Hola Enfermera (Libre)

La academia Hetalia.

Tambien llamada burlescamente "Academia San Nikita" por parte de algunos,es una academia que acepta alumnos provenientes de cualquier nacion del globo para ser educados en tolerancia ,respeto y amor (Quizas demasiado amor....) con todos los bienes y males que esto conlleva.

Este es uno de esos males.

Aunque el reglamento les pide al personal que cumplan todos los requisitos medicos para ser aceptados, el establecimiento tiene que asegurarse de la mantencion de su buena salud realizando chequeos basicos cada cierto tiempo para tomar la presion,revisar reflejos,realizar curaciones en heridas y fracturas generalmente provenientes de los deportistas del edificio Hèrcules entre otras cosas.Nada doloroso,a lo mas una vacuna o una muestra de sangre sacada con "mariposa",nada que pudiera causar un trauma de por vida a aquellas criaturas de supuesta inocencia.
Ok....los pinchazos si pueden traumar....y quizas ella tambien.

"Pero no es excusa para que 3/4 del colegio no se presente a la enfermeria!"-gruño mentalmente al ver la lista de los que aun no habian sido revisados.

Desde cierto ataque de un conejo rabioso a su hermano y gracias a ciertas experiencias en el teatro (y mas que nada por "pituto"),a ella le fue otorgada la responsabilidad extra de ser la enfermera del lugar.Pero quizas el terror inpuesto por la mala fama bielorusa ,las jeringas o ambas ,hacia que tanto alumnos y profesores prefirieran andar sangrando por los pasillos antes de que ella los curara.Pero si creian que se iban a salvar....

estan muy equivocados.

Traje de enfermera rosa (No habia otro color),guantes blancos de plastico,medias que llegaban unos centimetros mas arriba de la rodilla ,sujetadas por sus portacuchillos, las cuales dejaban ver un pequeño pero generoso espacio entre ellas y la falda, botiquines e implementos varios seran su equipamiento y una de las camillas ,su noble corcel.

Si Mahoma no va a la montaña....

VAMOS, SPUTNIK!!!!!!!!!!!!!!!!!-empujo la camilla para tomar velocidad y una vez arriba uso el fierro de lo sueros como remo para inpulsarse,tanto el llanto de las ruedas como el eco de su grito de batalla retumbaron por las salas.

...la montaña va a el.

Habia tardado dias en convencerse, bueno, en obligarse a aceptarlo. Era necesario, por mas que en un inicio lo hubiera negado a toda costa, era necesario... ya no aguantaba mas.

Tenia que ir a la enfermeria.

Y es que ya no aguantaba los dolores de cabeza y los constantes escalofrios culpa del resfriado que se habia agarrado. Aun no entendia como, si siempre andaba con su abrigo, hasta en la sala de clases siempre estaba abrigado con su fiel bufanda que jamas se quitaba.

Ese dolor en los huesos, el frio constante, que si bien, casi siempre lo habia sentido, ahora era practicamente insoportable, y lo peor de todo, esa jaqueca que estaba llevando su mal humor hasta limites insospechados, y los que mas sufrian eran sus estudiantes, que tenian que soportar constantemente su aura oscura y asesina, y pobre de aquel que osara escribir con demasiada fuerza sobre la hoja porque era severamente castigado, encontraba demasiado injusto que ya no se permitieran los castigos a la antigua, cuanto los profesores eran temidos por el solo hecho de ser profesores no por ser...Iván

La resolucion estaba tomada, iria a la enfermeria, por mas que no le gustaran las agujas y detestara a los doctores... y tambien ignoraria por completo que la enfermera del colegio era Natasha. Era su hermana, pero podia ser algo... aterradora.

Se habia cubierto con la bufanda hasta la nariz, y tenia las mejillas ligeramente sonrojadas por culpa de la fiebre. Llevaba las manos dentro de los bolsillos del abrigo convenciendose a si mismo de que si no iba las cosas se pondrian peor.

- es lo... -se vio interrumpido a mitad de su frase cuando escucho un fuerte chillido de unas ruedas y escucho una voz que reconocio en el acto, era... - Natasha -susurro cuando vio a la joven montada sobre una camilla, usando el fierro del suero para darse impulso por los pasillos.

Bien, ir a la enfermeria no fue la mejor de las ideas

—... ¿Chequeo médico?—

La rubia parpadeó un par de veces luego de leer el anuncio en el hall de Perséfone. No recordaba que en las infinitas cláusulas que leyó en el contrato de matrícula, porque se había dado el ocio de leerlo completo, se estipulara que debía someterse a un trámite de aquella índole; sobretodo porque habían pedido copias de su historial médico y resultados de exámenes físicos previos al inicio de las clases, era un poco extraño pero el mantenerse al pendiente de su salud siempre era algo bueno, no fuera a ser que saliera con una sorpresa desagradable. Sobretodo considerando que su sistema inmunológico no era de los más resistentes.

— De seguro no será tan malo — Murmuró mientras se encaminaba a la enfermería llevando con ella sólo una pequeña bolsita de mano con sus documentos de identificación y el teléfono móvil, después de todo no le tocaban más clases ese día y llevar el peso extra de la mochila era totalmente innecesario. Luego de no mucho andar por los, como siempre atestados, pasillos, llegó al fin al corredor de la enfermería; a pocos metros se encontraba de la puerta cuando escuchó extraños ruidos provenientes de su destino, se oía como si estuviesen poniendo el lugar de cabeza. No alcanzó a dar un paso más cuando la puerta se abrió y reveló a... ¿La profesora Arlovskaya conduciendo una camilla? ¿Qué estaba pasando en ese lugar?

Pasó completamente por alto el atuendo que lucía la docente preguntándose el porqué sería ella también la enfermera del establecimiento si ya era la profesora de teatro... pero tampoco tuvo mucho tiempo para pensar en eso al notar que estaba en medio del camino de la bielorrusa, arrojándose contra una pared para evitar ser arrollada; sin embargo no salió tan bien librada como quisiera, de todos modos el soporte de suero que Natasha utilizaba como "remo" le había propinado un buen golpe en el brazo y conociéndose como lo hacía, podría dejarle un doloroso moretón como mínimo.

Al parecer ese chequeo no sería un trámite tan corto y liviano como pensaba.

No puede ser....

Si fuera creyente ya se habria abalanzado al suelo agradeciendo tal suerte que parecia brindada por los dioses.

Pero era verdad.Su hermano,su amado hermano se acercaba con las mejillas rosadas tapadas con su inseparable bufanda para que nadie lo viera sufrir.Ya sabia que su estado no era de los mejores ,pero cuando queria ir a visitarlo ,era alejada por unos estridentes gemidos de placer que inundaban los edificios de profesores y estimulaban su imaginacion hasta el nivel de la hemorragia nasal,la curiosidad la mataba, pero su hermanito necesitaba privacidad.

Ahora no.ahora su brat se acercaba a ella evidentemente enfermo con el rostro sonrojado y suplicante de una enfermera atomica que le entrege mimos y atencion recostandolo en su regazo.

Y ella era una.

Brrrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaaattt~-ronroneo remando a toda marcha para subirlo pronto al Sputnik del amor,sin percatarse del golpe inferido a una alumna que pasaba por ahì.

La camilla tomo tal velocidad que en vez de frenar para subirlo civilizadamente ,ella se bajo para cargarlo en su hombro,recostarlo y subirse a el.

-No te preocupes mi brat,yo cuidare de ti-Recito con la voz mas dulce y maternal de su arsenal de voces mientras sujetaba las manos de su brat en caso de un intento de fuga.El viento de la carrera enmarañaba su cabello como cual medusa dejando ver su mirada de "amor" (Dicese obsecion)-....por algo soy tu amada esposa.

Apreto sus senos al pecho del de bufanda y acerco cada vez mas sus labios cerrando los ojos para agudizar los sentidos cuando disfrutara el dulce beso.....

Momento.....

....¿le pego a una alumna?

Arrepentimiento.

Esa era la unica palabra que podia ocupar la mente del ruso en esos momentos. Cuando escuho aquel grito, aquel llamado de parte de su hermano se le helo la sangre y perdio el poco color que le quedaba.

Huye, huye tan rapido como puedas y ve al lugar mas frio y apartado de Siberia para que no te encuentre

¿En que diablos habia estado pensando? Vamos, que morir por un resfriado no era nada en comparacion a ver la mirada psicopata-obsesiva de su hermana en esos momentos.

En su mente se repetia una y otra vez vez la misma recomendacion: 'huye a Siberia y hazte pasar por el hombre de las nieves por el resto de tu vida, solo necesitas un abrigo blanco y dejarte crecer la barba'

Apenas iba a dar media vuelta para huir cuando sintio que era, practicamente abducido por su sestre y todo paso rapido, de la nada estaba viendo el suelo y la espalda de Natasha y de pronto estaba sobre la camilla del terror. Su hermana sobre el, sujetandolo y negandole toda tentativa de escape.

Su cerebro trabaja a toda carrera pensando en las posibilidades de huida, de como zafarse de la situacion, si hasta se habia olvidado de la jaqueca y la fiebre en tal situacion, pero cuando vio su mirada, esa que le erizaba la piel y su cabello al viento recreando a la perfeccion la imagen de Medusa, esa que tanto se mencionaba en los libros de historia griega antigua, tan terrible como hermosa, y ademas tenia el mismo efecto, el ruso estaba de piedra bajo su cuerpo, se podia escuchar como sus neuronas luchaban por crear la mejor solucion a su situacion.

- fue un gusto conocerte Iván -fue lo ultimo que le dijo su cerebro cuando escucho lo de 'amada esposa'.

Era todo por la fiebre, estaba delirando, no era su hermana la que estaba sobre el, tampoco se le estaba acercando, solo fiebre, deliraba, alucinaba, ¡eso no estaba pasando!

Sentia su cuerpo demasiado apegado al suyo, sus seno contra su pecho y su respiracion casi mezclandose con la suya.

- ¡ya me siento bien da! - apego el cuerpo todo lo que pudo contra la camilla, tratando de evitar el beso.

Vamos, que aguantar un resfriado por un par de semanas mas, no es nada en comparacion a sobrevivir a esto

Tendría que haberlo dejado para otro día ¿Por qué no se quedó echando raíces en la cama como el resto de sus compañeros? No, ella quiso sacarse ese trámite de encima de una vez para seguir con su vida y evitarse una citación a la oficina del rector por no cumplir con la normativa; y acabó con el brazo maltrecho, las vueltas de la vida: salir por un chequeo de rutina y acabar lesionada. Al parecer la señorita Natasha estaba bastante ocupada con... ¿el señor Braginski?

Vaya, en realidad era una postura bastante "comprometedora" la que tenían ambos soviéticos sobre la pequeña camilla, pero incluso desde su rincón podía notar la increíble incomodidad del hombre ¿Había dicho ella "esposa"? No pudo menos que sorprenderse al oírla llamar al otro de esa forma, por lo que ella (y el resto del cuerpo estudiantil) tenía entendido, ellos dos eran hermanos... ¿Incesto? Sacudió su cabeza frenéticamente para sacarse la idea de la mente, no podía estar pensando en tales cosas ¡Eran sus maestros de los que estaba hablando!

Bueno, no era como si pareciese que Iván Braginski disfrutase de la situación, llegó a compadecerse de él ante el penoso cuadro que tenía en frente con la mujer peliplatino aprisionándolo bajo su cuerpo ignorando olímpicamente la expresión ATERRORIZADA del otro, que más que un enfermo parecía un condenado a la guillotina; incluso pensó en ayudarle de alguna forma pero simplemente no se le ocurría cómo hacerlo, la bielorrusa era una auténtica tigresa sobre su comida y ella un simple conejo, no había forma. Lo mejor sería revisarse el brazo que empezaba a palpitar bajo la delgada tela del blazer y constatar daños.

Se quitó la chaqueta para observar mejor aprovechando que la blusa era de mangas cortas y efectivamente un no ignorable moretón empezaba a hacer aparición sobre su codo, le dolía flectar la articulación y ni hablar de tocar el area. Suspiró resignada. Si quería pasar el malestar necesitaba cuanto menos un relajante muscular y la bielorrusa estaba demasiado entretenida para asistirla, ella misma se encaminó entonces a la puerta de la enfermería; esperaba que al menos adentro pudiese encontrar algo que la ayudase y no tener que explicarle a Vash porqué no movía el brazo.

La culpa y la obsecion discutian en su interior,por un lado la culpa la llamaba a volver a revisar a ese pobre ser humano que habia sido golpeado brutalmente por su remo ,pero el otro...a que NO la llamaba.Era una oportunidad de oro,quizas solo una vez en la vida lo tendria asi de cerca con la cara roja y la respiracion agitada resistiendose a sus besos.


No,seria una estupidez desaprovechar este momento.


...pero te puedes sentir mejor--le susurro ya casi anulando la distancia entre sus labios-mucho mejor....


Distancia Natasha-Ivàn: 0


Dulce y salvaje,el deseo de años expresado en segundos fue descargado en la boca del pobre ruso como un beso màs francès que el mismo francès que parecia querer deborarlo.La bielorusa maldecia la necesidad de aire cada vez que tenia que romper la union para tomar una bocanada para seguir la invasion con su lengua.


- Brat....,nyet,Ivàn,lyublyu tebya-le declaro relamiendose por enesima vez.


Por suerte para el,Sputnik quiso cooperar.


¡¿que demo...-alcanzo a musitar cuando la camilla enpezo a tambalearse y a saltar de un lado al otro-¡¿que le pasa a esta cosa?!-se sujeto de la orilla para ver la razon y descubrio con pavor que,ademas de estar aplastando la cara de su amado con sus pechos, un par de ruedas se habian desprendido del Sputnik....y el pasillo terminaba en una ventana.....


Mierda...


Tomo la nave por los costados logrando hacerla doblar hacia la izquierda dejandola patinando en la unica rueda fiel amenazando con caer.Y asì fue.

Justamente delante de la enfermeria ,decicidio dejar de patinar y recostarse a dormir con sus pasajeros expulsados rodando en el suelo.La enfermera del año veia pajaritos con el paciente en su regazo ,el pelo a lo loco y la sonrisa de oreja a oreja.

Volvi.

Se ahogaba en el beso, y no me refiero a una forma romantica en que se le iba el aire por culpa de la pasion del amor de ambos... porque si bien adoraba a su hermana con todo su corazon y lo daria casi todo por ella al igual que por sus otros hermanos... una cosa era el amor fraternal, y otro MUY distinto era ese amor.... obsesivo y aterrador que le profesaba su hermana.

Y ese beso contra el cual no habia tenido escape lo estaba ahogando, si antes ya le habia faltado el aire ahora era mucho peor, apenas si tenia tiempo de tomar una breve bocanada de aire cuando ella cortaba el beso cuando otra vez se veia atrapado por esos labios que literalmente le estaban devorando.

La sangre se le volvio a helar cuando la escucho, siempre conseguia erizarle hasta el ultimo pelo cuando le hacia esa clase de declaraciones, pero claro, por el miedo, aun no entendia como es que Natasha habia termina asi.

Morir ahogado por la fiebre o aplastado por un piano no suena tan mal...

Sentia que la camilla se sacudia mucho... era solo un beso... ¿cierto? de estar haciendo otra cosa, de que hubieran pasado a mayores... se daria cuenta.... ¡¿cierto?! Es decir... tan distraido no era, a veces podia ser medio inocente y muy distraido, pero no era para tanto, ¡¡¿¿cierto??!! Pero para su fortuna (¿fortuna seria?) no se trataba de ninguno de sus delirios, escuchaba las maldiciones de su hermana y tambien sentia sus pechos en su cara impidiendole respirar, genial, si no moria asfixiado por sus besos lo haria por sus pechos, pero esa sensacion cambio de golpe a la del aire en su cara y poco despues, en vez de sentir el suave busto de su hermana sintio la dureza del piso.

Veia estrellas, planetas, pajaritos, al unicornio rosa invisible y hadas, ok, nunca mas se burlaria de las alucinaciones de otros.

- la cura es peor que la enfermedad -musito apenas, y nunca antes hubo mejor frase dicha.

El camino hacia la enfermería era un poco largo y se cuando se dio cuenta ya se le hacia tarde para el horario del chequeo de la enfermería, sabia que no era lindas esos tipos de situaciones, pero era obligatorio y necesario. Lo único que rogaba era que aquella persona que estuviera revisando sea una mujer, si fuera del otro caso se moriría e vergüenza así que mientras subía las escaleras le rezaba a buda que su petición se volviera realidad.
A medida que ya se iba acercando se percata de la presencia de otra persona en su dirección opuesta pero sus pasos no eran normales. Sube ligeramente su rostro para ver que quien se trataba. Era la joven estudiante de cabellera rubia y ojos verdosos, a simple vista cualquiera diría que eran muy parecidas entre si aunque no tanto en cuando a color de cabello y ojos, al pasar la muchacha por al lado suyo se da cuenta de que esta se encuentra herida en el codo y se ve muy mal, pero lo que es un poco raro es que vengas de una enfermería herida pero eso en este momento no importaba.

- eto, disculpe señorita ¿se encuentra bien?- pregunta lo mas amablemente posible antes que esta se fuera, la joven se da cuenta de su pregunta pero mira a otra dirección. La japonesa imita para ver que era lo que sucedía y escucha ruidos de una cama o camilla aproximándose a mucha rapidez por las escaleras desde arriba. Cuando ya era inevitable la vista de lo que se aproximaba, se podían observar dos personas muy parecidas pero de distintos géneros, era obvio que eran profesores pero la dama no se encontraba vestida apropiadamente. Lamentablemente por causa de la rápida aproximación y la falta de atención, la camilla se encuentra a una distancia muy corta y peligrosa.

“¡kami sama!¿ Ahora que hago?”

Le pareció escuchar que hablaban mientras entraba a la enfermería, pero no le dio mayor importancia, después de todo había sido un susurro demasiado quedo como para que en verdad alguien intentase llamase la atención de la rubia; recorrió el lugar con la mirada y constató lo que se imaginaba antes que la ahora enfermera Arlovskaya saliera a toda carrera de allí, apenas y sí podía avanzar sin pisar algún frasquito con píldoras o vendas desordenadamente extendidas por el piso.

Suspiró mientras se daba a la tarea de buscar en medio de aquel desastre un calmante y algo de venda, pero desafortunadamente para ella un estruendo proveniente del exterior la distrajo y sumado al gritito de una mujer, que por cierto incluía palabras que no entendió; alcanzó a tomar un frasco de calmantes antes de asomar su cabeza al pasillo y encontrarse con ese... surrealista cuadro, en realidad parecía sacado de esas series de animación tan populares por lo extraño.

Los dos soviéticos prácticamente noqueados y el ruso balbuceante apoyando su cabeza contra el regazo, bastante descubierto, de la escalofriantemente sonriente bielorrusa, sumado a que ya no era la única que veía la escena (¿Qué le pasaba a los estudiantes ese día? Los pasillos solían estar atestados de gente a toda hora y justamente en ese momento digno de una caricatura nadie estaba ahí para por lo menos reírse); una delgada pelinegra, apenas más alta que ella, quien de seguro fue la que soltó el grito... un poco impactada al parecer por el teatro que se montaba frente a sus ojos.

No podía dejarles así, a los tres, tendría que hacer algo ella misma considerando que la encargada de la salud era una de las afectadas. Volvió a meter la cabeza a la enfermería, dejando los calmantes que había tomado para ella en una mesa aparte y al par de minutos logró hacerse con un kit de primeros auxilios y algunas medicinas extras de entre el caos reinante, y salió con las manos algo cargadas al encuentro de los demás; a pesar de no ser muy pesadas, las cosas sólo agravaban el dolor que sentía en su brazo y decidió dejarlas en el suelo mientras se arrodillaba junto a los soviéticos y pasaba su mano frente a la mujer por si lograba ver reacción.

Al no obtener resultado la primera vez, se levantó y fue al encuentro de la otra chica. Sus rasgos orientales se le hicieron muy curiosos y lindos, pero no había tiempo para andar relagando cumplidos o hacer vida social; se paró frente a ella con expresión algo preocupada y llamó con voz queda, no fuese a tomarla demasiado de sorpresa.

― Disculpe ¿Está bien? ... ¿Podría ayudarme con ellos? ―

En su interior rezaba porque su respuesta fuese positiva, si iba a tener que encargarse ella de los enfermos, mejor que fuesen dos a tres.

Cuando colgó el aviso en la tabla de anuncios de la sala común del dormitorio Perséfone,se le quedó mirando fijamente por unos momentos,recordando lo que había dicho el rector cuando le pasó el papel que debían colocar todos los líderes de dormitorio en sus edificios.A Arthur,a Gilbert y a él.


''...Y claro,jóvenes: Ustedes deben dar el ejemplo a sus dormitorios asistiendo a estos chequeos médicos..-Una sonrisa de medio lado que se formó en el rostro del bielorruso hizo que se le erizara el vello de los brazos.Era macabra,en pocas palabras.- A no ser que...el chequo se los haga personalmente si no se lo realizan voluntariamente,da~..''


Muchas veces se preguntaba el por qué aún no tomaba sus cosas y se largaba de esa escuela llena de indecentes y un rector...algo tirano,pero siempre se arrepentía de dejar la escuela porque la posibilidad de encontrar otra con tal nivel era practicamente nula.Era una escuela llena de locos PERO de muy buen nivel y reconocida mundialmente(?).

Suspiró desganado al recordar todo aquello.Ahora,sus pasos se dirigían hacia la enfermería de la escuela.Si era un chequeo rutinario,tal vez sólo se preocuparían de constatar el peso y altura de los alumnos pues la escuela ya tenía el historial médico de los alumnos,y todos aquellos que tenían efermedades que debían ser tratadas con regularidad por especialistas más capacitados,visitaban una clínica afiliada a la escuela cada cierto tiempo,velando por el bien estar de los chicos.Sea como fuere,prefería mil veces estos controles a ser...''Examinado'' por el mismo Rector Arlovski.Después de todo,sabía a la perfección que su salud no era mala,su historial médico lo avalaba.

Podría haber dado una gran lista mental de las pocas enfermedades que había tenido,pero sus reflexiones quedaron en el aire cuando sintió un gran escándalo desde unos metros más adelante,seguramente desde la enfermería.Tal vez eran los alumnos agolpados en el salón,haciendo escándalo.Que indecentes,pensó el austríaco,¿Es que acaso no podían comportarse ni siquiera en controles como estos? Aceleró su paso,si habían alumnos de su dormitorio,más les valía tener una buena excusa a su conducta,era IMPOSIBLE que estuvieran haciendo un escándalo en pleno chequeo médico.

Aunque lo que encontró al llegar al pasillo de la enfermería fue...

- Mein Gott...-Apenas murmuró cuando vió el ...''espectáculo'' frente a sus ojos. ¿No eran,acaso,la señorita Arlovskaya y el profesor Bravinski los que estaban noqueados a un lado en la pared? ¡¿Qué demonios había pasado ahí?! Vió a un par de metros de la puerta de la enfermería a Lily y a una jovencita de cabello negro,bastante chokeada con la situación.Al parecer,ellas estaban bien.Se acercó a la entrada de la enfermería y desde ahí pudo ver el caos que era dicha sala.Aunque también era preocupante el estado de ambos profesores...espera,¿Por qué la señorita Natasha tenía aquel traje de enfermera?

Se acercó a Lily y a la otra jovencita,nesecitaba informarse antes de saber como actuar.

-Lily ¿Qué sucedió aquí? -Preguntó.-

"Pe- pero ¿Que se supone que acaba de suceder?"Pensó la joven asiática, tan shokeada que dudo que siquiera se acordase de la primera razón por la cual se encontraba en ese estado.fue todo demasiado rápido para ella, no pudo reaccionar rápido para evadir la camilla que venia a una rápida velocidad, aunque lo raro fue ver "pasajeros" sobre esta, el profesor de historia que por lo que se veía se encontraba sobre la profesora de teatro vestida de una manera no muy convencional para su gusto.
Ya despertándose de encontrarse en estado inconsciente, la chica puede sentir presencia de 2 personas, y al abrir los ojos lo comprueba, la joven herida de pelo rubio y el secretario del consejo estudiantil.Este ultimo ella lo conocía muy poco pero en si era una de las personas mas reconocidas y respetadas de la escuela, lo admiraba de alguna forma por los rumores que le habían llegado, y tuvo la suerte de que un día practicando con la yamaha que sus padres le habían regalado escucho cerca a este joven tocando el piano, fue fantástico y armonioso (?).Pero no era el momento para hacer cumplidos, la joven de pelo rubio parecía muy preocupada por su situación y no se puede dejar a la gente de esa manera.

-Eto, hai me encuentro bien, creo, aunque los profesores se encuentran en peor estado que yo y parece ser que hay uno que se ahoga-Dijo con toda sinceridad.

La cabeza le daba vueltas y el dolor de espalda causada por la caída le hacia dudar si en los próximos días podría caminar sin sufrir…si es que podría caminar. Pero cuando bajo la mirada y vio a su amado hermano reposando dulcemente en su regazo, el dolor se hizo nada. Si esto era un sueño ojala que estuviera en coma, ya nada mas podía importarle….

…excepto el grupo de alumnos que miraban como incumplía sus labores como enfermera por estar tirada en el suelo con gran parte de su delantera a la vista.

-Ejem!- tosió - aquí no ha pasado nada, este es solo un accidente causado por una falla mecánica y por la huida del Sr.braginski- explico mientras se arreglaba el escote disimuladamente [color:602b=blue ]-Pido disculpas por los inconvenientes- miro a la lastimada liechtensteiniana sintiendo el corazón pesado por la culpa y la vergüenza-Con permiso…- se levanto cargando al ruso en brazos para recostarlo en una de las camillas que aun servían.

Cerro la puerta con la excusa de acomodar al paciente y ordenar los medicamentos, pero los remedios estaban en perfecto orden y el afectado….aun sin revisar. Podría estar herido…y así aprovecharía de confirmar que su familiar estaba mas bueno que un… -Despierta Natasha ,tienes 3 pacientes afuera y a ti se te ocurre hacer porno -le reclamó esa vocecita tan molesta comúnmente llamada “conciencia”. Aunque tenia razón, no era el momento de seguirle los pasos a su gemelo y andar cometiendo (más) indecencias en horario de trabajo en vez de justificar el sueldo.

Pero eso no quiere decir que no las cometiera después…

Su paciente no estaba sangrando y no creía que su cabeza hubiera sufrido grandes daños gracias al “Airbag”, por lo tanto se sentía libre de atender a los otros pacientes para deshacerse de la culpa .Abrió la puerta con cuidado por si alguien se había apoyado en ella y miro a los alumnos, pero especialmente a la rubia del brazo golpeado Lily Zwingli- recordaba su nombre por su participación en la clase de teatro- pase por favor…- desvió la mirada para evitar sentirse mal.

De alguna manera tenia que ser una enfermera responsable.

La cabeza le daba vueltas y lo unico que queria era bajarse de aquella horrible montaña rusa... porque era la unica explicacion posible para sentirse de esa forma, de laguna forma, extraña y imposible, en algun momento durante su trayecto a la enfermeria, se habia subido a una montaña rusa y ahora estaba pasando por unos de esos tirabuzones triples que te revolvian el estomago por completo.

Infelizmente para el, la montaña rusa nunca existio.

Salio de su aturdimiento, a medias al menos, cuando escucho la voz de su hermana. 'La huida del señor Braginski' ¿Y que diablos pretendia? ?que se quedara tranquilo mientras ellas practicamente le devoraba de un beso y quizas que otra cosa mas pretendia? Porque... seria su hermana y todo lo que quisieran, pero Nastaha tenia una forma muy distorcionada de ver la realidad.

Quizo enderezarse y huir al primer lugar que se le ocurriera, le daba lo mismo si habia alumnos presentes, asi servirian de distraccion para su sestre.

- tendran que sacrificarse da -penso en el momento en que estaba por levantarse de la comoda falda de su hermana cuando otra vez fue alzado y puesto en una camilla, y lo que era peor, cerro las puertas de la enfermeria.

- sestre, estoy perfectamente bien da -dijo, bastante alarmado con la posibilidad de quedarse solo con ella, pero para milagros de milagros, y para su buena estrella, al parecer su hermana habia decidido dejar de lado sus amores psicopatas y obsesivos y dedicarse a ser una enfermera por completo. Un suspiro de alivio escapo de sus labios cuando la vio que salia a llamar a otro alumno. Se bajo lo mas disimuladamente que pudo de su camilla, asi le serviria a otro, a el se le pasaria el resfriado solo con un te con limon y miel (o eso esperaba) y una buena temporada sin camillas desbocadas y enfermeras bielorrusas escalofriantes. Tan canadiensemente disimuladamente como pudo, apegado a la pared en un intento por pasar inadvertido trato de escapar de la enfermeria.

Sigue siendo una buena enfermera da. los niños y no los profesores rusos de historia, son el futuro Natasha