuera mas rapido- si quieres escucharme… ah… tendras que hacer algo mejor da~ -le iba a provocar, por mas que aquello le significara pagarlo caro despues, pero queria sacar lo peor del yanqui a relucir.
Si el heroe puede distorcionar al villano, el villano puede pervertir al heroe
Ya habia dado demasiado, o eso sentia, habia dejado demasiado en muy poco tiempo, en tan solo unas horas, para empezar habia dejado todas sus convicciones, su mundo y sus propios pensamientos, su corazon, destrozado en tanta partes, reconstruido y vuelto a romper en tan solo unos segundos, lo habia matado una y otra vez, tantas veces que ya era imposible contarlas, y todo en menos de una noche, e increíblemente cada vez se sentia mas vivo, la sensación de entregarse de manera tan mutua le parecia lo mejor que pudo haber sentido una alguna vez.
Un gemido ronco escapo de su garganta cuando sintio su mano, como le comenzaba a frotar al mismo ritmo de las embestidas, escuchaba sus jadeos mezclados con los reclamos de la cama, que crujia bajo el peso de ambos cuerpos que se movian de forma lenta.
Le encantaba todo, su piel contra la suya, su respiracion agitada, su tacto, el como se lo estaba haciendo… pero no le era suficiente, necesitaba mas. Que fuera mas rapido, mas profundo, que de verdad le hiciera retorcerse de placer, se moria por gritar su nombre, aun si asi despertaran a todo el edificio, no le importaba.
Se movio, mas inquieto, moviendo su cadera en busca de mas, llevando uno de sus brazos para cubrir su rostro, sobre sus ojos. No queria que le mirara mientras se desesperaba por que fuera mas rapido.
- mas -pidio, o mejor dicho suplico, ladeando un poco el rostro, mirando hacia la pared.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Después de aquello no querría volver a ducharse, no porque fuera un sucio o algo así, sino para no hacer desparecer de su cuerpo ese embriagante aroma que el otro desprendía y de seguro sus sabanas y su cuerpo en general había absorvido para dejar aquel rastro durante algunos días. Y el otro parecia realmente asustado tras decir aquellas palabras, como un un niño en una habitación oscura, temblando, no por tener miedo a la oscuridad, sino si puede haber alguien o algo en ella. Y aquello era claramente lo que parecía sentir el ruso, miedo de si pudiera haber algo, miedo de si pudiera el americano NO sentir lo mismo. Aunque sinceramente la duda ofendía, era más que evidente que le quería, pero aquello, solo deberíans aberlo aquello. ¡No podía ser su pareja! La gente, su familia, todo el mundo, no vería bien que estuviera con un villano, no lo consentirían, sería algo tan..díficil de entender. Se burlarían, le despreciarian. Sintió punzadas ante aquello, debía ser el próximo presidente de los estados unidos. Pero ¿Quién iba a votar a un chico que está con otro y encima es un sucio ruso comunista? No. No podía. ¿Acaso si en verdad fueran una relación tendrían futuro? ¿La gente lo entendería? ¿Pondría su propio orgullo a aquella relación?
….
Menos tonterías y más a la diversión.
Lo tenía debajo suya, rojo, suplicante, con un rostro de inmeso placer mientras se ahogaba en los ojos del otro, lo deás era secundario, ya tendrían tiempo de hablar sobre su ‘’relación’’ ya que si ambos se amaban, había un lazo, y si había un lazo, había una relación…. ¿No? Realmente el proceso del amor verdadero era un completo misterio para el americano, excepto en lo de las películas, que esto ni por asomo parecía una película, excepto una pornográfica se atrevería a decir.
Se quedo mirando el rostro del otro mientras se adentraba a él, notando como la cama se deshacia, el crujido de muelles se volvía un suave golpe agudo, y como el rostro del otro mostraba dolor…¿o placer? O ¿ambas cosas? Realmente no lo sabía. Pero por el hecho de que no le pidiera que parará no lo hizó, además estar a medias era lo que peor que podría hacerle en aquellos momentos ya que se sentía morir de lo estrecho y cálido que era por dentro. Pero realmente cuando sintió que no podría controlarse, que lo embestiría duramente, que lo partiria, que lo haria sangrar, chillar, morir era cuando vio aquellos ojos cristalizados por las lágrimas. Jamás. Jamás se habría imaginado al otro de aquella forma. Era superior a su imaginación, y eso que el americano era conocido por ser alguien bastante imaginativo y con una gran creatividad, pero es que, era imposible pensar que esa mirada tan fría y gélida, se pudiera volver en alto tan humano como para demostrar aquellas lágrimas. Seguramente le dolía pero por orgullo no dijo nada. Eso SÍ era tipico de él. Simplemente suspiro ante aquella idea.
Imbécil.
Estaba el otro tan simplemente excitante, y al decir aquello, querer que sus oidos oyeran las palabras más halagadoras, para subir su ego por las nubes. Nunca llegó como siempre.
Si quieres escucharme… ah… tendras que hacer algo mejor da~
¿Le estaba tentando? Vamos que sí lo estaba haciendo, y aquello no lo dejaría asi, nadie vacilaba de aquella forma al héroe, lo tentaba, lo provocaba. Lo iba a hacer suyo de la forma más salvaje, y feroz de todas. No podría andar en días del dolor de trasero, pero valdría la pena por hacerlo perder la cabeza, era su culpa, era toda su culpa. Y por ello debería pagar un precio equivalente a la locura que había producido en la cabeza del estadounidense.
Sí alguna vez, sucio ruso, has estado en el paraíso, esto será el doble de bueno.
Tras pensar aquello decidió comenzar a moverse contra el otro, de nuevo pero no de forma lenta y pausada, no. Eso ya había acabado, al fin podría satisfacer sus propios deseos de haerlo suyo, de no contenerse. Sólo dejarse llevar por sus impulsos y sus instintos pero tuvo que parar en seco al escuchar aquel gemido ronco debido a que masturbaba el miembro al ritmo de las lentas embestidas.
Esto solo acaba de empezar.
Aquella entrada húmeda fue invadida por su miembro, para de pronto sentir seguidamente que el otro ya se movía inconscientemente contra su miembro.
Tan sucio…Tan desesperado…..Tan...... excitante.
Su brazo de pronto obstaculizó la visión de los ojos del ruso, pensando que así quizás no se sentiría tan humillado.
¡Qué ingenuo!
No se iba a quedar con las ganas de verlo, lo haría retocerse, el americano, era muy cabezota, desde siempre, y muy terco, así que hasta que su objetivo no fuera cumplido no dejaría que el otro. Su corazón latía a una velocidad vertiginosa, su sonrojo seguía pintado en sus mejillas debido al sucio calentón que le acababa de producir todo aquello. Su pecho subía y bajaba en busca de oxígeno. Su pelo, completamente alborotado, pero sin importarle para nada. Marcas en su cuello, su pecho, su espalda, muslos. Se sentía completamente destrozado y vivo a la vez. Tras eso examinó el cuerpo ajeno, pero no tardo mucho tras escuchar aquella suave suplica pidiendo por más. No iba a ser cruel ni nada por el estilo así que decidió volver a la acción.
Su mano comenzó a volver a moverse sintiendo la suavidad y dureza del miembro del otro, comenzando a masturbarlo de pronto, para de pronto comenzar a moverse contra él, pero no a un ritmo lento, no….Se había dicho que no volvería a contener así que, así fue. Lo embistió con fuerza, mirandolo con los ojos entrecerrados, moviendo sus caderas de forma rápida, precisa, buscando aquel punto que lo enloquecía de seguro y entonces si lo haría desesperarse. Con la otra mano libre agarro un lado de sus caderas, empujandolas, con fuerza, contra su miembro, para poder entrar lo máximo posible a su cuerpo.
Quería, no, ansiaba que el otro gimiera así que sin parar de mover las caderas de forma ruda, salvaje, casi como un animal en celo, sinteindo que por la falta de costumbre en el ejercicio de este, su cuerpo se perlaba de diminutas gotas de sudor por todo su cuerpo y su frente.
Se relamió los labios, observandolo, para de pronto morder el pezón de este sin parar en ningún momento de embestirlo, y masturbarlo. Era tanto calor. Tanto placer. Escuchaba el resonar de las paredes los gemidos, y jadeos del extasis de ambos. Fusionados, una mezcla de sonidos, también con el crujir de la cama, que más que crujidos parecian también gritos por los incesantes movimientos duros contra ella. Aunque sin importarle demasiado que incluso se rompiera, enel suelo, donde fuera. Lo que improtaba era sentir su piel, su calor, la dureza de su miembro, la estrechez de su entrada, el sonido contra sus oidos incitandole a seguir y a romper con aquella calma de la noche. Le costaba hablar, respirar, hacer cualquier cosa que no fuera moverse. Porque su velocidad seguía a unos ritmos casi desorbitantes, por su orgullo, y su placer, sabiendo que podría partirlo, y quizás hacerle daño, pero la culpa era suya, suya por haberle hecho todo aquello, y no cambiaría de idea.
-Gime…venga….grita….nhhh…ahhh…que todos…nhhh…sepas…ahhh…de quien eres…-le costaba hablar muchisimo sin poder jadear o incluso gemir de vez en cuando, pidiendole aquell, ya que lo necesitaba, que chillará su nombre que recordará SIEMPRE quien lo había hecho suyo. Y que siempre debería ir con él y con ninguno otro si deseaba hacerlo.
-Lo ...nh...estas deseando...-susurró sabiendo que no tardaría mucho en salir aquella sucia lengua- dime...''fuck me'' -sonando aquello último una sucia orden de un capitalsita. Debía hacerlo. Decirlo en el idioma del otro le era mucho más erótico, y aunque la pronunciación del ruso no fuera la más adecuada, para el americano era la más hot, de todo el mundo. Y escucharle decir algo así simplemente le haría morderle, arañarle, sangrar hasta que el sabor de la sangre metalizada del otro no pudiera desaparecer de su boca durante días. Solo rezaba porque el otro al ser un ritmo tan rápido no tuviera el orgullo de por medio y se dedicará a complacer su caprichosa petición.
….
Menos tonterías y más a la diversión.
Lo tenía debajo suya, rojo, suplicante, con un rostro de inmeso placer mientras se ahogaba en los ojos del otro, lo deás era secundario, ya tendrían tiempo de hablar sobre su ‘’relación’’ ya que si ambos se amaban, había un lazo, y si había un lazo, había una relación…. ¿No? Realmente el proceso del amor verdadero era un completo misterio para el americano, excepto en lo de las películas, que esto ni por asomo parecía una película, excepto una pornográfica se atrevería a decir.
Se quedo mirando el rostro del otro mientras se adentraba a él, notando como la cama se deshacia, el crujido de muelles se volvía un suave golpe agudo, y como el rostro del otro mostraba dolor…¿o placer? O ¿ambas cosas? Realmente no lo sabía. Pero por el hecho de que no le pidiera que parará no lo hizó, además estar a medias era lo que peor que podría hacerle en aquellos momentos ya que se sentía morir de lo estrecho y cálido que era por dentro. Pero realmente cuando sintió que no podría controlarse, que lo embestiría duramente, que lo partiria, que lo haria sangrar, chillar, morir era cuando vio aquellos ojos cristalizados por las lágrimas. Jamás. Jamás se habría imaginado al otro de aquella forma. Era superior a su imaginación, y eso que el americano era conocido por ser alguien bastante imaginativo y con una gran creatividad, pero es que, era imposible pensar que esa mirada tan fría y gélida, se pudiera volver en alto tan humano como para demostrar aquellas lágrimas. Seguramente le dolía pero por orgullo no dijo nada. Eso SÍ era tipico de él. Simplemente suspiro ante aquella idea.
Imbécil.
Estaba el otro tan simplemente excitante, y al decir aquello, querer que sus oidos oyeran las palabras más halagadoras, para subir su ego por las nubes. Nunca llegó como siempre.
Si quieres escucharme… ah… tendras que hacer algo mejor da~
¿Le estaba tentando? Vamos que sí lo estaba haciendo, y aquello no lo dejaría asi, nadie vacilaba de aquella forma al héroe, lo tentaba, lo provocaba. Lo iba a hacer suyo de la forma más salvaje, y feroz de todas. No podría andar en días del dolor de trasero, pero valdría la pena por hacerlo perder la cabeza, era su culpa, era toda su culpa. Y por ello debería pagar un precio equivalente a la locura que había producido en la cabeza del estadounidense.
Sí alguna vez, sucio ruso, has estado en el paraíso, esto será el doble de bueno.
Tras pensar aquello decidió comenzar a moverse contra el otro, de nuevo pero no de forma lenta y pausada, no. Eso ya había acabado, al fin podría satisfacer sus propios deseos de haerlo suyo, de no contenerse. Sólo dejarse llevar por sus impulsos y sus instintos pero tuvo que parar en seco al escuchar aquel gemido ronco debido a que masturbaba el miembro al ritmo de las lentas embestidas.
Esto solo acaba de empezar.
Aquella entrada húmeda fue invadida por su miembro, para de pronto sentir seguidamente que el otro ya se movía inconscientemente contra su miembro.
Tan sucio…Tan desesperado…..Tan...... excitante.
Su brazo de pronto obstaculizó la visión de los ojos del ruso, pensando que así quizás no se sentiría tan humillado.
¡Qué ingenuo!
No se iba a quedar con las ganas de verlo, lo haría retocerse, el americano, era muy cabezota, desde siempre, y muy terco, así que hasta que su objetivo no fuera cumplido no dejaría que el otro. Su corazón latía a una velocidad vertiginosa, su sonrojo seguía pintado en sus mejillas debido al sucio calentón que le acababa de producir todo aquello. Su pecho subía y bajaba en busca de oxígeno. Su pelo, completamente alborotado, pero sin importarle para nada. Marcas en su cuello, su pecho, su espalda, muslos. Se sentía completamente destrozado y vivo a la vez. Tras eso examinó el cuerpo ajeno, pero no tardo mucho tras escuchar aquella suave suplica pidiendo por más. No iba a ser cruel ni nada por el estilo así que decidió volver a la acción.
Su mano comenzó a volver a moverse sintiendo la suavidad y dureza del miembro del otro, comenzando a masturbarlo de pronto, para de pronto comenzar a moverse contra él, pero no a un ritmo lento, no….Se había dicho que no volvería a contener así que, así fue. Lo embistió con fuerza, mirandolo con los ojos entrecerrados, moviendo sus caderas de forma rápida, precisa, buscando aquel punto que lo enloquecía de seguro y entonces si lo haría desesperarse. Con la otra mano libre agarro un lado de sus caderas, empujandolas, con fuerza, contra su miembro, para poder entrar lo máximo posible a su cuerpo.
Quería, no, ansiaba que el otro gimiera así que sin parar de mover las caderas de forma ruda, salvaje, casi como un animal en celo, sinteindo que por la falta de costumbre en el ejercicio de este, su cuerpo se perlaba de diminutas gotas de sudor por todo su cuerpo y su frente.
Se relamió los labios, observandolo, para de pronto morder el pezón de este sin parar en ningún momento de embestirlo, y masturbarlo. Era tanto calor. Tanto placer. Escuchaba el resonar de las paredes los gemidos, y jadeos del extasis de ambos. Fusionados, una mezcla de sonidos, también con el crujir de la cama, que más que crujidos parecian también gritos por los incesantes movimientos duros contra ella. Aunque sin importarle demasiado que incluso se rompiera, enel suelo, donde fuera. Lo que improtaba era sentir su piel, su calor, la dureza de su miembro, la estrechez de su entrada, el sonido contra sus oidos incitandole a seguir y a romper con aquella calma de la noche. Le costaba hablar, respirar, hacer cualquier cosa que no fuera moverse. Porque su velocidad seguía a unos ritmos casi desorbitantes, por su orgullo, y su placer, sabiendo que podría partirlo, y quizás hacerle daño, pero la culpa era suya, suya por haberle hecho todo aquello, y no cambiaría de idea.
-Gime…venga….grita….nhhh…ahhh…que todos…nhhh…sepas…ahhh…de quien eres…-le costaba hablar muchisimo sin poder jadear o incluso gemir de vez en cuando, pidiendole aquell, ya que lo necesitaba, que chillará su nombre que recordará SIEMPRE quien lo había hecho suyo. Y que siempre debería ir con él y con ninguno otro si deseaba hacerlo.
-Lo ...nh...estas deseando...-susurró sabiendo que no tardaría mucho en salir aquella sucia lengua- dime...''fuck me'' -sonando aquello último una sucia orden de un capitalsita. Debía hacerlo. Decirlo en el idioma del otro le era mucho más erótico, y aunque la pronunciación del ruso no fuera la más adecuada, para el americano era la más hot, de todo el mundo. Y escucharle decir algo así simplemente le haría morderle, arañarle, sangrar hasta que el sabor de la sangre metalizada del otro no pudiera desaparecer de su boca durante días. Solo rezaba porque el otro al ser un ritmo tan rápido no tuviera el orgullo de por medio y se dedicará a complacer su caprichosa petición.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
El silencio de la noche, la discreta sinfonía de los grillos que componian su melodia para los insomnes y para acunar los sueños de los durmiente, el viento moviendo apenas las ramas de los arboles y el follaje de algunos arbustos y plantas. El gran concierto nocturno que podia despertar los sentimientos mas profundos e incluso filosoficos de la quietud y la tranquilidad eran cruelmente interrumpido y acallado por el movimientos incesante de dos cuerpos que se entregaban con demasiadas ansias. Se mezclaba en el aire el olor del placer y la sangre juntos, el del dolor y las ansias creando un ambiente toxico lleno de gemidos y jadeos.
El ruso seguia moviendo su cadera al compaz de los movimientos del otro, su rostro estaba cubierto por su propio brazo en un infantil y vano intento por no sentirse tan humillado, ¿de verdad podia ser tan ingenuo? En esos momentos… si, haria lo que fuera por protegerse de la forma que fuera, un intento desesperado por no quedar tan expuesto, pero poco le duro al sentir como le comenzaba a embestir con mas fuerza. Su boca se abria tratando de liberar de alguna forma el placer y el dolor que lo saturaban en ese momento. Era demasiado. Aparto el brazo de su rostro sin mas remedio para poder aferrarse a algo y asi sentir que aun seguia en la tierra, por que en esos momentos se sentia en el cielo y el infierno a la vez.
Le dolia, quemaba y le hacia estremecerse hasta la ultima fibra de su cuerpo, alzo un poco el rostro, cerrando los ojos con fuerza cuando sintio que llegaba a un punto que le hiso derretirse de placer y libero en el mar del aire los gemidos mas placenteros que hasta ese momento se habian escuchado, que volviera a llegar al mismo punto por favor, eso habia sido demasiado para el y ya despues de eso le daba igual el orgullo, el quedar humillado o lo que fuera, se estaba ahogando en el placer, al igual que en sus ojos.
Jadeaba con fuerza y su pecho subia y bajaba rítmicamente, el corazon acelerado que golpeaba de forma dolorosa contra su pecho y su cadera que se movia conforme le guiaba al yanqui con aquel agarre duro con que aferraba su mano a el, obligandole y empujandole la cadera contra sus embestidas sintiendo que podria partirse a aquel ritmo, que despues lo lamentaria y a la mañana siguiente…. O a la tarde siguiente maldeciria de todas las formas habidas y por haber al yanqui por culpa del dolor generalizado que tendria, ero en esos momentos no.
Deja de pensar las cosas y disfrutalo tanto como puedas
No gimio, grito cuando sintio aquella mordida en su pezon, retorciendose de placer, cada vez mas perdido, ya sin cuestionarse nada, sin preocuparse por lo que pasaria despues, ¿se tendria que ir de inmediato despues que terminaran? O peor aun ¿lo echaria de alli? Le gustaria poder quedarse alli, el resto del dia, impregnadose del olor del yanqui y dejando su huella en la cama, dejar lleno de recuerdos alli, que el yanqui no pudiera volver a entrar a su propia habitacion sin inundarse de los recuerdos creados en tan solo una noche, que se volviera loco solo con rememorar todo lo ocurrido, que deseara mas, que lo buscara, que lo deseara desesperadamente, de la misma forma en que estaria el ruso, que estaria rogando porque aquellas marcas que dejaba el yanqui en el no se borraran nunca. Pero no, dejo de pensar en todo eso, era mucho mejor entregarse al momentos y olvidarse de cualquier perturbación o pensamiento que no fuera como provocar y poner aun mas al yanqui.
Escuchaba sus propios gemidos resonando en la habitacion, mezclados por los quejidos de la cama, queria gritar mas, quedar afonico invocando el nombre del americano, envolvio su cadera con sus piernas, tratando de que llegara mas profundo para que volviera a tocar ese punto que lo hacia derretirse y gritar, aunque aun no se queria correr, no, pero si seguia a ese ritmo si lo haria y antes de tiempo. Le tomo por la muñeca del brazo con que le estaba masturbando, separandolo de su miembro y tomandole por la mano, mirandole fijamente tratando de expresar de alguna forma el porque no queria que volviera a masturbarle, aunque poco le duro aquella mirada ya que se vio obligado a cerrar los ojos y a gemir alto cuando el yanqui volvio a tocar aquel punto que le hacia gritar de placer, sujetando su mano con fuerza y moviendo la cadera desesperado por mas.
“Gime…venga….grita….nhhh…ahhh…que todos…nhhh…sepas…ahhh…de quien eres…”
Que todos supieran de quien era… a quien pertenecia… aquella idea le encanto, le fascino, que todos lo supieran a quien pertenecia, de la mima forma en que se enteraria que el yanqui era de su propiedad y de nadie mas, asi nadie se atreveria a tocarlo, nadie mas, tenia su nombre por todo el cuerpo al igual que el tenia el suyo. Los rasguños, los golpes producidos por el contacto feroz de los dos cuerpos y la mordidas marcadas en su cuello, donde aun sentia las diminutas gotas de sangres mezcladas con el sudor solo parecian acentuarse mas, haciendose destacar en su palida piel con cada roce, con cada movimiento.
- Al-Alfred…. Alfred… ¡Alfred! -podria haberlo estado repitiendo toda la noche, no le hubiera importado, el encantaba como sonaba su nombre y aun mas en su propia voz, mezclado con los gemidos y jadeos.
A ratos le hubiera gustado prender la luz para salir de la penumbra de la noche, pero a la vez se decia que asi era mas divertido, además la luna estaba lo bastante grande cómo para iluminar la habitacion, su luz se filtraba a raudales por la ventana de la habitacion y parecian iluminar unicamente la cama donde estaban ambos. Aquel tono azulado y gris que adquirian los cuerpos le recordo el invierno, era una luz bastante parecida a la que adquirian cuando los dias estaban nublados y la nieve caia con lentitud o furia sobre los campos ,era ese mismo tono azulado, la diferencia era que siempre habia asociado eso con frio y de ahora en adelante solo lo podia asimilar con el calor abrasante que el envolvía y el placer infinito. Era increíble como de un momento para otro las cosas cambiaban su significado. Poco le importaba si el yanqui le volvia a pintar el mundo.
Sentia su miembro humedo por culpa del liquido preseminal, hinchado, demasiado calido y el movimiento cada vez mas desesperado de su cadera delataban su propio placer. Los musculos tensos, su cuerpo se contraia en espasmos de placer y su entrada aprisionaba junto con eso el miembro del americano.
Los gemidos cada vez mas subidos de tono, en realidad los gritos cada vez mas subidos de tono, no se podia contener, aunque hubiera querido hacerlo no hubiera podido., pero como ese no era el caso no le importaba.
dime...''fuck me''
Se desespero al escucharlo, si no le fuera tan difícil hablar en esos momentos, si la simple accion de respirar era una tarea epica digna de un heroe, si su mente pudiera pensar correctamente en esos momentos, quizas hubiera dicho que no, tal vez se hubiera negado a aquella orden y jamás se le hubiera tan siquiera ocurrido la posibilidad de decirlo, pero en esos momento no se nego, no le importo nada y su voz escapo entre sus labios como un gemido necesitado,.
- fuck me -susurro- more! Fuck me -no era solo una suplica, era una orden, una necesidad desesperada.
Queria correrse de una vez, ya era mucho, pero no queria hacerlo aun, no queria que acabara, era tan complicado, tan contradictorio, solo lo podia resumir en placer.
El ruso seguia moviendo su cadera al compaz de los movimientos del otro, su rostro estaba cubierto por su propio brazo en un infantil y vano intento por no sentirse tan humillado, ¿de verdad podia ser tan ingenuo? En esos momentos… si, haria lo que fuera por protegerse de la forma que fuera, un intento desesperado por no quedar tan expuesto, pero poco le duro al sentir como le comenzaba a embestir con mas fuerza. Su boca se abria tratando de liberar de alguna forma el placer y el dolor que lo saturaban en ese momento. Era demasiado. Aparto el brazo de su rostro sin mas remedio para poder aferrarse a algo y asi sentir que aun seguia en la tierra, por que en esos momentos se sentia en el cielo y el infierno a la vez.
Le dolia, quemaba y le hacia estremecerse hasta la ultima fibra de su cuerpo, alzo un poco el rostro, cerrando los ojos con fuerza cuando sintio que llegaba a un punto que le hiso derretirse de placer y libero en el mar del aire los gemidos mas placenteros que hasta ese momento se habian escuchado, que volviera a llegar al mismo punto por favor, eso habia sido demasiado para el y ya despues de eso le daba igual el orgullo, el quedar humillado o lo que fuera, se estaba ahogando en el placer, al igual que en sus ojos.
Jadeaba con fuerza y su pecho subia y bajaba rítmicamente, el corazon acelerado que golpeaba de forma dolorosa contra su pecho y su cadera que se movia conforme le guiaba al yanqui con aquel agarre duro con que aferraba su mano a el, obligandole y empujandole la cadera contra sus embestidas sintiendo que podria partirse a aquel ritmo, que despues lo lamentaria y a la mañana siguiente…. O a la tarde siguiente maldeciria de todas las formas habidas y por haber al yanqui por culpa del dolor generalizado que tendria, ero en esos momentos no.
Deja de pensar las cosas y disfrutalo tanto como puedas
No gimio, grito cuando sintio aquella mordida en su pezon, retorciendose de placer, cada vez mas perdido, ya sin cuestionarse nada, sin preocuparse por lo que pasaria despues, ¿se tendria que ir de inmediato despues que terminaran? O peor aun ¿lo echaria de alli? Le gustaria poder quedarse alli, el resto del dia, impregnadose del olor del yanqui y dejando su huella en la cama, dejar lleno de recuerdos alli, que el yanqui no pudiera volver a entrar a su propia habitacion sin inundarse de los recuerdos creados en tan solo una noche, que se volviera loco solo con rememorar todo lo ocurrido, que deseara mas, que lo buscara, que lo deseara desesperadamente, de la misma forma en que estaria el ruso, que estaria rogando porque aquellas marcas que dejaba el yanqui en el no se borraran nunca. Pero no, dejo de pensar en todo eso, era mucho mejor entregarse al momentos y olvidarse de cualquier perturbación o pensamiento que no fuera como provocar y poner aun mas al yanqui.
Escuchaba sus propios gemidos resonando en la habitacion, mezclados por los quejidos de la cama, queria gritar mas, quedar afonico invocando el nombre del americano, envolvio su cadera con sus piernas, tratando de que llegara mas profundo para que volviera a tocar ese punto que lo hacia derretirse y gritar, aunque aun no se queria correr, no, pero si seguia a ese ritmo si lo haria y antes de tiempo. Le tomo por la muñeca del brazo con que le estaba masturbando, separandolo de su miembro y tomandole por la mano, mirandole fijamente tratando de expresar de alguna forma el porque no queria que volviera a masturbarle, aunque poco le duro aquella mirada ya que se vio obligado a cerrar los ojos y a gemir alto cuando el yanqui volvio a tocar aquel punto que le hacia gritar de placer, sujetando su mano con fuerza y moviendo la cadera desesperado por mas.
“Gime…venga….grita….nhhh…ahhh…que todos…nhhh…sepas…ahhh…de quien eres…”
Que todos supieran de quien era… a quien pertenecia… aquella idea le encanto, le fascino, que todos lo supieran a quien pertenecia, de la mima forma en que se enteraria que el yanqui era de su propiedad y de nadie mas, asi nadie se atreveria a tocarlo, nadie mas, tenia su nombre por todo el cuerpo al igual que el tenia el suyo. Los rasguños, los golpes producidos por el contacto feroz de los dos cuerpos y la mordidas marcadas en su cuello, donde aun sentia las diminutas gotas de sangres mezcladas con el sudor solo parecian acentuarse mas, haciendose destacar en su palida piel con cada roce, con cada movimiento.
- Al-Alfred…. Alfred… ¡Alfred! -podria haberlo estado repitiendo toda la noche, no le hubiera importado, el encantaba como sonaba su nombre y aun mas en su propia voz, mezclado con los gemidos y jadeos.
A ratos le hubiera gustado prender la luz para salir de la penumbra de la noche, pero a la vez se decia que asi era mas divertido, además la luna estaba lo bastante grande cómo para iluminar la habitacion, su luz se filtraba a raudales por la ventana de la habitacion y parecian iluminar unicamente la cama donde estaban ambos. Aquel tono azulado y gris que adquirian los cuerpos le recordo el invierno, era una luz bastante parecida a la que adquirian cuando los dias estaban nublados y la nieve caia con lentitud o furia sobre los campos ,era ese mismo tono azulado, la diferencia era que siempre habia asociado eso con frio y de ahora en adelante solo lo podia asimilar con el calor abrasante que el envolvía y el placer infinito. Era increíble como de un momento para otro las cosas cambiaban su significado. Poco le importaba si el yanqui le volvia a pintar el mundo.
Sentia su miembro humedo por culpa del liquido preseminal, hinchado, demasiado calido y el movimiento cada vez mas desesperado de su cadera delataban su propio placer. Los musculos tensos, su cuerpo se contraia en espasmos de placer y su entrada aprisionaba junto con eso el miembro del americano.
Los gemidos cada vez mas subidos de tono, en realidad los gritos cada vez mas subidos de tono, no se podia contener, aunque hubiera querido hacerlo no hubiera podido., pero como ese no era el caso no le importaba.
dime...''fuck me''
Se desespero al escucharlo, si no le fuera tan difícil hablar en esos momentos, si la simple accion de respirar era una tarea epica digna de un heroe, si su mente pudiera pensar correctamente en esos momentos, quizas hubiera dicho que no, tal vez se hubiera negado a aquella orden y jamás se le hubiera tan siquiera ocurrido la posibilidad de decirlo, pero en esos momento no se nego, no le importo nada y su voz escapo entre sus labios como un gemido necesitado,.
- fuck me -susurro- more! Fuck me -no era solo una suplica, era una orden, una necesidad desesperada.
Queria correrse de una vez, ya era mucho, pero no queria hacerlo aun, no queria que acabara, era tan complicado, tan contradictorio, solo lo podia resumir en placer.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
¡Vaya tortura! ¿Cómo pretendía que aguantará cuando estaba a punto de correrse en cada segundo? Cada embestida era una tortura y una delicia. Pero no por ello iba a parar. Eran cosas tan contradictorias en su mente. Su cerebro no funcionaba, realmente sentía que su cabeza daba vueltas, que no era capaz de procesar nada correctamente sin tener que pensar unos segundos que acababa de decir.
Se dio cuenta del placer del otro y luchaba por verlo, por aguantar, porque aquel calor que envolvía su miembro siempre estuviera, que su piel siempre tocará la ajena. Era una piel simplemente abrasadora. Nada parecido a la mirda hélida que siempre parecía tener, al menos desaparecía con él, era un alivio.
Y cuando vio que el otro por fin se deshacía de brazo en su rostro abrió los ojos como platos, para de pronto sobresaltarse al notar que acababa de rozar aquel punto, ya que su miembro al ser presionado el mismo comenzo a gemir. Sus caderas seguía moviendose inconscientemente contra él, tensando sus musculos, ya que deseaba correrse y a la vez no, al menos deseaba poder aguantar más que é antes en el jardín.
Era simplemente enloquecedor.
Ya describir lo que sentía era imposible, era imposible poder describir las sensaciones
aquellas. Amor, pasión, lujuría, deseo, ternura. Así que tras ello simplemente decidió que le otro tampoco pudiera describirlo, y sobretodo que después de todo, no pudiera andar, correr, caminar, seguramente igual que él ya que nunca hacia ejercercicio y tendría agujetas.
Y por si fuera poco todo aquello que ya lo envolvía sintio al otro que obedeció lo que dijo teniendo que abrir los ojos como platos.
Oh dios.
Decía su nombre.
Se derritió completamente ante aquello, sus caderas enloquecieron realmente, duramente, como si fuera a partirlo, mientrs su cuerpo temblaba a causa del placer y a espamos también de puro gozo. No era por la forma en que gemía, aunque también en parte, pero era su voz la que decía, era la voz del ruso la que decía ‘’Alfred’’ aquello le hizó soltar un gemido ronco sin poderlo evitar.
-nh…ahh….-gimió mordiendose el labio inferior.
Luchaba por respirar, por no correrse, por hacerle sentir en el séptimo cielo. Aquello incluso sin decir nada era toda una lucha. Pero valía la pena al sentir su cuerpo, sus gemidos, la forma en que le calentaba era demasiado. Quería estar a la altura, quería que el otro no lo pudiera olvidar, pero no era tan fácil, se sentía un tanto insuficiente para él, pero aquella idea simplemente le motivaba más para poder mover sus acderas deprisa, incluso teneindo caderazos involuntraios, mientras su respiración seguía loca, y lo peor era que el encantaba.
Se acababa de dar cuenta de que apenas se conocian, estaban en la etapa de la chispa, del fuego, aquella magia del principio, que seguramente después no se recupera. Ver que pasaba era simplemente la única opción que pasaba.
Aquello parecía como si fueran de nuevo dos adolescentes, con una revolución de hormonas y quizás aquella idea, no estaba tan lejos de la realidad.
Aquellos gritos eran demasiado, ya está, se iba a correr, lo tenía claro, no podría aguantarse. Era superior, no le importaba si perdía su orgullos, o se reía de el por la velocidad en hacerlo, pero si el otro se quedaba a medias, no dudaría en aunque fuera hacerle sexo oral,. Ya que no lo iba a defraudar, era un héroe, era bueno, y se supone que no podía dejar insatisfecho a andie. Y menos a aquel que no paraba de gritar todo el rato por las embestidas de este que eran cada vez más rápidas llegando a un punto en que eran completamente delirantes.
El estar con el ruso , era un nuevo abanico de posibilidades, nunca se había planteado el ser homosexual, pero aquello sobrepasaba la linea de la homosexualidad. Era….¿Ivansexual? Porque otra explicación no había, solo rezaba por tener una relación relativamente normal con él, con mucho sexo de por medio y pocos sentimientos, aunque claro, siempre los justos, pero nunca sabía cuando debía dejar la toalla. Cuando no estar a la defensiva, porque tenía miedo de que sus sentimientos fueran heridos, conociendo al otro lo haría.
Pero toda aquella construcción de ideas apiladas desaparecieron al d epronto escuchar qu ele otro le obedecia, sin duda el otro estaba mmuy necesitado o lleno de placer para humillarse de aquella forma, pero simlemnete aquello era perecto por escucharle decir aquello con aquel inglés más o menos pronunciado incluyendo aquel ‘’more’’ que lo desestabilizó. Así que…no aguanto.
Dio duras embestidas para no aguantar mucho más corriendose dentro del cuerpo del otro. Para entonces apretar sus musculos soltando un gemido ronco, alzado y un poco parecido aun grito.
-Nh..nhhhh!
Apretando el miembro del otro apresado en su mano durante unos segundos que pasaba aquel delicioso orgasmo, teneindo que cerrar los ojos del placer, y caer un suave hilo de saliva de sus labios viendose aun así con una sonrisa de lado tras hacerlo. Recuperó el aliento repetidas veces sinteindo que volvia a faltar oxigeno cesando aquellas embestidas para separarse ligeramente saliendo de su interior. Pero aquello no iba a quedar así, se había decidido en que haría el otro chillar, y sin duda se quedaría afónico de tanto hacerlo.
Así que de pronto despés de correrse, saliendo un poco de aquel blanquecino liquido fuera introdujo tres dedos en la entrada del otro sin parar en ningun momento de masturbarlo sabiendo que viendo la imagen del otro sometido no volvería en volver a endurecerse ya que era sin duda demasiado excitante. Y con ello no dudaría en volver a penetrarlo con tal de volver a sentir aquella calidez envolver su cuerpo, y escuchar los chillidos lastimeros y placenteros del otro.
-Correte, lo deseas-dijó como siempre soez con una sonrisa de lado-.
Se dio cuenta del placer del otro y luchaba por verlo, por aguantar, porque aquel calor que envolvía su miembro siempre estuviera, que su piel siempre tocará la ajena. Era una piel simplemente abrasadora. Nada parecido a la mirda hélida que siempre parecía tener, al menos desaparecía con él, era un alivio.
Y cuando vio que el otro por fin se deshacía de brazo en su rostro abrió los ojos como platos, para de pronto sobresaltarse al notar que acababa de rozar aquel punto, ya que su miembro al ser presionado el mismo comenzo a gemir. Sus caderas seguía moviendose inconscientemente contra él, tensando sus musculos, ya que deseaba correrse y a la vez no, al menos deseaba poder aguantar más que é antes en el jardín.
Era simplemente enloquecedor.
Ya describir lo que sentía era imposible, era imposible poder describir las sensaciones
aquellas. Amor, pasión, lujuría, deseo, ternura. Así que tras ello simplemente decidió que le otro tampoco pudiera describirlo, y sobretodo que después de todo, no pudiera andar, correr, caminar, seguramente igual que él ya que nunca hacia ejercercicio y tendría agujetas.
Y por si fuera poco todo aquello que ya lo envolvía sintio al otro que obedeció lo que dijo teniendo que abrir los ojos como platos.
Oh dios.
Decía su nombre.
Se derritió completamente ante aquello, sus caderas enloquecieron realmente, duramente, como si fuera a partirlo, mientrs su cuerpo temblaba a causa del placer y a espamos también de puro gozo. No era por la forma en que gemía, aunque también en parte, pero era su voz la que decía, era la voz del ruso la que decía ‘’Alfred’’ aquello le hizó soltar un gemido ronco sin poderlo evitar.
-nh…ahh….-gimió mordiendose el labio inferior.
Luchaba por respirar, por no correrse, por hacerle sentir en el séptimo cielo. Aquello incluso sin decir nada era toda una lucha. Pero valía la pena al sentir su cuerpo, sus gemidos, la forma en que le calentaba era demasiado. Quería estar a la altura, quería que el otro no lo pudiera olvidar, pero no era tan fácil, se sentía un tanto insuficiente para él, pero aquella idea simplemente le motivaba más para poder mover sus acderas deprisa, incluso teneindo caderazos involuntraios, mientras su respiración seguía loca, y lo peor era que el encantaba.
Se acababa de dar cuenta de que apenas se conocian, estaban en la etapa de la chispa, del fuego, aquella magia del principio, que seguramente después no se recupera. Ver que pasaba era simplemente la única opción que pasaba.
Aquello parecía como si fueran de nuevo dos adolescentes, con una revolución de hormonas y quizás aquella idea, no estaba tan lejos de la realidad.
Aquellos gritos eran demasiado, ya está, se iba a correr, lo tenía claro, no podría aguantarse. Era superior, no le importaba si perdía su orgullos, o se reía de el por la velocidad en hacerlo, pero si el otro se quedaba a medias, no dudaría en aunque fuera hacerle sexo oral,. Ya que no lo iba a defraudar, era un héroe, era bueno, y se supone que no podía dejar insatisfecho a andie. Y menos a aquel que no paraba de gritar todo el rato por las embestidas de este que eran cada vez más rápidas llegando a un punto en que eran completamente delirantes.
El estar con el ruso , era un nuevo abanico de posibilidades, nunca se había planteado el ser homosexual, pero aquello sobrepasaba la linea de la homosexualidad. Era….¿Ivansexual? Porque otra explicación no había, solo rezaba por tener una relación relativamente normal con él, con mucho sexo de por medio y pocos sentimientos, aunque claro, siempre los justos, pero nunca sabía cuando debía dejar la toalla. Cuando no estar a la defensiva, porque tenía miedo de que sus sentimientos fueran heridos, conociendo al otro lo haría.
Pero toda aquella construcción de ideas apiladas desaparecieron al d epronto escuchar qu ele otro le obedecia, sin duda el otro estaba mmuy necesitado o lleno de placer para humillarse de aquella forma, pero simlemnete aquello era perecto por escucharle decir aquello con aquel inglés más o menos pronunciado incluyendo aquel ‘’more’’ que lo desestabilizó. Así que…no aguanto.
Dio duras embestidas para no aguantar mucho más corriendose dentro del cuerpo del otro. Para entonces apretar sus musculos soltando un gemido ronco, alzado y un poco parecido aun grito.
-Nh..nhhhh!
Apretando el miembro del otro apresado en su mano durante unos segundos que pasaba aquel delicioso orgasmo, teneindo que cerrar los ojos del placer, y caer un suave hilo de saliva de sus labios viendose aun así con una sonrisa de lado tras hacerlo. Recuperó el aliento repetidas veces sinteindo que volvia a faltar oxigeno cesando aquellas embestidas para separarse ligeramente saliendo de su interior. Pero aquello no iba a quedar así, se había decidido en que haría el otro chillar, y sin duda se quedaría afónico de tanto hacerlo.
Así que de pronto despés de correrse, saliendo un poco de aquel blanquecino liquido fuera introdujo tres dedos en la entrada del otro sin parar en ningun momento de masturbarlo sabiendo que viendo la imagen del otro sometido no volvería en volver a endurecerse ya que era sin duda demasiado excitante. Y con ello no dudaría en volver a penetrarlo con tal de volver a sentir aquella calidez envolver su cuerpo, y escuchar los chillidos lastimeros y placenteros del otro.
-Correte, lo deseas-dijó como siempre soez con una sonrisa de lado-.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
- ah… ¡ahh…! -tembló, se retorció de placer arqueando el cuerpo, aferrandose con fuerza a las mantas de la cama, clavando las uñas en el colchón.
Las primeras veces siempre eran únicas, nunca se volvían a repetir, las sensaciones vividas y sentidas jamás serian igual, por que esa primera vez era un reconocimiento mutuo, y los sentidos estaban abiertos a cada roce y toque. Se pregunto si esas dos veces, donde se estaban arrebatando mutuamente algo que no habían entregado a nadie mas, se sentía así de bien solo porque eran cosas que no habían sentido antes, porque se mezclaban no solo el placer sino los sentimientos renegados y los recuerdos borrosos de algo que no estaban seguros y había ocurrido o no… ¿entonces una segunda ya no seria tan buena? ¿…y una tercera se alejaria aun mas de esa sensación de placer tan paradisíaca? No… seria igual de buena, mejor aun, porque ya se conocerían mas y quizás podrían amarse con un poco mas de calma y no con esa desesperación que los envolvía ahora, en que era tan necesitada la forma de hacerse del cuerpo del otro que el tiempo se les hacia poco, al igual que la cama y las caricias y los gemidos, suspiros y gritos en que invocaban a su nuevo amante.
- no…. N-no te detengas -pidió, suplico, rogó con la voz en grito, de forma entrecortada, mirándole con el rostro lleno de placer, alzando la cadera, dando movimientos involuntarios contra su cadera en busca de mas, sintiéndose morir cuando el yanqui comenzó a moverse con mas fuerza, obligándole con aquello a cerrar los ojos por culpa del placer- ahh…. ¡Por favor….!
Sus manos se abrían y se cerraban contra las sabanas en fuertes espasmos de placer, jadeando de forma pesada, respirar cada vez se le dificultaba mas, entre grito y grito en los cuales se le iba la voz, quedaría ronco, su garganta llegaba a doler por el esfuerzo, al igual que todo su cuerpo al tener los músculos tan tensos, necesitaba ya… demasiado desesperado por correrse.
Se alzo un poco para poder aferrarse a su espalda cuando se sintió que estaban cerca de su limite, tratando de evitar que los ojos se le llenaran de lagrimas, nunca le habían gustado que las cosas se acabaran, nunca le habían gustado los grandes cambios en su vida menos cuando le estaban pasando cosas tan buenas como aquellas. Los sonidos húmedos que se producían al chocar ambos cuerpos se aceleraron y no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa cuando le sintió correrse en su interior, tratando de grabar en su mente lo bien que se sentía ese ardor quemante en sus entrañas, su voz no le obedeció cuando quiso gritar por el placer que le producía aquello, el como el otro derramaba su esencia en su interior y el solo podía aferrarse con mas fuerza de su espalda, clavando las uñas, moviéndose aun tratando de terminar también, pero su cuerpo estaba cansado, embriagado en el éxtasis de haber sentido al otro de esa forma, mas aun por haber sentido como apretaba su miembro y el solo podía temblar por las ansias contenidas.
Le molesto en demasía cuando sintió que el yanqui salía de su interior, aun no quería eso, quería poder sentirlo un rato mas al menos, que no le arrebatar eso tan pronto, pero toda protesta se vio acallada cuando el otro introdujo tres dedos en su interior y el se arqueo, moviendo la cadera de forma involuntaria contra ellos, buscando aquel roce tan placentero que lo hacia gemir y gritar. Su mano moviéndose sobre su miembro, haciéndole perderse cada vez mas en el placer.
- d-da… -si, se quería correr pero la voz apenas si le respondía, agotada de tanto gritar, pudiendo únicamente gemir de forma ahogada y entre cortada- Alfred… por favor…
Estaba suplicando, volvía a suplicar y no le importaba, se habia perdido asi mismo en medio de tantas sensaciones, se había ahogado por completo en el placer y habia muerto tantas veces que no se podían contar, ¿Cuántas veces se podrían morir de placer en una misma noche? Primero haciendo al yanqui suyo, sintiendo la calidez de su cuerpo envolverlo, gimiendo su nombre, aferrandose a el, y después… era Iván quien se aferraba a su cuerpo y necesitaba cada vez mas.
Su cadera se movia de forma desesperada, pero no duro mucho, el cúmulo de sensaciones vividas habian sido demasiadas y su cuerpo no aguanto mucho antes de correrse en la mano del yanqui, manchándole a el y al él mismo. La voz no le respondio y aquel grito de placer se quedo solo como un grito ahogado en su garganta. Le inundo una sensación de satisfaccion tan profunda que borro cualquier duda y miedo de su interior, al menos por ese momento en que se trataba de recuperar y calmar su respiracion.
Dejo caer la cabeza sobre la cama, con lo ojos cerrados, las mejillas aun sonrojadas y la respiracion agitada. Su cuerpo descansaba laxo y apenas si le permitio abrir los ojos, aun brillantes por las lagrimas de placer. Queria alzar los brazos y atraer al yanqui hacia el para volver a devorarle de un beso, queria sentirlo apegado a su cuerpo y enredar sus piernas con las suyas mientras trataba de recuperar la razon, el sentido comun y lo que le quedara de orgullo.
- Alfred… -fue un llamado tan bajo, en un susurro tan sutil que dudo que el otro le fuera a escuchar, aunque en realidad no tenia nada para decir en esos momentos, solo era l necesidad de decir su nombre en esos momentos, de saborear cada letra, formando aquella dos silabas y terminando en esa palabra, ese nombre que ya le estaba gustando tanto y le causaba adiccion, una adiccion casi tan fuerte como la que sentia por tener su cuerpo cerca.
Las dudas volvieron a salir a flote nuevamente… ¿ahora se tendria que ir? ¿Qué iba a pasar? Estaba cansado, no se queria mover, al menos por un par de minutos, solo pedía eso, el poder recuperarse de haber perdido en tan solo un segundo de placer maximo todo el cúmulo de sensaciones que se habian juntado a lo largo de toda la noche. No queria irse… aunque tenia mas que claro que no estaba en su habitacion, que era la del yanqui, y si este le decia que se largara juntaria todo su orgullo magullado y perdido momentos atrás y se iria, si bien se sentiria utilizado… aunque aun no podia entender el porque de todos sus miedos. ¿No le habia dicho ya que no habia sido solo sexo? Incluso le habia declarado que le importaba mas el que su propia pareja… no deberia tener mas miedo de que todo fuera un ilusion… ¿cierto? … porque no lo era…
Las primeras veces siempre eran únicas, nunca se volvían a repetir, las sensaciones vividas y sentidas jamás serian igual, por que esa primera vez era un reconocimiento mutuo, y los sentidos estaban abiertos a cada roce y toque. Se pregunto si esas dos veces, donde se estaban arrebatando mutuamente algo que no habían entregado a nadie mas, se sentía así de bien solo porque eran cosas que no habían sentido antes, porque se mezclaban no solo el placer sino los sentimientos renegados y los recuerdos borrosos de algo que no estaban seguros y había ocurrido o no… ¿entonces una segunda ya no seria tan buena? ¿…y una tercera se alejaria aun mas de esa sensación de placer tan paradisíaca? No… seria igual de buena, mejor aun, porque ya se conocerían mas y quizás podrían amarse con un poco mas de calma y no con esa desesperación que los envolvía ahora, en que era tan necesitada la forma de hacerse del cuerpo del otro que el tiempo se les hacia poco, al igual que la cama y las caricias y los gemidos, suspiros y gritos en que invocaban a su nuevo amante.
- no…. N-no te detengas -pidió, suplico, rogó con la voz en grito, de forma entrecortada, mirándole con el rostro lleno de placer, alzando la cadera, dando movimientos involuntarios contra su cadera en busca de mas, sintiéndose morir cuando el yanqui comenzó a moverse con mas fuerza, obligándole con aquello a cerrar los ojos por culpa del placer- ahh…. ¡Por favor….!
Sus manos se abrían y se cerraban contra las sabanas en fuertes espasmos de placer, jadeando de forma pesada, respirar cada vez se le dificultaba mas, entre grito y grito en los cuales se le iba la voz, quedaría ronco, su garganta llegaba a doler por el esfuerzo, al igual que todo su cuerpo al tener los músculos tan tensos, necesitaba ya… demasiado desesperado por correrse.
Se alzo un poco para poder aferrarse a su espalda cuando se sintió que estaban cerca de su limite, tratando de evitar que los ojos se le llenaran de lagrimas, nunca le habían gustado que las cosas se acabaran, nunca le habían gustado los grandes cambios en su vida menos cuando le estaban pasando cosas tan buenas como aquellas. Los sonidos húmedos que se producían al chocar ambos cuerpos se aceleraron y no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa cuando le sintió correrse en su interior, tratando de grabar en su mente lo bien que se sentía ese ardor quemante en sus entrañas, su voz no le obedeció cuando quiso gritar por el placer que le producía aquello, el como el otro derramaba su esencia en su interior y el solo podía aferrarse con mas fuerza de su espalda, clavando las uñas, moviéndose aun tratando de terminar también, pero su cuerpo estaba cansado, embriagado en el éxtasis de haber sentido al otro de esa forma, mas aun por haber sentido como apretaba su miembro y el solo podía temblar por las ansias contenidas.
Le molesto en demasía cuando sintió que el yanqui salía de su interior, aun no quería eso, quería poder sentirlo un rato mas al menos, que no le arrebatar eso tan pronto, pero toda protesta se vio acallada cuando el otro introdujo tres dedos en su interior y el se arqueo, moviendo la cadera de forma involuntaria contra ellos, buscando aquel roce tan placentero que lo hacia gemir y gritar. Su mano moviéndose sobre su miembro, haciéndole perderse cada vez mas en el placer.
- d-da… -si, se quería correr pero la voz apenas si le respondía, agotada de tanto gritar, pudiendo únicamente gemir de forma ahogada y entre cortada- Alfred… por favor…
Estaba suplicando, volvía a suplicar y no le importaba, se habia perdido asi mismo en medio de tantas sensaciones, se había ahogado por completo en el placer y habia muerto tantas veces que no se podían contar, ¿Cuántas veces se podrían morir de placer en una misma noche? Primero haciendo al yanqui suyo, sintiendo la calidez de su cuerpo envolverlo, gimiendo su nombre, aferrandose a el, y después… era Iván quien se aferraba a su cuerpo y necesitaba cada vez mas.
Su cadera se movia de forma desesperada, pero no duro mucho, el cúmulo de sensaciones vividas habian sido demasiadas y su cuerpo no aguanto mucho antes de correrse en la mano del yanqui, manchándole a el y al él mismo. La voz no le respondio y aquel grito de placer se quedo solo como un grito ahogado en su garganta. Le inundo una sensación de satisfaccion tan profunda que borro cualquier duda y miedo de su interior, al menos por ese momento en que se trataba de recuperar y calmar su respiracion.
Dejo caer la cabeza sobre la cama, con lo ojos cerrados, las mejillas aun sonrojadas y la respiracion agitada. Su cuerpo descansaba laxo y apenas si le permitio abrir los ojos, aun brillantes por las lagrimas de placer. Queria alzar los brazos y atraer al yanqui hacia el para volver a devorarle de un beso, queria sentirlo apegado a su cuerpo y enredar sus piernas con las suyas mientras trataba de recuperar la razon, el sentido comun y lo que le quedara de orgullo.
- Alfred… -fue un llamado tan bajo, en un susurro tan sutil que dudo que el otro le fuera a escuchar, aunque en realidad no tenia nada para decir en esos momentos, solo era l necesidad de decir su nombre en esos momentos, de saborear cada letra, formando aquella dos silabas y terminando en esa palabra, ese nombre que ya le estaba gustando tanto y le causaba adiccion, una adiccion casi tan fuerte como la que sentia por tener su cuerpo cerca.
Las dudas volvieron a salir a flote nuevamente… ¿ahora se tendria que ir? ¿Qué iba a pasar? Estaba cansado, no se queria mover, al menos por un par de minutos, solo pedía eso, el poder recuperarse de haber perdido en tan solo un segundo de placer maximo todo el cúmulo de sensaciones que se habian juntado a lo largo de toda la noche. No queria irse… aunque tenia mas que claro que no estaba en su habitacion, que era la del yanqui, y si este le decia que se largara juntaria todo su orgullo magullado y perdido momentos atrás y se iria, si bien se sentiria utilizado… aunque aun no podia entender el porque de todos sus miedos. ¿No le habia dicho ya que no habia sido solo sexo? Incluso le habia declarado que le importaba mas el que su propia pareja… no deberia tener mas miedo de que todo fuera un ilusion… ¿cierto? … porque no lo era…
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
No podía dejar de mirarlo, estaba hipnotizado, abstraido por todos sus movimientos. Era demasiado, más de lo que cualquier persona normal hubiera podido soportar. Sin duda no era sexo, ya que también deseaba la satisfacción del otro, y puede que incluso más que la suya propia. Sabía que nunca antes habían sentido algo así pero de nuevo aquellos flashes volvieron a su mente, ya le había hecho el amor en otra vida pasada pero lo habían hecho, y lo habían disfrutado, de seguro por los gemidos que resonaban en su cabeza, y lo golpeaban como duros puños. Pero aquellos gemidos vagos, parte de un recuerdo quizás inexistente eran acllados por los reales, aquellos eran sin duda mejores.
No se cansaría de hacerselo, sobretodo al escuchar aquellos gritos demanante, sucediendo tal y como lo predijo, chillidos de puro gozo, mientras el otro era penetrado por el grandioso héroe. No se podía creer que se rebajará hasta aquel punto, pero no le molestaba , era más le encantaba, aquel sonido de ambos cuerpos, de sus gemidos, de sus jadeos, oh dios, eso era pura melodía para sus oídos. Podría pasarse la vida así, y no se cansaría.
Y obedeció sumisamente aquella suplica, sintiendo como su miembro no paraba d ehumedecerse dentro del cuerpo del otro , y como si miembro era apretado ante los espamos del otro junto con sus temblores característicos. Oh dios, que aquello jamás cesará.
Quiero realmente partirte en dos.
Se quedo mirando el cuerpo del otro mientras tironeaba de aquellas sabanas. Estaba celoso. Estaba celosos de aquellas. Debía amarrarse a él, cogerse a él, no sotlarse jamás del cuerpo del otro no de las sabanas. Aunque verlo en aquella imagen tan sumisa no negaría que le gustaba. Aunque antes de poder protestar como un niño pequeño por no cogerse a él, su mente fue leída. Era maravilloso, le estaba agarrando con fuerza contra él. Hasta que finalmente se corrió dentro suya, era sin duda lo mejor del mundo. Podía sentir que podría volver a correrse. Al salir del cuerpo de este se fijo en sus ojos, eestaban llenos de lágrimas. ¿Le había hecho daño? Deshechó aquella idea inmediatamente, al recordar como el otro se estremecía. Cierto. Lo deseaba, lo amaba. Y sus lágrimas eran de puro placer.
Vaya…al que no le gustaba ser uke
Realmente le parecía paradojico y algo cinico aquello pero no pudo pensar mucho al sentir como el otro arqueo la espalda ante sus dedos. Era lo mejor que jamás hubiera pensado, además debido a la esencia del americano su entrada era más accesible y resbaladiza por lo que sus dedos se deslizaban con mayor facilidad, viendo como el otro no podía ya ni hablar.
Magnífico.
Siguió moviendo sus dedos rápida y profundamente, sin para su otra mano de masturbarlo. El otro era bastante habilidoso al poder mantener un buen ritmo en ambas manos sin cansarse. Pero lo que le motivaba a seguir aquello era las reacciones del otro sobretodo al escuchar aquel ‘’Sí’’ tan ansioso en ruso. Oh yes. Yes…. El ruso ahora era de lo más erótico, se atrevería a decir que mucho más que el americano, que le inglés, el español, el francés. ¡Cualquier idioma sobre la tierra! Pero sólo porque lo hablaba el ser más despreciable y amado por el estadounidense.
Y otra vez volvía a suplicar. ¿Hasta cuando quería que perdiera la cabeza? ¿Cuánto? ¿Acaso era posible acabar loco de placer? ¿Loco de locura? ¿Y de forma irreversible? Ya que el otro movía su cadera, más rápido que incluso sus manos, sabía que anque dejará su mano muerta el otro se penetraría con ella hasta acabar corriendose. Y solo la dejo muerta unos segundos comprobando que aquelloe ra verdad. Se movía contra ella, y efectivamente se corrió. Manchó la mano de este y sonrió divertido lamiendo sus dedos mrandolo ferozmente. Era delicioso. Tal y como recordaba, el mejor sabor que jamás hubier aprobado. Las hamburguesas al lado del sabor del otro era simplemente un aperitivo. Y ya era decir.
Ambas respiraciones luchaban por aire, aunque la del americano ya más calmada debido a que obviamente se corrió antes. Sacó los dedos dl otro para tumbarse al fin en la grande cama de eeste. Miraba hacia el techo, sin poder dirigir aún una mirada al otro. Sin saber bien que decir, hacer, actuar o incluso pensar. ¿Qué debería decirle en un momento así? Tenía miedo de meter la pata, de decir algo fuera de lugar, de incomodarlo, de enfadarlo, de que se fuera, de que lo dejará tirado en aquella fría cama que lo único que podía consolarlo era que aquella cama ahora olía a él. A aquel aroma tan excitante.
Giró su rostro para encontrarse con la cara enrojecida y llena aún de lágrimas de puro placer para esbozar una sonrisa. Aquel amor solo iba a provocar su sufrimiento y lo sabía, porque nadie lo comprendería. Nadie. Siempre todo sería todo a escondidas. Todo el mundo se reiría de ellos. Los mirarían mal, a saber. El único hogar para poder hacer crecer aquel amor era en la oscuridad, donde nadie los viera. Y lo peor es que…¡El no lo eligió! Él no decidió enamorarse de él. No. No lo decidió. Nadie es culpable por amar. Él devoró su corazón. No había más historia.
Pero una cosa sí que era segura, era tan duro el tener que buscar los porques a estas situaciones.
De pronto escuchó aquel susurró de su nombre completamente perdiendo la noción de todo. Para mostrar una amplia sonrisa. Parecía el otro no tener ninguna intención de irse de aquel lugar, y aquello le alegró bastante. Habiendo un brillo ne los ojos de este de pura felicidad, casi pareicendo un niño pequeño con un caramelo en frente de sus ojos y a apenas a unos escasos centímetrosde él.
Aprovechó todo aquello para de pronto abrazarse a él con una sonrisa. Aquel momento era incomodo, y llenos de dudas, pero el americano solo por unos segundos abandonaría aquella capa de héroe. Par apoder ser un chico normal, con miedos, inquietudes, curiosidades, necesidades, y sobretodo sentimientos. Era el momenot de hacerlo, de ser completamente feliz. De poder mostrarse como era, sin ningún tipo de problema u objeción. Se acomodo en sus brazos sinteindo el pecho del otro aun bajando y subiendo debido a que buscaba oxígeno. Cuanto lo amaba.
-Hey…I love you…-susurró con una sonrisa infantil, pero amplia, sin ninguna malicia, y totalmente inocente. Acababa de ser el seme de la relación pero eso no quería decir que no fuera tierno en algunas ocasiones, como por ejemplo en aquel momento. Un poco no hace daño a nadie-
Sólto un suspiro sobre su pecho mientras cerraba los ojos aun sin soltarlo aferrandose a el, sinteindo un gran ardor en su espalda debido por como le clavaban las uñas. Pero aquel dolor valía la pena ya que todo su cuerpo estaba exhausto. Seguramente luego acabaría completamente con agujetas y sin poder andar ni siquiera dar clases pero no le omportaba si era el precio a pagar. Tras todo aquello simplemente alzó un poco el rostro para encontrarse con aquella mirada, con aquellos ojos, tan preciosos, y enloquecedores, tan…indescriptibles. Mantuvo la mirada fija y de pronto le robó un suave y dulce beso. Sin duda estar con el era lo mejor que jamás hubiera hecho. Se sentías eguro y débil a la vez.
-Quedate a dormir…-susurró para de pronto besarlo ligeramente de nuevo con una sonrisa-please…-le pidio.
De pronto aquella sonrisa dulce se volvio en una traviesa, y malicosa, por una vez también podría sacar algo de aquella situación.
-Además seguro que te duele todo el cuerpo…-dijo de forma burlona.
No se cansaría de hacerselo, sobretodo al escuchar aquellos gritos demanante, sucediendo tal y como lo predijo, chillidos de puro gozo, mientras el otro era penetrado por el grandioso héroe. No se podía creer que se rebajará hasta aquel punto, pero no le molestaba , era más le encantaba, aquel sonido de ambos cuerpos, de sus gemidos, de sus jadeos, oh dios, eso era pura melodía para sus oídos. Podría pasarse la vida así, y no se cansaría.
Y obedeció sumisamente aquella suplica, sintiendo como su miembro no paraba d ehumedecerse dentro del cuerpo del otro , y como si miembro era apretado ante los espamos del otro junto con sus temblores característicos. Oh dios, que aquello jamás cesará.
Quiero realmente partirte en dos.
Se quedo mirando el cuerpo del otro mientras tironeaba de aquellas sabanas. Estaba celoso. Estaba celosos de aquellas. Debía amarrarse a él, cogerse a él, no sotlarse jamás del cuerpo del otro no de las sabanas. Aunque verlo en aquella imagen tan sumisa no negaría que le gustaba. Aunque antes de poder protestar como un niño pequeño por no cogerse a él, su mente fue leída. Era maravilloso, le estaba agarrando con fuerza contra él. Hasta que finalmente se corrió dentro suya, era sin duda lo mejor del mundo. Podía sentir que podría volver a correrse. Al salir del cuerpo de este se fijo en sus ojos, eestaban llenos de lágrimas. ¿Le había hecho daño? Deshechó aquella idea inmediatamente, al recordar como el otro se estremecía. Cierto. Lo deseaba, lo amaba. Y sus lágrimas eran de puro placer.
Vaya…al que no le gustaba ser uke
Realmente le parecía paradojico y algo cinico aquello pero no pudo pensar mucho al sentir como el otro arqueo la espalda ante sus dedos. Era lo mejor que jamás hubiera pensado, además debido a la esencia del americano su entrada era más accesible y resbaladiza por lo que sus dedos se deslizaban con mayor facilidad, viendo como el otro no podía ya ni hablar.
Magnífico.
Siguió moviendo sus dedos rápida y profundamente, sin para su otra mano de masturbarlo. El otro era bastante habilidoso al poder mantener un buen ritmo en ambas manos sin cansarse. Pero lo que le motivaba a seguir aquello era las reacciones del otro sobretodo al escuchar aquel ‘’Sí’’ tan ansioso en ruso. Oh yes. Yes…. El ruso ahora era de lo más erótico, se atrevería a decir que mucho más que el americano, que le inglés, el español, el francés. ¡Cualquier idioma sobre la tierra! Pero sólo porque lo hablaba el ser más despreciable y amado por el estadounidense.
Y otra vez volvía a suplicar. ¿Hasta cuando quería que perdiera la cabeza? ¿Cuánto? ¿Acaso era posible acabar loco de placer? ¿Loco de locura? ¿Y de forma irreversible? Ya que el otro movía su cadera, más rápido que incluso sus manos, sabía que anque dejará su mano muerta el otro se penetraría con ella hasta acabar corriendose. Y solo la dejo muerta unos segundos comprobando que aquelloe ra verdad. Se movía contra ella, y efectivamente se corrió. Manchó la mano de este y sonrió divertido lamiendo sus dedos mrandolo ferozmente. Era delicioso. Tal y como recordaba, el mejor sabor que jamás hubier aprobado. Las hamburguesas al lado del sabor del otro era simplemente un aperitivo. Y ya era decir.
Ambas respiraciones luchaban por aire, aunque la del americano ya más calmada debido a que obviamente se corrió antes. Sacó los dedos dl otro para tumbarse al fin en la grande cama de eeste. Miraba hacia el techo, sin poder dirigir aún una mirada al otro. Sin saber bien que decir, hacer, actuar o incluso pensar. ¿Qué debería decirle en un momento así? Tenía miedo de meter la pata, de decir algo fuera de lugar, de incomodarlo, de enfadarlo, de que se fuera, de que lo dejará tirado en aquella fría cama que lo único que podía consolarlo era que aquella cama ahora olía a él. A aquel aroma tan excitante.
Giró su rostro para encontrarse con la cara enrojecida y llena aún de lágrimas de puro placer para esbozar una sonrisa. Aquel amor solo iba a provocar su sufrimiento y lo sabía, porque nadie lo comprendería. Nadie. Siempre todo sería todo a escondidas. Todo el mundo se reiría de ellos. Los mirarían mal, a saber. El único hogar para poder hacer crecer aquel amor era en la oscuridad, donde nadie los viera. Y lo peor es que…¡El no lo eligió! Él no decidió enamorarse de él. No. No lo decidió. Nadie es culpable por amar. Él devoró su corazón. No había más historia.
Pero una cosa sí que era segura, era tan duro el tener que buscar los porques a estas situaciones.
De pronto escuchó aquel susurró de su nombre completamente perdiendo la noción de todo. Para mostrar una amplia sonrisa. Parecía el otro no tener ninguna intención de irse de aquel lugar, y aquello le alegró bastante. Habiendo un brillo ne los ojos de este de pura felicidad, casi pareicendo un niño pequeño con un caramelo en frente de sus ojos y a apenas a unos escasos centímetrosde él.
Aprovechó todo aquello para de pronto abrazarse a él con una sonrisa. Aquel momento era incomodo, y llenos de dudas, pero el americano solo por unos segundos abandonaría aquella capa de héroe. Par apoder ser un chico normal, con miedos, inquietudes, curiosidades, necesidades, y sobretodo sentimientos. Era el momenot de hacerlo, de ser completamente feliz. De poder mostrarse como era, sin ningún tipo de problema u objeción. Se acomodo en sus brazos sinteindo el pecho del otro aun bajando y subiendo debido a que buscaba oxígeno. Cuanto lo amaba.
-Hey…I love you…-susurró con una sonrisa infantil, pero amplia, sin ninguna malicia, y totalmente inocente. Acababa de ser el seme de la relación pero eso no quería decir que no fuera tierno en algunas ocasiones, como por ejemplo en aquel momento. Un poco no hace daño a nadie-
Sólto un suspiro sobre su pecho mientras cerraba los ojos aun sin soltarlo aferrandose a el, sinteindo un gran ardor en su espalda debido por como le clavaban las uñas. Pero aquel dolor valía la pena ya que todo su cuerpo estaba exhausto. Seguramente luego acabaría completamente con agujetas y sin poder andar ni siquiera dar clases pero no le omportaba si era el precio a pagar. Tras todo aquello simplemente alzó un poco el rostro para encontrarse con aquella mirada, con aquellos ojos, tan preciosos, y enloquecedores, tan…indescriptibles. Mantuvo la mirada fija y de pronto le robó un suave y dulce beso. Sin duda estar con el era lo mejor que jamás hubiera hecho. Se sentías eguro y débil a la vez.
-Quedate a dormir…-susurró para de pronto besarlo ligeramente de nuevo con una sonrisa-please…-le pidio.
De pronto aquella sonrisa dulce se volvio en una traviesa, y malicosa, por una vez también podría sacar algo de aquella situación.
-Además seguro que te duele todo el cuerpo…-dijo de forma burlona.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
¿Habia dejado de mover los dedos? Tarde se dio cuenta de ello, cuando ya estaba al borde del orgasmo, muy tarde para detenerse, par mas que sintiera que era estarse humillando… era demasiado, necesitaba desesperadamente correrse de una vez.
Y ese grito mudo… le hubiera gustado tanto gritar su nombre en aquel momento, aunque fuera de forma quebrada, ahogada, pero no, se quedo solo como un grito mudo, algo atrapado en su garganta y que alli murio, sin poder expresar lo mucho que queria decir, aunque fuera por un gemido.
Vio como se lamia los dedos y no pudo evitar abrir los ojos, sorprendido por aquel gesto para mirarle igual de feroz, por mas cansado y relajado que estuviera en esos momentos. La pelea no terminaba entre dos rivales tan antiguos, era de esperarse, mas siendo ellos como eran.
Tercos
Impulsivos
Demasiado Apasionados…
Dejo escapar un suspiro cuando sintio que sacaba los dedos de su interior. La cama se hundio ligeramente a su lado cuando el cuerpo del yanqui reposo a su lado. Le parecio demasiado tranquilo ese momento, esos breves momentos de silencio infinito donde solo se podian escuchar sus respiraciones aun agitadas, mas la del ruso que la del yanqui. Se pregunto cuanto podria durar aquello, romper el silencio… le parecia necesario, pero no queria ser el, primero porque sabia que su voz sonaria ronca y algo quebrada por todo lo que acababa de ocurrir, y segundo… porque no se le ocurria que decir. Podia ser tan incomodo pero a la vez tan agradable, silencio… solo el sonido de sus respiraciones que se iban acompasando a medida que pasaba el tiempo.
Aun no entiendo como terminamos asi
Se suponia que tenian que estar peleando, discutiendo, que no se tendrían que soportar, no vivir esos momentos de tranquilidad, jamás, las cosas no debian ser asi, debian… ser distintas, ¡caóticas! Bueno, en la mente de Iván todo era caotico en eso momentos, los pensamientos y emociones chocaban entre si, se revolvian, se alzaban, mezclaban y se rehacían. Eran heroe y villano… nunca hay paz entre ellos, es la constante pelea entre el bien y el mal…
Uno nunca elige de quien enamorarse… porque cuando lo hace es con quien menos debe
Por su mente cruzo la reaccion de Nikita, la de Natasha… la de su familia en general si se llegaran a enterar. Irse a enamorar de otro chico.. ¡y un yanqui mas encima! Que vergüenza… ¿Qué nunca habia aprendido nada de la historia que tanto amaba? Estados Unidos… El solo hecho de evocar el nombre de ese pais, estando junto al ojiazul hizo que nuevamente su cabeza se llenara de mas de esos recuerdos confusos y lejanos, demasiado reales. Olvidate de eso Braginski, mejor piensa en lo que haras ahora, es mejor irse de una buena vez de aquel cuarto, de aquella cama que estaba impregnada de su propia esencia, de su olor… Es mejor largarse de una buena vez antes que te echen, rescata lo que te quede de orgullo y levántate, por mas que disfrutes del roce de las sabanas, de la cercanía de su cuerpo y el hecho de estar escuchando su respiracion.
Pero toda idea de ida/escape/fuga fue borrada de su mente en menos de un segundo cuando sintio esos brazos entorno a su cuerpo, le gusto tanto ese contacto, tan calido… de verdad, apenas si se podía acordar del frio en esos momentos, podría dormir únicamente abrazado al yanqui sin necesitar nada mas, nada de mantas, cobijas, sabanas, solamente sintiendo su cuerpo apegado al suyo.
“Hey… I love you…”
Ver su sonrisa fue algo indescriptible, demasiado hermoso, al igual como se podia perder en el azul de sus ojos, se podia perder en su sonrisa, mas aun cuando era tan dulce e inocente como en esos momentos… quine lo diria, ¿apenas cuanto rato habia pasado desde que esos mismos labios dulces estaban diciendo esas cosas soeces que le enloquecían? Casi se quiso reir pero no lo hico, por motivos obvios.
- ya tebya lyublyu -era la mejor forma de la que lo podia decir, en su propio idioma, porque le parecia en esos momentos mucho mas cercano y sincero.
Que mas daban todas esas dudas y temores, ¡que tambien era humano! Tenia necesidades, como la de estar junto a alguien, mas todavía cuando su corazón latia de forma tan agitada con solo verle. Podian dejar de lado aunque fueran unos momentos su actitud de heroe y villano, aunque fuera solo por un momento. Esa ternura en su sonrisa, en su mirada, en su rostro y en cada palabra, nunca habia pensado que lo necesitara tanto, le llenaba por completo aquello.
Le abrazo, pasando una mano por su pelo en una sutil caricia, permitiéndose incluso cerrar los ojos unos segundos cuando sintió ese suspiro contra su piel, era realmente agradable sentirlo asi. Y cuando le vio a los ojos… esos ojos que para el eran el cielo y el mar, el azul le parecio un color demasiado poderoso, y eso que a el siempre le habia gustado mucho mas el rojo… pero en esos momentos si le preguntaran cual era su color favorito, respondería con toda sinceridad: ‘el azul’.
Le abrazo un poco mas contra si cuando sintió ese beso, correspondiéndolo con la misma suavidad, entrecerrando los ojos, le parecio demasiado bueno, casi suspiro contra sus labios mientras aun lo besaba. Sonrió cuando escucho aquella petición en un susurro, volviendo a acariciar su pelo de forma ligera y corresponder ese nuevo beso.
- da, me quedo - se sintio tan feliz en aquellos momentos, al menos ya tenia una cosa menos de que preocuparse, y pudiendo quedarse alli, hasta el día siguiente, era totalmente feliz y mandaría al diablo todas sus dudas y preocupaciones.
Pero claro, todo momentos de paz, de ternura y quietud, tenia que ser rota por una estupidez como aquella, pero asi lo prefería, asi le gustaba. Le pareció increíble como esa sonrisa tan dulce, de la nada se podia tornar tan provocadora, maliciosa.
Alzo una ceja y sonrió de medio lado. Si, era verdad, le dolia el cuerpo.
- dudo mucho que tu estés en mejores condiciones da -paseo una mano por su espalda, donde le habia clavado las uñas, donde aun estaban esos rasguños, y no lo decia solo por eso, ¿no lo habian hecho también en el jardin? Eso también le pasaria la cuenta- probablemente cuando despiertes no te quieras mover mucho da, estaras igual que yo
Por que si de algo estaba completamente seguro y no dudaría nunca… era de que al dia siguiente no se querrían mover, preferirían quedarse todo el dia en la cama… o a lo mucho arrastrarse hacia la ducha. Aunque por el momento… por mas cansado que estuviera, aun cuando tenia el cuerpo muy relajado y se sentía tranquilo, si se le daba la oportunidad de molestar no la desperdiciaría, as aun cuando era el otro el que empezaba.
Y seguiremos quizás por cuanto tiempo con esta batalla…
Mañana no iría a dar clases, estaba casi seguro de ello, pero ya luego hablaria con Nikita… alguna ventaja tendria que tener ser el hermano del rector, un permiso aunque fuera… tampoco es que fuera que se aprovechara de ser el hermano mayor de Nikita, no, cumplía con todo, al igual que los otros profesores (o como se suponía que debía ser), nunca le habian gustado los favoritismos, pero solo por hoy… en esta ocasión… queria aprovecharse de ello.
Lo único que espero es que sea una larga pelea donde jamás gane ninguno de los dos
Se habían condenado al enamorarse, eso era tan seguro como el invierno en Siberia, seguro les costaria demasiado y solo las sombras y la oscuridad les perdonarían aquella osadía y les dejarian quererse tranquilos.
Me basta con eso
Y ese grito mudo… le hubiera gustado tanto gritar su nombre en aquel momento, aunque fuera de forma quebrada, ahogada, pero no, se quedo solo como un grito mudo, algo atrapado en su garganta y que alli murio, sin poder expresar lo mucho que queria decir, aunque fuera por un gemido.
Vio como se lamia los dedos y no pudo evitar abrir los ojos, sorprendido por aquel gesto para mirarle igual de feroz, por mas cansado y relajado que estuviera en esos momentos. La pelea no terminaba entre dos rivales tan antiguos, era de esperarse, mas siendo ellos como eran.
Tercos
Impulsivos
Demasiado Apasionados…
Dejo escapar un suspiro cuando sintio que sacaba los dedos de su interior. La cama se hundio ligeramente a su lado cuando el cuerpo del yanqui reposo a su lado. Le parecio demasiado tranquilo ese momento, esos breves momentos de silencio infinito donde solo se podian escuchar sus respiraciones aun agitadas, mas la del ruso que la del yanqui. Se pregunto cuanto podria durar aquello, romper el silencio… le parecia necesario, pero no queria ser el, primero porque sabia que su voz sonaria ronca y algo quebrada por todo lo que acababa de ocurrir, y segundo… porque no se le ocurria que decir. Podia ser tan incomodo pero a la vez tan agradable, silencio… solo el sonido de sus respiraciones que se iban acompasando a medida que pasaba el tiempo.
Aun no entiendo como terminamos asi
Se suponia que tenian que estar peleando, discutiendo, que no se tendrían que soportar, no vivir esos momentos de tranquilidad, jamás, las cosas no debian ser asi, debian… ser distintas, ¡caóticas! Bueno, en la mente de Iván todo era caotico en eso momentos, los pensamientos y emociones chocaban entre si, se revolvian, se alzaban, mezclaban y se rehacían. Eran heroe y villano… nunca hay paz entre ellos, es la constante pelea entre el bien y el mal…
Uno nunca elige de quien enamorarse… porque cuando lo hace es con quien menos debe
Por su mente cruzo la reaccion de Nikita, la de Natasha… la de su familia en general si se llegaran a enterar. Irse a enamorar de otro chico.. ¡y un yanqui mas encima! Que vergüenza… ¿Qué nunca habia aprendido nada de la historia que tanto amaba? Estados Unidos… El solo hecho de evocar el nombre de ese pais, estando junto al ojiazul hizo que nuevamente su cabeza se llenara de mas de esos recuerdos confusos y lejanos, demasiado reales. Olvidate de eso Braginski, mejor piensa en lo que haras ahora, es mejor irse de una buena vez de aquel cuarto, de aquella cama que estaba impregnada de su propia esencia, de su olor… Es mejor largarse de una buena vez antes que te echen, rescata lo que te quede de orgullo y levántate, por mas que disfrutes del roce de las sabanas, de la cercanía de su cuerpo y el hecho de estar escuchando su respiracion.
Pero toda idea de ida/escape/fuga fue borrada de su mente en menos de un segundo cuando sintio esos brazos entorno a su cuerpo, le gusto tanto ese contacto, tan calido… de verdad, apenas si se podía acordar del frio en esos momentos, podría dormir únicamente abrazado al yanqui sin necesitar nada mas, nada de mantas, cobijas, sabanas, solamente sintiendo su cuerpo apegado al suyo.
“Hey… I love you…”
Ver su sonrisa fue algo indescriptible, demasiado hermoso, al igual como se podia perder en el azul de sus ojos, se podia perder en su sonrisa, mas aun cuando era tan dulce e inocente como en esos momentos… quine lo diria, ¿apenas cuanto rato habia pasado desde que esos mismos labios dulces estaban diciendo esas cosas soeces que le enloquecían? Casi se quiso reir pero no lo hico, por motivos obvios.
- ya tebya lyublyu -era la mejor forma de la que lo podia decir, en su propio idioma, porque le parecia en esos momentos mucho mas cercano y sincero.
Que mas daban todas esas dudas y temores, ¡que tambien era humano! Tenia necesidades, como la de estar junto a alguien, mas todavía cuando su corazón latia de forma tan agitada con solo verle. Podian dejar de lado aunque fueran unos momentos su actitud de heroe y villano, aunque fuera solo por un momento. Esa ternura en su sonrisa, en su mirada, en su rostro y en cada palabra, nunca habia pensado que lo necesitara tanto, le llenaba por completo aquello.
Le abrazo, pasando una mano por su pelo en una sutil caricia, permitiéndose incluso cerrar los ojos unos segundos cuando sintió ese suspiro contra su piel, era realmente agradable sentirlo asi. Y cuando le vio a los ojos… esos ojos que para el eran el cielo y el mar, el azul le parecio un color demasiado poderoso, y eso que a el siempre le habia gustado mucho mas el rojo… pero en esos momentos si le preguntaran cual era su color favorito, respondería con toda sinceridad: ‘el azul’.
Le abrazo un poco mas contra si cuando sintió ese beso, correspondiéndolo con la misma suavidad, entrecerrando los ojos, le parecio demasiado bueno, casi suspiro contra sus labios mientras aun lo besaba. Sonrió cuando escucho aquella petición en un susurro, volviendo a acariciar su pelo de forma ligera y corresponder ese nuevo beso.
- da, me quedo - se sintio tan feliz en aquellos momentos, al menos ya tenia una cosa menos de que preocuparse, y pudiendo quedarse alli, hasta el día siguiente, era totalmente feliz y mandaría al diablo todas sus dudas y preocupaciones.
Pero claro, todo momentos de paz, de ternura y quietud, tenia que ser rota por una estupidez como aquella, pero asi lo prefería, asi le gustaba. Le pareció increíble como esa sonrisa tan dulce, de la nada se podia tornar tan provocadora, maliciosa.
Alzo una ceja y sonrió de medio lado. Si, era verdad, le dolia el cuerpo.
- dudo mucho que tu estés en mejores condiciones da -paseo una mano por su espalda, donde le habia clavado las uñas, donde aun estaban esos rasguños, y no lo decia solo por eso, ¿no lo habian hecho también en el jardin? Eso también le pasaria la cuenta- probablemente cuando despiertes no te quieras mover mucho da, estaras igual que yo
Por que si de algo estaba completamente seguro y no dudaría nunca… era de que al dia siguiente no se querrían mover, preferirían quedarse todo el dia en la cama… o a lo mucho arrastrarse hacia la ducha. Aunque por el momento… por mas cansado que estuviera, aun cuando tenia el cuerpo muy relajado y se sentía tranquilo, si se le daba la oportunidad de molestar no la desperdiciaría, as aun cuando era el otro el que empezaba.
Y seguiremos quizás por cuanto tiempo con esta batalla…
Mañana no iría a dar clases, estaba casi seguro de ello, pero ya luego hablaria con Nikita… alguna ventaja tendria que tener ser el hermano del rector, un permiso aunque fuera… tampoco es que fuera que se aprovechara de ser el hermano mayor de Nikita, no, cumplía con todo, al igual que los otros profesores (o como se suponía que debía ser), nunca le habian gustado los favoritismos, pero solo por hoy… en esta ocasión… queria aprovecharse de ello.
Lo único que espero es que sea una larga pelea donde jamás gane ninguno de los dos
Se habían condenado al enamorarse, eso era tan seguro como el invierno en Siberia, seguro les costaria demasiado y solo las sombras y la oscuridad les perdonarían aquella osadía y les dejarian quererse tranquilos.
Me basta con eso
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Nunca hubiera encontrado nada mejor, realmente estar en los brazos del otro, dentro de aquella cama, en la cual seguramente estuviera manchada de sudor, de restos de la esencia de ambos, y sobretodo impregnada de aquel embriagante aroma que no se cansaría nunca de oler. Miró ligeramente hacia la ventana, viendo como comenzaba a salir el sol
¿Cuánto tiempo habrían estado juntos? Una cosa era segura, más que horas, y tan solo habían pasado apenas unos minutos para ellos. Pero claro, lo único que deseará era que no acabará. Y aunque tuviera clase, por unos momentos decidió no ir a clase, le parecía algo tan estúpido, ya que ninguna bronca o represaría contra él por culpa de no asistir a su trabajo sería más que el inmeso placer y felicidad que recorría todo el cuerpo del americano. Simplemente podría quedarse a vivir allí. No necesitaría nada, ni dormir, ni comer, ¿Para qué comer pudiendo degustar el sabor del ruso? Así también lo mantedría vigilado, nunca lo abandonaría, lo dejaría por otro. Nunca. El mero hecho de imaginarse sin él era….demasiado. Realmente ya formaba parte de él, parte de su vida, de su ser, de todo. Sin duda ese tipo de pensamientos le hizo sonrojarse ya que al fin y al cabo, era algo demasiado cursi como para que su mente no pudiera avergonzarse ante tales pensamientos.
Pero si se quedaba a vivir con el ruso…¡Un momento! ¿Quién había dicho nada de irse a vivir con él? A ver , lo quería mucho, pero jamás en su corto juicio se iría a vivir con él. No eran pareja sería, es decir, no eran una pareja normal. NO se casarían, no adoptarian un niño. NO. Ellos estaban muy bien juntos pero no en exceso. Ya que sino ambos se cansarían del otro. ¿Se cansarían? Quizás no, ya que la mente del americano volaba y miles de cosas se le ocurrían. Y ninguna de ellas buenas, encadenarlo, atarlo, pegarle. ¡No! Por lo menos en el tema sexual no se cansarían. Y en temas de amores, estar discutiendo seguramente si se volvería una rutina, pero bueno, una dolorosa rutina. Pero era así y siempre seria. Aunque en cierto modo no le desagradaba en absoluto. Era mejor así. En fin.
No podía creer que realmente el otro fuera a quedarse con él. Era simplemente fantastico, aunque no lo admitiría obviamente, era alguien demasiado terco y cabezota como para poder entrar en razón y decirselo de forma sincera, con un tono calmado, y seguramente con uno rápido ycortante tampoco. De la forma en que lo dijera seguiría siend demasiado cursi y dulce para alguien como él.
De nuevo penso, en simplemente dejarse llevar, decir lo primero que llegará la cabeza. En no dar tantas vueltas a las mismas cosas.
De pronto su mente aunque intentaba alejar pensamientos aparecian como relámpagos quedandose a vivir aquellas ideas dentro de la cabeza de este. Acababa de darse cuenta de que debería decirselo a su hermano, el cual seguramente no estaría a favor de algo así, ya que era ruso, y comunista. Tenian mentalidades demasiado diferentes nunca podrían encajar a no ser que fuera ne la cama. Y lo peor es que aún estando en la cama ya tenian sus problemas debido a saber quien demonios de los dos era el sumiso y quien el dominante. Aunque su hermano siempre lo había apoyado, aún sabiendo las locuras que podía hacer, y las miles de ideas incoherentes que se le habían ocurridoo a lo largo de su vida, así que algo así quizás pensaría que solo sería un capricho, UN JUGUETE. Los héroes al fin y al cabo se aburren de las cosas y luego las dejan. Pero era diferente. Aquello le sonaba las tipicas frases de series en las que el niño pequeña esta convencido de algo pero al curso del tiempo pierde fuerza aquello que defiende hasta al final cederle la razón a sus padres. Pero no era así, lo amaba y ya está. Y no dejaría que nadie, le tocará de la msima forma ni nada parecido.
Y aquella idea se fortaleció al escuchar aquel perfecto ruso, que ya le parecía casi como una melodía aquel idioma. Entraba suavemente por sus oidos, y podía repetirse tantas veces en ellos que jamás se cansaría de escucharlo. Lo amaba tanto. ¡Sin duda en aquel moemnto parecería una adolescente desvirgada y enamorada hasta el punto de la locura! ¡Y qué mas le daba! Era inmensamente feliz. Aunque a lo largo de sus ‘’cortas’’ relaciones ‘’amorosas’’ había aprendido algo de si mismo. No podía llevar una escena de amor y cursileria al final. Siempre, SIEMPRE pasaba algo que lo cortaba. Y claro esta vez no iba a ser menos. Incluso al esucchar como el otro se quedaría con él. Cosa que le alegro y no pudo disimular con aquella amplia sonrisa dibujada en su rostro, aunque más bien cosida.
Y claro tras aquello montó el numerito esperando la reacción del otro. Escuchando su contestación más que sincera, al igual que evidente. Pero no pduo evitar sonrojarse al ver que le otro tenía razón. Seguramente le dolería los muslos, las caderas, la espalda, el trasero. ¡Todo! Y era algo que debía empezar a hacerse la idea.
-Okey, puede ser asi…-dijo a regañadients.
Aunque claro, aunque se quedará a dormir,seguramente dormirían por la mañana ya que ya no era casi de noche… El hecho de dormir le desapareció, por una cosa muy sencilla. Era hiperactivo. Demasiado. Y aunque estuviera agotado, el ver que un día nuevo acababa de salir era una iniciativa para llevar al otro al borde del sobreesfuerzo. Debía mostrarse fuerte, hábil, valiente. Se le ocurrió una travesura pero para ello debía hacer que el otro se durmiera. ¡Le pintaría la cara! Yeah! La bandera americana, era una buena idea para hacer aquello, seguro que le sentaría bien. Su sonrisa se mostró amplia y traviesa. Era un genio. ¡UN GENIO! Así que debía dejarlo solo un tiempo para uqe le diera tiempo a dormirse y leugo aprovechar. Seguramente se enfadaría, pero compensaría por lo que podría reírse de él. Sin duda el héroe era alguien admirable, fantástico. ¿Cómo no podía haber tenido una idea tan brillante antes? Aún se lo preguntaba pero de pronto se pudo librar de su abrazo empujandolo sin ninguna mala intención.
¡Te amo, pero, un héroe debe recordar su naturaleza hahaha~!
-Voy a ducharme, mientras duerme, hahaha~ahora vengo-dijo arrastrando su cuerpo para poder sentarse sobre la cama dedicandole una sonrisa fingida de dulzura, al tener en sus ojos realmnete un brillo de malicia y travesura.
-No tardo nada-añadió completamente desnudo levantandose, mostrando marcas por todo su cuerpo ligeramente pálido debido a las dos sesiones de sexo disfrutado. Para llevar su cuerpo hasta en frente del armario agarrando ropa comoda, ya que no pensaba ir arreglado a clase ya que no asistiría, y diría que estaba enfermo o que tenía una misión supersecreta o algo. ¡Seguro que lo entenderían! Su vida es algo que siempre está muy liado y con una agenda muy apretada. (?). Tras eso se acerco al baño, agradecido completamente de tener un baño para él solo donde no tuvier aque compartirlo con nadie y encima espacioso. Aunque un héroe como él se merecía lo menos una suite de lujo, pero claro, hasta que no fuera presidente de los eestados unidos, que lo sería debía conformarse con lo que había.
-No te muevas de ahí-susurró agradeciendo el no llevar las gafas ya que más de una vez se le había olvidado quitarse las gafas para ducharse y para el rubio era algo molesto estar tan acostumbrado a llevarlas. Si fuera por él, seguramente se compraría lentillas, le quedaban bien, pero, eso de ponerselas toda la mañana. ¡Como si tuviera todo el tiempo del mundo! No sería la primera vez que llegaría tarde a una clase y encima se metía en un lio.
Ahora solo era cuestión de esperar para que su plan ‘’Operación pintar-al-cara-villano-mientras-duerme’’ se hiciera realidad.
¿Cuánto tiempo habrían estado juntos? Una cosa era segura, más que horas, y tan solo habían pasado apenas unos minutos para ellos. Pero claro, lo único que deseará era que no acabará. Y aunque tuviera clase, por unos momentos decidió no ir a clase, le parecía algo tan estúpido, ya que ninguna bronca o represaría contra él por culpa de no asistir a su trabajo sería más que el inmeso placer y felicidad que recorría todo el cuerpo del americano. Simplemente podría quedarse a vivir allí. No necesitaría nada, ni dormir, ni comer, ¿Para qué comer pudiendo degustar el sabor del ruso? Así también lo mantedría vigilado, nunca lo abandonaría, lo dejaría por otro. Nunca. El mero hecho de imaginarse sin él era….demasiado. Realmente ya formaba parte de él, parte de su vida, de su ser, de todo. Sin duda ese tipo de pensamientos le hizo sonrojarse ya que al fin y al cabo, era algo demasiado cursi como para que su mente no pudiera avergonzarse ante tales pensamientos.
Pero si se quedaba a vivir con el ruso…¡Un momento! ¿Quién había dicho nada de irse a vivir con él? A ver , lo quería mucho, pero jamás en su corto juicio se iría a vivir con él. No eran pareja sería, es decir, no eran una pareja normal. NO se casarían, no adoptarian un niño. NO. Ellos estaban muy bien juntos pero no en exceso. Ya que sino ambos se cansarían del otro. ¿Se cansarían? Quizás no, ya que la mente del americano volaba y miles de cosas se le ocurrían. Y ninguna de ellas buenas, encadenarlo, atarlo, pegarle. ¡No! Por lo menos en el tema sexual no se cansarían. Y en temas de amores, estar discutiendo seguramente si se volvería una rutina, pero bueno, una dolorosa rutina. Pero era así y siempre seria. Aunque en cierto modo no le desagradaba en absoluto. Era mejor así. En fin.
No podía creer que realmente el otro fuera a quedarse con él. Era simplemente fantastico, aunque no lo admitiría obviamente, era alguien demasiado terco y cabezota como para poder entrar en razón y decirselo de forma sincera, con un tono calmado, y seguramente con uno rápido ycortante tampoco. De la forma en que lo dijera seguiría siend demasiado cursi y dulce para alguien como él.
De nuevo penso, en simplemente dejarse llevar, decir lo primero que llegará la cabeza. En no dar tantas vueltas a las mismas cosas.
De pronto su mente aunque intentaba alejar pensamientos aparecian como relámpagos quedandose a vivir aquellas ideas dentro de la cabeza de este. Acababa de darse cuenta de que debería decirselo a su hermano, el cual seguramente no estaría a favor de algo así, ya que era ruso, y comunista. Tenian mentalidades demasiado diferentes nunca podrían encajar a no ser que fuera ne la cama. Y lo peor es que aún estando en la cama ya tenian sus problemas debido a saber quien demonios de los dos era el sumiso y quien el dominante. Aunque su hermano siempre lo había apoyado, aún sabiendo las locuras que podía hacer, y las miles de ideas incoherentes que se le habían ocurridoo a lo largo de su vida, así que algo así quizás pensaría que solo sería un capricho, UN JUGUETE. Los héroes al fin y al cabo se aburren de las cosas y luego las dejan. Pero era diferente. Aquello le sonaba las tipicas frases de series en las que el niño pequeña esta convencido de algo pero al curso del tiempo pierde fuerza aquello que defiende hasta al final cederle la razón a sus padres. Pero no era así, lo amaba y ya está. Y no dejaría que nadie, le tocará de la msima forma ni nada parecido.
Y aquella idea se fortaleció al escuchar aquel perfecto ruso, que ya le parecía casi como una melodía aquel idioma. Entraba suavemente por sus oidos, y podía repetirse tantas veces en ellos que jamás se cansaría de escucharlo. Lo amaba tanto. ¡Sin duda en aquel moemnto parecería una adolescente desvirgada y enamorada hasta el punto de la locura! ¡Y qué mas le daba! Era inmensamente feliz. Aunque a lo largo de sus ‘’cortas’’ relaciones ‘’amorosas’’ había aprendido algo de si mismo. No podía llevar una escena de amor y cursileria al final. Siempre, SIEMPRE pasaba algo que lo cortaba. Y claro esta vez no iba a ser menos. Incluso al esucchar como el otro se quedaría con él. Cosa que le alegro y no pudo disimular con aquella amplia sonrisa dibujada en su rostro, aunque más bien cosida.
Y claro tras aquello montó el numerito esperando la reacción del otro. Escuchando su contestación más que sincera, al igual que evidente. Pero no pduo evitar sonrojarse al ver que le otro tenía razón. Seguramente le dolería los muslos, las caderas, la espalda, el trasero. ¡Todo! Y era algo que debía empezar a hacerse la idea.
-Okey, puede ser asi…-dijo a regañadients.
Aunque claro, aunque se quedará a dormir,seguramente dormirían por la mañana ya que ya no era casi de noche… El hecho de dormir le desapareció, por una cosa muy sencilla. Era hiperactivo. Demasiado. Y aunque estuviera agotado, el ver que un día nuevo acababa de salir era una iniciativa para llevar al otro al borde del sobreesfuerzo. Debía mostrarse fuerte, hábil, valiente. Se le ocurrió una travesura pero para ello debía hacer que el otro se durmiera. ¡Le pintaría la cara! Yeah! La bandera americana, era una buena idea para hacer aquello, seguro que le sentaría bien. Su sonrisa se mostró amplia y traviesa. Era un genio. ¡UN GENIO! Así que debía dejarlo solo un tiempo para uqe le diera tiempo a dormirse y leugo aprovechar. Seguramente se enfadaría, pero compensaría por lo que podría reírse de él. Sin duda el héroe era alguien admirable, fantástico. ¿Cómo no podía haber tenido una idea tan brillante antes? Aún se lo preguntaba pero de pronto se pudo librar de su abrazo empujandolo sin ninguna mala intención.
¡Te amo, pero, un héroe debe recordar su naturaleza hahaha~!
-Voy a ducharme, mientras duerme, hahaha~ahora vengo-dijo arrastrando su cuerpo para poder sentarse sobre la cama dedicandole una sonrisa fingida de dulzura, al tener en sus ojos realmnete un brillo de malicia y travesura.
-No tardo nada-añadió completamente desnudo levantandose, mostrando marcas por todo su cuerpo ligeramente pálido debido a las dos sesiones de sexo disfrutado. Para llevar su cuerpo hasta en frente del armario agarrando ropa comoda, ya que no pensaba ir arreglado a clase ya que no asistiría, y diría que estaba enfermo o que tenía una misión supersecreta o algo. ¡Seguro que lo entenderían! Su vida es algo que siempre está muy liado y con una agenda muy apretada. (?). Tras eso se acerco al baño, agradecido completamente de tener un baño para él solo donde no tuvier aque compartirlo con nadie y encima espacioso. Aunque un héroe como él se merecía lo menos una suite de lujo, pero claro, hasta que no fuera presidente de los eestados unidos, que lo sería debía conformarse con lo que había.
-No te muevas de ahí-susurró agradeciendo el no llevar las gafas ya que más de una vez se le había olvidado quitarse las gafas para ducharse y para el rubio era algo molesto estar tan acostumbrado a llevarlas. Si fuera por él, seguramente se compraría lentillas, le quedaban bien, pero, eso de ponerselas toda la mañana. ¡Como si tuviera todo el tiempo del mundo! No sería la primera vez que llegaría tarde a una clase y encima se metía en un lio.
Ahora solo era cuestión de esperar para que su plan ‘’Operación pintar-al-cara-villano-mientras-duerme’’ se hiciera realidad.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Los opuestos se atraen.
Hacia mucho tiempo que habia escuchado esa frase pero en relacion a otras personas y siempre le habia quedado dando vueltas en la cabeza. ‘Los opuestos se atraen’ ¿Cómo dos personas distintas, que pensaban distintos y de aficiones totalmente opuestas se podian atraer? Se le hacia extraño la verdad, y nunca la habia terminado por creer, le parecia imposible… claro, hasta esta noche y pensaba que esta noche la habia entendido un poco mejor.
En esa cama, donde se estaban oponiendo comunismo y capitalismo, un pensamiento exagerado y desbordante contra uno mas mesurado e introvertido, una pelea constante por la dominancia, por someter al otro… y aun asi, con todas sus diferencias y discrepancias habian encontrado la armonia para amarse, se forma acelerada y desesperada, como si las horas se les fueran en carrera pero la habian encontrado, y al parecer ambos estaban conformes con esa forma.
Aunque por una vez me gustaria hacerlo de forma mas calmada ….
Un leve suspiro escapo de sus labios, era tan agradable la tibieza que aun desprendia la cama, las sabanas impregnada con las esencias de ambos, le gustaba sentir esos brazos en torno a su cuerpo y a la vez el poder abrazar al yanqui, le parecia increible que a alguien tan grande y fuerte como era el otro, a ratos le pareciera tan pequeño y frágil, como algo a lo que hay que cuidar y proteger. Deshecho de inmediato esas ideas, no, no eran las cosas asi, ambos podian mantenerse solo, eran autosuficientes y no dependian de las acciones del otro, nunca seria asi, o la batalla se acabaria.
Mentiras…
Estaba prendado, igual que un adolescente con su primer amor, aquel que se cree que es el unico y que jamás se podria acabar, y que si lo hiciera la vida se acaba alli mismo. Que triste era saber que en tan solo un par de horas se habia vuelto tan dependiente de alguien, que le podia llegar a necesitar tanto y se podia volver tan adicto a el, ‘es casi patetico’ Era la sensación de debilidad absoluta, de esta por completo a la merced del otro y de a la vez saber que el yanqui tambien estaba a su completa merced.
Quedo mirando aquella enorme sonrisa en el rostro del otro, parecia tan feliz solo con un par de palabras, palabras que acarreaban mucho y condenaban, pero no le importaba, con ver esa sonrisa le bastaba. Y no pudo evitar sonreir el mismo cuando le escucho admitir a regañadientes que tenia razon.
- sera asi da~ -no iba a ser el unico que estuviera adolorido durante el dia, por supuesto que no, y en el caso de ser asi… que volveria a tomar al yanqui y lo ataria a la cama y despues… bueno, era mas que obvio lo que le haria.
Estaba comodo, tranquilo y casi por adormecerse, aun abrazado al otro cuando vio esa sonrisa traviesa que por algun motivo no le pinto nada buenas las cosas. Y el que pretendia dormir un buen par de horas…
No le agrado para nada que lo separaran de aquel abrazo, pero tampoco comento nada contra ello y se limito a quedarse a un lado de la cama, acomodandose entre las cobijas y las almohada, mirando al otro, por mas que su sonrisa fuera dulce… no podia dejarse engañar por ella, le bastaba ver ese brillo malicioso en sus ojos, aunque por un momento olvido todos sus malos pensamientos al escuchar la palabra ‘ducha’. Una ducha… La imagen del cuerpo del yanqui bajo el chorro de agua, lleno de espuma se le antojo demasiado tentadora, lo que daria por el mismo recorrer con sus manos todo su cuerpo y poder…
¡DEJA DE PENSAR EN SEXO!
Claro, claro, ya tenia que dejar esos pensamientos de lado, ¿no acababan de hacerlo? Pero no se podia quitar la idea de hacerlo en la ducha… contra la pared, de pie, de todas las formas que se le ocurrieran y en todos los lugares imaginables. Mejor ni ofrecia la idea de acompañarlo a la ducha o terminarian por volver a hacerlo, y eso no seria… bueno, si seria bueno… tal vez no… ¿Cómo que no? ¡seria estupendo! ¿Es que no se cansaba nunca? ¡Era todo culpa del yanqui! ¡por ser tan adictivo! Que ya no podria volver a ver una ducha sin imaginarse mil cosas.
Los heroes PERVIERTEN a los villanos
Hundio la cara en la almohada, se acababa de hacer un lio y no podia quitarse las mil y un ideas que cruzaban su cabeza, las cuales jamás reconoceria que pensaba, si segui asi terminaria por excitarse otra vez y al parecer eso, estando el yanqui con el no le costaba para nada, es mas, ocurria con demasiada facilidad, mas de la que querria. Con un esfuerzo sobrehumano logro por fin vislumbrar algo que no estuviera relacionado con el yanqui desnudo arrinconado contra la ducha. Aparto un poco la cara de la almohada al escuchar que el otro no tardaria nada para verlo totalmente desnudo, le encanto de sobremanera ver todas y cada una de las marcas que habia dejado en su cuerpo, los rasguños, las mordidas que contrastaban contra la piel del americano, le parecio hermoso, mas aun cuando los primeros rayos del sol se colaban pro la ventana y le daban un leve color que no se definia entre los rojizo y el azul grisáceo.
Se acomodo bocabajo en la cama, poniendo un brazo sobre la almohada para apoyar la cabeza mientras seguia con la mirada los movimientos del yanqui.
- OK, espero da -bostezo y acomodo su cabeza sobre su brazo, tanteando con la otra mano las sabanas para poder cubrirse un poco, el frio siempre le habia acosado, y por lo mismo habia sido agradable sentirse caliente entre los brazos del yanqui, pero ya que el otro se iba a la ducha… no le quedaba otra que volver a los metodos tradicionales para capear el frio. En su mente aparecian dos opciones, 1... Decirle al yanqui que se olvidara de la ducha y volviera a la cama con el para continuar con lo que habian iniciado ya hacia horas, 2: seguirlo a la ducha y ver que tan cierto tenian sus fantasias sobre como se veria el yanqui mojado por completo bajo el agua de la ducha…. Y 3, y la que menos le llamaba la atencion pero que su cuerpo era la ue mas reclamaba, dormir, dejarse acunar por los brazos de morfeo y dormir por un buen par de horas en esa cama que tenia el olor del yanqui impregnado y que seguro seria capaz de hacerle dormir sin pesadillas.
Le vio irse a la ducha… bien, se le escapo la opcion 1 pero aun tenia las opciones 2 y 3. Se estiro a sus anchas sobre la cama, volviendo a acomodarse.
- voy a necesitar ropa limpia da. . .-murmuro para si mismo, agradeciendo que su cuarto quedara solo al lado, entre el del yanqui y…- ¡ahh! -con solo acordarse de que Nikita dormia al lado, se habia levantado de golpe, alarmado, y su cuerpo que segundos atrás habia estado completamente relajado se tenso por completo, el resultado se tradujo como dolor en cada uno de los musculos lastimados. Se dejo caer de nuevo sobre la cama, pensando en las posibilidades que Nikita los hubiera escuchado.
- con todo lo que grite lo raro seria que alguien NO hubiera escuchado da…. -su rostro se sonrojo de sobre manera y agradecio que el yanqui no estuviera presente. Volvio a hundir la cara en la almohada y solto un par de maldiciendo en voz bajas que apenas si se escucharon amortiguadas contra la tela de la cama.
Prefirio cerrar los ojos y tratar de dormir, aun con todas las inquietudes que se acababan de generar. Queria descansar un poco, olvidarse de todo, concentrarse unicamente en los bien que lo habia pasado y que le diera exactamente lo mismo que los hubieran escuchado o no, eso no quitaba el buen recuerdo que le quedaba, tampoco quitaba lo agradable que se sentia el escuchar ese ‘I love you’ que habia susurrado el yanqui. Suspiro levemente, abrazandose un poco mas a la almohada recordando tambien esa sonrisa traviesa que no auguraba nada bueno.
Si me duermo se que me va a hacer algo que no me gustara para nada
Pero la cama era embriagante y solo lo jalaba mas hacia una somnolencia que acabaria por sumergirlo por completo en el sueño, a veces le aterraba tanto el quedarse dormido, y no por quedar a merced de un yanqui que tenia una sonrisa que no aseguraba nada bueno, siempre habia sido igual, desde que era pequeño, dormir le asustaba. Pero su cuerpo en esos momentos se lo pedia y trato de olvidarse de esa mirada maliciosa.
- tampoco… es co-como si… fuera un niño da… que me va a rayar la cara mientras duermo -susurro entre un bostezo.
Se dejo llevar por el sueño, su rostro adquirio un tono levemente afligido cuando se quedo dormido por completo, abrazando la almohada con mas fuerza. Mas de una vez lo habia escuchado: Pareces un niño asustado cuando duermes
Hacia mucho tiempo que habia escuchado esa frase pero en relacion a otras personas y siempre le habia quedado dando vueltas en la cabeza. ‘Los opuestos se atraen’ ¿Cómo dos personas distintas, que pensaban distintos y de aficiones totalmente opuestas se podian atraer? Se le hacia extraño la verdad, y nunca la habia terminado por creer, le parecia imposible… claro, hasta esta noche y pensaba que esta noche la habia entendido un poco mejor.
En esa cama, donde se estaban oponiendo comunismo y capitalismo, un pensamiento exagerado y desbordante contra uno mas mesurado e introvertido, una pelea constante por la dominancia, por someter al otro… y aun asi, con todas sus diferencias y discrepancias habian encontrado la armonia para amarse, se forma acelerada y desesperada, como si las horas se les fueran en carrera pero la habian encontrado, y al parecer ambos estaban conformes con esa forma.
Aunque por una vez me gustaria hacerlo de forma mas calmada ….
Un leve suspiro escapo de sus labios, era tan agradable la tibieza que aun desprendia la cama, las sabanas impregnada con las esencias de ambos, le gustaba sentir esos brazos en torno a su cuerpo y a la vez el poder abrazar al yanqui, le parecia increible que a alguien tan grande y fuerte como era el otro, a ratos le pareciera tan pequeño y frágil, como algo a lo que hay que cuidar y proteger. Deshecho de inmediato esas ideas, no, no eran las cosas asi, ambos podian mantenerse solo, eran autosuficientes y no dependian de las acciones del otro, nunca seria asi, o la batalla se acabaria.
Mentiras…
Estaba prendado, igual que un adolescente con su primer amor, aquel que se cree que es el unico y que jamás se podria acabar, y que si lo hiciera la vida se acaba alli mismo. Que triste era saber que en tan solo un par de horas se habia vuelto tan dependiente de alguien, que le podia llegar a necesitar tanto y se podia volver tan adicto a el, ‘es casi patetico’ Era la sensación de debilidad absoluta, de esta por completo a la merced del otro y de a la vez saber que el yanqui tambien estaba a su completa merced.
Quedo mirando aquella enorme sonrisa en el rostro del otro, parecia tan feliz solo con un par de palabras, palabras que acarreaban mucho y condenaban, pero no le importaba, con ver esa sonrisa le bastaba. Y no pudo evitar sonreir el mismo cuando le escucho admitir a regañadientes que tenia razon.
- sera asi da~ -no iba a ser el unico que estuviera adolorido durante el dia, por supuesto que no, y en el caso de ser asi… que volveria a tomar al yanqui y lo ataria a la cama y despues… bueno, era mas que obvio lo que le haria.
Estaba comodo, tranquilo y casi por adormecerse, aun abrazado al otro cuando vio esa sonrisa traviesa que por algun motivo no le pinto nada buenas las cosas. Y el que pretendia dormir un buen par de horas…
No le agrado para nada que lo separaran de aquel abrazo, pero tampoco comento nada contra ello y se limito a quedarse a un lado de la cama, acomodandose entre las cobijas y las almohada, mirando al otro, por mas que su sonrisa fuera dulce… no podia dejarse engañar por ella, le bastaba ver ese brillo malicioso en sus ojos, aunque por un momento olvido todos sus malos pensamientos al escuchar la palabra ‘ducha’. Una ducha… La imagen del cuerpo del yanqui bajo el chorro de agua, lleno de espuma se le antojo demasiado tentadora, lo que daria por el mismo recorrer con sus manos todo su cuerpo y poder…
¡DEJA DE PENSAR EN SEXO!
Claro, claro, ya tenia que dejar esos pensamientos de lado, ¿no acababan de hacerlo? Pero no se podia quitar la idea de hacerlo en la ducha… contra la pared, de pie, de todas las formas que se le ocurrieran y en todos los lugares imaginables. Mejor ni ofrecia la idea de acompañarlo a la ducha o terminarian por volver a hacerlo, y eso no seria… bueno, si seria bueno… tal vez no… ¿Cómo que no? ¡seria estupendo! ¿Es que no se cansaba nunca? ¡Era todo culpa del yanqui! ¡por ser tan adictivo! Que ya no podria volver a ver una ducha sin imaginarse mil cosas.
Los heroes PERVIERTEN a los villanos
Hundio la cara en la almohada, se acababa de hacer un lio y no podia quitarse las mil y un ideas que cruzaban su cabeza, las cuales jamás reconoceria que pensaba, si segui asi terminaria por excitarse otra vez y al parecer eso, estando el yanqui con el no le costaba para nada, es mas, ocurria con demasiada facilidad, mas de la que querria. Con un esfuerzo sobrehumano logro por fin vislumbrar algo que no estuviera relacionado con el yanqui desnudo arrinconado contra la ducha. Aparto un poco la cara de la almohada al escuchar que el otro no tardaria nada para verlo totalmente desnudo, le encanto de sobremanera ver todas y cada una de las marcas que habia dejado en su cuerpo, los rasguños, las mordidas que contrastaban contra la piel del americano, le parecio hermoso, mas aun cuando los primeros rayos del sol se colaban pro la ventana y le daban un leve color que no se definia entre los rojizo y el azul grisáceo.
Se acomodo bocabajo en la cama, poniendo un brazo sobre la almohada para apoyar la cabeza mientras seguia con la mirada los movimientos del yanqui.
- OK, espero da -bostezo y acomodo su cabeza sobre su brazo, tanteando con la otra mano las sabanas para poder cubrirse un poco, el frio siempre le habia acosado, y por lo mismo habia sido agradable sentirse caliente entre los brazos del yanqui, pero ya que el otro se iba a la ducha… no le quedaba otra que volver a los metodos tradicionales para capear el frio. En su mente aparecian dos opciones, 1... Decirle al yanqui que se olvidara de la ducha y volviera a la cama con el para continuar con lo que habian iniciado ya hacia horas, 2: seguirlo a la ducha y ver que tan cierto tenian sus fantasias sobre como se veria el yanqui mojado por completo bajo el agua de la ducha…. Y 3, y la que menos le llamaba la atencion pero que su cuerpo era la ue mas reclamaba, dormir, dejarse acunar por los brazos de morfeo y dormir por un buen par de horas en esa cama que tenia el olor del yanqui impregnado y que seguro seria capaz de hacerle dormir sin pesadillas.
Le vio irse a la ducha… bien, se le escapo la opcion 1 pero aun tenia las opciones 2 y 3. Se estiro a sus anchas sobre la cama, volviendo a acomodarse.
- voy a necesitar ropa limpia da. . .-murmuro para si mismo, agradeciendo que su cuarto quedara solo al lado, entre el del yanqui y…- ¡ahh! -con solo acordarse de que Nikita dormia al lado, se habia levantado de golpe, alarmado, y su cuerpo que segundos atrás habia estado completamente relajado se tenso por completo, el resultado se tradujo como dolor en cada uno de los musculos lastimados. Se dejo caer de nuevo sobre la cama, pensando en las posibilidades que Nikita los hubiera escuchado.
- con todo lo que grite lo raro seria que alguien NO hubiera escuchado da…. -su rostro se sonrojo de sobre manera y agradecio que el yanqui no estuviera presente. Volvio a hundir la cara en la almohada y solto un par de maldiciendo en voz bajas que apenas si se escucharon amortiguadas contra la tela de la cama.
Prefirio cerrar los ojos y tratar de dormir, aun con todas las inquietudes que se acababan de generar. Queria descansar un poco, olvidarse de todo, concentrarse unicamente en los bien que lo habia pasado y que le diera exactamente lo mismo que los hubieran escuchado o no, eso no quitaba el buen recuerdo que le quedaba, tampoco quitaba lo agradable que se sentia el escuchar ese ‘I love you’ que habia susurrado el yanqui. Suspiro levemente, abrazandose un poco mas a la almohada recordando tambien esa sonrisa traviesa que no auguraba nada bueno.
Si me duermo se que me va a hacer algo que no me gustara para nada
Pero la cama era embriagante y solo lo jalaba mas hacia una somnolencia que acabaria por sumergirlo por completo en el sueño, a veces le aterraba tanto el quedarse dormido, y no por quedar a merced de un yanqui que tenia una sonrisa que no aseguraba nada bueno, siempre habia sido igual, desde que era pequeño, dormir le asustaba. Pero su cuerpo en esos momentos se lo pedia y trato de olvidarse de esa mirada maliciosa.
- tampoco… es co-como si… fuera un niño da… que me va a rayar la cara mientras duermo -susurro entre un bostezo.
Se dejo llevar por el sueño, su rostro adquirio un tono levemente afligido cuando se quedo dormido por completo, abrazando la almohada con mas fuerza. Mas de una vez lo habia escuchado: Pareces un niño asustado cuando duermes
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
El plan era simplemente perfecto, mientras el otro dormía el gran héroe aprovecharía para avergonzar al villano, y reírse de su verdadera naturaleza, además de marcar en su frente una bandera de los estados undios marcando que aquel maravilloso país lo acababa de conquistar para toda la vida. Quisiera o no. Pero para ello el otro debía dormirse, y después de dos veces hacerlo y toda la noche pasarla en vela, quería decir que entonces quizás sí estuviera dormido después de que se duchara, pero ¿y si no fuera así? Maldita sea, necesitaba que el otro se durmiera, sino, su gran plan se iria y se aburriera mortalmente si seguidamente el otro se fuera ducharse cuando el americano terminará. Aunque claro, para estar tirado en la cama esperando a que el ruso terminará de ducharse para sentir su calor era….¡Tan molesto y aburrido! Un héroe no podía permitir algo semejante. Debería hacer algo.. ¿El qué? Quizás para poder sentir su cuerpo debería ir….¿a ducharse de nuevo con él?
NO
¿Cómo podía pensar en algo así despuées de acabar de hacerlo? Aunque la idea de ponero contra la fría pared húmeda de la ducha, besarlo, devorarlo, sintiendo como su cuerpo se estremecía. O incluso siendo él el que estuviera contra la fría pared, sintiendo el agua recorrer el cuerpo de ambos, sinteindo escalofrios por el calor producido por el otro y el frio de su mejilla y su pecho al ser acorralado contra el muro. Para seguidamente volver a hacerlo de pie, gemidos, jadeos, espamos, suplicas, chillidos, resonando en toda aquella habitación.
NO
¡Acababan de hacerlo! NADA DE SEXO. Pero no era su culpa, sino del otro por tener aquellas ideas, pero realmente seguramente no estaría satisfecho hasta no haberlo hecho en todos los lugares posibles. Hasta haber probado todo, sexo oral, sadomasoquismo, juguetes, trios…¿Trios? No. No dejaría que nadie tocará a su ruso, nucna, solo él. Para siempre.
Tras poder pensar eso se dio cuenta de que era un adolescente, no un adulto, ya que sus hormonas estaban revolucionadas, necesitaba tanto hacerlo suyo, hacerle el amor mejor dicho porque ya no se podía considerar ‘’follar’’ ni ‘’tener sexo’’ era hacerle el amor, ya que aunque fuera un imbécil, la diferencia de todos los demás imbéciles, es que aunque sonará cursi, era SU imbécil.
Escuchó al otro mientras entraba al baño y cerraba la puerta, sin embargo sin pestillo ni nada parecido, ya que se suponía que no hacia falta, ya que si no compartía habitación con nadie, nadie iba a entrar. Como era algo comprensible. Así que luego si el ruso no se dormía podía meterse ene l baño y disfrutar de aquello para hacerlo suyo en el baño, o dejarse hacerse, lo que prefiriera, realmente ambas cosas le gustaban, porque el americano era calentado por el ruso tanto que sería capaz de cualquier cosa, si con ello el ruso estuviera satisfecho.
Avanzó desnudo en el baño pero en silencio para escuchar si el otro hablaba o decía algo y no podía escucharlo, pero solo un leve murmullo del cual al ser tan bajito apenas pudo reconocer lo que decía. Así que prefirió no darle mayor importancia y simplemente pensar que podría escribirle aunque claro, el americano siendo alguien tan creativo no debia pensar en ello, ya que eso saldría solo, sin necesidad de ninguna cosa más, es decir, de pensarlo.
Encendió el grifo del baño esperando poner una buena temperatura, una tibia, no l egustaba ni el calor en exceso, ni el frio, lo mejor esta en un punto medio. Entró con cuidado en la ducha colocandose debajo del agua. Seguidamente cerró los ojos. Realmente aquel lugar era relajante, pero el no tener al otro era…lo que faltaba. Ducharse con el otro seguramente si sería bueno, pero de relajante tendría poco realmente. Valdría la pena. Era demasiado excitante el pensar en que harían juntos en la ducha, o mejor dicho, frustante por no haberlo invitado a venir. ¡Tampoco quería parecer un obseso pro el sexo! Aunque aquello más que nada parecía la aútentica realidad.
Su mente comenzó a volar bajo la ducha, ya que ni siquiera se enjabonó al tan solo pensar en el cuerpo del otro, pero ahora no saldría de la ducha para decirle que saleira para hacerselo en la ducha. No. Mente fría.
Mente fría.
Se repetía aquello epro poco pudo durar aquel cúmulo de ideas. Ya que en su mente no paraban de aparecer imágenes de ambos haciendolo en l ducha, mientras sentía su piel aún mojada por el agua que discurría pro cada centímetro de su peil, imaginandose o mejor dcho deseando que fueran las manos del que ahroa seguramente estaría durmiendo en su cama. Los gemidos del otro en aquel sitio tan pequeño. Todo le comenzaba a sobrepasar, sus ojos se abrieron ligeramente viendo como la ducha empezaba a llenarse de vapor de agua, empañanado los cristales, debido a la temperatura del agua, y del cuerpo en llamas que empenzaba a arder.
De repente le era imposible ocultar la vergüenza que estaba marcada en su cara. Y seguramente no desaparecería así como así cuando su hombría iba despertando por las cosas que su mente podía llegar a imaginar. En su interior no desea dejar de imaginarselo. El ocio le gana, es una razón. Y el otro porque…simplemente lo desea, y como no iba a molestarlo quizás debería…¿masturbarse?
Aquella idea le pareció tan vergonzosa, y más en un lugar así. ¡Era un sucio! Pero…. Su miembro cuando quisó abrir los ojos vio como se encontraba ya bastante despierto. Maldito ruso.
Cerró los ojos de nuevo, intentando relajar sus músculos los cuales los hacen estar completamente rígido. Para seguidamente deslizar su mano. ¿Para qué? Era algo bastante evidente y obvio. Busca impaciente su erección. Apoyó su espalda contra la pared sin parar de recibir el agua en su cuerpo. Sintió el frío de la pared que le hizó alzar la cabeza pudiendo sacarla de la trayectoria del agua soltando un suave jadeo, además de arquear la espalda. Aquel contraste era tan raro y excitante a la vez. Es obvio que no podía sentir al ruso, pero la imaginación de este llegaba hasta limites insospechadsos. Rozó la punta con la palma de su mano, sintiéndo mucho más placer al estar lubricado pro el agua y no puede evitar jadear.
-ugh….
Separó un poco las piernas, para poder hacerlo mejor a sí mismo. Vuelve agarrar firmemente desde la base comenzando a recorrer hacia arriba con el puño cerrado, dando círculos en la hendidura con el pulgar una y otra vez. Hecha la cabeza hacia atrás removiéndose de placer que él mismo se da. Aunque realmente en su mente no estaba solo, no era él quien se daba ese placer sino el mismor uso que ahora estaría durmeindo, pero en aquel sucio momento le estaba aplicando sexo oral.
¡Maldito, maldito, maldito! Es tan maldito que tiene que apretar los labios para no dejar escapar un fuerte gemido y la culpa era del ruso, por ser una escena tan endemoniadamente erótica. Ya que no deseaba que el otro se diera cuenta e aquellos gemidos dissimulados provenientes del baño.
―Ugh… ―gime despacio al pensar en la boca la rusa. Tiene que imaginarse que sus manos son la húmeda cavidad del mayor. Lo ve. Lo ve, lo ve, lo ve― Ah… Yes…yes, yes.
Lo visualiza manteniendo los azules cerrados mientras mueve las manos por toda su sensibilidad masculina ajustando parecer una boca. La boca de Iván. Esa es. La puede sentir. El aliento evaporado se ajusta a su gran erección apoderándose por completo, y la lengua le acaricia la punta quitándole toda la lubricación para deslizarla a la base, comenzando a subir lentamente rodeándola a cada lado donde sus venas se calientan agarrando que le crece aún más. ¿Le puede seguir creciendo? Prefiere no buscarse explicaciones, es mucho mejor seguir dándose placer. El aire se le hace ardiente y dificultoso para respirar. Parece un placentero infierno
-Iv…Iván…yes..yes…-sus labios hacen que escapen el nombre de su amante mientras se imagina aquello, porque ya aquella dulce fantasía le parecía tan real que deseaba que el ruso se lo hiciera, lo necesitaba. Pero debía recordar que no podía despertarlo. Su mano libre y húmeda no pudo contenerse más introduciendo dos dedos en su propia entrada colocandose contra la pared mientras aquella inminente fantasía lo hacia delirar, era algo dificultoso, por no decir basntate masturbarse y penetrarse al mismo ritmo, pero realmente era doblemente placentero.
-Gimme…more…fuck me…ahh..ahh..god…yes…-su boca no podía evitar decir todo tipo de soeces, aún sabiendo que era si mismo en su mente solo podía seer la imagen del ruso haciendole el amor en la ducha tal y como deseaba. Ni siquiera escondió sus gemidos, era ya demasiado. No le importaba que le viera en aquella situacion tan vergonzosa, quizás se brularía o quizás….se lo hiciera allí mismo más salvaje al verlo tan desesperado. Ya que su rostro era demasiado excitante, húmedo, rojo, caliente, y gimiendo mientras se tocaba a si mismo. Demasiado.
NO
¿Cómo podía pensar en algo así despuées de acabar de hacerlo? Aunque la idea de ponero contra la fría pared húmeda de la ducha, besarlo, devorarlo, sintiendo como su cuerpo se estremecía. O incluso siendo él el que estuviera contra la fría pared, sintiendo el agua recorrer el cuerpo de ambos, sinteindo escalofrios por el calor producido por el otro y el frio de su mejilla y su pecho al ser acorralado contra el muro. Para seguidamente volver a hacerlo de pie, gemidos, jadeos, espamos, suplicas, chillidos, resonando en toda aquella habitación.
NO
¡Acababan de hacerlo! NADA DE SEXO. Pero no era su culpa, sino del otro por tener aquellas ideas, pero realmente seguramente no estaría satisfecho hasta no haberlo hecho en todos los lugares posibles. Hasta haber probado todo, sexo oral, sadomasoquismo, juguetes, trios…¿Trios? No. No dejaría que nadie tocará a su ruso, nucna, solo él. Para siempre.
Tras poder pensar eso se dio cuenta de que era un adolescente, no un adulto, ya que sus hormonas estaban revolucionadas, necesitaba tanto hacerlo suyo, hacerle el amor mejor dicho porque ya no se podía considerar ‘’follar’’ ni ‘’tener sexo’’ era hacerle el amor, ya que aunque fuera un imbécil, la diferencia de todos los demás imbéciles, es que aunque sonará cursi, era SU imbécil.
Escuchó al otro mientras entraba al baño y cerraba la puerta, sin embargo sin pestillo ni nada parecido, ya que se suponía que no hacia falta, ya que si no compartía habitación con nadie, nadie iba a entrar. Como era algo comprensible. Así que luego si el ruso no se dormía podía meterse ene l baño y disfrutar de aquello para hacerlo suyo en el baño, o dejarse hacerse, lo que prefiriera, realmente ambas cosas le gustaban, porque el americano era calentado por el ruso tanto que sería capaz de cualquier cosa, si con ello el ruso estuviera satisfecho.
Avanzó desnudo en el baño pero en silencio para escuchar si el otro hablaba o decía algo y no podía escucharlo, pero solo un leve murmullo del cual al ser tan bajito apenas pudo reconocer lo que decía. Así que prefirió no darle mayor importancia y simplemente pensar que podría escribirle aunque claro, el americano siendo alguien tan creativo no debia pensar en ello, ya que eso saldría solo, sin necesidad de ninguna cosa más, es decir, de pensarlo.
Encendió el grifo del baño esperando poner una buena temperatura, una tibia, no l egustaba ni el calor en exceso, ni el frio, lo mejor esta en un punto medio. Entró con cuidado en la ducha colocandose debajo del agua. Seguidamente cerró los ojos. Realmente aquel lugar era relajante, pero el no tener al otro era…lo que faltaba. Ducharse con el otro seguramente si sería bueno, pero de relajante tendría poco realmente. Valdría la pena. Era demasiado excitante el pensar en que harían juntos en la ducha, o mejor dicho, frustante por no haberlo invitado a venir. ¡Tampoco quería parecer un obseso pro el sexo! Aunque aquello más que nada parecía la aútentica realidad.
Su mente comenzó a volar bajo la ducha, ya que ni siquiera se enjabonó al tan solo pensar en el cuerpo del otro, pero ahora no saldría de la ducha para decirle que saleira para hacerselo en la ducha. No. Mente fría.
Mente fría.
Se repetía aquello epro poco pudo durar aquel cúmulo de ideas. Ya que en su mente no paraban de aparecer imágenes de ambos haciendolo en l ducha, mientras sentía su piel aún mojada por el agua que discurría pro cada centímetro de su peil, imaginandose o mejor dcho deseando que fueran las manos del que ahroa seguramente estaría durmiendo en su cama. Los gemidos del otro en aquel sitio tan pequeño. Todo le comenzaba a sobrepasar, sus ojos se abrieron ligeramente viendo como la ducha empezaba a llenarse de vapor de agua, empañanado los cristales, debido a la temperatura del agua, y del cuerpo en llamas que empenzaba a arder.
De repente le era imposible ocultar la vergüenza que estaba marcada en su cara. Y seguramente no desaparecería así como así cuando su hombría iba despertando por las cosas que su mente podía llegar a imaginar. En su interior no desea dejar de imaginarselo. El ocio le gana, es una razón. Y el otro porque…simplemente lo desea, y como no iba a molestarlo quizás debería…¿masturbarse?
Aquella idea le pareció tan vergonzosa, y más en un lugar así. ¡Era un sucio! Pero…. Su miembro cuando quisó abrir los ojos vio como se encontraba ya bastante despierto. Maldito ruso.
Cerró los ojos de nuevo, intentando relajar sus músculos los cuales los hacen estar completamente rígido. Para seguidamente deslizar su mano. ¿Para qué? Era algo bastante evidente y obvio. Busca impaciente su erección. Apoyó su espalda contra la pared sin parar de recibir el agua en su cuerpo. Sintió el frío de la pared que le hizó alzar la cabeza pudiendo sacarla de la trayectoria del agua soltando un suave jadeo, además de arquear la espalda. Aquel contraste era tan raro y excitante a la vez. Es obvio que no podía sentir al ruso, pero la imaginación de este llegaba hasta limites insospechadsos. Rozó la punta con la palma de su mano, sintiéndo mucho más placer al estar lubricado pro el agua y no puede evitar jadear.
-ugh….
Separó un poco las piernas, para poder hacerlo mejor a sí mismo. Vuelve agarrar firmemente desde la base comenzando a recorrer hacia arriba con el puño cerrado, dando círculos en la hendidura con el pulgar una y otra vez. Hecha la cabeza hacia atrás removiéndose de placer que él mismo se da. Aunque realmente en su mente no estaba solo, no era él quien se daba ese placer sino el mismor uso que ahora estaría durmeindo, pero en aquel sucio momento le estaba aplicando sexo oral.
¡Maldito, maldito, maldito! Es tan maldito que tiene que apretar los labios para no dejar escapar un fuerte gemido y la culpa era del ruso, por ser una escena tan endemoniadamente erótica. Ya que no deseaba que el otro se diera cuenta e aquellos gemidos dissimulados provenientes del baño.
―Ugh… ―gime despacio al pensar en la boca la rusa. Tiene que imaginarse que sus manos son la húmeda cavidad del mayor. Lo ve. Lo ve, lo ve, lo ve― Ah… Yes…yes, yes.
Lo visualiza manteniendo los azules cerrados mientras mueve las manos por toda su sensibilidad masculina ajustando parecer una boca. La boca de Iván. Esa es. La puede sentir. El aliento evaporado se ajusta a su gran erección apoderándose por completo, y la lengua le acaricia la punta quitándole toda la lubricación para deslizarla a la base, comenzando a subir lentamente rodeándola a cada lado donde sus venas se calientan agarrando que le crece aún más. ¿Le puede seguir creciendo? Prefiere no buscarse explicaciones, es mucho mejor seguir dándose placer. El aire se le hace ardiente y dificultoso para respirar. Parece un placentero infierno
-Iv…Iván…yes..yes…-sus labios hacen que escapen el nombre de su amante mientras se imagina aquello, porque ya aquella dulce fantasía le parecía tan real que deseaba que el ruso se lo hiciera, lo necesitaba. Pero debía recordar que no podía despertarlo. Su mano libre y húmeda no pudo contenerse más introduciendo dos dedos en su propia entrada colocandose contra la pared mientras aquella inminente fantasía lo hacia delirar, era algo dificultoso, por no decir basntate masturbarse y penetrarse al mismo ritmo, pero realmente era doblemente placentero.
-Gimme…more…fuck me…ahh..ahh..god…yes…-su boca no podía evitar decir todo tipo de soeces, aún sabiendo que era si mismo en su mente solo podía seer la imagen del ruso haciendole el amor en la ducha tal y como deseaba. Ni siquiera escondió sus gemidos, era ya demasiado. No le importaba que le viera en aquella situacion tan vergonzosa, quizás se brularía o quizás….se lo hiciera allí mismo más salvaje al verlo tan desesperado. Ya que su rostro era demasiado excitante, húmedo, rojo, caliente, y gimiendo mientras se tocaba a si mismo. Demasiado.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Su mente divago, mientras se perdía en la oscuridad de la inconsciencia, se movió inquieto, abriendo los ojos de inmediato cuando la primera imagen de sus pesadillas usuales se visualizo en su mente. Se guía acostado de espaldas en la cama, aun estaba solo. Se enderezo un poco, restregándose un ojo con la mano, mirando a su alrededor, ¿y el yanqui? Podía escuchar el amortiguado sonido del agua cayendo a través del cuarto de baño, seguía duchándose.
- no dormí nada y ya estaba… -negó con la cabeza, levantándose de la cama, pasándose las manos por la cara para espantarse el sueño. Ni siquiera el dormir en esa cama, la cama del héroe, había podido salvarlo de las pesadillas, ¿y cuanto habría alcanzado a dormir? Un par de minutos de seguro, siempre era igual, solo se le permitía un par de minutos tranquilo, mas de una vez había tenido que recurrir al vodka en grandes cantidades para prácticamente noquearse a si mismo y poder dormir con pesadillas o si ellas. También mas de una vez hubiera querido decirle a uno de sus hermanos, por lo general a Nikita, que lo acompañara a dormir igual que un niño asustado que pide ir a dormir con sus padres… aunque por supuesto, por una cosa de orgullo jamás lo había hecho y jamás lo haría. Al final, igual que un niño pequeño, había recurrido a un peluche, un oso muy viejo, de su infancia que cuando lo encontró entre las pocas cosas que conservaba de su infancia lo único que logro recordar de el era que le había puesto Lyosha. No era que necesitaba dormir abrazado a el, no, solo verlo tenia la capacidad de calmarlo… por lo general lo dejaba junto a la cama, sobre el velador, pero en esta ocasión no írrita a buscarlo… de que forma se burlaría el yanqui si lo hiciera.
Se acerco al cuarto de baño, no pensaba dormir solo, si era necesario sacaría al yanqui de la ducha y lo mandaría a dormir con el, si se negaba… otra sesión de sexo lo terminaría por convencer.
Lo pienso como si fuera un gran sacrificio volver a hacerle el amor
No pudo evitar una sonrisa cuando pensó aquello, y todas sus fantasías de volver a hacerlo en la ducha volvieron a llegar por montones a su mente.
Por costumbre, se iba a poner los pantalones que estaban en el suelo antes de dirigirse al baño, pero deshecho de inmediato esa idea cuando se dio cuenta de lo estúpido que seria vestirse cuando estaba por entrar al agua. Simplemente te acerco a la puerta del baño. Se pregunto si debería golpear antes de entrar, o quizás estaba con llave… si el yanqui le había puesto llave eso seria un gran inconveniente para el ruso, ¿Por qué diablos no tenia la misma habilidad de Natasha para derribar puertas cuando lo andaba buscando a el?
Escucho su nombre y se quedo de piedra.
Escucho su nombre en medio de un gemido, repetidas veces provenir del interior del baño.
Trago duro y sus labios se separaron ligeramente al escuchar ese gemido suplicante de parte de Alfred, no pudo sino apegarse a la puerta y tratar de escuchar bien, ¿de verdad le estaba nombrando? Otra vez la imagen del yanqui, en la ducha, llego a su mente, y es que se podía imaginar demasiado bien su cuerpo brillante y mojado por el agua caliente, arrinconado contra la pared… aunque ahora la imagen cambiaba, si estaba gimiendo su nombre de esa forma era porque se lo estaba imaginando a el, se estaba dando placer solo evocándolo a el, a Iván como su fantasía, como su canal de placer. El imaginarse como se tocaba a si mismo, imaginar sus mejillas sonrojadas, sus labios entre abiertos para poder jadear y gemir su nombre, sumergido totalmente en aquel delirio placentero, se imaginaba el agua escurriendo por su cuerpo, hasta podría decir cual era el curso que tomaría cada gota de agua corriendo por su cuerpo, delineando su figura, remarcando todas las marcas que le había hecho a lo largo de la noche.
Eres el mismísimo demonio Alfred Jones
Apoyo la frente contra la puerta, aun escuchando todos esos gemidos golpearse contra la puerta, llamándolo. Otra vez sentía ese calor envolverle, la respiración se le agitaba y solo estaba escuchando… solo eso. Llevo una de sus manos hasta la perilla de la puerta y la giro con cierta lentitud, con miedo de que estuviera cerrada. El corazón se le acelero en un vuelco de alegría y ansias cuando la puerta cedió y pudo abrirla. Lentamente, con miedo que fuera a hacer algún sonido, que fuera a crujir o a rechinar, la abrió, le pareció tortuoso el como a medida que la iba abriendo le permitía ir viendo el diseño de la cerámica que adornaba el piso, porque mantenía su vista fija en el suelo.
De golpe le llego el vapor de agua, caliente, denso y pesado, abrió los ojos que hasta ese momento había tenido ligeramente entrecerrados y alzo la vista. El vapor le envolvía, le tentaba aun mas, parecía una caricia etérea en torno a su cuerpo, una invitación a seguir adelante.
Cerro la puerta con el mismo cuidado con que la abrió, y un nuevo gemido le obligo a mirar hacia la ducha.
“Gimme…more…fuck me…ahh..ahh..god…yes”
La imagen que vio le quito el aliento e incluso los sonidos desaparecieron, la sensación de humedad caliente en el aire, la sensación del frío piso bajo sus pies descalzos, todo lo que lo envolvía desapareció, lo único que podía tener atención en su mente podía ser la imagen del yanqui contra la pared de la ducha. Se estaba penetrando a si mismo con los dedos, apegado a la pared, dándole la espalda.
Si no murió allí mismo, si no cayo al suelo preso de la locura del éxtasis fue únicamente porque aun sostenía la perilla de la puerta.
Los gemido volvieron a retumbar contra su mente cuando dio un paso hacia el, agradeciendo que le estuviera dando la espalda, sentía las mejillas arder, sabia que su mirada hacia el estaba demasiada cargada de deseo.
No deberías estas haciendo esto yanqui
La sensación del vapor caliente envolviéndolo también volvió, era como una caricia, la humedad dejando su pequeña huella en su cuerpo.
Solo yo tengo el permiso de tocarte
Otra vez pudo sentir el piso frío bajo sus pies, la sensación de su propio cuerpo demasiado caliente, ansioso, y aun así no tuvo mayor prisa para entrar a la ducha.
Si estas tan desesperado…
El agua golpeo su piel, tibia, aunque en ese momento contrastando contra el calor de su cuerpo le pareció fría. Grabo en su retina el recuerdo de su yanqui dándose placer a si mismo antes de apegarse a su cuerpo, tomando la mano con la que se masturbaba, colocándola sobre la pared, apresada con la suya, su otra mano bajo a atender su erección que ahora había quedado sola.
Vuelve a pronunciar mi nombre
- ¿se puede saber… quien te dio permiso de hacer esto? -pregunto en un susurro contra su oído, lamiendo detrás de su oreja, sintiendo como el agua ya le mojaba por completo y los mechones húmedos de su pelo caían sobre su frente y uno que otro trataba de taparse la visión- si estabas tan necesitado era solo cosa que me llamaras da -dijo, aun manteniendo esa voz baja, ligeramente ronca por culpa de las ansias contenidas. Se apego a su cuerpo aun mas, haciéndole notar su propia erección- solo yo te puedo hacer gemir da -envolvió su hombría con la mano, comenzando a subir y a bajar por el, pero no de forma lenta, quería que se corriera. Su pulgar presiono la punta, haciendo círculos en aquel lugar, mientras su palma seguía aquel ritmo rápido- hazlo -fue casi una orden, mientras se frotaba contra su cuerpo, aun apegado a el. Interpuso una de sus piernas entre las suyas, obligándole a separarlas un poco mas. Su mano izquierda aun sostenía la mano del yanqui contra la pared, manteniéndole atrapado contra esta y su diestra procuraba darle el mayor placer posible, esperando a que terminara antes de volver a hacerlo suyo, por que si, le volvería a hacer el amor, en la ducha, como tanto había querido.
Y la realidad termino siendo mas fuerte que la fantasía
Una sonrisa de medio lado se instalo en sus labios, mientras se dedicaba a besar su cuello, subiendo por el hasta su oreja, dándole una ligera mordida en el lóbulo, haciendo que su aliento demasiado calido caracoleara contra su oreja.
- dime Alfred - su mano presiono con mas fuerza, antes de volver al vaivén acelerado sobre su miembro, aun cuando su propia hombría exigía atención, pero en esos momentos le importaba mas el yanqui- ¿Qué era lo que estabas pensando? ¿Qué te estabas imaginando que te hacia? -una sonrisa traviesa se dejo ver en sus labios a la par que sus ojos se entornaban ligeramente sin apartar la vista del menor.
- no dormí nada y ya estaba… -negó con la cabeza, levantándose de la cama, pasándose las manos por la cara para espantarse el sueño. Ni siquiera el dormir en esa cama, la cama del héroe, había podido salvarlo de las pesadillas, ¿y cuanto habría alcanzado a dormir? Un par de minutos de seguro, siempre era igual, solo se le permitía un par de minutos tranquilo, mas de una vez había tenido que recurrir al vodka en grandes cantidades para prácticamente noquearse a si mismo y poder dormir con pesadillas o si ellas. También mas de una vez hubiera querido decirle a uno de sus hermanos, por lo general a Nikita, que lo acompañara a dormir igual que un niño asustado que pide ir a dormir con sus padres… aunque por supuesto, por una cosa de orgullo jamás lo había hecho y jamás lo haría. Al final, igual que un niño pequeño, había recurrido a un peluche, un oso muy viejo, de su infancia que cuando lo encontró entre las pocas cosas que conservaba de su infancia lo único que logro recordar de el era que le había puesto Lyosha. No era que necesitaba dormir abrazado a el, no, solo verlo tenia la capacidad de calmarlo… por lo general lo dejaba junto a la cama, sobre el velador, pero en esta ocasión no írrita a buscarlo… de que forma se burlaría el yanqui si lo hiciera.
Se acerco al cuarto de baño, no pensaba dormir solo, si era necesario sacaría al yanqui de la ducha y lo mandaría a dormir con el, si se negaba… otra sesión de sexo lo terminaría por convencer.
Lo pienso como si fuera un gran sacrificio volver a hacerle el amor
No pudo evitar una sonrisa cuando pensó aquello, y todas sus fantasías de volver a hacerlo en la ducha volvieron a llegar por montones a su mente.
Por costumbre, se iba a poner los pantalones que estaban en el suelo antes de dirigirse al baño, pero deshecho de inmediato esa idea cuando se dio cuenta de lo estúpido que seria vestirse cuando estaba por entrar al agua. Simplemente te acerco a la puerta del baño. Se pregunto si debería golpear antes de entrar, o quizás estaba con llave… si el yanqui le había puesto llave eso seria un gran inconveniente para el ruso, ¿Por qué diablos no tenia la misma habilidad de Natasha para derribar puertas cuando lo andaba buscando a el?
Escucho su nombre y se quedo de piedra.
Escucho su nombre en medio de un gemido, repetidas veces provenir del interior del baño.
Trago duro y sus labios se separaron ligeramente al escuchar ese gemido suplicante de parte de Alfred, no pudo sino apegarse a la puerta y tratar de escuchar bien, ¿de verdad le estaba nombrando? Otra vez la imagen del yanqui, en la ducha, llego a su mente, y es que se podía imaginar demasiado bien su cuerpo brillante y mojado por el agua caliente, arrinconado contra la pared… aunque ahora la imagen cambiaba, si estaba gimiendo su nombre de esa forma era porque se lo estaba imaginando a el, se estaba dando placer solo evocándolo a el, a Iván como su fantasía, como su canal de placer. El imaginarse como se tocaba a si mismo, imaginar sus mejillas sonrojadas, sus labios entre abiertos para poder jadear y gemir su nombre, sumergido totalmente en aquel delirio placentero, se imaginaba el agua escurriendo por su cuerpo, hasta podría decir cual era el curso que tomaría cada gota de agua corriendo por su cuerpo, delineando su figura, remarcando todas las marcas que le había hecho a lo largo de la noche.
Eres el mismísimo demonio Alfred Jones
Apoyo la frente contra la puerta, aun escuchando todos esos gemidos golpearse contra la puerta, llamándolo. Otra vez sentía ese calor envolverle, la respiración se le agitaba y solo estaba escuchando… solo eso. Llevo una de sus manos hasta la perilla de la puerta y la giro con cierta lentitud, con miedo de que estuviera cerrada. El corazón se le acelero en un vuelco de alegría y ansias cuando la puerta cedió y pudo abrirla. Lentamente, con miedo que fuera a hacer algún sonido, que fuera a crujir o a rechinar, la abrió, le pareció tortuoso el como a medida que la iba abriendo le permitía ir viendo el diseño de la cerámica que adornaba el piso, porque mantenía su vista fija en el suelo.
De golpe le llego el vapor de agua, caliente, denso y pesado, abrió los ojos que hasta ese momento había tenido ligeramente entrecerrados y alzo la vista. El vapor le envolvía, le tentaba aun mas, parecía una caricia etérea en torno a su cuerpo, una invitación a seguir adelante.
Cerro la puerta con el mismo cuidado con que la abrió, y un nuevo gemido le obligo a mirar hacia la ducha.
“Gimme…more…fuck me…ahh..ahh..god…yes”
La imagen que vio le quito el aliento e incluso los sonidos desaparecieron, la sensación de humedad caliente en el aire, la sensación del frío piso bajo sus pies descalzos, todo lo que lo envolvía desapareció, lo único que podía tener atención en su mente podía ser la imagen del yanqui contra la pared de la ducha. Se estaba penetrando a si mismo con los dedos, apegado a la pared, dándole la espalda.
Si no murió allí mismo, si no cayo al suelo preso de la locura del éxtasis fue únicamente porque aun sostenía la perilla de la puerta.
Los gemido volvieron a retumbar contra su mente cuando dio un paso hacia el, agradeciendo que le estuviera dando la espalda, sentía las mejillas arder, sabia que su mirada hacia el estaba demasiada cargada de deseo.
No deberías estas haciendo esto yanqui
La sensación del vapor caliente envolviéndolo también volvió, era como una caricia, la humedad dejando su pequeña huella en su cuerpo.
Solo yo tengo el permiso de tocarte
Otra vez pudo sentir el piso frío bajo sus pies, la sensación de su propio cuerpo demasiado caliente, ansioso, y aun así no tuvo mayor prisa para entrar a la ducha.
Si estas tan desesperado…
El agua golpeo su piel, tibia, aunque en ese momento contrastando contra el calor de su cuerpo le pareció fría. Grabo en su retina el recuerdo de su yanqui dándose placer a si mismo antes de apegarse a su cuerpo, tomando la mano con la que se masturbaba, colocándola sobre la pared, apresada con la suya, su otra mano bajo a atender su erección que ahora había quedado sola.
Vuelve a pronunciar mi nombre
- ¿se puede saber… quien te dio permiso de hacer esto? -pregunto en un susurro contra su oído, lamiendo detrás de su oreja, sintiendo como el agua ya le mojaba por completo y los mechones húmedos de su pelo caían sobre su frente y uno que otro trataba de taparse la visión- si estabas tan necesitado era solo cosa que me llamaras da -dijo, aun manteniendo esa voz baja, ligeramente ronca por culpa de las ansias contenidas. Se apego a su cuerpo aun mas, haciéndole notar su propia erección- solo yo te puedo hacer gemir da -envolvió su hombría con la mano, comenzando a subir y a bajar por el, pero no de forma lenta, quería que se corriera. Su pulgar presiono la punta, haciendo círculos en aquel lugar, mientras su palma seguía aquel ritmo rápido- hazlo -fue casi una orden, mientras se frotaba contra su cuerpo, aun apegado a el. Interpuso una de sus piernas entre las suyas, obligándole a separarlas un poco mas. Su mano izquierda aun sostenía la mano del yanqui contra la pared, manteniéndole atrapado contra esta y su diestra procuraba darle el mayor placer posible, esperando a que terminara antes de volver a hacerlo suyo, por que si, le volvería a hacer el amor, en la ducha, como tanto había querido.
Y la realidad termino siendo mas fuerte que la fantasía
Una sonrisa de medio lado se instalo en sus labios, mientras se dedicaba a besar su cuello, subiendo por el hasta su oreja, dándole una ligera mordida en el lóbulo, haciendo que su aliento demasiado calido caracoleara contra su oreja.
- dime Alfred - su mano presiono con mas fuerza, antes de volver al vaivén acelerado sobre su miembro, aun cuando su propia hombría exigía atención, pero en esos momentos le importaba mas el yanqui- ¿Qué era lo que estabas pensando? ¿Qué te estabas imaginando que te hacia? -una sonrisa traviesa se dejo ver en sus labios a la par que sus ojos se entornaban ligeramente sin apartar la vista del menor.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Dios.
Podría derretirse en ese mismo momento. Era demasiado. Sabía en todo moemnto que aquellas manos, aquellos dedos, eran suyas, no las del gran ruso. Que todo aquello era producto de su imaginación. Pero no podía evitar sentir que podría correrse fácilemente por pensar en de quien podía ser esas manos. Maldecía en su interior que el otro se encontrará durmiendo, mientras su mano subía y bajaba sin ningún cuidado, buscandose a si mismo el punto de placer. Era la ventaja de poder analizar su propio cuerpo, pero claro, nada de eso se podía comparar al otro. Pero no quedaba alternativa. Sentía como el agua de la ducha seguía descendiendo por su cuerpo. Como el ambiente era cada vez más cálido y abrasador. Como su mano enloquecía no paraba de subir y bajar masturbandose mientras sus gemidos luchaban por salir de su garganta. Sólo deseaba no hacer mucho ruido para no despertarlo ya que si lo viera de aquella forma sería….MUY humillante.
No, más que ello, verlo masturbarse era ridculo, pero de aquella forma y encima gimiendo su nombre era más que patetico, pero después de dos sesiones de sexo seguraente estaría tan cansado que se dormiría en seguida más le valía. Pero en fin, lo único ue deseaba era terminar con ello cuanto antes para poder correrse e irse, sin que se diera ceunta del otro de aquella pequeña ‘’aventura’’ consigo mismo.
Su mano enloquecida siguió apretando sobretodo la punta de vez en cuando, mientras sus dedos seguían penetrandole al ritmo de la mano. Ojala fuera el miembro del otro, oh yes…Tan grande, cálido, sus ojos apretados volvian a formar aquella imagen mientras sus propias caderas se movían con cada vez más velcoidad. Le encantaría sentir el aliento del otro mientras lo embestía, oh god, yes, que le dijera cosas soeces, más rápido, profundo, grita…gime…jadea.
Tantas cosas se agolparon en su cabeza que no pudo evitar seguir con fuerza sintiendo incluso que un ligero hilo de saliva salia de su boca entre jadeos. Se ssentía sucio, demasiado, pero no quería parar aún así. Aquel placentero infirno era genial.
Pudo de pronto sentir una suave brisa ala espalda, como si la puerta se abriera, pero sseguramente serían imaginaciones suyas, además aunque fuera así quizás fuera por una corriente de aire o lo que fuera. Y no iba a perder aquella imagen de ser penetrado en la ducha por el ruso mienntras este lo masturbaba al mismo tiempo.
De su boca no paraban de escapar gemidos, jadeos, colandose algunas gotas en la boca de este debido a lso gritos sin importarle nada entregado completamente al placer. Pero antes de poder pensar algo más la corriente de viento desapareció. ¿La puerta se había cerrado? No. No podía ser que el ruso le estuviera viendo, aunque llegado a este punto bien poco le importaba.
Y efectivamente, sus temores fueron confirmados en cuanto empezo a oir pasos. Sus ojos se abrieron de golpe ante aquellos lentos pasos. No. No podía ser. Sus manos cesaron al igual que sus caderas. Pero incluso por el miedo de ser pillado, en el fondo de su corazon y su mente le parecía algo bastante morboso. ¡Menudo depravado y pervertido que era!
Se alarmo completamente al sentir al otro detrás suya. No podía ser, ¿Qué le diría? ¿qué haría? Era el fin de su mundo, seguramente lo había escuchado y obviamente visto, asi que se burlaría de él. Pero no fue así se quedo rigido, quieto como una estatua mientras aquellas orbes azules se dirigieeron al cuerpo desnudo del otro. Fijandose en las marcas producidas por la pasión y las largas sesiones de sexo. Aún se preguntaba si reealmente eran unos obsesos. Unos locos por el sexo. Pasandose la noche sin dormir y ahora esto. ¡Espera! Todo era más grave de lo que pensaba. SU fantastico plan de pintarle la cara se fue al traste. Ahora ya debería conformarse como un intnto fallido, y otod por culpa del otro. No suya. Porque había intentando reprimir todos sus gemidos como para que el otro lo hubiera despertado con sus chillidos. Pero no podía preguntarle si por culpa de sus gemidos el otro había entrado para satisfacer la inmensa necesidad de sexo latente en su cuerpo en aquellos moemntos.
De pronto sintió la mano del otro, exacto, no era un delirio del calor, del sexo, de placer, estaba desnudo en la ducha con él, detrás suya mientras se masturbaba. Mientras se penetraba, mientras gemía mientras….
-Ahh…-soltó un suave gemido cuando sintió que el otro apoyaba su propia mano en la pared y comenzaba el ruso a masturbarlo. Sinduda el otro lo hacia mejor, quizás poruqe sabía que aquella mano , era de IVÁN, no de otra persona, del sucio y asqueroso ruso. Y lo peor era que su mimebro estaba muy lubricado por el agua que se sentía aún más placentero si aquello era posible.
Al fin escuchó su voz en su oido, ahora si que podía morirse allí mismo de placer, era su voz, le estaba hablando. El hecho de que se burlará de él no le importó en absoluto. Podía correrse de simplemente lo mínimo. Andaba muy desesperado y caliente como ahora preocuparse por eso. Quería que se lo hiciera, quería correrse, gritar, lo que fuera ya su cabeza no podía almacenar la información. Ahora su orgullo ya había desaparecido, y seguramente tardaría en volver a pensar con la cabeza fria, por lo menos hasta que el ruso le hiciera de todo.
-N…no iba a llamarte baka…never…-susurró ante aquello moveindo de nuevo sus caderas pero sacando sus dedos de dentro de su interior pegandose a al pared sintiendo el frio de la pared pero también el calor del cuerpo de atrás.
-Commie, I want your dick inside me….now…please…-suplicó completamente mirandolo de reojo. Pero antes de poder decir nada más se estremeció al escuchar al otro. Maldito fuera. Realmente el ruso era el único que le hacia gemir ya que en su mente no había otra persona que no fuera el ruso haciendo algo bastante parecido a loque estaba ocurriendo en la realidad.
Y lo peor de aquello era la velocidad en que lo hacia, se correría, lo haría, lo haría….lo haría. No quería, quería que lo follará primero, que se lo hiciera, joder. Pero no pudo, era demasiado, la velocidad del otro era asombrosa, además su maestría y técnica era envidiable. Se planteío en aquel momento si el ruso se masturbaría, de ser así, ya no le volvería a hacer falta con el americano cerca.
Ante aquella orden no pudo más y finalmente dio una embestida a la propia mano del otro mientras su cuerpo temblaba corriendose en la mano de de eeste, parte de su pecho y parte de la pared. Genial, ahora si que era un sucio de cuidado, mientras proclamo su nombre en un último geimdo tras aquel punto climax de puro placer.
-Ah…Ahhhh I.Iván’Iván!-gritó para de pronto necesitar recuperar el aliento tragando mucha agua debido a la ducha.
Tras eso pudo almacenar toda la informacion atrasada debido a los besos y lamidas del otro. Para poder escuchar y contestar a lo que le decía.
-Ah…afh…-recuperó el aliento perdiendo toda el orgullo abriendo las piernas para él sintiendo la creciente erección del ruso sabiendo que ambos tecnicamente estaba igual. Incluso después de haberse corrido su propio miembro seguía duro y con ganas de más, no se conformaría con la simple mano del otro.
-Me lo hacias, mh…contra la pared….y decías muchas cosas soeces….ah…que me encantaba…-susurró viendo aquella sonrisa traviesa para recobrar el aliento y dedicarle otra similar- y a ti también….-susurró sabiendo que le gustaba que el americano le dijera aquel tipo de cosas sabeindo que si seguía mucho tiempo bajo la ducha se acabaría el agua caliente, que realmente ya no le parecía tna caleinte debido a que su cuerpo estaba a mayor temperatura que el agua.
-¿Me lo harás?-susurró de forma sensual apartando de malas formas la mano del ruso de su miembro para colocarse cntra la pared pero esta vez sin darle la espalda mostrandose con una mirada desafiante y retadora. Viendo como ambos cuerpos se encontraban mojados, calientes y excitados. Una mezcla muy explosiva. Aprovecho para rodear su cuello con ambos brazos pegando ambos cuerpo para de pronto hacer tocar ambas erecciones con una sonrisa de lado.
-Please…-susurro aparentando estar desesperado para empezar a frotar ambas erecciones con una sonrisa picara- si tanto me necesitas tu tambien hazmelo aquí... ya nos han debido oir de todas formas-sentenció mirandolo coqueto.
Podría derretirse en ese mismo momento. Era demasiado. Sabía en todo moemnto que aquellas manos, aquellos dedos, eran suyas, no las del gran ruso. Que todo aquello era producto de su imaginación. Pero no podía evitar sentir que podría correrse fácilemente por pensar en de quien podía ser esas manos. Maldecía en su interior que el otro se encontrará durmiendo, mientras su mano subía y bajaba sin ningún cuidado, buscandose a si mismo el punto de placer. Era la ventaja de poder analizar su propio cuerpo, pero claro, nada de eso se podía comparar al otro. Pero no quedaba alternativa. Sentía como el agua de la ducha seguía descendiendo por su cuerpo. Como el ambiente era cada vez más cálido y abrasador. Como su mano enloquecía no paraba de subir y bajar masturbandose mientras sus gemidos luchaban por salir de su garganta. Sólo deseaba no hacer mucho ruido para no despertarlo ya que si lo viera de aquella forma sería….MUY humillante.
No, más que ello, verlo masturbarse era ridculo, pero de aquella forma y encima gimiendo su nombre era más que patetico, pero después de dos sesiones de sexo seguraente estaría tan cansado que se dormiría en seguida más le valía. Pero en fin, lo único ue deseaba era terminar con ello cuanto antes para poder correrse e irse, sin que se diera ceunta del otro de aquella pequeña ‘’aventura’’ consigo mismo.
Su mano enloquecida siguió apretando sobretodo la punta de vez en cuando, mientras sus dedos seguían penetrandole al ritmo de la mano. Ojala fuera el miembro del otro, oh yes…Tan grande, cálido, sus ojos apretados volvian a formar aquella imagen mientras sus propias caderas se movían con cada vez más velcoidad. Le encantaría sentir el aliento del otro mientras lo embestía, oh god, yes, que le dijera cosas soeces, más rápido, profundo, grita…gime…jadea.
Tantas cosas se agolparon en su cabeza que no pudo evitar seguir con fuerza sintiendo incluso que un ligero hilo de saliva salia de su boca entre jadeos. Se ssentía sucio, demasiado, pero no quería parar aún así. Aquel placentero infirno era genial.
Pudo de pronto sentir una suave brisa ala espalda, como si la puerta se abriera, pero sseguramente serían imaginaciones suyas, además aunque fuera así quizás fuera por una corriente de aire o lo que fuera. Y no iba a perder aquella imagen de ser penetrado en la ducha por el ruso mienntras este lo masturbaba al mismo tiempo.
De su boca no paraban de escapar gemidos, jadeos, colandose algunas gotas en la boca de este debido a lso gritos sin importarle nada entregado completamente al placer. Pero antes de poder pensar algo más la corriente de viento desapareció. ¿La puerta se había cerrado? No. No podía ser que el ruso le estuviera viendo, aunque llegado a este punto bien poco le importaba.
Y efectivamente, sus temores fueron confirmados en cuanto empezo a oir pasos. Sus ojos se abrieron de golpe ante aquellos lentos pasos. No. No podía ser. Sus manos cesaron al igual que sus caderas. Pero incluso por el miedo de ser pillado, en el fondo de su corazon y su mente le parecía algo bastante morboso. ¡Menudo depravado y pervertido que era!
Se alarmo completamente al sentir al otro detrás suya. No podía ser, ¿Qué le diría? ¿qué haría? Era el fin de su mundo, seguramente lo había escuchado y obviamente visto, asi que se burlaría de él. Pero no fue así se quedo rigido, quieto como una estatua mientras aquellas orbes azules se dirigieeron al cuerpo desnudo del otro. Fijandose en las marcas producidas por la pasión y las largas sesiones de sexo. Aún se preguntaba si reealmente eran unos obsesos. Unos locos por el sexo. Pasandose la noche sin dormir y ahora esto. ¡Espera! Todo era más grave de lo que pensaba. SU fantastico plan de pintarle la cara se fue al traste. Ahora ya debería conformarse como un intnto fallido, y otod por culpa del otro. No suya. Porque había intentando reprimir todos sus gemidos como para que el otro lo hubiera despertado con sus chillidos. Pero no podía preguntarle si por culpa de sus gemidos el otro había entrado para satisfacer la inmensa necesidad de sexo latente en su cuerpo en aquellos moemntos.
De pronto sintió la mano del otro, exacto, no era un delirio del calor, del sexo, de placer, estaba desnudo en la ducha con él, detrás suya mientras se masturbaba. Mientras se penetraba, mientras gemía mientras….
-Ahh…-soltó un suave gemido cuando sintió que el otro apoyaba su propia mano en la pared y comenzaba el ruso a masturbarlo. Sinduda el otro lo hacia mejor, quizás poruqe sabía que aquella mano , era de IVÁN, no de otra persona, del sucio y asqueroso ruso. Y lo peor era que su mimebro estaba muy lubricado por el agua que se sentía aún más placentero si aquello era posible.
Al fin escuchó su voz en su oido, ahora si que podía morirse allí mismo de placer, era su voz, le estaba hablando. El hecho de que se burlará de él no le importó en absoluto. Podía correrse de simplemente lo mínimo. Andaba muy desesperado y caliente como ahora preocuparse por eso. Quería que se lo hiciera, quería correrse, gritar, lo que fuera ya su cabeza no podía almacenar la información. Ahora su orgullo ya había desaparecido, y seguramente tardaría en volver a pensar con la cabeza fria, por lo menos hasta que el ruso le hiciera de todo.
-N…no iba a llamarte baka…never…-susurró ante aquello moveindo de nuevo sus caderas pero sacando sus dedos de dentro de su interior pegandose a al pared sintiendo el frio de la pared pero también el calor del cuerpo de atrás.
-Commie, I want your dick inside me….now…please…-suplicó completamente mirandolo de reojo. Pero antes de poder decir nada más se estremeció al escuchar al otro. Maldito fuera. Realmente el ruso era el único que le hacia gemir ya que en su mente no había otra persona que no fuera el ruso haciendo algo bastante parecido a loque estaba ocurriendo en la realidad.
Y lo peor de aquello era la velocidad en que lo hacia, se correría, lo haría, lo haría….lo haría. No quería, quería que lo follará primero, que se lo hiciera, joder. Pero no pudo, era demasiado, la velocidad del otro era asombrosa, además su maestría y técnica era envidiable. Se planteío en aquel momento si el ruso se masturbaría, de ser así, ya no le volvería a hacer falta con el americano cerca.
Ante aquella orden no pudo más y finalmente dio una embestida a la propia mano del otro mientras su cuerpo temblaba corriendose en la mano de de eeste, parte de su pecho y parte de la pared. Genial, ahora si que era un sucio de cuidado, mientras proclamo su nombre en un último geimdo tras aquel punto climax de puro placer.
-Ah…Ahhhh I.Iván’Iván!-gritó para de pronto necesitar recuperar el aliento tragando mucha agua debido a la ducha.
Tras eso pudo almacenar toda la informacion atrasada debido a los besos y lamidas del otro. Para poder escuchar y contestar a lo que le decía.
-Ah…afh…-recuperó el aliento perdiendo toda el orgullo abriendo las piernas para él sintiendo la creciente erección del ruso sabiendo que ambos tecnicamente estaba igual. Incluso después de haberse corrido su propio miembro seguía duro y con ganas de más, no se conformaría con la simple mano del otro.
-Me lo hacias, mh…contra la pared….y decías muchas cosas soeces….ah…que me encantaba…-susurró viendo aquella sonrisa traviesa para recobrar el aliento y dedicarle otra similar- y a ti también….-susurró sabiendo que le gustaba que el americano le dijera aquel tipo de cosas sabeindo que si seguía mucho tiempo bajo la ducha se acabaría el agua caliente, que realmente ya no le parecía tna caleinte debido a que su cuerpo estaba a mayor temperatura que el agua.
-¿Me lo harás?-susurró de forma sensual apartando de malas formas la mano del ruso de su miembro para colocarse cntra la pared pero esta vez sin darle la espalda mostrandose con una mirada desafiante y retadora. Viendo como ambos cuerpos se encontraban mojados, calientes y excitados. Una mezcla muy explosiva. Aprovecho para rodear su cuello con ambos brazos pegando ambos cuerpo para de pronto hacer tocar ambas erecciones con una sonrisa de lado.
-Please…-susurro aparentando estar desesperado para empezar a frotar ambas erecciones con una sonrisa picara- si tanto me necesitas tu tambien hazmelo aquí... ya nos han debido oir de todas formas-sentenció mirandolo coqueto.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Le gusto tanto escuchar ese gemido, recien lo comenzaba a tocar y ya estaba asi, seguro era culpa de su fantasia.
Por un lado le alegraba saber que estaba hasta en su cabeza metido, que era dueño de sus fantasias, que el americano se hacia todas esas cosas imaginado que era el propio ruso quien se las hacia, pero por otro… no le gustaba, no, no tenia porque recurrir a su imaginación de esa forma siendo que lo tenia a el, era cosa que dejara su maldito orgullo y lo hubiera llamado, o hubiera vuelto a la cama… no, era mucho mejor en la ducha. El movimiento de su mano era mucho mas facil por el agua, apego mas su cuerpo al suyo mientras seguia masturbandole, susurrando aquellas cosas junto a su oido, esperando a que terminara.
Mientras no lo hagas no pienso tocarte de otra forma Alfred
Y claro, ahí afloraba el orgullo del americano, de forma debil, si, pero ahí estaba, era imposible borrarlo, ya lo sabia. “ N…no iba a llamarte baka…never… “ Bien… mejor asi, de otra forma no lo hubiera encontrado jamás en la ducha de esa forma, entregandole aquella imagen tan excitante, dios… que aun sentia que iba a morir cada vez que la evocaba.
Sintio que se apegaba a la pared y noto tambien que sacaba los dedos de su interior, para el mismo acelerar el movimiento de su mano sobre su miembro. El contraste de temperaturas de la fria pared que sentia a traves de las yemas de sus dedos, de la mano con la que mantenia aprisionada la del yanqui era realmente exquisita contra el calor abrasador del cuerpo de Alfred, y el agua calyendo sobre sus cuerpo, tibia, fria a su parece, como tratando de apagar aquel ardor que se apoderaba de ambos. Y esa suplica, que no logro sino hacerle gemir contra su oido de forma pesada, pero no le daria aquel gusto, no cederia a su petición, no aun al menos.
- aun no Alfred -fue su unica respuesta ante su petición, mientras seguia aquel vaiven. Su lengua se deslizaba desde su nuca hasta su cuello, subiendo por el hasta detrás de su oreja, para atrapar su lobulo y morderlo, con mas fuerza de la debida quizas, pero como solo recibia gemidos de placer de vuelta, no se preocupo por aquello y siguio con su juego, hasta que termino por sentir aquel movimiento de las caderas del yanqui, como embestia contra su mano y segundos despues, cuando se estremecio por completo, gimiendo su nombre, se termino por correr como tanto habia querido.
- asi esta mejor, ¿da? -vio la pared manchada, por el rastro del yanqui fue rapidamente borrado por el agua de la regadera, que continuaba insesante esa lluvia calida sobre ambos cuerpos.
Sonrio aun mas cuando escucho esa confesion, lo que habia estado imaginando.
- no lo dudo da~ -su mano seguia acariciando su miembro de forma mucho mas lenta, aun despues de haberse corrido seguia duro y no pudo sino soltar una leve risita al sentir aquello, volviendo a presionar su cuerpo contra el suyo, presionándose contra el. Pero su mano fue apartada con brusquedad de aquel miembro que queria seguir acariciando, provocándolo aun mas. Solto un leve gruñido de inconformidad y llevo sus dedos manchados hasta sus labios, lamiendolos de forma lenta, sin apartar su vista color amatista, de los ojos color oceano del yanqui.
“¿Me lo harás?”
Absurdo, completamente, como si le fuera a decir que no cuando le necesitaba incluso de forma mas desesperada que el yanqui a el. Una leve sonrisa asomo a sus labios, una sonrisa que de infantil e inocente no tenia nada. Sintio como rodeaba su cuello con los brazos y el mismo puso un brazo en torso a su cintura, haciendo ese roce entre sus miembros aun mas profundo y mas excitante. Se permitio frotarse un poco mas contra el, ante de contestarle, soltando un pequeño gemido ronco.
- si asi lo quiere Alfred da~ -susurro contra su oido, frotando ligeramente su mejilla contra la suya. Su brazo se ciño aun mas contra su cintura, de forma posesiva.
Gimio leve, sonriendo aun mas al escuchar sus palabras, apego su cuerpo contra la pared fria, arrinconandolo, igual que una bestia sobre su presa.
- al diablo el mundo da, me da igual si escuchan -atrapo sus labios en un beso demasiado pasional, apretando mas su cuerpo contra el.
Mejor que escuchen, que sepan que eres mio, y que nadie te puede tocar mas que yo
Solto su cintura y tomo una de sus piernas, alzandola y obligandole a que la pusiera en torno a su cintura, para hacerlo mas facil. Rozo con los dedos su entranda, mirandole de forrma casi burlesca.
- creo que tu ya hiciste el trabajo da~ -volvio a apegar su cuerpo al suyo, sujando con un brazo la pierna que habia puesto en su cintura, rozando su hombria contra su entrada.
Quiero que gimas mi nombre, que lo grites, que escuchen a quien le perteneces
Le parecio totalmente morbosa aquella idea, ah… pero ya le daba lo mismo lo que pasara, mientras pudiera seguir marcandolo como suyo, si lo encontraban, si les llamaban la atencion por semejante comportamiento, al diablo todo, al diablo el mundo, el momento era demasiado placentero como para perderse en esas tribulaciones.
Se deslizo en su interior, sin mucho cuidado, de una sola embestida, era culpa del yanqui el que lo tuviera tan a tope. Entrecerro los ojos soltando un gemido bajo, seguia siendo demasiado estrrecho y aquello solo hacia las cosas mas placenteras.
¿Era idea suyo o el agua ya ni siquiera estaba tibia y solo caia fria sobre sus cuerpos? Tampoco era como si le importara demasiado, no ayudaba en nada a bajar su temperatura corporal, mucho menos cuando comenzo a moverse en su interior, apenas pudiendose contener para no ir tan rapido como queria y hacerle daño al yanqui.
Vio como una gota de agua se desprendia del cabello rubio del otro y rodaba por su sien, no tuvo idea porque le llamo tanto la atencion, pero le parecio sensual la forma en que se deslizo por su rostro hacia su cuello, hasta su pecho, uniendose a otras mas y perdiendose en hilos humedos hacia abajo, desapareciendo de su vista.
- me gusta cuando suplicas da~ ¿te lo habia dicho? -solto una leve risita, mientras comenzaba las estocadas mas profundas- sobre todo cuando gimes mi nombre da~
Sonrio con malicia, viendo como el agua seguia escurriendo por el cuerpo del yanqui, delineando cada una de sus formas. Volvio a atrapar sus labios en un beso demandante y apasionado, jugando con su lengua a un ritmo desenfrenado, soltando uno que otro gemido bajo por las embestidas, queriendo ya ir de una vez por todas de forma tan salvaje como queria, de la misma forma en que penso en hacerselo cuando lo descubrio en la ducha de esa forma.
Por un lado le alegraba saber que estaba hasta en su cabeza metido, que era dueño de sus fantasias, que el americano se hacia todas esas cosas imaginado que era el propio ruso quien se las hacia, pero por otro… no le gustaba, no, no tenia porque recurrir a su imaginación de esa forma siendo que lo tenia a el, era cosa que dejara su maldito orgullo y lo hubiera llamado, o hubiera vuelto a la cama… no, era mucho mejor en la ducha. El movimiento de su mano era mucho mas facil por el agua, apego mas su cuerpo al suyo mientras seguia masturbandole, susurrando aquellas cosas junto a su oido, esperando a que terminara.
Mientras no lo hagas no pienso tocarte de otra forma Alfred
Y claro, ahí afloraba el orgullo del americano, de forma debil, si, pero ahí estaba, era imposible borrarlo, ya lo sabia. “ N…no iba a llamarte baka…never… “ Bien… mejor asi, de otra forma no lo hubiera encontrado jamás en la ducha de esa forma, entregandole aquella imagen tan excitante, dios… que aun sentia que iba a morir cada vez que la evocaba.
Sintio que se apegaba a la pared y noto tambien que sacaba los dedos de su interior, para el mismo acelerar el movimiento de su mano sobre su miembro. El contraste de temperaturas de la fria pared que sentia a traves de las yemas de sus dedos, de la mano con la que mantenia aprisionada la del yanqui era realmente exquisita contra el calor abrasador del cuerpo de Alfred, y el agua calyendo sobre sus cuerpo, tibia, fria a su parece, como tratando de apagar aquel ardor que se apoderaba de ambos. Y esa suplica, que no logro sino hacerle gemir contra su oido de forma pesada, pero no le daria aquel gusto, no cederia a su petición, no aun al menos.
- aun no Alfred -fue su unica respuesta ante su petición, mientras seguia aquel vaiven. Su lengua se deslizaba desde su nuca hasta su cuello, subiendo por el hasta detrás de su oreja, para atrapar su lobulo y morderlo, con mas fuerza de la debida quizas, pero como solo recibia gemidos de placer de vuelta, no se preocupo por aquello y siguio con su juego, hasta que termino por sentir aquel movimiento de las caderas del yanqui, como embestia contra su mano y segundos despues, cuando se estremecio por completo, gimiendo su nombre, se termino por correr como tanto habia querido.
- asi esta mejor, ¿da? -vio la pared manchada, por el rastro del yanqui fue rapidamente borrado por el agua de la regadera, que continuaba insesante esa lluvia calida sobre ambos cuerpos.
Sonrio aun mas cuando escucho esa confesion, lo que habia estado imaginando.
- no lo dudo da~ -su mano seguia acariciando su miembro de forma mucho mas lenta, aun despues de haberse corrido seguia duro y no pudo sino soltar una leve risita al sentir aquello, volviendo a presionar su cuerpo contra el suyo, presionándose contra el. Pero su mano fue apartada con brusquedad de aquel miembro que queria seguir acariciando, provocándolo aun mas. Solto un leve gruñido de inconformidad y llevo sus dedos manchados hasta sus labios, lamiendolos de forma lenta, sin apartar su vista color amatista, de los ojos color oceano del yanqui.
“¿Me lo harás?”
Absurdo, completamente, como si le fuera a decir que no cuando le necesitaba incluso de forma mas desesperada que el yanqui a el. Una leve sonrisa asomo a sus labios, una sonrisa que de infantil e inocente no tenia nada. Sintio como rodeaba su cuello con los brazos y el mismo puso un brazo en torso a su cintura, haciendo ese roce entre sus miembros aun mas profundo y mas excitante. Se permitio frotarse un poco mas contra el, ante de contestarle, soltando un pequeño gemido ronco.
- si asi lo quiere Alfred da~ -susurro contra su oido, frotando ligeramente su mejilla contra la suya. Su brazo se ciño aun mas contra su cintura, de forma posesiva.
Gimio leve, sonriendo aun mas al escuchar sus palabras, apego su cuerpo contra la pared fria, arrinconandolo, igual que una bestia sobre su presa.
- al diablo el mundo da, me da igual si escuchan -atrapo sus labios en un beso demasiado pasional, apretando mas su cuerpo contra el.
Mejor que escuchen, que sepan que eres mio, y que nadie te puede tocar mas que yo
Solto su cintura y tomo una de sus piernas, alzandola y obligandole a que la pusiera en torno a su cintura, para hacerlo mas facil. Rozo con los dedos su entranda, mirandole de forrma casi burlesca.
- creo que tu ya hiciste el trabajo da~ -volvio a apegar su cuerpo al suyo, sujando con un brazo la pierna que habia puesto en su cintura, rozando su hombria contra su entrada.
Quiero que gimas mi nombre, que lo grites, que escuchen a quien le perteneces
Le parecio totalmente morbosa aquella idea, ah… pero ya le daba lo mismo lo que pasara, mientras pudiera seguir marcandolo como suyo, si lo encontraban, si les llamaban la atencion por semejante comportamiento, al diablo todo, al diablo el mundo, el momento era demasiado placentero como para perderse en esas tribulaciones.
Se deslizo en su interior, sin mucho cuidado, de una sola embestida, era culpa del yanqui el que lo tuviera tan a tope. Entrecerro los ojos soltando un gemido bajo, seguia siendo demasiado estrrecho y aquello solo hacia las cosas mas placenteras.
¿Era idea suyo o el agua ya ni siquiera estaba tibia y solo caia fria sobre sus cuerpos? Tampoco era como si le importara demasiado, no ayudaba en nada a bajar su temperatura corporal, mucho menos cuando comenzo a moverse en su interior, apenas pudiendose contener para no ir tan rapido como queria y hacerle daño al yanqui.
Vio como una gota de agua se desprendia del cabello rubio del otro y rodaba por su sien, no tuvo idea porque le llamo tanto la atencion, pero le parecio sensual la forma en que se deslizo por su rostro hacia su cuello, hasta su pecho, uniendose a otras mas y perdiendose en hilos humedos hacia abajo, desapareciendo de su vista.
- me gusta cuando suplicas da~ ¿te lo habia dicho? -solto una leve risita, mientras comenzaba las estocadas mas profundas- sobre todo cuando gimes mi nombre da~
Sonrio con malicia, viendo como el agua seguia escurriendo por el cuerpo del yanqui, delineando cada una de sus formas. Volvio a atrapar sus labios en un beso demandante y apasionado, jugando con su lengua a un ritmo desenfrenado, soltando uno que otro gemido bajo por las embestidas, queriendo ya ir de una vez por todas de forma tan salvaje como queria, de la misma forma en que penso en hacerselo cuando lo descubrio en la ducha de esa forma.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Dios. ¿Cómo podía el ruso enloquecedía de esa forma? Apenas pudo aguantar unos minutos antes de correrse con l amano del ruso, que con toda su fantasía junta. Porque tenía claro que el otro era mucho más excitante en persona que lo que su mente pudiera hacerlo. ¡Era inagotable! Su cuerpo después de una noche sin dormir, aun necesitaba del tacto del otro, y lo peor de aquello no era solo que se había puesto duro de pensar en el ruso después de acabar de hacerlo. Sino de encima también cuando ya se había corrido volver a endurecerse de una forma tan rápida.
Su respiración se encontraba agitada mientras su cuerpo aún se encontraba con los músculos agarrotados debido al creciente orgasmo que acaba de sufrir. Por culpa de ese tipo de respiración sentía como el agua de la ducha, que seguía cayendo se colaba ligeramente en su boca aunque sin importarle mucho, cerrando los ojos para intentar calmarse, y hacerse la idea de que eralmente estaba ahí, desnudo, mojado, lleno de las marcas de las relaciones sexuales que habían mantenido, y sobretodo del dolor que en ellas se mostraba que debían haber sufrido, o mejor dicho, disfrutado. Porque incluso intentando relajarse, su cuerpo ardía, el agua seguramente se evaporaría al tocar al americano, porque sentía su cuerpo arder en llamas, y lo peor es que aquella sensación era simplemente una adicción. Su cuerpo mojado, su miembro duro, aquellos ojos dilatados por la excitación sexual, y unas mejillas ardientes rebosantes de sangre que le hacian adquirir ese color tan carácterístco. Sin duda se debía de ver muy bien.
Y tras aquel orgasmo perfecto, y colocarse frente a él simplemente se dejo hacer, como un muñeco. Pero claro, era un americano, mejor dicho, un estadounidense, tenía un orgullo por las nubes, pero cuando estaba con el ruso, decidía que dejarse un poc hacer no estaba mal, pero claro, aquellas suplicas, gemidos, insinuaciones, no eran más que una forma para hacer que el ruso se volviera loco. Sabía uqe le encantaba, y así el ruso hacia lo que deseaba, porque seguramente si fuera una orden el otro se negaría, o haría lo contrario, así que simplemente se lo pedía de la forma uke para salirse con la suya. Como siempre, era un egoísta, y quizás un imbécil, pero solo en las cosas que quería podía llegar a ser listo.
Se molesto por aquella insinuación de lo que le había gustado, por lo que simplemente frunció el ceño, no pudiendo admitir que ahora se encontraba mucho mejor,después de que al menos eso tan alto calenton hubiera disminuido ligeramente. Se quedo mirando al otro sin parar de tentarlo ya que su dureza seguía de forma supicante en busca de atención mientra se frotaba contra este. El ruso parecio que le siguió el juego mordiendose el labio inferior para ver aquel rostro que simplemente daba pánico a la vez que le excitaba de sobremanera. Nunca el tener tanto miedo le había incitado a seguir una cosa así.
Aunque bueno, no podía negar que estaba disfrutando con todo ello.
-Claro que lo deseo…-dijo rotundo mientras volvía a ser acorralado contra aquella fría pared, sintiendo un escalofrió por los grandes cambios de temperatura que no paraba de sufrir.
Se quedo a esperas de la reacción del otro la cual realmente le parecio precipitada. Aunque seguramente el ruso estaría peor que el americano que al menos ya se había corrido una vez, pero su miembro se mantenía duro. Sintió como elevaba su pierna, no pudiendo evitar ponerse nervioso y luchar por mantener el equilibrio al darse cuenta que el ruso era bastante alto, por lo que debía levantar la pierna bastante. Incluso siendo el americano también bastnate alto.
Sus pensamientos se nublaron ante lo que dijo. ¡Se acababa de burlar de él! ¡No tenía culpa de que lo hubiera pillado masturbandose! ¡La culpa era del ruso! ¡La culpa…..de….!
Sintió el roce del miembro del otro contra su entrada. Oh dios. Yes, yes, se la iba a meter, ya no necesitaba imaginarlo, era su vigoroso miembro. Iba a entrar, y encima en n lugar así, con el espejo seguramente cerca, con el agua, y en aquel baño que resonaba todo de forma que casi parecia que hubiera eco.
-Ten cuida……!....ahhh!-no pudo acabar la frase al notar el otro meterse en su interior de una sola estocada haciendo que casi pudiera correrse de nuevo del placer. Realmente la entrada del americano parecia que se había aflojado, por su puesto era estrecha, pero comparandolo con su prmera vez, no había dolor, solo placer, ese cuerpo ya…era del ruso , estaba hecho para él.
Pero sin previo aviso comenzó a moverse, su cabeza le daba vueltas. La forma en que se mvoía simplemente le enloquecía, aun sabiendo que podía llegar a ir mucho más rápido y profundo, ya se comenzaba a acostumbrar al miembro del otro, pero no por ello dejaba de disfrutarloc omo la primera vez.
Sus manos se deslizaron hasta la espalda del otro amarrandose con fuerza para no caerse mientras apoyaba su peso en la pared. Sus gemidos empezaban a escapar de su boca, a medida que suplicaba por bocanadas de aire. Su cabeza se alzó mirando hacia el techo, aunque sus ojos se mantuvieron cerrados ya que del inmeso placer era imposible abrirlo, y su propia cadera se movía la compás del otro en busca de más. Más. Más. Oh fuck. Se estaba derritiendo era tan calido y duro, y sobretodo mojado pro culpa del agua que escurría por ambos cuerpos.
-Su…suplicar?-pudo decir mientras su mente intentaba recapacitar pero al notar las estocadas más profundas us mente se fue. Ya. Como siempre sucedía. Su cabeaz bajo ligeramente para poder mirar al otro viendo la sonrisa maliciosa, su ego subido. Como se vengaría, no tenía ni idea, se lo haría de todas las formas posibles, entonces si que haría al ruso suplicar porque el americano le metiera su **lla dentro.
Sabía que realmente ser cabezón sería capaz de puro orgullo de parar en seco, simplementa para no humillarse, o dejarse vencer por el rubio así que como siempre simplemete lo complació después de auqel fogoso beso que le dio pensando que incluso podía
-Oh yes! Please! MORE! Gimme more! Your dick is soooo hot and big! Ahhh..-rozó el punto que le hizó enloquecer haciendo que su propia cadera se moviera aún más, escuchando cmo resonaba de nuevo sus gritos, y se oía el choque de ambas caderas con agua de por medio, pareciendole el sonido más excitante que jamás hubiera podido escuchar. Arqueo de neuvo la cabeza, mirando de nuevo hacia el techo acorraladoc ontra la pared.
-¡Metemela más! Hard! ¡YA!-más q ue todo aquello suplicas parecian duras ordenes desesperadas mientras su boca seguía pidiendo por aire-Iván, Iván, Iván…I…v..van!!-seguía como en un conjuro pronunciando su nombre. Aunque de aquella forma realmente no le parecía tan…dura y brusca como deseaba. Necesitaba más. Mucho más. Paro un momento sus propios movimentos para sacarlo de dentro de él durante unos segundos, que realmente para el rubio se le hicieron eternos para pegar su pecho y su mejilla a la pared acercando las caderas insinuante al otro mirandolo de reojo mientras su saliva se confundía con la propia agua que descendía.
-Metela de nuevo. C’mon Iván! –suplico realmente poniendo varia enfasis en su nombre para que se diera cuenta de que en ese momento solo el ocupaba su mente. Sus mejillas ardiendo tan siquiera se enfriaban con el helor de la pared, sino que sus manos volvieron a descender hacia su propio miembro masturbandose, colocandose en la misma posición que cuando tenía aquella fantasía consigo mismo. Sólo que en ese momento no era para nada una fantasía, sino una realidad. Sus caderas se movieron solas esperando la intromisión del otro.
-Hazlo fuerte…-aquello fue un hilo de voz jadeante-quiero…que…me la metas tan duro que no pueda andar….-pero aun queriendo parecer uke ante aquello en su sonrisa se mostraba malicia, arrogancia, retadora, como si le estuviera desafiando a ver si era capaz de llegar a tales limites y extremos. Se mordió el labio inferior mientras esperab con impaciencia a que el otro lo hiciera de una vez pro todas.
Su respiración se encontraba agitada mientras su cuerpo aún se encontraba con los músculos agarrotados debido al creciente orgasmo que acaba de sufrir. Por culpa de ese tipo de respiración sentía como el agua de la ducha, que seguía cayendo se colaba ligeramente en su boca aunque sin importarle mucho, cerrando los ojos para intentar calmarse, y hacerse la idea de que eralmente estaba ahí, desnudo, mojado, lleno de las marcas de las relaciones sexuales que habían mantenido, y sobretodo del dolor que en ellas se mostraba que debían haber sufrido, o mejor dicho, disfrutado. Porque incluso intentando relajarse, su cuerpo ardía, el agua seguramente se evaporaría al tocar al americano, porque sentía su cuerpo arder en llamas, y lo peor es que aquella sensación era simplemente una adicción. Su cuerpo mojado, su miembro duro, aquellos ojos dilatados por la excitación sexual, y unas mejillas ardientes rebosantes de sangre que le hacian adquirir ese color tan carácterístco. Sin duda se debía de ver muy bien.
Y tras aquel orgasmo perfecto, y colocarse frente a él simplemente se dejo hacer, como un muñeco. Pero claro, era un americano, mejor dicho, un estadounidense, tenía un orgullo por las nubes, pero cuando estaba con el ruso, decidía que dejarse un poc hacer no estaba mal, pero claro, aquellas suplicas, gemidos, insinuaciones, no eran más que una forma para hacer que el ruso se volviera loco. Sabía uqe le encantaba, y así el ruso hacia lo que deseaba, porque seguramente si fuera una orden el otro se negaría, o haría lo contrario, así que simplemente se lo pedía de la forma uke para salirse con la suya. Como siempre, era un egoísta, y quizás un imbécil, pero solo en las cosas que quería podía llegar a ser listo.
Se molesto por aquella insinuación de lo que le había gustado, por lo que simplemente frunció el ceño, no pudiendo admitir que ahora se encontraba mucho mejor,después de que al menos eso tan alto calenton hubiera disminuido ligeramente. Se quedo mirando al otro sin parar de tentarlo ya que su dureza seguía de forma supicante en busca de atención mientra se frotaba contra este. El ruso parecio que le siguió el juego mordiendose el labio inferior para ver aquel rostro que simplemente daba pánico a la vez que le excitaba de sobremanera. Nunca el tener tanto miedo le había incitado a seguir una cosa así.
Aunque bueno, no podía negar que estaba disfrutando con todo ello.
-Claro que lo deseo…-dijo rotundo mientras volvía a ser acorralado contra aquella fría pared, sintiendo un escalofrió por los grandes cambios de temperatura que no paraba de sufrir.
Se quedo a esperas de la reacción del otro la cual realmente le parecio precipitada. Aunque seguramente el ruso estaría peor que el americano que al menos ya se había corrido una vez, pero su miembro se mantenía duro. Sintió como elevaba su pierna, no pudiendo evitar ponerse nervioso y luchar por mantener el equilibrio al darse cuenta que el ruso era bastante alto, por lo que debía levantar la pierna bastante. Incluso siendo el americano también bastnate alto.
Sus pensamientos se nublaron ante lo que dijo. ¡Se acababa de burlar de él! ¡No tenía culpa de que lo hubiera pillado masturbandose! ¡La culpa era del ruso! ¡La culpa…..de….!
Sintió el roce del miembro del otro contra su entrada. Oh dios. Yes, yes, se la iba a meter, ya no necesitaba imaginarlo, era su vigoroso miembro. Iba a entrar, y encima en n lugar así, con el espejo seguramente cerca, con el agua, y en aquel baño que resonaba todo de forma que casi parecia que hubiera eco.
-Ten cuida……!....ahhh!-no pudo acabar la frase al notar el otro meterse en su interior de una sola estocada haciendo que casi pudiera correrse de nuevo del placer. Realmente la entrada del americano parecia que se había aflojado, por su puesto era estrecha, pero comparandolo con su prmera vez, no había dolor, solo placer, ese cuerpo ya…era del ruso , estaba hecho para él.
Pero sin previo aviso comenzó a moverse, su cabeza le daba vueltas. La forma en que se mvoía simplemente le enloquecía, aun sabiendo que podía llegar a ir mucho más rápido y profundo, ya se comenzaba a acostumbrar al miembro del otro, pero no por ello dejaba de disfrutarloc omo la primera vez.
Sus manos se deslizaron hasta la espalda del otro amarrandose con fuerza para no caerse mientras apoyaba su peso en la pared. Sus gemidos empezaban a escapar de su boca, a medida que suplicaba por bocanadas de aire. Su cabeza se alzó mirando hacia el techo, aunque sus ojos se mantuvieron cerrados ya que del inmeso placer era imposible abrirlo, y su propia cadera se movía la compás del otro en busca de más. Más. Más. Oh fuck. Se estaba derritiendo era tan calido y duro, y sobretodo mojado pro culpa del agua que escurría por ambos cuerpos.
-Su…suplicar?-pudo decir mientras su mente intentaba recapacitar pero al notar las estocadas más profundas us mente se fue. Ya. Como siempre sucedía. Su cabeaz bajo ligeramente para poder mirar al otro viendo la sonrisa maliciosa, su ego subido. Como se vengaría, no tenía ni idea, se lo haría de todas las formas posibles, entonces si que haría al ruso suplicar porque el americano le metiera su **lla dentro.
Sabía que realmente ser cabezón sería capaz de puro orgullo de parar en seco, simplementa para no humillarse, o dejarse vencer por el rubio así que como siempre simplemete lo complació después de auqel fogoso beso que le dio pensando que incluso podía
-Oh yes! Please! MORE! Gimme more! Your dick is soooo hot and big! Ahhh..-rozó el punto que le hizó enloquecer haciendo que su propia cadera se moviera aún más, escuchando cmo resonaba de nuevo sus gritos, y se oía el choque de ambas caderas con agua de por medio, pareciendole el sonido más excitante que jamás hubiera podido escuchar. Arqueo de neuvo la cabeza, mirando de nuevo hacia el techo acorraladoc ontra la pared.
-¡Metemela más! Hard! ¡YA!-más q ue todo aquello suplicas parecian duras ordenes desesperadas mientras su boca seguía pidiendo por aire-Iván, Iván, Iván…I…v..van!!-seguía como en un conjuro pronunciando su nombre. Aunque de aquella forma realmente no le parecía tan…dura y brusca como deseaba. Necesitaba más. Mucho más. Paro un momento sus propios movimentos para sacarlo de dentro de él durante unos segundos, que realmente para el rubio se le hicieron eternos para pegar su pecho y su mejilla a la pared acercando las caderas insinuante al otro mirandolo de reojo mientras su saliva se confundía con la propia agua que descendía.
-Metela de nuevo. C’mon Iván! –suplico realmente poniendo varia enfasis en su nombre para que se diera cuenta de que en ese momento solo el ocupaba su mente. Sus mejillas ardiendo tan siquiera se enfriaban con el helor de la pared, sino que sus manos volvieron a descender hacia su propio miembro masturbandose, colocandose en la misma posición que cuando tenía aquella fantasía consigo mismo. Sólo que en ese momento no era para nada una fantasía, sino una realidad. Sus caderas se movieron solas esperando la intromisión del otro.
-Hazlo fuerte…-aquello fue un hilo de voz jadeante-quiero…que…me la metas tan duro que no pueda andar….-pero aun queriendo parecer uke ante aquello en su sonrisa se mostraba malicia, arrogancia, retadora, como si le estuviera desafiando a ver si era capaz de llegar a tales limites y extremos. Se mordió el labio inferior mientras esperab con impaciencia a que el otro lo hiciera de una vez pro todas.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Queria grabar en su retina y su memoria cada una de los detalles de su expresion, sus mejillas sonrojadas, su expresion llena de placer, tampoco paso por alto el hecho de sus pupilas dilatadas por todo. El conjunto le parecio tan excitante…
De verdad quiero devorarte, desgarrarte, agotar hasta lo ultimo que quede de ti
Le gustaba tanto… de la misma forma en que lo desesperaba, con la forma en que se lo insinuaba, como se movia contra el, sentir como sus cuerpos se rozaban de esa forma, esa lenguaje que usaba con el… estba logrando que perdiera la cabeza… y pensar que siempre se habia considerado una persona de mente fria…. Quien lo viera ahora.
Y cuando se burlo de el, y el americano no le devolvio la burla ni un insulto… de verdad si que tenia que estar perdido en las sensaciones para aquello, aunque tampoco era como si Iván se fuera a quejar. Por un lado le gustaba verlo asi, sumiso por decirlo de alguna forma, perdido en el placer, impaciente.
Se deslizo en su interior, debia reconocer que no se preocupo por si le podia hacer daño, si es que podia estar resentido, si le podria doler, o algo… no, solo le importo el placer de aquella accion, notando de inmediato que fue mucho mas facil deslizarse en su interior ahora, que la primera vez, pero no por eso dejaba de ser deliciosamente estrecho, le gustaba de todas las forma posibles aquello, y de las imposibles igual. Era una posicion algo incomoda, lo noto sobre todo cuando se dio cuenta de su nerviosismo cuando le hizo alzar la pierna, pero como no recibio reclamo alguno, además un ‘ten cuidado’ que ni siquiera fue capaz de terminar cuando ya le habia penetrado, no trato de hacerle las cosas mas faciles.
Le vio alzar la cabeza mientras comenzaba las embestidas, lentas, profundas, subiendo el ritmo poco a poco. Le gustaba ver sus ojos cerrado con aquella expresion. Sintio como se abrazaba a su espalda con fuerza y se inclino un poco sobre el para que apoyara mas el peso sobre la pared, para no correr riesgo de caerse, aunque si eso pasara… estaba seguro que continuarian, en la posicion que fueran, pasara lo que pasara, no se detendrian hasta satisfacerse por completo.
- da~ suplicar -contesto en un jadeo.
Se sentia tan bien en esos momentos, dominandolo por completo, o sintiendolo asi al menos, lo estaban haciendo en la ducha… ya lo habian hecho al aire libre, entre los girasoles, en la cama, ahora en la ducha… pero no se quedaria satisfecho con eso, aunque quedara como un adicto al sexo, queria hacerselo sobre el escritorio, en el suelo, en la sala de profesores, en el pasillo, donde lo encontrara, hasta saciarse por completo de el… si es que eso podia ser posible. Ademas, al parecer el yanqui pensaba igual que el, por algo habria iniciado esa fantasia en la ducha, ¿no?
Y escuchar sus gemidos, sus gritos, las forma en que hablaba, tan sucia y vulgar, y como decia su nombre, ¿Cómo no complacerlo si era asi?
El movimiento de su cadera de volvio mas duro, mas profundo, sujetandole aun por la cintura con fuerza para evitar que se fueran a caer, viendo como volvia a elevar el rostro, dandole la oportunidad de besar y morder su cuello expuesto, dejando nuevas marcas, y es que adoraba ver esa piel marcada por él, porque de alguna forma, retorcida, lograba verlo como algo suyo, como su propiedad, nadie mas lo podria tocar, nunca, era suyo, de nadie mas.
Ni siquiera llevo dos dias contigo y ya te tengo como mio por completo
Solto un gruñido disconforme cuando sintio que el otro cesaba los movimientos y se separaba de el, estuvo a punto de volver a tomarlo de la cintura y obligar lo a continuar, el otro por lo menos ya habia llegado a su climax una vez, mientras que el aun no, era injusto que parara justo, ahora, ¡totalmente egoista, no podia jugar con el de esa…!
Pero tu cuerpo me pertenece, y tus pensamientos igual
Murio, murio por vez infinita cuando le vio colocarse de cara a la pared, apoyando las manos sobre esta, moviendo las caderas de esa forma insinuante que le hizo perder la poca razón que le quedaba y que con esfuerzo habia recuperado en el pequeño descanso que se habian tomado, para la ‘ducha’.
Y se volvia a masturbar, se volvia a tocar, le volvia a dar todo un espectáculo de si mismo, en esa posición.
Asi que… si eres realmente mio
Apoyo una mano en su espalda, siguiendo la linea de la columna, deslizándola con una suavidad y ligereza inusitada, bajando por ella, hasta llegar a su trasero y acariciarlo, mientras sonreia de forma algo arrogante, acariciando aun, a pesar de que moria de ganas de volver a penetrarle y comenzar de nuevo a embestir de forma desenfrenada, mucho mas que antes, ya que ahora seria mas comodo. Pero queria desesperarlo un poco, solo un poco mas.
Como yo soy tuyo, maldito yanqui
Rozo su entrada con la punta de su miembro, frotandose un poco contra el, soltando un gemido bajo por eso, para despues introducirse solo un poco, empujando con una lentitud desesperante hasta para el mismo.
- ¿para no poder caminar en varios dias?-sonrio de medio lado, saliendo de su interior para luego volver e entrar en una embestida, tomandolo del cabello y jalando un poco de el, sin verdadera fuerza- aunque pudieras andar no te lo permitiria da~ te mantendria amarrado en la cama, viendo cuales son tus puntos mas sensibles…-comenzo a embestir, de forma dura, a intervalos pausados- o que tan alto puedes gemir de placer da~ -sonrio, soltando un leve jadeo, inclinandose sobre el para poder morder su cuello, besarlo, lamerlo, degustarlo de todas las formas que quisiera. Mas marcas, mas hermosas que antes al estar recien hechas- se me ocurren tantas cosas que puedo hacerte da~ mhhh. . .
Comenzo a embestirlo con fuerza, tal como habia querido desde un principio, y como el yanqui tambien deseaba, llevando una mano a miembro del menor, apartandole la propia mano, para comenzar a masturbarlo al ritmo de las embestidas, buscando llegar a su punto maximo de placer.
Su mente dio un pequeño chispazo al recordar que estando en un baño, seguramente habria un espejo, queria que el otro viera su propia cara de placer. Le parecio una idea morbosa, pero demasiado tentadora, lo queria, era su nuevo capricho. Se giro un poco para poder mirara sus espaldas. bajando un poco, solo un poco la intensidad de sus embestidas para descubrir a un costado de la habitacion un espejo de cuerpo entero.
- oye Alfred -susurro contra su oido en un jadeo algo ronco por culpa de las ansias que nuevamente volvia a contener, presiono la punta de su miembro con el dedo indice, haciendo movimientos circulares sobre el- mira -dijo, señalando el espejo a un costado de la pared, solo tendria que moverse un poco para poder enfocarse en el - ¿se te ocurre hacer algo con eso da? -pregunto aun en voz baja, dando otra profunda embestida, volviendo a hacer que se inclinara un poco para llegar a ese punto de placer en su interior.
De verdad quiero devorarte, desgarrarte, agotar hasta lo ultimo que quede de ti
Le gustaba tanto… de la misma forma en que lo desesperaba, con la forma en que se lo insinuaba, como se movia contra el, sentir como sus cuerpos se rozaban de esa forma, esa lenguaje que usaba con el… estba logrando que perdiera la cabeza… y pensar que siempre se habia considerado una persona de mente fria…. Quien lo viera ahora.
Y cuando se burlo de el, y el americano no le devolvio la burla ni un insulto… de verdad si que tenia que estar perdido en las sensaciones para aquello, aunque tampoco era como si Iván se fuera a quejar. Por un lado le gustaba verlo asi, sumiso por decirlo de alguna forma, perdido en el placer, impaciente.
Se deslizo en su interior, debia reconocer que no se preocupo por si le podia hacer daño, si es que podia estar resentido, si le podria doler, o algo… no, solo le importo el placer de aquella accion, notando de inmediato que fue mucho mas facil deslizarse en su interior ahora, que la primera vez, pero no por eso dejaba de ser deliciosamente estrecho, le gustaba de todas las forma posibles aquello, y de las imposibles igual. Era una posicion algo incomoda, lo noto sobre todo cuando se dio cuenta de su nerviosismo cuando le hizo alzar la pierna, pero como no recibio reclamo alguno, además un ‘ten cuidado’ que ni siquiera fue capaz de terminar cuando ya le habia penetrado, no trato de hacerle las cosas mas faciles.
Le vio alzar la cabeza mientras comenzaba las embestidas, lentas, profundas, subiendo el ritmo poco a poco. Le gustaba ver sus ojos cerrado con aquella expresion. Sintio como se abrazaba a su espalda con fuerza y se inclino un poco sobre el para que apoyara mas el peso sobre la pared, para no correr riesgo de caerse, aunque si eso pasara… estaba seguro que continuarian, en la posicion que fueran, pasara lo que pasara, no se detendrian hasta satisfacerse por completo.
- da~ suplicar -contesto en un jadeo.
Se sentia tan bien en esos momentos, dominandolo por completo, o sintiendolo asi al menos, lo estaban haciendo en la ducha… ya lo habian hecho al aire libre, entre los girasoles, en la cama, ahora en la ducha… pero no se quedaria satisfecho con eso, aunque quedara como un adicto al sexo, queria hacerselo sobre el escritorio, en el suelo, en la sala de profesores, en el pasillo, donde lo encontrara, hasta saciarse por completo de el… si es que eso podia ser posible. Ademas, al parecer el yanqui pensaba igual que el, por algo habria iniciado esa fantasia en la ducha, ¿no?
Y escuchar sus gemidos, sus gritos, las forma en que hablaba, tan sucia y vulgar, y como decia su nombre, ¿Cómo no complacerlo si era asi?
El movimiento de su cadera de volvio mas duro, mas profundo, sujetandole aun por la cintura con fuerza para evitar que se fueran a caer, viendo como volvia a elevar el rostro, dandole la oportunidad de besar y morder su cuello expuesto, dejando nuevas marcas, y es que adoraba ver esa piel marcada por él, porque de alguna forma, retorcida, lograba verlo como algo suyo, como su propiedad, nadie mas lo podria tocar, nunca, era suyo, de nadie mas.
Ni siquiera llevo dos dias contigo y ya te tengo como mio por completo
Solto un gruñido disconforme cuando sintio que el otro cesaba los movimientos y se separaba de el, estuvo a punto de volver a tomarlo de la cintura y obligar lo a continuar, el otro por lo menos ya habia llegado a su climax una vez, mientras que el aun no, era injusto que parara justo, ahora, ¡totalmente egoista, no podia jugar con el de esa…!
Pero tu cuerpo me pertenece, y tus pensamientos igual
Murio, murio por vez infinita cuando le vio colocarse de cara a la pared, apoyando las manos sobre esta, moviendo las caderas de esa forma insinuante que le hizo perder la poca razón que le quedaba y que con esfuerzo habia recuperado en el pequeño descanso que se habian tomado, para la ‘ducha’.
Y se volvia a masturbar, se volvia a tocar, le volvia a dar todo un espectáculo de si mismo, en esa posición.
Asi que… si eres realmente mio
Apoyo una mano en su espalda, siguiendo la linea de la columna, deslizándola con una suavidad y ligereza inusitada, bajando por ella, hasta llegar a su trasero y acariciarlo, mientras sonreia de forma algo arrogante, acariciando aun, a pesar de que moria de ganas de volver a penetrarle y comenzar de nuevo a embestir de forma desenfrenada, mucho mas que antes, ya que ahora seria mas comodo. Pero queria desesperarlo un poco, solo un poco mas.
Como yo soy tuyo, maldito yanqui
Rozo su entrada con la punta de su miembro, frotandose un poco contra el, soltando un gemido bajo por eso, para despues introducirse solo un poco, empujando con una lentitud desesperante hasta para el mismo.
- ¿para no poder caminar en varios dias?-sonrio de medio lado, saliendo de su interior para luego volver e entrar en una embestida, tomandolo del cabello y jalando un poco de el, sin verdadera fuerza- aunque pudieras andar no te lo permitiria da~ te mantendria amarrado en la cama, viendo cuales son tus puntos mas sensibles…-comenzo a embestir, de forma dura, a intervalos pausados- o que tan alto puedes gemir de placer da~ -sonrio, soltando un leve jadeo, inclinandose sobre el para poder morder su cuello, besarlo, lamerlo, degustarlo de todas las formas que quisiera. Mas marcas, mas hermosas que antes al estar recien hechas- se me ocurren tantas cosas que puedo hacerte da~ mhhh. . .
Comenzo a embestirlo con fuerza, tal como habia querido desde un principio, y como el yanqui tambien deseaba, llevando una mano a miembro del menor, apartandole la propia mano, para comenzar a masturbarlo al ritmo de las embestidas, buscando llegar a su punto maximo de placer.
Su mente dio un pequeño chispazo al recordar que estando en un baño, seguramente habria un espejo, queria que el otro viera su propia cara de placer. Le parecio una idea morbosa, pero demasiado tentadora, lo queria, era su nuevo capricho. Se giro un poco para poder mirara sus espaldas. bajando un poco, solo un poco la intensidad de sus embestidas para descubrir a un costado de la habitacion un espejo de cuerpo entero.
- oye Alfred -susurro contra su oido en un jadeo algo ronco por culpa de las ansias que nuevamente volvia a contener, presiono la punta de su miembro con el dedo indice, haciendo movimientos circulares sobre el- mira -dijo, señalando el espejo a un costado de la pared, solo tendria que moverse un poco para poder enfocarse en el - ¿se te ocurre hacer algo con eso da? -pregunto aun en voz baja, dando otra profunda embestida, volviendo a hacer que se inclinara un poco para llegar a ese punto de placer en su interior.
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
¿Cómo podía perderse en tantas sensaciones? Se estaba ahogando, en un mar de placer, y lo peor es que esa sensación era continua, ya que no paraban de disfrutar de la compañía, y lo que no era la compañía del otro. Podía sentir que se correría mil veces y aún así no podría terminar con su gran excitación. Pero la culpa era del otro., quería hacerle tantas cosas, que el tiempo le parecia demasiado rápido, ojala se detuviera. Aunque seguramente si no lo hiciera todo lo que quería deprisa no le daría tiempo a hacerlo todo en lo que le quedaba de vida. Quería hacerlo suyo, hacerse suyo, darse placer hasta llegar a la cúspide del gozo. ¿Pero cuánto duraría la pasión? ¿Cuándo se volvería rutina? ¿Cuándo el ruso se cansaría de él y lo abandonaría por alguien más joven, apuesto, y atractivo y con un trasero alucinante? ¿Cuándo buscaría una boca que le practicará mejor el sexo oral? No. No soportaría que aquel asqueroso villano con su vigoroso miembro fuera a buscar otro lugar donde disfrutar. Otra persona que no fuera él.
Haría lo que fuera. Incluso humillarse, tirar su orgullo, con tal de que no lo abandonará. Era tan patetico. Había abandonado a aquel alumno de amplias cejas por el ruso, no podía ahora perderlo. Se volvería a quedar solo. Sí. Otra vez. Un héroe solitario y abandonado como un perro callejero y asqueroso al que nadie quiere. No. No volvería a pasar. Sería… Sería el mejor amante uqe jamás el ruso pudiera disfrutar. Sadomasoquismo, juguetes, disfraces, haría lo que FUERA, por estar junto a él. Pero claro, eso nunca se lo diría. Era un héroe, no podía perder contra él.
Y por ello decidió que aquella posición aparte de ser incómoda, no era lo suficientemente…. Humillante. Lo sabía. Él otro le había encantado verlo de aquella forma mientras tenía aquellas húmedas fantasías. Y no iba a quitarle las ganas de hacelro de aquella forma, aunque claro, lo único que consiguió fue sentir más contraste de temperatura al su cuerpo desprender de calor y encontrarse ante la ausencia de este en la pared con l auq ese encontraba.
Sus ojos expectantes esperaron la reacción del otro, deseando enloquecerlo, bueno, terminar aquella faena que en cada sesión de sexo avanzaba. Aunque sabía que de primeras aquello no le había agradado pero leugo, mientras giraba el rostro, pudo ver la reacción del otro y simplemente su sonrisa se ensancho mostrando cierto nerviosismo e incluso miedo ya que era…. Era tan grande que temía que lo hiciera muy brusco.
Su mano volvio a la punta de su miembro mientras su mano acariciaba toda su extensión volviendo a aquellos movimientos de arriba abajo ejerciendo una leve presión soltando suaves jadeos sin poder apartar sus ojos del otro doblando la cara queriendo ver el rostro y el cuerpo del otro mientras seguía aquel trabajo.
Solto un gemido mucho más sonoro al sentir los dedos de este acariciando su espalda entrecerrando los ojos, era un suave tacto para toda la agresividad latente siempre. Y aunque nunca jamás lo admitiera sintió como tu su cuerpo se erizaba casi como un gato por tanta…¿dulzura? Aunque….Cuando miro su rostro se encontro con una sonrisa arrogante.
I hate you.
Tres palabras que solo sustituyendo una podía decirse todo loq ue penso el americano en aquellos momentos.
I love you.
Aunque tuvo que admitir que su miembro dolía y solo podía consolarse cn la mano que lo acariciaba pudo desesperarlo mucho. Queria sentirlo ya. Que lo follará.
Quiso insistirle pero de pronto sintió como agarraba su pelo tironeando de él para alzar su cabeza mirandolo de reojo, lo peor de aquel acto tan agresivo y casi sadomasoquista al tratar de inferior al americano es que….lo disfrutó. Y cuando tironeó de su cabello solto un gemido bastante agudo, no siendo de extrañar al no tener una voz ronca especialmente.
Queriendo reprocharle que no saliera de su interior pero luego de pronto sintió una dura embestida soltando otra gemido agudo.
-A…¡ahh!-recupero el aliento ante aquello notando que el agua en ningún momento había cesado de salir.
Soltó gemidos mucho más sonoros al sentir como su cuerpo volvia a ser embestido por Iván teniendo ligeros temblores debido al placer.Su mano fue reemplazada por la del otro no pudiendo eivtar dar suaves caderazos contra su mano a medida de las embestidas. Apretó sus manos que se encontraban contra la pared creando puños teniendo duros espasmos de placer. Su rostro se encontraba agitado, rojo, jadeante, y lo peor de todo de la forma más sensual y excitante que seguramente a cualquier seme pudiera decir con toda seguridad que llevaba años siendo el uke de alguien, y exactamente hace dos días perdió la virginidad por detrás. ¿Quién lo diría?
Su cuerpo desnudo lleno de marcas, aquella sinfonía de gemidos, las luces artificiales alumbrando ambos cuerpos, las manos apretadas junto con sus musuclos agarratados, su miembro hinchado, todo era en su conjunto la personificación del estadounidense con un brillo en sus ojos azules de pura excitación.
-Yes….yees….-no sabía si se podía morir de placer pero de ser así poco le faltaba a Alfred.
De pronto escuchó al otro mientras las embestidas disminuian pero eso lo hizo que el otro se molestará. ¡Quería que el ruso se corriera dentro suya, sentir las ansias, la desperación todo!
Giró su rostro para poder mirar y decir algo pro sintió como el otro apretaba su punta y s emovía en circulos. ¡Dios! ¿Desde cuando el ruso se debía masturbar? Porque la pracitca era asombrante. Dirigió su mirada hacia el espejo y no pudo evitra soltar un puro chillido en el cual se podía descifrar su nombre, pero sobretodo por la vergüenza de verse de aquella forma, y lo peor de aquello es que ver como lo hacian le excitaba. Menudo pervertido.
Asintió repetidas veces, necesitaba verse, sí, deseaba verse mientras se lo hacia, quería saber que era lo que tanto le ustaba ver al ruso. Lo necesitaba. Ante aquello quiso moverse pero sus piernas flojeraon al sentir como tocaba aquel embriagante punto teniendo una dura sacudida soltando un largo gemido.
-ah…Ah….¡Ahhhhh!-sus piernas temblaron completamente casi pareciendo que pudiera caerse de puro placer-
-Sí…yes…qu..quero verm…verme…-sonando como un pervertido sexual, aunque nada lejano de la realidad para moverse lentamente sin salir del interior del otro enfocandose a él mismo viendo su rostro, ambos cuerpos desnudos. Como su mirada casi se encotnraba perdida del extasis, y la saliva desprendida por su boca se confundía con el agua que seguía cayendo de la alcachofa.
-¿Te ….te gusta lo que ves?-susurro mirandose a traves del espejo para de pronto no poder evitar sonreír de lado con grandes aires de superioridad para de pronto tener una idea. Siguió enfocandose contra el espejo para de pronto abrir la boca con cara de puro orgasmo pero cerrando los ojos para no verse ya que le daría demasiado corte verse así pero dedicandoselo completametnte al ruso comenzando a mover sus propias caderas.
-Gimme….me encanta….venga…f..fuck me, follame…-suplico abriendo seguidamente los ojos moviendo sus propias caderas aún y pellizcando sus propios pezones con cara de pura suplica con un gran brillo de excitación.
-Demuestrame que no pueda andar….quiero….quiero que digas cosas soeces….-le ordeno necesitando oir la voz ronca del otro de la excitación decir cosas tecnicamente sucias y poco cultas ya que opor suerte o por desgracia al americano aquello conseguía excitarle mucho más de lo que cualquer persona pudiera imaginarse.
Sintió que el agua caliente se agotaba, ya que llevaban bastante tiempo en la ducha y sicneramente comenzaba a volverse incomodo para ente aquello cerrar el grifo pero luchando por mantener los ojos abiertos. Quedandose mirando fijamente al ruso esperando sus reacciones al ver como ambos se podían ver al espejo ya que parecia que al ruso la idea le había encantado. Para de pronto lamerse dos dedos de forma sensual al comenzar a impacientarse como siempre. Ya que desde nunca había tenido mucha paciencia.
-C’mon….-le metió prisa- muestrame que no debo follarme a orto que no seas tú….-le desafió.
Haría lo que fuera. Incluso humillarse, tirar su orgullo, con tal de que no lo abandonará. Era tan patetico. Había abandonado a aquel alumno de amplias cejas por el ruso, no podía ahora perderlo. Se volvería a quedar solo. Sí. Otra vez. Un héroe solitario y abandonado como un perro callejero y asqueroso al que nadie quiere. No. No volvería a pasar. Sería… Sería el mejor amante uqe jamás el ruso pudiera disfrutar. Sadomasoquismo, juguetes, disfraces, haría lo que FUERA, por estar junto a él. Pero claro, eso nunca se lo diría. Era un héroe, no podía perder contra él.
Y por ello decidió que aquella posición aparte de ser incómoda, no era lo suficientemente…. Humillante. Lo sabía. Él otro le había encantado verlo de aquella forma mientras tenía aquellas húmedas fantasías. Y no iba a quitarle las ganas de hacelro de aquella forma, aunque claro, lo único que consiguió fue sentir más contraste de temperatura al su cuerpo desprender de calor y encontrarse ante la ausencia de este en la pared con l auq ese encontraba.
Sus ojos expectantes esperaron la reacción del otro, deseando enloquecerlo, bueno, terminar aquella faena que en cada sesión de sexo avanzaba. Aunque sabía que de primeras aquello no le había agradado pero leugo, mientras giraba el rostro, pudo ver la reacción del otro y simplemente su sonrisa se ensancho mostrando cierto nerviosismo e incluso miedo ya que era…. Era tan grande que temía que lo hiciera muy brusco.
Su mano volvio a la punta de su miembro mientras su mano acariciaba toda su extensión volviendo a aquellos movimientos de arriba abajo ejerciendo una leve presión soltando suaves jadeos sin poder apartar sus ojos del otro doblando la cara queriendo ver el rostro y el cuerpo del otro mientras seguía aquel trabajo.
Solto un gemido mucho más sonoro al sentir los dedos de este acariciando su espalda entrecerrando los ojos, era un suave tacto para toda la agresividad latente siempre. Y aunque nunca jamás lo admitiera sintió como tu su cuerpo se erizaba casi como un gato por tanta…¿dulzura? Aunque….Cuando miro su rostro se encontro con una sonrisa arrogante.
I hate you.
Tres palabras que solo sustituyendo una podía decirse todo loq ue penso el americano en aquellos momentos.
I love you.
Aunque tuvo que admitir que su miembro dolía y solo podía consolarse cn la mano que lo acariciaba pudo desesperarlo mucho. Queria sentirlo ya. Que lo follará.
Quiso insistirle pero de pronto sintió como agarraba su pelo tironeando de él para alzar su cabeza mirandolo de reojo, lo peor de aquel acto tan agresivo y casi sadomasoquista al tratar de inferior al americano es que….lo disfrutó. Y cuando tironeó de su cabello solto un gemido bastante agudo, no siendo de extrañar al no tener una voz ronca especialmente.
Queriendo reprocharle que no saliera de su interior pero luego de pronto sintió una dura embestida soltando otra gemido agudo.
-A…¡ahh!-recupero el aliento ante aquello notando que el agua en ningún momento había cesado de salir.
Soltó gemidos mucho más sonoros al sentir como su cuerpo volvia a ser embestido por Iván teniendo ligeros temblores debido al placer.Su mano fue reemplazada por la del otro no pudiendo eivtar dar suaves caderazos contra su mano a medida de las embestidas. Apretó sus manos que se encontraban contra la pared creando puños teniendo duros espasmos de placer. Su rostro se encontraba agitado, rojo, jadeante, y lo peor de todo de la forma más sensual y excitante que seguramente a cualquier seme pudiera decir con toda seguridad que llevaba años siendo el uke de alguien, y exactamente hace dos días perdió la virginidad por detrás. ¿Quién lo diría?
Su cuerpo desnudo lleno de marcas, aquella sinfonía de gemidos, las luces artificiales alumbrando ambos cuerpos, las manos apretadas junto con sus musuclos agarratados, su miembro hinchado, todo era en su conjunto la personificación del estadounidense con un brillo en sus ojos azules de pura excitación.
-Yes….yees….-no sabía si se podía morir de placer pero de ser así poco le faltaba a Alfred.
De pronto escuchó al otro mientras las embestidas disminuian pero eso lo hizo que el otro se molestará. ¡Quería que el ruso se corriera dentro suya, sentir las ansias, la desperación todo!
Giró su rostro para poder mirar y decir algo pro sintió como el otro apretaba su punta y s emovía en circulos. ¡Dios! ¿Desde cuando el ruso se debía masturbar? Porque la pracitca era asombrante. Dirigió su mirada hacia el espejo y no pudo evitra soltar un puro chillido en el cual se podía descifrar su nombre, pero sobretodo por la vergüenza de verse de aquella forma, y lo peor de aquello es que ver como lo hacian le excitaba. Menudo pervertido.
Asintió repetidas veces, necesitaba verse, sí, deseaba verse mientras se lo hacia, quería saber que era lo que tanto le ustaba ver al ruso. Lo necesitaba. Ante aquello quiso moverse pero sus piernas flojeraon al sentir como tocaba aquel embriagante punto teniendo una dura sacudida soltando un largo gemido.
-ah…Ah….¡Ahhhhh!-sus piernas temblaron completamente casi pareciendo que pudiera caerse de puro placer-
-Sí…yes…qu..quero verm…verme…-sonando como un pervertido sexual, aunque nada lejano de la realidad para moverse lentamente sin salir del interior del otro enfocandose a él mismo viendo su rostro, ambos cuerpos desnudos. Como su mirada casi se encotnraba perdida del extasis, y la saliva desprendida por su boca se confundía con el agua que seguía cayendo de la alcachofa.
-¿Te ….te gusta lo que ves?-susurro mirandose a traves del espejo para de pronto no poder evitar sonreír de lado con grandes aires de superioridad para de pronto tener una idea. Siguió enfocandose contra el espejo para de pronto abrir la boca con cara de puro orgasmo pero cerrando los ojos para no verse ya que le daría demasiado corte verse así pero dedicandoselo completametnte al ruso comenzando a mover sus propias caderas.
-Gimme….me encanta….venga…f..fuck me, follame…-suplico abriendo seguidamente los ojos moviendo sus propias caderas aún y pellizcando sus propios pezones con cara de pura suplica con un gran brillo de excitación.
-Demuestrame que no pueda andar….quiero….quiero que digas cosas soeces….-le ordeno necesitando oir la voz ronca del otro de la excitación decir cosas tecnicamente sucias y poco cultas ya que opor suerte o por desgracia al americano aquello conseguía excitarle mucho más de lo que cualquer persona pudiera imaginarse.
Sintió que el agua caliente se agotaba, ya que llevaban bastante tiempo en la ducha y sicneramente comenzaba a volverse incomodo para ente aquello cerrar el grifo pero luchando por mantener los ojos abiertos. Quedandose mirando fijamente al ruso esperando sus reacciones al ver como ambos se podían ver al espejo ya que parecia que al ruso la idea le había encantado. Para de pronto lamerse dos dedos de forma sensual al comenzar a impacientarse como siempre. Ya que desde nunca había tenido mucha paciencia.
-C’mon….-le metió prisa- muestrame que no debo follarme a orto que no seas tú….-le desafió.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Sentir como su piel se erizaba bajo el roce suave de sus dedos bajando por su espalda, le pareció divertido aquello, además de gustarle de sobre manera, un gesto cariñoso no le venia mal a nadie en medio de tanto placer, ¿cierto? Dejar golpes, humillaciones, orgullos de lado por un rato, un simple par de minutos. Hasta el reconocía que aquello le gustaría. Pero no, el momento podía mas que el, la excitación, ver al otro de esa forma, era mas de lo que podia soportar, y por lo mismo le jalo del cabello, haciendo que inclinara la cabeza hacia atrás, y peor aun, el otro correspondió ese gesto con un chillido que le hizo estremecerse de placer con solo escucharlo.
Tenia ya grabado en la retina su cuerpo, estaba seguro que aun con los ojos cerrados podría reconocerlo, llegar a sus puntos mas sensibles solo con el tacto, podría decir donde le había hecho cada marca, con cual había gemido mas alto, con cual se estremecía. También podía decir aquello en sentido contrario, pues aunque no lo fuera a admitir, le había encantado la forma en que lo habia tocado hacia un rato atrás, aun podía escuchar su propia voz gimiendo de forma desesperada el nombre del otro.
Las adicciones nunca han sido buenas
¿Cuanto hacia que se conocían? esa tarde, era la primera vez que se habían visto, ¿era amor a primera vista? ¿o solo sexo a primera vista? Quizás era una mezcla muy rara, para empezar no eran personas compatibles, por ideologías se odiaban, por nacionalidades históricamente se llevaban mal, por personalidad... eran muy orgullosos, tercos e impulsivos. ¿Como se podían estar amando de forma tan desesperada aun con todo eso?
Pero esta es una de las mejores adicciones que he tenido en la vida
Seguía acariciando su miembro, sonriendo de medio lado cuando el otro se movió un poco para poder reflejarse en el espejo. Sintió sus piernas flaquear un poco, por lo que paso un brazo por debajo de su vientre para sujetarlo en caso que fuera a resbalar. Beso levemente su cuello, mirando fijamente su reflejo, sus expresiones, movimientos, todo. Prefiriendo pasar por alto su propia mirada de pupilar dilatadas por el placer, y las mejillas algo acaloradas.
- ¿gustarme?~ mas que eso... - se le hacia difícil seguir con aquel ritmo, quería embestirle de forma desenfrenada, que gritara de placer, y cuando vio aquel rostro de éxtasis puro ya no se contuvo mas. Sus caderas siguieron ya un ritmo delirante, rápido, duro.
Y moriré por esta adicción
- siempre eres demasiado impaciente da -dijo aquello en medio de un gemido ronco, ya le estaba costando demasiado seguir aquel ritmo, sentía como si fuera a correrse en cualquier momento, mas aun al ver al otro tocándose de esa forma. Iba a perder la cabeza por culpa del yanqui, si es que ya no la había perdido. Pero se negaba a acabar aun, no, quería hacer a Alfred delirar.
Quiero morder, desgarrar, marcar hasta lo ultimo que me quede de ti .
Aquella necesidad desesperada, por saberlo como suyo, quizás el miedo de pensar la posibilidad de perderlo, no, se negaba a aquello, aunque tuviera que ceder en su orgullo, no lo perdería, a el no. Ya se encontraba completamente perdido por culp del americano.
Cuanto lo odiaba.
Ver como llevaba dos de sus dedos y los lamia de aquella forma tan excitante le llego a hacer gemir por aquello, se ahogaba en placer con tan solo verlo.
Cuanto lo amaba.
- no dejas de ser un bastardo da -susurro contra su oído, ya no miraba la imagen que le ofrecía el espejo, miraba directamente al yanqui, viendo su rostro acalorado. Dio un leve apretón a su miembro mientras lo seguía masturbando al ritmo de las fuertes embestidas- no podrás andar lo quieras así o no -susurro, mordiendo y besando uno de sus hombros. Cuantas marcas ya en su cuerpo que delataban las sesiones de sexo, la noche de pasión y desenfreno entre los dos- y sabes que me perteneces, que solo eres mió o no andarías fantaseando solo en la ducha, conmigo -un gemido escapo de sus labios, haciendo que se arqueara un poco de placer, haciendo aun mas rápidas las embestidas, ya de forma desesperada, perdido en el placer- te morías porque te follara da y hare que te corras hasta que caigas rendido
El cuerpo lo sentía ardiente, al igual que el del yanqui, era el mismo infierno el que los envolvía y el agua que ya contrastaba demasiado contra la temperatura de su cuerpo. Sentir su miembro mojado y cálido en su mano, mientras el lo seguía masturbando, acariciando, pellizcando levemente la punta. Escuchando el sonido de su cuerpo húmedo chocando contra el del yanqui en cada fuerte embestida. Cada embestida se le hacia una tortura y la máxima delicia, demasiado cerca de su propio orgasmo. Quería ahogar sus propios gemidos contra los labios del otro.
- eres mío… gime, grítalo, di que solo yo te puedo tocar de esta forma
Tenia ya grabado en la retina su cuerpo, estaba seguro que aun con los ojos cerrados podría reconocerlo, llegar a sus puntos mas sensibles solo con el tacto, podría decir donde le había hecho cada marca, con cual había gemido mas alto, con cual se estremecía. También podía decir aquello en sentido contrario, pues aunque no lo fuera a admitir, le había encantado la forma en que lo habia tocado hacia un rato atrás, aun podía escuchar su propia voz gimiendo de forma desesperada el nombre del otro.
Las adicciones nunca han sido buenas
¿Cuanto hacia que se conocían? esa tarde, era la primera vez que se habían visto, ¿era amor a primera vista? ¿o solo sexo a primera vista? Quizás era una mezcla muy rara, para empezar no eran personas compatibles, por ideologías se odiaban, por nacionalidades históricamente se llevaban mal, por personalidad... eran muy orgullosos, tercos e impulsivos. ¿Como se podían estar amando de forma tan desesperada aun con todo eso?
Pero esta es una de las mejores adicciones que he tenido en la vida
Seguía acariciando su miembro, sonriendo de medio lado cuando el otro se movió un poco para poder reflejarse en el espejo. Sintió sus piernas flaquear un poco, por lo que paso un brazo por debajo de su vientre para sujetarlo en caso que fuera a resbalar. Beso levemente su cuello, mirando fijamente su reflejo, sus expresiones, movimientos, todo. Prefiriendo pasar por alto su propia mirada de pupilar dilatadas por el placer, y las mejillas algo acaloradas.
- ¿gustarme?~ mas que eso... - se le hacia difícil seguir con aquel ritmo, quería embestirle de forma desenfrenada, que gritara de placer, y cuando vio aquel rostro de éxtasis puro ya no se contuvo mas. Sus caderas siguieron ya un ritmo delirante, rápido, duro.
Y moriré por esta adicción
- siempre eres demasiado impaciente da -dijo aquello en medio de un gemido ronco, ya le estaba costando demasiado seguir aquel ritmo, sentía como si fuera a correrse en cualquier momento, mas aun al ver al otro tocándose de esa forma. Iba a perder la cabeza por culpa del yanqui, si es que ya no la había perdido. Pero se negaba a acabar aun, no, quería hacer a Alfred delirar.
Quiero morder, desgarrar, marcar hasta lo ultimo que me quede de ti .
Aquella necesidad desesperada, por saberlo como suyo, quizás el miedo de pensar la posibilidad de perderlo, no, se negaba a aquello, aunque tuviera que ceder en su orgullo, no lo perdería, a el no. Ya se encontraba completamente perdido por culp del americano.
Cuanto lo odiaba.
Ver como llevaba dos de sus dedos y los lamia de aquella forma tan excitante le llego a hacer gemir por aquello, se ahogaba en placer con tan solo verlo.
Cuanto lo amaba.
- no dejas de ser un bastardo da -susurro contra su oído, ya no miraba la imagen que le ofrecía el espejo, miraba directamente al yanqui, viendo su rostro acalorado. Dio un leve apretón a su miembro mientras lo seguía masturbando al ritmo de las fuertes embestidas- no podrás andar lo quieras así o no -susurro, mordiendo y besando uno de sus hombros. Cuantas marcas ya en su cuerpo que delataban las sesiones de sexo, la noche de pasión y desenfreno entre los dos- y sabes que me perteneces, que solo eres mió o no andarías fantaseando solo en la ducha, conmigo -un gemido escapo de sus labios, haciendo que se arqueara un poco de placer, haciendo aun mas rápidas las embestidas, ya de forma desesperada, perdido en el placer- te morías porque te follara da y hare que te corras hasta que caigas rendido
El cuerpo lo sentía ardiente, al igual que el del yanqui, era el mismo infierno el que los envolvía y el agua que ya contrastaba demasiado contra la temperatura de su cuerpo. Sentir su miembro mojado y cálido en su mano, mientras el lo seguía masturbando, acariciando, pellizcando levemente la punta. Escuchando el sonido de su cuerpo húmedo chocando contra el del yanqui en cada fuerte embestida. Cada embestida se le hacia una tortura y la máxima delicia, demasiado cerca de su propio orgasmo. Quería ahogar sus propios gemidos contra los labios del otro.
- eres mío… gime, grítalo, di que solo yo te puedo tocar de esta forma
Iván Braginski- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 15/03/2011
Edad : 32
Re: Una noche divertida (r-18) (Privado-Hot war)
Ese inmenso calor inundó su cuerpo hasta el punto de ahogarlo, estaba ya delirando, su cabeza daba vueltas, su sexo seguía hinchado y duro, y su trasero adolorido debido a semejante miembro del ruso, pero claro no le daría le gusto de decirle semejante cosas. Ya no podría aguantar mucho más y aquello le molesto, deseba seguir, que se lo hiciera hasta no poder aguantar en pie. Además de que la visión con el espejo desde aquel enfoque un tanto lejano al estar en la ducha no era suficiente para él. Quería delirar del todo, sentir como todo se volvía aún más cálido de ser posible.
Soltaba gemidos, chillidos, gritos sin contenerse en absoluto, sonando su voz aguda por todo el lugar. Viendo de reojo como el ruso no paraba de mirarlo haciendo que su sonrojo aumentará epro su excitación también, necesitaba un poco más de diversión, necesitaba un pcoo más de agresividad, quería…dañarlo. Aquellas ideas le resultaron tan sadomasoquistas que no pudo evitar avergonzarse de ellas. Sangre, dolor, please, ¿Cómo semejante cosas le estaban excitando? Un poco de dolor no vendría mal…¿no? Sólo un poco. Lo malo sería averiguar como ya que le estaba dado la espalda completamente.
Sintió como el otro le agarro cosa que agradeció enormente para no caer en caso de resbalarse y escuchó atentamente lo que dijo con la respiración agitada. Oyó aquellas cosas sin embargo luchaba por poder decir algo pero su voz como siempre se escondía en su garganta, solo salian gritos, gritos y más gritos. Sabía que se quedaría afónico, todas las veces que lo había hecho, ya comenzaban a pasar factura, ya que su trasero comenzaba a arder, pero no le disgusto, era….un calor tan embriagante, era placentero ala vez que escocía…. Era el dolor más infernal y celestial del mundo. Porque quien le hacia aquello era el ruso, y solo él. Como siempre un amor posesivo.
-Yes…yes…lo…lo soy…-no le importaba humillarse, rebajarse, para nada, era dominado, era una relación de sumiso y dominante, pero no le disgustaba, sentía calambres y corrientes de placer.
Sobretodo no pudo evitar sonreír al ver su reacción por como lamía sus dedos dejando un puente de saliva debido a que en la excitación segregaba más saliva de la normal. Se relamió los labios para entonces entrecerrar lso ojos escuchando lo que decía el otro.
Asintió hacia todo lo que decía para luego soltar un gemido más fuerte debido al apretón del otro haciendo que casi pudiera correrse de semejante placer, avergonzandose en elf ondo de ello.
-Yes..yes….-aceptó todo lo que le decía sinteindo como mordía su hombro costandole respirar para de pronto soltar un gemido más sonoro y sintiendo incluso como su propia miembro se humedecía más debido al liquido preseminal debido a aquella lengua tan sucia que decia todo aquello y le encantaba. Odiaba por una parte excitarse de sobremanera por semejantes vulgaridaddes pero no podía evitarlo.
Deseaba aguantar pero la lengua sucia del otro….era demasiado, con que tan solo le dijera ese tipo de csoas podría correrse sin necesida incluso de tocarsse, que patetico sonaba aquello pero aunque cualquiera lo habría tachado de pervertido y depravado sexual no podía evitarlo.
-Yes…soy tuyo! Solo tuyo! Ah…ah…ah…-luchaba por hablar mirandose al espejo viendose completamente patetico pero le daba igual le gustaba demasiado el hacer nque el ruso enloqueciera por todo aquello. –Solo tu me….me pue..puede follar..¡Y me encanta! Yes! –agacho la cabeza de pura vergüenza por todo lo que decía para entonces alzar su cabeza y girarla para poder encontrarse con su cara más o menos al estar detrás suya queriendo que el otro no pudiera olvidar aquella sesiones de sexo nunca.
-Iván…please….follame, ah, metemela así, fuerte, duro…yes…yes… correte dentro…oh god… hazlo ya…-giro hacia un lado la cara buscando su cuello a duras penas alcanzando un poco para darle una buena mordida, dejando la marca de los dientes casi pareciendo que fuera a quitarle un trozo necesitando hacerle daño, casi como una cosa impusliva.
-correte….correte…-susurró con tono lastimero deseando que lo hiciera y usando su sucia lengua para excitarle tal y como acababa de hacerlo, ya que al estar delante suya y ser dominado no podía hacer mucho más-estás tan caliente, tan…ahhh…duro…. Eres tan enorme….seguro que desearías…ahh…que yo te la comiera…-sonrió de lado al decir aquello sabiendo que estaba tecnicamente jugando sucio-que..ah….mi boca tragará toda tu *olla (censura americana) usará ahhhh! Mi lengua, mis labios….mi saliva, y ver mi cara…ahh..hh….. mientras lo hago…¡Ahhhh!...-estremecido necesitando agarrarse de algo colocando sus manos sobre las del otr apretandolas con fuerza moviendo su cadera involunariamente y también al colocar sus manos sobre las del ruso evitando que tocará ciertos puntos de su miembro para no correrse hasta que el otro lo hiciera queriendo hacerlo desesperar más si aquello pudiera llegar a ser posible.
Estaba que ya no podía más, su cuerpo entero le mandaba escalofríos advirtiéndole de su proximidad a acabar, ¿y cómo no acabar tan pronto? Estaba siendo penetrado una y otra vez sin parar, tratando su latiente sexo con cada rápida embestida, mordiéndose con fuerza y sin delicadeza alguna.
Probó un extraño experimento para mover sus caderas en circulos mentras era penetrado para aumentar la sensación de aquel miembro invadiendo su entrada y efectivamente realmente dio bastante buenos resultados aunque al ser la primera vez en pronar todo aquello era de movimientos torpes y poco precisos pero aún asi bien dados también gracias al apoyo de cómo el ruso parecia que fuera a partirlo por la mitada al ser como dos animales en celo rozando su punto más débil perdiendo toda fuerza y casi aguante dando gracias de poder resistido lo suficiente para no caer a cuatro patas, aunque la idea tampoco le parecio realmente mala del todo, pero seguramente el ruso se molestaría si no paraba de cambiar de postura así que prefirió no dar más ideas y simplemente utilizar aunsu boca para enloquecerlo.
-te…te voy a dejar seco a este ritmo…-dijo con tono burlón mrando hacia atrás de reojo con un gran hil de saliva colgando de sus labios entre los gemidos, bueno chillidos que salian haciendo que su garganta le quemará ante la falta de voz.
Soltaba gemidos, chillidos, gritos sin contenerse en absoluto, sonando su voz aguda por todo el lugar. Viendo de reojo como el ruso no paraba de mirarlo haciendo que su sonrojo aumentará epro su excitación también, necesitaba un poco más de diversión, necesitaba un pcoo más de agresividad, quería…dañarlo. Aquellas ideas le resultaron tan sadomasoquistas que no pudo evitar avergonzarse de ellas. Sangre, dolor, please, ¿Cómo semejante cosas le estaban excitando? Un poco de dolor no vendría mal…¿no? Sólo un poco. Lo malo sería averiguar como ya que le estaba dado la espalda completamente.
Sintió como el otro le agarro cosa que agradeció enormente para no caer en caso de resbalarse y escuchó atentamente lo que dijo con la respiración agitada. Oyó aquellas cosas sin embargo luchaba por poder decir algo pero su voz como siempre se escondía en su garganta, solo salian gritos, gritos y más gritos. Sabía que se quedaría afónico, todas las veces que lo había hecho, ya comenzaban a pasar factura, ya que su trasero comenzaba a arder, pero no le disgusto, era….un calor tan embriagante, era placentero ala vez que escocía…. Era el dolor más infernal y celestial del mundo. Porque quien le hacia aquello era el ruso, y solo él. Como siempre un amor posesivo.
-Yes…yes…lo…lo soy…-no le importaba humillarse, rebajarse, para nada, era dominado, era una relación de sumiso y dominante, pero no le disgustaba, sentía calambres y corrientes de placer.
Sobretodo no pudo evitar sonreír al ver su reacción por como lamía sus dedos dejando un puente de saliva debido a que en la excitación segregaba más saliva de la normal. Se relamió los labios para entonces entrecerrar lso ojos escuchando lo que decía el otro.
Asintió hacia todo lo que decía para luego soltar un gemido más fuerte debido al apretón del otro haciendo que casi pudiera correrse de semejante placer, avergonzandose en elf ondo de ello.
-Yes..yes….-aceptó todo lo que le decía sinteindo como mordía su hombro costandole respirar para de pronto soltar un gemido más sonoro y sintiendo incluso como su propia miembro se humedecía más debido al liquido preseminal debido a aquella lengua tan sucia que decia todo aquello y le encantaba. Odiaba por una parte excitarse de sobremanera por semejantes vulgaridaddes pero no podía evitarlo.
Deseaba aguantar pero la lengua sucia del otro….era demasiado, con que tan solo le dijera ese tipo de csoas podría correrse sin necesida incluso de tocarsse, que patetico sonaba aquello pero aunque cualquiera lo habría tachado de pervertido y depravado sexual no podía evitarlo.
-Yes…soy tuyo! Solo tuyo! Ah…ah…ah…-luchaba por hablar mirandose al espejo viendose completamente patetico pero le daba igual le gustaba demasiado el hacer nque el ruso enloqueciera por todo aquello. –Solo tu me….me pue..puede follar..¡Y me encanta! Yes! –agacho la cabeza de pura vergüenza por todo lo que decía para entonces alzar su cabeza y girarla para poder encontrarse con su cara más o menos al estar detrás suya queriendo que el otro no pudiera olvidar aquella sesiones de sexo nunca.
-Iván…please….follame, ah, metemela así, fuerte, duro…yes…yes… correte dentro…oh god… hazlo ya…-giro hacia un lado la cara buscando su cuello a duras penas alcanzando un poco para darle una buena mordida, dejando la marca de los dientes casi pareciendo que fuera a quitarle un trozo necesitando hacerle daño, casi como una cosa impusliva.
-correte….correte…-susurró con tono lastimero deseando que lo hiciera y usando su sucia lengua para excitarle tal y como acababa de hacerlo, ya que al estar delante suya y ser dominado no podía hacer mucho más-estás tan caliente, tan…ahhh…duro…. Eres tan enorme….seguro que desearías…ahh…que yo te la comiera…-sonrió de lado al decir aquello sabiendo que estaba tecnicamente jugando sucio-que..ah….mi boca tragará toda tu *olla (censura americana) usará ahhhh! Mi lengua, mis labios….mi saliva, y ver mi cara…ahh..hh….. mientras lo hago…¡Ahhhh!...-estremecido necesitando agarrarse de algo colocando sus manos sobre las del otr apretandolas con fuerza moviendo su cadera involunariamente y también al colocar sus manos sobre las del ruso evitando que tocará ciertos puntos de su miembro para no correrse hasta que el otro lo hiciera queriendo hacerlo desesperar más si aquello pudiera llegar a ser posible.
Estaba que ya no podía más, su cuerpo entero le mandaba escalofríos advirtiéndole de su proximidad a acabar, ¿y cómo no acabar tan pronto? Estaba siendo penetrado una y otra vez sin parar, tratando su latiente sexo con cada rápida embestida, mordiéndose con fuerza y sin delicadeza alguna.
Probó un extraño experimento para mover sus caderas en circulos mentras era penetrado para aumentar la sensación de aquel miembro invadiendo su entrada y efectivamente realmente dio bastante buenos resultados aunque al ser la primera vez en pronar todo aquello era de movimientos torpes y poco precisos pero aún asi bien dados también gracias al apoyo de cómo el ruso parecia que fuera a partirlo por la mitada al ser como dos animales en celo rozando su punto más débil perdiendo toda fuerza y casi aguante dando gracias de poder resistido lo suficiente para no caer a cuatro patas, aunque la idea tampoco le parecio realmente mala del todo, pero seguramente el ruso se molestaría si no paraba de cambiar de postura así que prefirió no dar más ideas y simplemente utilizar aunsu boca para enloquecerlo.
-te…te voy a dejar seco a este ritmo…-dijo con tono burlón mrando hacia atrás de reojo con un gran hil de saliva colgando de sus labios entre los gemidos, bueno chillidos que salian haciendo que su garganta le quemará ante la falta de voz.
Alfred F. Jones- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 14/03/2011
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